Entrenando de nuevo al alumno Pablo - Las Bolas de Pablo

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10 ago 2011

Entrenando de nuevo al alumno Pablo

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   Pablo estuvo entrenando en el gimnasio durante toda la tarde, su entrenador Bruno estaba en el sitio, le dirigĆ­a miradas duras y cuando conversaba con el, le hablaba en tono severo. Cuando Pablo termino de luchar contra un compaƱero del grupo (en el cual Pablo gano) su entrenador le hablo

   "ChacĆ³n deseo que te quedes aquĆ­ cuando tus compaƱeros se vayan"

   "entendido profesor" dijo Pablo, enseguida pensĆ³ en todas las cosas que habĆ­an ocurrido entre ellos en algunos meses en ese gimnasio, en un ataque de rabia Pablo termino golpeando la entrepierna al profesor,meses despuĆ©s, su entrenador se vengo golpeĆ”ndolo en la misma zona, le daba curiosidad saber que querĆ­a ese dĆ­a, y a solas, no sabia por que, pero se preparaba para lo peor.

   Hora y media despuĆ©s lo compaƱeros de lucha libre fueron despejando el sitio y el entrenador tomaba mucha agua para refrescarse, se notaba cansado y con ansias de que todos dejaran el sitio. El momento de espera deseado, llegĆ³.

   Pablo tomo agua y se dirigiĆ³ al entrenado Bruno que estaba de espalda a el

   “si profesor ¿necesitaba algo?” Pregunto

   El entrenador Bruno dio media vuelta con la cara transformada en odio, su mirada fija en Ć©l y los labios apretados, llevo su mano directamente a las bolas de Pablo.

   “argggg entrenador ¿QuĆ© pasa?” Grito de dolor Pablo

   “todavĆ­a no se me olvida el dĆ­a de mi aniversario de boda” gruƱo Bruno haciendo caminar a Pablo y tirĆ”ndolo contra una pared todavĆ­a con la mano firme en sus bolas

   “ya eso paso… ¡arg!... usted… usted me pego la otra vez” susurraba Pablo

   “¡quiero que te retires de este sitio! ¡Que no vuelvas mas!”

   “no… arg… suĆ©lteme…”

   Pablo no tenia suerte, nadie lo escucharĆ­a y el dolor testicular se expandĆ­a por todo el cuerpo, al estomago, la cadera, el cerebro, el entrenador Bruno apretaba las dos bolas con sus manos fuertes, Pablo intentaba hacer presiĆ³n sobre las manos del hombre, pero no podĆ­a. Mirando a su entrepierna y viendo que estaba tan cerca del entrenador, logro poner sus manos sobre las bolas de Bruno.

   Ahora ambos hombres se estaban aplastando con las manos sus testĆ­culos, Pablo estaba mĆ”s debilitado e intentaba aplastar lo mĆ”s duro que podĆ­a los huevos de su entrenador, ya era una guerra declarada entre ambos. Bruno hacia gestos de dolor, pero intentaba respirar profundo para menguar la dolencia. Pero de los dos, Pablo era el que mas estaba sufriendo.

   Pablo miro con piedad a su entrenador y este le apretĆ³ las bolas con mas fuerza, haciendole levantar hasta las puntas de los pies. No tenia salvaciĆ³n y sus suplicas no eran escuchadas, miro a la puerta, pero no habĆ­a nadie, se le ocurriĆ³ una idea, no sabia si funcionaria o probablemente terminarĆ­a por reventarle las bolas, se inclino a la cara del entrenador y lo beso en los labios.

   La boca de Bruno termino aceptando los labios de Pablo, y el agarre en sus testĆ­culos fue menguando hasta que los soltĆ³ y sus manos se posaron a las caderas de Pablo mientras se besaban. Pablo automĆ”ticamente al ser liberado soltĆ³ los testĆ­culos de Bruno. Ahora los “enemigos” se estaban besando, las manos de Bruno recorrieron el pecho de Pablo hasta situarse en sus hombros, dejaron de besarse y su profesor ahora lo miraba de otra manera, como evaluĆ”ndolo con la mirada, Pablo lo miraba con dolor, miedo e ilusiĆ³n. El entrenador Bruno miro al piso y luego volviĆ³ a mirarle a la cara, Pablo sin saber lo que sucederĆ­a, termino saltando en el aire, cuando recibiĆ³ en su entrepierna la rodilla de Bruno

   “¡arg!” GritĆ³

   Luego recibiĆ³ otro rodillazo en las bolas. 

