un pelotazo a la dignidad - Las Bolas de Pablo

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15 abr 2012

un pelotazo a la dignidad

NOTA: esta historia estĆ” dedicada a todos ustedes, en especial a Diego, que es el creador original de ella. Intente comunicarme contigo, para que la siguiĆ©ramos, pero tu correo fue cerrado. Pero aqui esta la historia de futbolista que tanto deseabas!

“seguro que estarĆ© bien” aseguro con una encantadora voz Ilary Blasi, la esposa de Francesco Totti desde la mesa

“estarĆ”s sola amor” aseguro el atlĆ©tico futbolista cuyos cabellos rubios brillaban a la luz de los reflectores del evento

“estarĆ© bien, ve a tu conferencia, yo te verĆ© desde aquĆ­”

Francesco miro a su mujer tiernamente, como siempre la miraba, era tan fuerte el cariño que tenia por ella, que jamÔs nadie lograría separarlos. Con la sonrisa de ella, él se alejo, bajo las escaleras y se acerco al podio donde estaban sus demÔs compañeros de la selección nacional, en los sucesivos días se realizaría un encuentro amistoso contra la selección de Portugal. En el teatro italiano estaban representantes de ambos equipos de fútbol invitando a todos los magnates y medios de comunicación italianos a que formaran parte del encuentro deportivo.

Desde la mesa Francesco no podĆ­a observar a su solitaria esposa, quizĆ”s por la gran cantidad de personas en el lugar o tambiĆ©n influĆ­a la iluminación tan intensa, entrecerrando los ojos podrĆ­a ver su cabellera larga y castaƱa, volvió a sonreĆ­a con ternura y muchos paparazzi captaron bajo la lente de la cĆ”mara aquella graciosa mueca, quizĆ”s en los próximos dĆ­as saldrĆ­a como titulo principal de los periódicos algo que dirĆ­a “Totti entre la multitud le dirigĆ­a una sonrisa a su esposa” o “La sonrisa de Francesco a Ilary”

El entrenador de la selección italiana ahora hablaba de la gran jugada que se desarrollaría en 2 días, Francesco lo escuchaba entretenido y la gran mesa blanca era ocupada por los muchos jugadores de los equipos a enfrentarse.

Ilary colocaba sus delgados labios en la copa de vino espumante cuando una gruesa mano morena se coloco en la silla que estaba a su lado, ella subió la mirada y sonrió al invitado

“estoy tan solo como usted” hablo el hombre “¿podrĆ­a sentarme a su lado?”

“nessun problema” respondió con su exquisito italiano Ilary invitando a sentarse al seƱor Luis Figo

Su rostro moreno hizo brillar a sus blancos dientes, su cuerpo bien cuidado con el paso de los años se sentó al lado de Ilary

“honestamente, no creo que la selección de Italia, le gane a la Portuguesa” hablo amistosamente Luis, se notaba juguetón, casi galante. Como un joven de 20 aƱos queriendo conquistar a una adolescente.

Ilary sonrió, cediendo a aquel juego, una conquista, si, un juego, por su mente no paso la bella sonrisa que le regalo su enamorado marido al irse de la mesa.

“creo que tenemos a los mejores jugadores”

“cuando yo digo algo, jamĆ”s me equivoco” alego Luis sonriendo aun, pasando su dedo Ć­ndice por la mano de la mujer, haciĆ©ndole una leve cosquilla al recorrer rĆ”pidamente su mano

Ella sonrió y volvió a tomar su vino

“mi esposo juega para este equipo”

“lo se…”

“debe estar por allĆ”, mirĆ”ndonos”

“por su posición en la mesa, no creo que alcance a vernos mucho. ¿O eso harĆ­a que yo no pueda ser su amigo?”

“oh no, yo creo que podrĆ­amos ser amigos”

“muy buenos amigos… brindemos por los buenos amigos” invito el hombre alzando su copa y haciendo un brindis con ella

A lo lejos uno de los paparazzi se sintió atraído por la escena, frunció el ceño y quito la modalidad de flash a su potente cÔmara, antes de preferir fotografiar a los jugadores, algo por la posición de los cuerpos del hombre y la mujer hizo que se interesara por aquella lejana mesa. El lenguaje del cuerpo.

