Visita en Casa (1/3) - Las Bolas de Pablo

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9 abr 2011

Visita en Casa (1/3)

   Esa semana el padre de Pablo le habĆ­a ordenado a su hijo, que desarmara su cama matrimonial y la sacara de la habitaciĆ³n para luego armar la cama tipo litera. La razĆ³n: a casa vendrĆ­a el primo Rodrigo, este primo era un verdadero macho opinaba Pablo, casi nunca se veĆ­an, temporalmente en vacaciones de navidad, Rodrigo se habĆ­a criado en el campo en la finca del tĆ­o Rodrigo, pero el hecho de criarse en el campo no lo hacia un joven ignorante, por el contrario estudiĆ³ en los mejores colegios y en las mejores universidades de la capital incluso tuvo estudios en el extranjero. La razĆ³n de la visita del primo de casi 30 aƱos de edad no era visita familiar estarĆ­a por lo menos en casa de Pablo por asuntos personales, deseaba unirse a las filas del ejercito y el lunes prĆ³ximo se irĆ­a de casa.



   Pablo se ocupo de quitar su cama matrimonial y de instalar la litera para compartir la habitaciĆ³n y fue junto con su hermano SimĆ³n a buscar al primo al aeropuerto.



   -mucho tiempo sin ver al primo -dijo Pablo cuando estacionaba el auto con su rubio hermano mayor-… ya seria hora que crezca la familia ¿no lo crees SimĆ³n?



   -pues si-confirmo su hermano



   -¿o es que estos huevos no hacen hijos? Jajaja-se burlĆ³ Pablo desde su asiento agarrando los testĆ­culos de su hermano y moviĆ©ndolos de arriba a bajo, como era herencia de la familia, todos tenĆ­an testĆ­culos muy grandes



   -jajaja no, suelta, suelta jajaja-reĆ­a SimĆ³n



   Pablo hizo caso, tenia muchos aƱos sin propinarle un golpe bajo a su hermano y jamĆ”s lo volverĆ­a a hacer. Lo querĆ­a mucho como para causarle tanto dolor- pero ya, quiero un sobrino, SimĆ³n- dijo Pablo



   -jajaja si, yo tambiĆ©n quiero un hijo, siempre trabajo con Lorena en eso, pero ella dice que no se quiere embarazar para no perder la figura



   -perra-dijo Pablo



Rodrigo   Bajaron del auto y esperaron que aterrizara el aviĆ³n de Rodrigo al llegar lo saludaron calurosamente. Pablo vio como el primo vestĆ­a con una camisa ajustada blanca pegĆ”ndose a sus mĆŗsculos y unos jeans que se pegaban a su culo parado y abultaba su pene y tal vez las grandes bolas de familia. Al volver al auto SimĆ³n se subiĆ³ a el mientras Pablo ayudaba a subir las maletas en la parte posterior del auto. Rodrigo subiĆ³ una maleta y Pablo actuando torpemente pegĆ³ con la punta del maletĆ­n en la entrepierna de Rodrigo, que se sobresalto y sonriĆ³.
   -¿te doliĆ³?-le pregunto Pablo






   -no, jajaja, un poco, solo un golpecito de sobresalto



   -¿y ahora?-dijo riendo y le volviĆ³ a pegar con la punta de la maleta. Rodrigo se quejĆ³ en voz baja sobresaltĆ”ndose



   -uy eso me pegĆ³ en un huevo, jajaja pero ya Pablo deja de jugar- y se fue a subir al auto caminando lentamente sobĆ”ndose el bulto en el pantalĆ³n.



   Pablo sonriĆ³, sabĆ­a que los golpes no eran tan duros pero conocĆ­a que Ć©l mismo se divirtiĆ³ provocandolos.



   Volvieron a casa y el sobrino saludĆ³ a sus tĆ­os y charlaron durante toda la tarde, estaba gran parte de la familia unida, los padres de Pablo, su hermana Jenny, su hermano SimĆ³n con su esposa y el primo Rodrigo



   -¿papĆ” todos los hombres de nuestra familia tenemos los testĆ­culos grandes?-pregunto Pablo a su viril padre en un momento a solas en la cocina buscando las bebidas



   -si, desde siempre -dijo su padre- me acuerdo que tu tĆ­o y yo volvĆ­amos locas a todas la jovencitas de la finca jajaja… ¿Por quĆ© la pregunta, hijo?



   -deseaba saber jajaja. La historia se repite ¿eh, papĆ”?-sonriĆ³ Pablo pensando que si heredĆ³ de su padre los testĆ­culos grandes su primo Rodrigo tambiĆ©n lo harĆ­a del suyo



   Volvieron con la familia a compartir en el jardĆ­n de la casa



   -irĆ© al baƱo -se excusĆ³ Rodrigo y entrĆ³ a la casa. Pablo sonriĆ³ era su momento, todos estaban entretenidos en el jardĆ­n con la mĆŗsica y no escucharĆ­an los gritos de Rodrigo



   -¡oh, el telĆ©fono me vibra! irĆ© a atender la llamada -dijo Pablo sosteniendo su celular, 30 segundos despuĆ©s ingresĆ³ al interior de la casa

   Rodrigo todavĆ­a estaba en el baƱo pero al salir:



   -primo piensa rĆ”pido -le dijo Pablo sonriendo, pateando con su zapatos directo a la entrepierna de Rodrigo haciendo a sus huevos levantarse y chocar con la pelvis.


   -Mierda-gritĆ³ Rodrigo doblĆ”ndose y riendo cayendo al suelo.

   -tenias que ser mas rĆ”pido-reĆ­a Pablo

   -jajaja mierda mis bolas-reĆ­a Rodrigo con cara de dolor


   -jajaja bienvenido primo


   -hijo de puta jajaja… no juegues asĆ­ jajaja que me duele jajaja



   Rodrigo pensaba que era una broma y Pablo se divertĆ­a causĆ”ndole el dolor. 10 minutos despuĆ©s volvieron a reunirse con la familia alegando que estaban charlando, pero el padre de Pablo notĆ³ la cara de dolor de Rodrigo y su forma de caminar lento, pero Ć©l dijo que era por el cansancio del viaje, le dio vergĆ¼enza decir la verdad.


   Horas despuĆ©s ya en el anochecer, Rodrigo fue hasta la cocina a buscar las cervezas en el congelador Pablo fue en silencio detrĆ”s de Ć©l.


   Rodrigo estaba frente a la nevera y con las piernas ligeramente separadas, oportunidad perfecta para Pablo. Ɖl sonriĆ³, se arrodillĆ³ tras Ć©l (quĆ© no lo habĆ­a visto). Y con un golpe fuerte y rĆ”pido le pegĆ³ un puƱetazo desde el suelo hasta la ingle

   Rodrigo gritĆ³. Entonces cayĆ³ de nuevo al suelo deslizĆ”ndose y agarrando sus testĆ­culos.



   -jajaja-reĆ­a Pablo



   -no me jodas asĆ­ primo jajaja me duele -reĆ­a Rodrigo



   Ese fin de semana Pablo se divertirĆ­a con su primo, lo dejĆ³ dormir en paz esa noche pero admirĆ³ la silueta del pene que se le hacia a travĆ©s del short antes de irse a dormir.

1 comentario:

  1. ¡Estimulante relato! ¡Ya quiero leer la continuaciĆ³n!

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