Douglas Rojas era un miembro más de la familia Chacón, descendiente de un hijo no reconocido de Ángel Chacón (padre del adorado y respetado Marcos), desde años atrás Douglas se desempeñaba como actor de la industria del porno. Era un tipo sexy sin llegar a ser calificado como guapo. Actualmente estaba en una entrevista que iba a ser publicada en su nueva película sexual donde aparecía masturbandose luego de tomar una ducha. Para la entrevista vestía de traje, estaba sentado con las piernas abiertas marcando el delicioso sello de su linaje familiar, el par de inmensos y grandes huevos.
—¿Alguna vez te han pegado en los testículos? —interrogó el entrevistador que no dejaba de desviar la mirada a la abultada entrepierna del actor. Creando en él ansiedad y que la boca se le hiciera agua.
—Por supuesto que sí —sonrió Douglas—. ¿Lo preguntas por su tamaño? Sí, y entre más grandes, más doloroso, pero tengo los huevos duros —para agregarle sabor al programa, interrogó— ¿Quieres ver mis pelotas? —, sin esperar una respuesta se abrió el cinturón, luego la cremallera y mostró sus partes privadas, que eran más públicas que el sentido de la palabra. Como gran actor porno y miembro de la familia Chacón tenía una gran polla y dos grandes bolas jugosas. Sonrió con orgullo y dijo: —¿Quieres que me haga una paja? Es una gran oportunidad para que veas un adelanto de lo que será mi película.
—En realidad no —respondió el entrevistador—. Todos hemos visto tus pajas y excelentes folladas. Una buena oportunidad para promocionar la película es ver a su actor de grandes pelotas recibir unas patadas en las bolas. ¿Crees que puedas aguantar?
Douglas tragó saliva y sonrió. Mostró valentía y se puso de pie colocando las manos detrás de la espalda.
El entrevistador también se levantó y lo pateó justo en las bolas. No fue con toda su fuerza, sin embargo Douglas gimió en voz baja.
—¿Todo bien? —quiso saber el entrevistador.
—Muy… muy bien —gimió Douglas mientras se doblaba y se masajeaba los huevos.
—¿Debería ser más fuerte?
—Un poco más fuerte estaría bien —respondió Douglas todavía doblado. Miró a la cámara e intentó dar una sonrisa coqueta, resultando en una angustiosa mueca de dolor—. Tengo los huevos duros.
Se fue poniendo derecho y llevó sus manos a la cadera. El entrevistador se acomodó su propia gruesa erección en el pantalón y procedió a patear con todas sus fuerzas los dos huevos cargados de leche de Douglas.
Douglas gritó y sus ojos se cruzaron, enseguida se agarró las bolas con las dos manos. Apretó los dientes y respiró profundo, en un acto muy heróico o quizás tonto llevó sus manos tras la espalda. —Todo está bien, puedo recibir más.
El entrevistador levantó las cejas sorprendido. Observó la polla del actor y se fijó que estaba semidura y goteaba pre semen. Le agarró los huevos con la mano izquierda y cerró la derecha en un puño y golpeó sus pelotas.
Douglas no pudo mantener las manos detrás de la espalda y chilló intentando apartar las manos de sus testículos, el entrevistador se aferró a ellos. —Ahhh, no. Oooooh, mis bolas.
Le soltó los huevos y le dio un puñetazo con la mano izquierda desde abajo. Douglas gritó, agarró sus testículos y cayó de costado al suelo completamente derrotado por sus bolas. Estaba sufriendo mucho, tenía la cara roja y las manos aferradas a sus preciadas gónadas, lo ayudaron a sentar en la silla donde quedó masajeandose las bolas y dejando que se le pasara el dolor lentamente.
Detuvieron la grabación de la entrevista y le dieron de beber agua, unos minutos después Douglas estaba vestido de nuevo tocándose de vez en cuando sus doloridas bolas. A pesar de todo y de la campaña de promoción creada a partir de esa entrevista la película resultó ser un éxito del porno.
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