Una pareja ballbusting - Las Bolas de Pablo

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21 mar 2012

Una pareja ballbusting

Oswaldo, el muchacho que Pablo habĆ­a conocido en una tienda, era practicante de ballbusting, tenĆ­a amigos que tambiĆ©n practicaban este arte, y entre esos amigos habĆ­an pocos que tambiĆ©n conocĆ­an a Pablo, entre ellos Miguel, el nadador, principalmente amigo de Antonio. Pero Miguel, era especial, para Oswaldo le gustaba inmensamente, solo que habĆ­a un gran problema entre ambos, ellos se gustaban, pero Miguel decĆ­a que entre ellos no podĆ­a haber una razĆ³n de pareja, que las cosas eran mejor que las resolvieran en grado de amistad, porque si resultaban ser pareja Ć©l, Miguel, amarĆ­a como nadie a Oswaldo y eso daƱarĆ­a sus sesiones de ballbusting, porque tanto amor le impedirĆ­a darle un golpe como a Oswaldo le gustaban, duros y dominantes. Por su parte Oswaldo querĆ­a mucho a Miguel y deseaba que este se olvidara de tanta estupidez.

Un dĆ­a Oswaldo le propuso ver a Miguel, la cita fue en casa del primero, se saludaron y Oswaldo admiro la belleza de Miguel, le gustaba bastante, era un pena que Miguel fuera tan tonto a la hora de juzgar la relaciĆ³n entre los dos.

"¿empezamos?" sonriĆ³ Miguel

"si" dijo con animo Oswaldo

"por favor" seƱalo Miguel la franela de Oswaldo y el joven empezĆ³ a desvestirse

A Miguel se gustaba el cuerpo de Oswaldo, era un hombre alto y fuerte, admiraba su cuerpo y su fuerza a la hora de practicar el ballbusting, ambos se habĆ­an conocido aƱos atrĆ”s cuando un primo del ballbusteado practicaba nataciĆ³n con Ć©l, Oswaldo acompaƱaba su primo a la piscina y entre ambos poco a poco se fue dando la amistad, descubriĆ³ su inclinaciĆ³n por el ballbusting cuando su amigo Antonio, pateo las bolas del primo de Oswaldo, y el propio Oswaldo se excito tanto que no pudo ocultar su erecciĆ³n en el jean, un momento agradable y vergonzoso. Miguel lo invito en solitario a su casa y decidiĆ³ ballbustearlo, descubriendo que el joven disfrutaba de los golpes, pero la amistad poco a poco se fue tornando a algo mas, y Ć©l no deseaba enamorarse del moreno, porque si lo hacia el ballbusting irĆ­a desapareciendo poco a poco por temor de causarle un fuerte daƱo a "su amor", y tal vez la relaciĆ³n terminara y mas nunca se volverĆ­an a ver y Miguel, no deseaba perderlo.

Oswaldo quedo semidesnudo con un bĆ³xers color marrĆ³n, sus bolas colgaban entre la tela y el tronco de su gruesa verga apuntaba a la derecha, Miguel fotografiĆ³ con su mirada, se acomodo su pene en su jeans porque se habĆ­a excitado al ver al chico, y se quito unicamente la franela

"tu cuerpo se ve mas fuerte” alegĆ³ Oswaldo pasando su mano desde el pecho hasta el ombligo de Miguel

"si, y tu no te quedas muy atrƔs"

Sonrieron, y Oswaldo se puso de espalda a Miguel, y con un movimiento de piernas, Miguel empujĆ³ los muslos de Oswaldo, dejĆ”ndolo con las piernas abiertas, totalmente vulnerable. El muchacho con las piernas en forma de "V" empezĆ³ a sentir excitaciĆ³n y miedo de lo que podrĆ­a hacer el nadador, e inmediatamente su pene empezĆ³ a crecer. Y como un experto karateca, Miguel estrello sin compasiĆ³n su puƱo derecho en las dos bolas sin protecciĆ³n de Oswaldo dentro de su bĆ³xers color marrĆ³n, Oswaldo brinco al sentir el golpazo en su entrepierna y como sus bolas brincaban en su escroto y su pene estaba erecto apuntando el techo sobre la tela marrĆ³n.

