Entrenando al profesor Bruno - Las Bolas de Pablo

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9 ene 2011

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Entrenando al profesor Bruno

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   El olor a sudor entraba por la nariz de Pablo cuando llegó al gimnasio. Un lugar que simbolizaba el duro trabajo, esfuerzo y autodisciplina; a su edad de 20 aƱos sabĆ­a la importancia de esas cosas. Nadie trabajaba mĆ”s duro que Ć©l y su determinación habĆ­a dado esfuerzos. Estaba en el puesto nĆŗmero 1 de la categorĆ­a de lucha libre de la universidad. Su entrenador, era un hombre de 29 aƱos, el entrenador Bruno, experto en artes marciales.

   Pablo habĆ­a pedido a Bruno si estaba dispuesto a entrenar con Ć©l despuĆ©s de las horas de prĆ”ctica con sus otros compaƱeros y este negó rotundamente tenderle un tiempo de enseƱanza.

   Esa noche, un jueves, Pablo buscó al entrenador

   "Hola, profesor, Āæcree que podrĆ­a quedarse hasta tarde conmigo y practicar por un rato? Tengo miedo de perder el torneo."

   "Lo siento, Pablito. No puedo hacer eso esta noche", dijo Bruno sin levantar los ojos de su portapapeles. Pablo dobló las cejas porque era la primera vez que su entrenador se referia a el con un diminutivo. 

   Pablo ignoró el comentario despectivo y se centró en el hecho de que estaba siendo abandonado a su suerte una vez mĆ”s. 

   "Pero, entrenador Ā”MaƱana nos dirigimos al torneo! Me vendrĆ­a bien una ayuda." Pablo trató de razonar con Ć©l y logró mantenerse un poco cortĆ©s.

   "Estoy seguro que te ira bien", contestó Bruno tajante, "pero no me da la gana de prepararte".

   ā€œĀ”Pero entrenador!"

   "Mira, Chacón, esta noche es mi primer aniversario de boda." contestó Bruno. "Me quiero ir a casa, tomar una ducha, comer la cena que mi esposa me preparó, y luego, si tengo suerte, voy a follar con ella, a reventarla por dentro, Āæentendido?" 

   Bruno empezó a caminar hacia su oficina.

   "Entrenador, entiendo, pero si pudiera darme veinte minutos"

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   "No. Ā”No voy a darte ningun puto minuto!" Bruno caminó alrededor de Ć©l. "Me importa una mierda lo que tĆŗ digas. Si tuviera que elegir entre practicar contigo y tirar con mi esposa, tĆŗ pierdes. Si se trata de quedarse aquĆ­ contigo o ir a casa, tĆŗ pierdes. ĀæEntiendes?, no me importa lo que haces con tu miserable vida. "

   Bruno terminó de poner al joven en su lugar y caminó hacia los vestuarios.

   Tal vez fue la manera como su entrenador favorito habĆ­a reaccionado, o tal vez era parte de una serie de insultos que habĆ­an acumulado a lo largo de las Ćŗltimas semanas, pero algo parecĆ­a enfadar a Pablo. Salió corriendo por delante de Bruno y se puso directamente en su camino.


   "ĀæQuĆ© crees que estĆ”s haciendo?" Bruno le preguntó.

   "No me puede dejar asi. ĀæY si pierdo? Usted no se va de aquĆ­ sin antes ayudarme." Pablo dijo desafiante.

   "SĆ­, claro." Bruno dijo un poco divertido. "Me voy y tĆŗ no puedes detener."

   Bruno pasó a su lado, dando una palmada al brazo del joven. Pablo tomó acción, agarró el brazo de Bruno, lo giró en torno a Ć©l y envió su rodilla directamente a la entrepierna del entrenador. Bruno abrió los ojos cuando Pablo presionó la rótula firmemente en su ingle y le molió los testĆ­culos. Gimió cuando cayó al piso.

   Pablo podĆ­a ver que el entrenador en su dolor era incapaz de moverse. Curiosamente parecĆ­a estar excitado - ya sea por el golpe que acaba de recibir de su alumno, o la idea de que no podrĆ­a penetrar a su esposa porque sentirĆ­a dolor. La erección comenzó a crecer, se adentraba sobre la camiseta ajustada delineando todos los detalles de su paquete.