“estoy muy lejos de mi tierra, es triste sentirse asĆ­”

“completamente” aseguro Ilary

“y me siento a veces tan solo. A veces uno quiere un poco de diversión… ajetreo, adrenalina. Y dĆ­game seƱora Ilary ¿tiene usted diversión? o ¿desde cuando no se embarca en una aventura? algo que le haga sentir adrenalina”

Los labios de Ilary mostraron una larga sonrisa

“todos los dĆ­as vivo una aventura… digamos que me gusta sentir hervir la sangre”

Ambos sonrieron, acto que fue captado por la lente de la cƔmara de aquel paparazzi

“estoy tan solo por aquĆ­” dijo con melancolĆ­a Luis “siempre hace falta el calor de hogar, o el calor de una buena mujer”

“cualquier mujer es capaz de dar un buen calor” aseguro Ilary

“pero no de llegar directo al corazón… usted seƱora Ilary, es capaz de dar eso y mucho mas”

Ilary sonrió y repitió

“y mucho mas”

“si crĆ©ame…”

“le creo, y hasta soy capaz de asegurar que usted es muy suficiente de querer a cualquier mujer, y de tener a la que le de la gana”

Luis sonrió y mostro sus dientes blanco siguiendo con su discurso y su galantería.

La charla siguió su cause, el hablando como un hombre solitario, y ella escuchÔndolo y regalÔndole sonrisas, desde la mesa del discurso, Francesco no sospechaba de lo que hacia su esposa. La bebida en la copa de los 2 hablantes no ceso, hasta que ella se paro de la mesa, y minutos después Figo también lo hizo, camino por el oscuro pasillo, en la recepción quedaban pocas personas, el fingió que hablaba por celular. Camino por el largo pasillo, se detuvo en una puerta y miro a ambos lados cerciorÔndose, y entro al baño de mujeres. Allí estaba Ilary sonriendo feliz al solo verlo cruzar y colocarle el pasador a la puerta, ella dejo resbalar sensualmente su vestido por su cuerpo, hasta que cayó al suelo y quedo semidesnuda ante la mirada de Luis Figo.

Luis le sonrió la tomo por el cuello y la beso, Ilary se pego a su cuerpo y sintió bajo el traje del hombre su imponente erección.

Como si fueran animales sedientos de sexo, uno desnudo al otro, ella lo arrebato de su corbata y su traje de etiqueta y lo desnudo por completo, besĆ”ndose Ć©l la sentó en el lavamanos, su pene grueso se pegaba a la desnuda rodilla de ella que seguĆ­a besando a su amante con pasión, Ilary sonrió como depravada, se bajo de su asiento y acerco su boca a la polla de Figo y enseguida comenzó a engullirla, Luis se sintió en el cielo al sentir la boca de la modelo sobre su larga vara, Ilary como toda una profesional hacia cosquillas sobre el glande el hombre sorbiendo con la lengua cada sabor salado de Figo. Luis gemĆ­a deleitado, eso se sentĆ­a muy bien, esa mujer lo estaba drogando del placer, introducĆ­a y sacaba su verga de la boca muy, pero muy suavemente. Ella tenia sus delicadas manos en la cadera de Figo dedicada exclusivamente en mantener su boquita en forma de “o” sobre el pene del hombre.

Siguió mamÔndosela mas rÔpido y paró, dejó el pene dentro de su boca y con la mano aun sobre su cadera, Ilary empezó a moverse despacio hacia adelante y atrÔs. Figo no pudo resistir tanta tensión sexual y sin poderle avisar a la mujer eyaculo dentro de su boca emanando borbotones de leche espesa. Liquido que ella no trago pero dejo resbalar sensualmente por su cara y su cuerpo.