¡poff!¡poff!¡poff!

Fue el eco de los 3 puƱetazos de Miguel en las bolas de Oswaldo, el muchacho intentĆ³ retorcerse y cerrar las piernas, pero Miguel lo tenĆ­a perfectamente preso contra la pared, sujetĆ”ndolo con firmeza por la espalda y abriĆ©ndole las piernas cada vez que las cerraba. Los puƱetazos aumentaron durante un minuto uno tras otro, con la mano derecha y con la izquierda. Al final a Oswaldo le resbalaban lĆ”grimas producto del dolor.

Miguel acaricio la espalda de Oswaldo y lo agarrĆ³ de la cintura para bajarle el bĆ³xers, Oswaldo no puso resistencia cuando quedo desnudo completamente. Miguel observo como siempre las bolas ovaladas de Oswaldo que colgaban bajo su pene grande de unos 17 centĆ­metros o mas, largo y moreno, cerrĆ³ el puƱo derecho y le golpeo los huevos que subieron al contacto con la mano. Oswaldo gritĆ³ con fuerza tratando desesperadamente de cerrar las piernas, pero Miguel volviĆ³ a darle una patada a sus muslos obligĆ”ndolo a abrirlas de nuevo, Oswaldo se sentĆ­a dĆ©bil y que no podĆ­a estar mucho tiempo de pie, sus bolas latĆ­an del dolor a punto de hincharse.

Miguel volviĆ³ a sonreĆ­r, acaricio la espalda de Oswaldo, hasta llegar a su culo, sobo su peritoneo, pero se apodero de las grandes bolas de su compaƱero, aplastĆ”ndolas en su mano. Oswaldo escapĆ³ un gemido pidiendo misericordia, pero lo que encontrĆ³ fue que Miguel oprimiera sus bolas como si le sacara el zumo a un limĆ³n, y Oswaldo gritaba desesperadamente a medida que sus preciosas bolas eran aplastadas. En poco tiempo sus pelotas fueron liberadas y Oswaldo trato de doblarse al hacerlo, sus nalgas desnudas hicieron contacto con el bulto de Miguel, que estaba duro producto de la excitaciĆ³n acumulada, Oswaldo se enderezo, soportando el dolor que le fulminaba todo el cuerpo. Sus gĆ³nadas colgaban tentando a Miguel que seguĆ­a a su espalda viendo los objetos tras el culo del chico moreno.

Miguel le hizo dar la media vuelta, estaban frente a frente, mirƔndose, Miguel quiso besarlo en los labios, pero no lo hizo, Oswaldo tambiƩn querƭa hacerlo, y se contuvo, Miguel olfateo su cuerpo, su cuello, y allƭ se quedo, Oswaldo se excito, cerro los ojos y levanto la cabeza, inesperadamente y aprovechando su momento de Ʃxtasis, Miguel le dio un rodillazo a los testƭculos de su compaƱero y enamorado.

Oswaldo brinco sintiendo nuevamente infinito dolor por todo su cuerpo, principalmente en sus rojas bolas.

Otro rodillazo.

Oswaldo volviĆ³ a brincar y Miguel se emocionaba por la reacciĆ³n a cada nuevo y repetido golpe.

Un nuevo rodillazo que le pego con mƔs fuerza en las bolas, estrellƔndolas contra la pelvis y chocƔndolas con la musculosa rodilla de nadador.