   El entrenador estaba muy adolorido y Pablo sintió que no merecĆ­a un poco de recuperación. Apuntó a las bolas claramente definidas de Bruno y golpeó con el puƱo. Ɖl gritó de dolor invadio el gimnasio. Bruno buscó desesperadamente a alguien para pedir ayuda, pero el resto del equipo se habĆ­a ido y estaban solos. Pablo empezo una lluvia de golpes sobre las bolas de 29 aƱos de su entrenador que gritaba con fuerza.

   Pablo hizo una pausa despuĆ©s de lo que debió haber sido el golpe noveno o dĆ©cimo golpe y vio a Bruno disparar una enorme carga de semen en su camiseta.

   "Oh, creo que no vas a hacer a tu esposa feliz esta noche." Pablo dijo burlonamente.

   El entrenador estaba completamente fuera de si, prĆ”cticamente inconsciente.

   El muchacho quitó la camiseta pegajosa de la cadera de Bruno y agarró sus testĆ­culos empapados de semen. TenĆ­an hinchazón y estaban de color rojo. Pablo sonrió y tiró hacia abajo las bolas de Bruno, apretando con todo su valor.

   Bruno se quejó, diciendo palabras que no tenĆ­a ningĆŗn sentido en absoluto. Trató de luchar contra Pablo, pero el esfuerzo fue a medias porque sus bolas estaban cerradas en las garras mortales de Pablo. Por extraƱo que parezca se dio cuenta de que el entrenador estaba excitado otra vez.

   Pablo se ocupó de las bolas duras, manteniendo el apretón hasta que Bruno disparó otra carga de leche. Su polla empezó a temblar y lĆ­quido preseminal salió. El segundo lote de jugo  cayó sobre su pecho.

   Si sólo su entrenador habrĆ­a sido un poco mĆ”s cooperativo, nada de esto habrĆ­a sucedido. 
   
   Pablo estaba motivado y Bruno no tenia a nadie a quien culpar sino a sĆ­ mismo. Si bien no iba a ser entrenado esa noche, Pablo dudaba que pudiera tener algun tipo de contacto con su esposa. Soltó las bolas y se dirigió a los vestuarios. Deseó poder estar allĆ­ cuando Bruno le diera la mala noticia a su mujer que no tendrĆ­an sexo y se preguntó quĆ© excusa iba a usar. Dudaba que le dirĆ­a la verdad, que un joven de su equipo de lucha le habĆ­a jodido los huevos. Al salir del vestuario vio al entrenador en el suelo sobando sus testĆ­culos y pensó:

   "Supongo que esta noche no podra meter la verga en el coƱo de su esposa," se rió malevolamente. Luego abrió el paso entre la puerta y se dirigió hacia el aire fresco de la noche.

5 comentarios:

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    Dos observaciones:
    Primera, la violencia contra el profesor estÔ injustificada. Nada le da derecho a Pablo a golpear a su profesor. EstÔ bien que nos gustan los golpes en las bolas, pero en tu relato se sienten fuera de lugar, ilógicas e injustificadas.
    Segunda, ”por favor, corrige tus relatos antes de publicarlos! Me da la impresión de que este relato no es tuyo y que se trata de una traducción libre o hecha en google o en babylon. Como quiera que sea, verifica que la sintaxis sea la correcta, porque cuesta leerlo y entenderlo. Si quieres que tu sitio sea popular, pues dale calidad a tus relatos, empezando por redactarlos (o traducirlos) corrrectamente. ¿Vale?

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    ok, gracias por tu comentario, muchas gracias! poco a poco ire mejorando las historias!

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    muy buenos pero gustaria que fueran con otros mas personajes

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    efectivamente hay mas personajes. Es solo que ese fue el 1er relato del blog. Bajo un personaje, Pablo Chacon. Hasta la fecha se han creado relatos con familiares, y amigos del mismo Pablo. Asi como relatos en series. Y personajes que solo aparecen en relatos unicos denominado Relato Especial. Tambien hay relatos de superheroes deshuevados. Bienvenido al blog y gracias por leer! :)

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    Hola Errante, A mi me ha impresionado mÔs que la violencia gratuita con el profesor, el hecho de haberse corrido dos veces sólo a base de golpes en los cojones. El ballbusting excita sexualmente con un dolor que en general hace huir a la excitación pero que en su caso es al revés, lo aumenta, y no dudo que alguien pueda correrse con golpes en los cojones, de hecho lo he visto en algún video, pero esperaba que hubiese alguna conexión sexual entre las corridas del profesor y la mente lujuriosa de Pablo.
    Me tiene intrigado este blog. Me gusta mucho. Sigo leyendo tĆ­o.

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