“mĆ©temela por dios” rogo ella, acordĆ”ndose de su ausencia y de su esposo, sintiendo miedo por primera vez aquella noche

“no hay por que preocuparse”

“mi esposo”

Luis asintió con la cabeza, sonrió, y la acerco contra su cuerpo, empezando a meter su verga por la vagina de la modelo, el tenia las dos manos sobre sus pechos, acariciĆ”ndolos, apretĆ”ndolos con delicadeza. SentĆ”ndola en el lavamanos ella se abrió  facilitando la penetración fuerte y decidida del hombre. La besaba, la tocaba, ella gemĆ­a, excitada, en orgasmos. Los cuerpos se movĆ­an atrĆ”s y adelante, arriba y abajo, por muchos minutos. BombeĆ”ndola, penetrĆ”ndola, la polla de Figo palpito dentro de ella, sin poder resistir mas, volvió a eyacular de nuevo con su esperma caliente.

“¿ahora esto se termina aquĆ­?” pregunto Ć©l abrazĆ”ndola y reposando sobre su cuerpo

“creo que si. Y por mi no te preocupes, uso pastillas”

“¿Francesco te trata bien?

“increĆ­blemente”

A fuera se oyeron los miles de aplausos, el evento habĆ­a concluido

“esto se acabo, debo salir”

“no” rogo Luis “vayĆ”monos”

“no”

“estarĆ© unos dĆ­as mas aquĆ­ en Italia. ¿PodrĆ­amos vernos?”

“creo que no. Es mejor que esto quede hasta aquĆ­. Si quiero verte, serĆ© yo quien busque la manera de localizarte”

Ella se coloco su vestido y Luis su traje, sin pensar en nada, juntos salieron del baƱo, sin despedirse, ni tocarse cada uno tomo un camino por separado, sin mirar hacia atrƔs y descubrir al paparazzi que ocultamente los habƭa fotografiado salir del baƱo.

Con una tierna sonrisa Ilary recibió a su esposo cuando él volvió a la mesa, la muy cínica. Su enamorado marido pidió para ambos una botella cara de champagne, sonrieron a la luz de los flashes y bebieron a gusto. Al terminar se levantaron sonrientes de sus sillas y salieron del recinto como la feliz pareja del momento. Al llegar a casa se desvistieron y se acostaron en sus camas juntos, abrazados, Francesco fatigado no tardo en dormir, ella pensando en Figo, que bonita aventura esa que había tenido, arrimo su cuerpo mas al del marido y pudo sentir con gusto la flÔcida polla del futbolista que por mucho tiempo la había satisfecho, otra vez volvió a pensar en Figo.

Pero la tormenta se desato al día siguiente cuando en la prensa empezó a circular la foto de Ilary saliendo de un baño publico con Luis Figo, la televisión no tardo en criticar la foto, la radio, las paginas web y los medios internacionales hablaban de la foto, dolido Francesco le reclamo a su mujer

“ES INDIGNANTE LO QUE ME HAS HECHO” gritaba Ć©l

“me equivoque, perdóname amor” lloraba la dama “no lo volverĆ© a hacer, perdóname, no se que me paso, no se si Ć©l me drogo… o estaba muy borracha”

“NO, NO TE LO PERDONO” lloraba Francesco tenia la cara roja de la ira y decepción “JAMAS TE LO PERDONARE”

“FRANCESCO, FRANCESCO” lo llamo ella sollozando pero de un portazo el abandono la residencia

Francesco con orgullo se limpio las lagrimas de la cara, la amaba tanto y ella le pagaba así. Era una fuerte traición, con la frente en alto soporto la mirada de las personas y de los paparazzi

“quiero que me consigas el numero telefónico de Luis Figo” dijo por celular a un importante empresario del futbol italiano

“¿por que lo dices?… ¿que harĆ”s?… ¿es por las fotografĆ­as? vamos Fran… eso pasara”

“solo consigue su nĆŗmero telefónico” dijo con rencor el italiano, tenĆ­a un plan en mente, e iba a recuperar su dignidad y la de su esposa, a la que todavĆ­a amaba.

Fue tarde en la noche que Francesco recibió el numero telefónico del hombre que penetro a su mujer, mas la información de en donde se encontraba en Italia, llamÔndolo, no tuvo tiempo de presentaciones

“eres un canalla” decĆ­a “meterte con una mujer casada habiendo miles de mujeres en el mundo, tenia que ser con la mĆ­a. Si tienes huevos de verdad, te espero maƱana a las 5 de la tarde en el gimnasio del mismo hotel donde te estas hospedando, si es que de verdad me puedes dar la cara y eres tan hombre como pretendes. ¡Figlio di puttana!