Oswaldo abriĆ³ significativamente la boca con el golpe en sus huevos, estaba falto de aire y sus preciosas pelotas, mas que amoratadas estaban sin fuerzas para resistir otro golpe que fracturarĆ­a a una de las dos. Miguel se bajo el pantalĆ³n, bajo su bĆ³xers y se masturbo como un loco mientras veĆ­a como Oswaldo se dejaba caer por la pared y llegaba al piso sobĆ”ndose los huevos, tratando de respirar y de hacer menguar el dolor, se masturbaba rĆ”pidamente y sin para, su mano subĆ­a y bajaba con fuerza sobre su pene y enseguida explotĆ³ una gran carga de leche caliente que aterrizo sobre el cuerpo convulso de Oswaldo, en la cara y parte de su pecho musculado. Miguel saliĆ³ de la habitaciĆ³n con paso apresurado.

Oswaldo siguiĆ³ tendido en el suelo, no resistĆ­a el dolor, sabia que el semen de Miguel reposaba sobre su cuerpo, y eso le gustaba, ese hombre le gustaba, eran el uno para el otro y Miguel no se atrevĆ­a a ceder, y tampoco buscaba pareja para olvidarlo, y Ć©l tampoco lo hacia ¡que tontos eran los dos! siguiĆ³ tirado en el piso sobĆ”ndose los cocos, estaban grandes e hinchados seguro que un golpe mas y los quebraba, tan admirable Miguel sabia cuando parar, se acordĆ³ de la vez que dejo de hablarle por espacio de mes y medio cuando se inscribiĆ³ en el concurso de ballbusting, Miguel en realidad se habĆ­a puesto celoso, y le costo mucho tiempo para que le volviera a dirigir la palabra.

Por espacio de 2 minutos Miguel volviĆ³ a entrar en la habitaciĆ³n, tenia puesto de nuevo el pantalĆ³n, pues, nunca se los quito, solo habĆ­a caĆ­do hasta sus pies, tenia el pecho desnudo, entro como siempre con su mirada tierna para entregarle una bolsa de hielo

"gracias" susurro Oswaldo

"de nada" dijo suavemente Miguel "pĆ³ntelo para que se te cure... tambiĆ©n traje conmigo la crema, para la hinchazĆ³n"

"todavƭa tengo de la anterior" seguƭa susurrando Oswaldo colocando la bolsa de hielo sobre sus huevos y quitƔndola enseguida por el frio

"ponla de nuevo ahĆ­, o te obligo" bromeo Miguel

"esta frƭa jajaja, gracias por preocuparte tanto, a fin de cuentas, sabes como soy y te preocupas por mi. Te intereso tanto que sabes hasta que punto estoy dispuesto a aguantar en las sesiones. Solo hay algo que no estoy dispuesto a soportar y es saber hasta cuando te harƔs el duro y tu y yo tendremos algo fuerte...... como un noviazgo"

"no quiero, no quiero hacerte daƱo, o perderte"

"pero perderme ¿por que?"

"De eso no quiero hablar, solo es, que te quiero tanto que no te quiero perder"

Y dejo de arrodillarse en el suelo, para acostarse junto a Oswaldo y abrazarlo muy fuerte, le dio un tierno beso en la mejilla y le oprimiĆ³ de una manera suave la bolsa sobre los testĆ­culos del joven le interesaba que sus testĆ­culos estuvieran bien para una prĆ³xima sesiĆ³n y para tener una excusa y verlo, el frio le quemaba los testĆ­culos al muchacho, pero a la vez lo relajaba.

Todas, todas las ex parejas de Miguel desaparecĆ­an y dejaban de hablarle, por eso Ć©l no querĆ­a tener una relaciĆ³n con Oswaldo para que en un futuro si entre ambos no existirĆ­a nada, no le hablara y lo perdiera.

Mas tarde ese dĆ­a Miguel vio como Oswaldo se aplicaba la crema a sus testĆ­culos hinchados, le dirigiĆ³ una sonrisa que expresaba cariƱo

"me gustas" recordĆ³ Oswaldo

"y tu tambiĆ©n" aƱadiĆ³ Miguel

Volvieron a abrazarse los amigos, Miguel lo invito a cenar en la calle y ambos salieron a la ciudad.

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