Piero Riganti habĆa sido convocado por un viejo amigo para que prestara sus conocimientos en la formaciĆ³n de los empleados de su hotel a orillas de la playa. No en vano Piero por aƱos se dedicĆ³ a la rama del turismo, en especial cuando se desempeĆ±Ć³ como ministro en esta cantera. Era un hombre de cincuenta aƱos que para su edad lucĆa muy joven y bastante guapo, su mandĆbula era fuerte, penetrantes ojos color cafĆ© y cabello marrĆ³n. Su cuerpo estaba lleno de mĆŗsculos que no se podĆan disimular en su fino y exquisito traje.
Desde que iniciĆ³ su labor habĆa hecho un gran trabajo, dando lecciones y recomendaciones a los trabajadores, explicando gestiones para la atenciĆ³n turĆstica y todo tipo de asesorĆa, su amigo contratante estaba muy satisfecho con el trabajo logrado porque demostraba todavĆa estar muy actualizado en temas de la rama turĆstica. Sin embargo habĆa un trabajador que se mostraba reacio con Piero.
HernĆ”n desde un comienzo se mostrĆ³ rebelde contra el buen trato del ex ministro de turismo, no obstante el joven iba a ser nombrado el gerente general del hotel.
Reunido una tarde con su amigo en privado, Piero decidiĆ³ abordar ciertos temas con su amigo y entre ellos preguntarle si estaba seguro en asignar para una funciĆ³n tan importante a alguien que se mostraba tan mal educado.
—Por supuesto que sĆ, Piero. HernĆ”n es alguien de mi entera confianza y estoy seguro que desarrollarĆ” un buen trabajo. Ya hablarĆ© con Ć©l para saber por quĆ© siempre se ha mostrado tan en tu contra.
Piero se hundiĆ³ de hombros, no le importaba en absoluto, estaba seguro de que su paso por ese hotel era provisional.
Pero HernĆ”n continuĆ³ desprestigiando las acciones de Piero, hasta que llegado un punto el ex ministro decidiĆ³ abordarlo.
—¿Por quĆ© estĆ”s tan en mi contra? —le preguntĆ³—. Eso no es bueno para la imagen que das con otros empleos, ni tampoco es saludable para la armonĆa laboral del hotel.
—Piero, verĆ”s —HernĆ”n se rascĆ³ una ceja. Era un hombre que quizĆ”s rozaba los cuarenta aƱos, esa tarde vestĆa con un ajustado traje que se pegaba a su esbelto cuerpo—. No estoy conforme con que MartĆn, siendo un hombre tan franco en sus acciones se atreva a solicitar los servicios de alguien como tĆŗ.
—¿Pero quĆ© dices, HernĆ”n? —Piero arrugĆ³ la frente acentuando un gesto de molestia en el rostro. TomĆ³ a Piero del cuello de su camisa—. ¿Por quĆ© pones en tela de juicio mi trabajo si no he hecho nada mal? MartĆn no ha puesto objeciĆ³n alguna.
—Es que no hay objeciĆ³n alguna a tu trabajo —negĆ³ HernĆ”n—. La objeciĆ³n estĆ” dirigida a tu persona. No creo que tu presencia aquĆ sobre todas las cosas, sea buena. PodrĆ”s ser muy de turismo y todo lo que quieras, pero tus acusaciones de corrupciĆ³n nadie te las borra del pasado.
—¿QuĆ© demonios, idiota? —Piero levantĆ³ la voz dando un empujĆ³n a HernĆ”n. Era la primera vez que perdĆa los estribos—. ¡Nunca! ¡Nunca! Me acusaron de nada, ¡Mi gestiĆ³n fue la mĆ”s limpia! Y no voy a permitir que un mequetrefe como tĆŗ me acuse sin pruebas asĆ por asĆ.
HernĆ”n se cruzĆ³ de hombros.
—Ya te lo he dicho, no estoy conforme que alguien como tĆŗ estĆ© dando lecciones a los empleados. ¿Acaso quĆ© haces? ¿Los enseƱas a extorsionar? Ja, ja, ja.
Piero estaba de pie frente al futuro gerente. Furioso por el insulto le apuntĆ³ un devastador rodillazo en los testĆculos, estrellĆ”ndolos con fuerza contra la pelvis. El dolor fue instantĆ”neo e hizo que HernĆ”n cruzara los ojos y sus labios formaran una silenciosa 'O'. Se desplomĆ³ en el suelo, revolcĆ”ndose de dolor agarrĆ”ndose los testĆculos entre las manos.
—Espero que a partir de este momento empieces a respetarme —amenazĆ³ Piero acomodĆ”ndose la chaqueta del traje. Su rostro denotaba seriedad—. De lo contrario me verĆ© en la necesidad de arrancarte las pelotas —dio un puntapiĆ© a HernĆ”n y se girĆ³ para salir de su despacho.Cuando llegĆ³ a la recepciĆ³n del hotel se consiguiĆ³ con su amigo MartĆn que estaba acompaƱado de un apuesto seƱor de estatura alta, cabellos canos y porte elegante.
—¡Piero, quiero presentarte a un buen amigo! —decĆa MartĆn con una sonrisa—. Ćl se encargarĆ” de hacer unas modificaciones en la estructura del hotel, es un hombre responsable como Ć©l solo. Te presento a Marcos ChacĆ³n.
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