Al cerrar la llamada vio que tenía innumerables llamadas sin contestar de su esposa y mensajes de texto de ella, que deseaba verlo, hablar con él, que lo amaba y la perdonara, pero era muy importante que hablasen. El miro con odio a su celular y lo tiro a un lado, agarrando un periódico volvió a releer el mensaje que destrozo su matrimonio.

Por su parte Luis Figo sintió miedo, pero se vería con ese hombre, a pesar de todo el miedo invadía su cuerpo, no se iría de ese hotel, daría la cara y si se diera el caso, intentaría por todos los medios llevarse a esa mujer. MÔs que una aventura resulto ser algo especial.

Con el gimnasio del hotel rƔpidamente alquilado Francesco llego allƭ. Estaba reservado solo para Ʃl y para Luis, tenia un plan en mente para el hombre que penetro a su esposa. El lugar habƭa sido despejado por sus propias ordenes las maquinas estaban a un lado y solo habƭa un ring de boxeo en el centro del lugar, con un suspiro profundo y de dolor Francesco camino hasta el despejƔndose de sus ropas.

A la hora acordada la puerta del gimnasio se abrió dando paso al hombre que habĆ­a tenido relaciones sexuales con la esposa del futbolista italiano, la luz ilumino el sudoroso rostro de Luis que al ver a los guardias en la entrada del gimnasio se asusto, pero no huyo de miedo y con orgullo entro en el lugar, viendo a un hombre, que mas que todo parecĆ­a una comedia. Francesco estaba de pie en el ring, estaba semidesnudo, con una tanga verde que no cubrĆ­a en nada sus protuberancias, sino que se las exaltaban, su pene se notaba grueso y delicioso mientras su cuerpo liso brillaba por la luz, y su paquete se notaba asĆ­, su pene a un lado delante de sus frĆ”giles bolas colgĆ”ndoles entre las piernas, ocultas por la tela.Totti


“¿A que me citas aquĆ­?” se carcajeo Luis Figo “¿para hacer un desfile de moda?… vaya, jajaja”

“estoy aquĆ­ para pelear por mi honor y el de mi mujer” hablo sin titubeos Francesco, con todo el rencor que sentĆ­a por dentro “si te crees tan macho, te invito a que subas al ring y luches conmigo” lo que mas deseaba en su interior, eran que el hombre subiera y darle la lección que mas nunca olvidarĆ­a en su vida.

“JAJAJAJA, no caerĆ© en tus jueguitos de niƱo… jamĆ”s” espetó Luis

“entonces no eres un verdadero hombre” agrego Francesco “ven y lucha, serĆ” una batalla de honor… si yo pierdo, me hare a un lado y tu… podrĆ”s irte con mi esposa… si yo gano, espero una fuerte suma de dinero de tu parte, un anuncio publico desmintiendo esas fotos, que demandes a la prensa por fotomontaje y nos pagues nuestro viaje de placer que nos daremos”

“¿y crees que dirĆ© que si?” hablo Luis

“te lo propongo… aunque creo que no eres tan hombre como dices serlo. Seguramente eres de los que abusan de las mujeres”

El pez mordió el anzuelo y Luis procedió a quitarse la ropa. Poco a poco fue quedando desnudo, hasta que el frio del aire acondicionado, roso su moreno cuerpo atlético, su pene se movía de lado a lado como una manguera en contra en su slip negro. Sus bolas se balanceaban entre sus pierna. Francesco no evito mirarlas, le daría a ese tipo la lección de su vida.