   Totalmente recibiĆ³ 4 rodillazos en las pelotas de regalo de Bruno, Pablo querĆ­a que lo soltara para doblarse en el piso y sobar sus huevos, pero eso no sucediĆ³ porque ahora Bruno fue quien lo besĆ³.

   “desnĆŗdate” le ordeno a Pablo

   “¿QuĆ©?”

   “desnĆŗdate perra” le ordeno con fuerza Bruno

   Pablo se desnudo como le ordeno Bruno, al parecer su plan no habĆ­a fallado, no pudo ocultar al desnudarse la erecciĆ³n de su pene, al verlo Bruno se echo a reĆ­r, Ć©l tambiĆ©n se desnudo y Pablo se asombro al ver que su polla estaba tan erecta como la suya, las bolas de Bruno eran grandes pero no como las de Pablo, su pene moreno y grande apuntaba al techo. Bruno se acerco a Ć©l y lo beso, luego besĆ”ndose ambos llegaron hasta un banco donde se acostaron y Pablo se subiĆ³ sobre el entrenador. Con fuerza Bruno lo monto sobre su polla y Pablo grito de dolor al sentir cuando lo penetro fieramente.

   Pablo empezĆ³ a gemir a tiempo que le acariciaban su polla excitada, Bruno empezĆ³ a bombearlo fuertemente a tiempo que manoseaba la polla y las adoloridas bolas de Pablo

   "me las pagaras Pablo" decĆ­a Bruno clavando su polla en el agujero de Pablo

   Pablo estaba jadeando

   "me gusta “dijo Bruno y clavo un puƱetazo en las bolas de Pablo.

   Pablo gritĆ³.

   "jajaja" se burlo Bruno y siguiĆ³ penetrando a Pablo.

   La polla de Pablo escupiĆ³ largos y espesos chorros de semen que volaron en el aire hasta aterrizar sobre el pecho de su penetrador.

   Bruno lanzĆ³ otro golpe en los huevos de Pablo.

   Pablo gimiĆ³ de dolor "para" exigiĆ³, saltando arriba y abajo sobre la polla de Bruno

   Bruno comenzĆ³ a gemir metiendo de golpe su larga vara en el orificio de Pablo.

   Pablo volvio a gritar y Bruno gritĆ³ tambiĆ©n.

   Bruno se movĆ­a salvajemente sobre el banco e hizo caer al suelo a Pablo, ya en el piso el muchacho se acurrucĆ³ sobando sus bolas, el ano le dolĆ­a.

   "wow" dijo Bruno, su pene estaba manchado de semen. MirĆ³ su polla brillante y se acerco a Pablo y lo agarro por el cabello

   Pablo gimiĆ³.

   "chĆŗpala" sonriĆ³ Bruno “chĆŗpala”

   Pablo gimiĆ³ y cumpliĆ³, metiĆ³ en su boca la polla cubierta del semen del entrenador, Bruno cerro los ojos disfrutando del orgasmo

   Pablo se detuvo; de su boca salĆ­a semen mezclado con saliva.

   Bruno se enderezo y obligo a Pablo a levantarse, al ambos mirarse a la cara, se besaron en los labios, al separarse Pablo lo miraba sonriente. Pero la sonrisa desapareciĆ³ del rostro de rubio, cuando Bruno llevo su robusta rodilla hasta las bolas de Pablo, la fuerza del impacto hizo crujir las bolas contra la pelvis. Pablo grito de dolor a tiempo que sus ojos se llenaban de lĆ”grimas, y se desplomo en el suelo agarrĆ”ndose los huevos. Bruno lo miraba sonriente acariciando su polla que resbalaba los ultimos liquidos de semen acumulados. Luego se dirigiĆ³ a su ropa en el suelo mientras Pablo seguĆ­a debilitado.

   Bruno termino yĆ©ndose dejando a Pablo una vez mas desnudo en el gimnasio frotando sus adoloridas bolas.

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