Oswaldo, el muchacho que Pablo habĆa conocido en una tienda, era practicante de ballbusting, tenĆa amigos que tambiĆ©n practicaban este arte, y entre esos amigos habĆan pocos que tambiĆ©n conocĆan a Pablo, entre ellos Miguel, el nadador, principalmente amigo de Antonio. Pero Miguel, era especial, para Oswaldo le gustaba inmensamente, solo que habĆa un gran problema entre ambos, ellos se gustaban, pero Miguel decĆa que entre ellos no podĆa haber una razĆ³n de pareja, que las cosas eran mejor que las resolvieran en grado de amistad, porque si resultaban ser pareja Ć©l, Miguel, amarĆa como nadie a Oswaldo y eso daƱarĆa sus sesiones de ballbusting, porque tanto amor le impedirĆa darle un golpe como a Oswaldo le gustaban, duros y dominantes. Por su parte Oswaldo querĆa mucho a Miguel y deseaba que este se olvidara de tanta estupidez.
Un dĆa Oswaldo le propuso ver a Miguel, la cita fue en casa del primero, se saludaron y Oswaldo admiro la belleza de Miguel, le gustaba bastante, era un pena que Miguel fuera tan tonto a la hora de juzgar la relaciĆ³n entre los dos.
"¿empezamos?" sonriĆ³ Miguel
"si" dijo con animo Oswaldo
"por favor" seƱalo Miguel la franela de Oswaldo y el joven empezĆ³ a desvestirse
A Miguel se gustaba el cuerpo de Oswaldo, era un hombre alto y fuerte, admiraba su cuerpo y su fuerza a la hora de practicar el ballbusting, ambos se habĆan conocido aƱos atrĆ”s cuando un primo del ballbusteado practicaba nataciĆ³n con Ć©l, Oswaldo acompaƱaba su primo a la piscina y entre ambos poco a poco se fue dando la amistad, descubriĆ³ su inclinaciĆ³n por el ballbusting cuando su amigo Antonio, pateo las bolas del primo de Oswaldo, y el propio Oswaldo se excito tanto que no pudo ocultar su erecciĆ³n en el jean, un momento agradable y vergonzoso. Miguel lo invito en solitario a su casa y decidiĆ³ ballbustearlo, descubriendo que el joven disfrutaba de los golpes, pero la amistad poco a poco se fue tornando a algo mas, y Ć©l no deseaba enamorarse del moreno, porque si lo hacia el ballbusting irĆa desapareciendo poco a poco por temor de causarle un fuerte daƱo a "su amor", y tal vez la relaciĆ³n terminara y mas nunca se volverĆan a ver y Miguel, no deseaba perderlo.
Oswaldo quedo semidesnudo con un bĆ³xers color marrĆ³n, sus bolas colgaban entre la tela y el tronco de su gruesa verga apuntaba a la derecha, Miguel fotografiĆ³ con su mirada, se acomodo su pene en su jeans porque se habĆa excitado al ver al chico, y se quito unicamente la franela
"tu cuerpo se ve mas fuerte” alegĆ³ Oswaldo pasando su mano desde el pecho hasta el ombligo de Miguel
"si, y tu no te quedas muy atrƔs"
Sonrieron, y Oswaldo se puso de espalda a Miguel, y con un movimiento de piernas, Miguel empujĆ³ los muslos de Oswaldo, dejĆ”ndolo con las piernas abiertas, totalmente vulnerable. El muchacho con las piernas en forma de "V" empezĆ³ a sentir excitaciĆ³n y miedo de lo que podrĆa hacer el nadador, e inmediatamente su pene empezĆ³ a crecer. Y como un experto karateca, Miguel estrello sin compasiĆ³n su puƱo derecho en las dos bolas sin protecciĆ³n de Oswaldo dentro de su bĆ³xers color marrĆ³n, Oswaldo brinco al sentir el golpazo en su entrepierna y como sus bolas brincaban en su escroto y su pene estaba erecto apuntando el techo sobre la tela marrĆ³n.
¡poff!¡poff!¡poff!
Fue el eco de los 3 puƱetazos de Miguel en las bolas de Oswaldo, el muchacho intentĆ³ retorcerse y cerrar las piernas, pero Miguel lo tenĆa perfectamente preso contra la pared, sujetĆ”ndolo con firmeza por la espalda y abriĆ©ndole las piernas cada vez que las cerraba. Los puƱetazos aumentaron durante un minuto uno tras otro, con la mano derecha y con la izquierda. Al final a Oswaldo le resbalaban lĆ”grimas producto del dolor.
Miguel acaricio la espalda de Oswaldo y lo agarrĆ³ de la cintura para bajarle el bĆ³xers, Oswaldo no puso resistencia cuando quedo desnudo completamente. Miguel observo como siempre las bolas ovaladas de Oswaldo que colgaban bajo su pene grande de unos 17 centĆmetros o mas, largo y moreno, cerrĆ³ el puƱo derecho y le golpeo los huevos que subieron al contacto con la mano. Oswaldo gritĆ³ con fuerza tratando desesperadamente de cerrar las piernas, pero Miguel volviĆ³ a darle una patada a sus muslos obligĆ”ndolo a abrirlas de nuevo, Oswaldo se sentĆa dĆ©bil y que no podĆa estar mucho tiempo de pie, sus bolas latĆan del dolor a punto de hincharse.