En posición de pelea los dos hombres iniciaron a luchar, uno se movía atléticamente sobre el ring, el otro, italiano esquivaba los golpes, los penes saltaban sin control sobre las telas de sus ropas intimas. Sus testículos sin protección llenos de leche. Un puñetazo de Francesco fue conectado en el riñón de Luis Figo. El español hizo un quejido de dolor sin poder evitar el duro puñetazo a la mandíbula que acto seguido le dirigió el italiano. Enseguida cayó sobre la lona del ring. Dejando las piernas abiertas con su protuberancia en el slip, Francesco subió su pierna y bajo el pie rÔpidamente a los huevos de Luis, estrellÔndolos con todo el odio que le tenia, Luis Figo gritó por el aplastamiento a sus frÔgiles bolas regordetas llenas de semen, y sus rusticas manos se posaron con celo sobre sus huevos golpeados y se puso en posición fetal mientras Francesco lo miraba con felicidad, era allí donde mas lo deseaba golpear, en su virilidad y debilidad de hombre, por sus huevos, por su órgano sexual que estuvo con su esposa. Figo se movía de un lado a otro sobando y lloriqueando por sus bolas que comenzaba a palpitar por aquel imprevisto golpe.

“questo e piĆŗ ĆØ quello che meritate bastardo” le escupió con palabras Francesco acercando su rostro al convulso hombre en la lona

toti

Y tomÔndolo con sorpresa volvió a atacarle en la ingle, primero lo golpeo en el estomago, seguido en la cara y desprotegiendo sus bolas el futbolista dejo caer pesadamente su robusta rodilla en la ingle del español, aplastando con violencia sus dos o una de sus bolas, en realidad Francesco nunca supo si fue una o ambas, solo sintió el chillido de la zona al contacto con la rotula, Luis provoco un grito desesperado de dolor, su boca se abrió en demasía moviendo la lengua y sus ojos se llenaron de lagrimas. Volvió a rodar por el suelo sobando sus bolas con las manos, Francesco perdió el equilibrio y cayo en la lona apenas su rodilla impacto en los genitales de Luis.

Pero sin perder el tiempo y con el rico sabor de la venganza en los labios Francesco se levanto gritÔndole maldiciones italianas al español lo tomo por los cabellos y le propino fuertes patadas en la espalda, lo arrastro por el piso y lo llevo a una esquina del ring, Figo seguía hundido en su dolor de huevos, no se defendía. Francesco le dio un rodillazo en la cara, y un hilo de sangre empezó a resbalar por un orificio de la nariz de Luis, contra la esquina del ring, Luis empezaba a desesperarse, sus bolas palpitaban y Francesco le propinaba patadas y rodillazos en el cuerpo, algo se le ocurrió pagarle con su propia medicina y la salchicha italiana de Totti se movía de lado a lado dentro del sleep, sus huevos se balanceaban entre las piernas. Soporto tres o cuatro golpes mas, estaba tan aturdido que no sabia cuantos fueron, estiro la mano y alcanzo su objetivo.



Su mano se hundió en los huevos del italiano, Francesco se sorprendió por el agarre y su cara se doblo de dolor al percibir el desagradable dolor de la gruesa mano aprisionando sus quebradizas bolas ovaladas

“No” negó sintiendo el dolor en sus genitales, miro al techo y doblo las rodillas mientras los dedos aplastaban con saƱa sus bolas “¡ahhhhhhhh! ¡AHHHH! ¡Ohhhhhhhhh! MALEDETTO. BASTARDO……. Arghhhh!” gritaba Francesco cuando sus bolas eran sin piedad torcidas, aplastadas y trituradas por la gruesa mano de Luis Figo. El italiano se retorcĆ­a sin caer al suelo, flexionaba las piernas y su cara mostraba el irresistible dolor. Sus huevos eran girados, retorcidos y estirados. La cara de dolor de Luis cambio a satisfacción por ver sufrir a Francesco, viendo como perdĆ­a la mirada y doblaba las piernas, tratando de mantenerse de pie, pero flexionando las rodillas productos de su compresión de bolas. Francesco estaba desesperado en agonĆ­a preso del dolor, llorando y gritando mientras Luis torturaba sus bolas con su mano gruesa y nada delicada, delicada solo para las bellas mujeres como lo fue la esposa del contrincante.

Francesco tragaba saliva, gritaba y se ahogaba, mientras Luis seguía torturÔndole los huevos, Totti, levanto un pie y lo estrello directo entre las piernas de Figo, Luis sobresalto y soltó los huevos de Totti y se acurruco en la lona sobando su pisado testiculos izquierdo. Francesco cayó inmediatamente a su lado y se arrastro por el piso con las bolas en sus manos dejando un paso húmedo de su sudado cuerpo.