Miguel volviĆ³ a sonreĆr, acaricio la espalda de Oswaldo, hasta llegar a su culo, sobo su peritoneo, pero se apodero de las grandes bolas de su compaƱero, aplastĆ”ndolas en su mano. Oswaldo escapĆ³ un gemido pidiendo misericordia, pero lo que encontrĆ³ fue que Miguel oprimiera sus bolas como si le sacara el zumo a un limĆ³n, y Oswaldo gritaba desesperadamente a medida que sus preciosas bolas eran aplastadas. En poco tiempo sus pelotas fueron liberadas y Oswaldo trato de doblarse al hacerlo, sus nalgas desnudas hicieron contacto con el bulto de Miguel, que estaba duro producto de la excitaciĆ³n acumulada, Oswaldo se enderezo, soportando el dolor que le fulminaba todo el cuerpo. Sus gĆ³nadas colgaban tentando a Miguel que seguĆa a su espalda viendo los objetos tras el culo del chico moreno.
Miguel le hizo dar la media vuelta, estaban frente a frente, mirĆ”ndose, Miguel quiso besarlo en los labios, pero no lo hizo, Oswaldo tambiĆ©n querĆa hacerlo, y se contuvo, Miguel olfateo su cuerpo, su cuello, y allĆ se quedo, Oswaldo se excito, cerro los ojos y levanto la cabeza, inesperadamente y aprovechando su momento de Ć©xtasis, Miguel le dio un rodillazo a los testĆculos de su compaƱero y enamorado.
Oswaldo brinco sintiendo nuevamente infinito dolor por todo su cuerpo, principalmente en sus rojas bolas.
Otro rodillazo.
Oswaldo volviĆ³ a brincar y Miguel se emocionaba por la reacciĆ³n a cada nuevo y repetido golpe.
Un nuevo rodillazo que le pego con mƔs fuerza en las bolas, estrellƔndolas contra la pelvis y chocƔndolas con la musculosa rodilla de nadador.
Oswaldo abriĆ³ significativamente la boca con el golpe en sus huevos, estaba falto de aire y sus preciosas pelotas, mas que amoratadas estaban sin fuerzas para resistir otro golpe que fracturarĆa a una de las dos. Miguel se bajo el pantalĆ³n, bajo su bĆ³xers y se masturbo como un loco mientras veĆa como Oswaldo se dejaba caer por la pared y llegaba al piso sobĆ”ndose los huevos, tratando de respirar y de hacer menguar el dolor, se masturbaba rĆ”pidamente y sin para, su mano subĆa y bajaba con fuerza sobre su pene y enseguida explotĆ³ una gran carga de leche caliente que aterrizo sobre el cuerpo convulso de Oswaldo, en la cara y parte de su pecho musculado. Miguel saliĆ³ de la habitaciĆ³n con paso apresurado.
Oswaldo siguiĆ³ tendido en el suelo, no resistĆa el dolor, sabia que el semen de Miguel reposaba sobre su cuerpo, y eso le gustaba, ese hombre le gustaba, eran el uno para el otro y Miguel no se atrevĆa a ceder, y tampoco buscaba pareja para olvidarlo, y Ć©l tampoco lo hacia ¡que tontos eran los dos! siguiĆ³ tirado en el piso sobĆ”ndose los cocos, estaban grandes e hinchados seguro que un golpe mas y los quebraba, tan admirable Miguel sabia cuando parar, se acordĆ³ de la vez que dejo de hablarle por espacio de mes y medio cuando se inscribiĆ³ en el concurso de ballbusting, Miguel en realidad se habĆa puesto celoso, y le costo mucho tiempo para que le volviera a dirigir la palabra.
Por espacio de 2 minutos Miguel volviĆ³ a entrar en la habitaciĆ³n, tenia puesto de nuevo el pantalĆ³n, pues, nunca se los quito, solo habĆa caĆdo hasta sus pies, tenia el pecho desnudo, entro como siempre con su mirada tierna para entregarle una bolsa de hielo
"gracias" susurro Oswaldo
"de nada" dijo suavemente Miguel "pĆ³ntelo para que se te cure... tambiĆ©n traje conmigo la crema, para la hinchazĆ³n"
"todavĆa tengo de la anterior" seguĆa susurrando Oswaldo colocando la bolsa de hielo sobre sus huevos y quitĆ”ndola enseguida por el frio
"ponla de nuevo ahĆ, o te obligo" bromeo Miguel
"esta frĆa jajaja, gracias por preocuparte tanto, a fin de cuentas, sabes como soy y te preocupas por mi. Te intereso tanto que sabes hasta que punto estoy dispuesto a aguantar en las sesiones. Solo hay algo que no estoy dispuesto a soportar y es saber hasta cuando te harĆ”s el duro y tu y yo tendremos algo fuerte...... como un noviazgo"
"no quiero, no quiero hacerte daƱo, o perderte"
"pero perderme ¿por que?"
"De eso no quiero hablar, solo es, que te quiero tanto que no te quiero perder"
Y dejo de arrodillarse en el suelo, para acostarse junto a Oswaldo y abrazarlo muy fuerte, le dio un tierno beso en la mejilla y le oprimiĆ³ de una manera suave la bolsa sobre los testĆculos del joven le interesaba que sus testĆculos estuvieran bien para una prĆ³xima sesiĆ³n y para tener una excusa y verlo, el frio le quemaba los testĆculos al muchacho, pero a la vez lo relajaba.
Todas, todas las ex parejas de Miguel desaparecĆan y dejaban de hablarle, por eso Ć©l no querĆa tener una relaciĆ³n con Oswaldo para que en un futuro si entre ambos no existirĆa nada, no le hablara y lo perdiera.
Mas tarde ese dĆa Miguel vio como Oswaldo se aplicaba la crema a sus testĆculos hinchados, le dirigiĆ³ una sonrisa que expresaba cariƱo
"me gustas" recordĆ³ Oswaldo
"y tu tambiĆ©n" aƱadiĆ³ Miguel
Volvieron a abrazarse los amigos, Miguel lo invito a cenar en la calle y ambos salieron a la ciudad.
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