“erez patĆ©tico, creez que puedez derrotar a un hombre azi” hablo en su tono espaƱol Luis “erez un poco hombre… azi no ze juega”

“e tu sei un bastardo” dijo con ira Totti sintiendo sus dos orbes hincharse

Sin permitirle respirar, Luis se lanzo sobre su enemigo, ya no era cuestión de una mujer, una esposa, o una amante, ahora era una lucha de hombres, de machos. Para medir la fuerza del uno sobre el otro, para dejar derrotado, humillado. Luis contraataco al italiano propinÔndole fuertes puñetazos a su rubio rostro, el italiano trataba de defenderse, pero solo podía oler su propia sangre producto de los golpes. Figo levantó el puño y lo estrello de nuevo contra el pómulo de Francesco provocÔndole ver estrellas como en las caricaturas, para estar mejor situado Figo se sentó sobre el pecho del hombre y siguió golpeÔndole en la cara.

Francesco intentaba quitÔrselo de encima, pero cada mal intento era bloqueando con nuevos golpes a su cara o a sus riñones. Intento levantar el brazo, pero un nuevo puñetazo en la mandíbula hizo que doblara la cara y lo bajara, Luis se sentía complacido, fuerte y arrogante levanto el brazo y lo dejo caer sobre las costillas del futbolista que abrió la boca gritando su dolor, un repetido golpe en la cara, Francesco estaba debilitado.

“estas fuera de ti ¿verdad?” pregunto con malicia Luis “no importa, te hare regresar al presente” y doblando su espalda un poco abrió su mano y la situó sobre las marcadas bolas en el speedo color verde de Totti, apretando las protuberantes pelotas hinchadas y haciĆ©ndole gritar desesperado al italiano. A pesar del dolor que lo regresaba de golpe al presente sentĆ­a como si su estomago fuera pulverizado y sus huevos comprimidos, aun asĆ­ no pudo evitar sostener un poco de liquido preseminal que se escapo por sus tubo sexuales y le mojo el speedo “ah… pero que es eso jajajaja” se burlo Figo humillĆ”ndolo mucho mas.

Con gran resistencia y apretando los dientes el italiano coloco su mano en el cuello del español. Ahora ambos se comprimían partes importantes de su cuerpo. Uno le bloqueaba el aire al otro a través del cuello y el otro le impedía la respiración aplastÔndole las bolas con las manos. El español encima del italiano con sus manos en las bolas, el italiano soportando la tortura y teniendo su brazo firme en el cuello del español. Luis Figo apretó los dientes y retorció las bolas de Francesco, el italiano desenfoco los ojos y lastimosamente soltó el cuello de su enemigo y llevo las manos encima de las muñecas del español, empezaba a chillar del dolor de huevos. Y Luis seguía retorciendo las pelotas rojas e hinchadas. Con una cara graciosa Francesco no pudo evitar soltar una gruesa carga de semen que mancho su sleep, viéndolo con asco Luis soltó su mano húmeda y la limpio en el cuerpo del italiano para luego pararse de encima de él y alejarse.

Francesco inĆŗtilmente se acurruco en el suelo sobando sus bolas, llorando, todo habĆ­a salido mal, en medio de sus piernas sentĆ­a la humedad de su precioso y nutritivo semen.

“erez patĆ©tico, realmente patĆ©tico” se burlaba Luis acercĆ”ndose a Ć©l y clavĆ”ndole un puntapiĆ© en las costillas, Francesco salto por el golpe.

“Ponte de pie, y lucha… ah, no, eres otro italiano patĆ©tico” ordenaba y reĆ­a Luis “uno mĆ”s del montón”

TomÔndolo de los cabellos Luis levantó a Francesco, lo puso delante de él y lo miraba con odio, le escupió en la cara y el italiano sollozaba, de nuevo volvió a escupirle. Lleno de odio y haciendo un gran esfuerzo Francesco le propino un rodillazo en las bolas al español, ambos chillaron y cayeron al suelo, el movimiento de sus piernas contra sus bolas amoratadas le hizo doler a Francesco, y el fuerte golpe inmovilizo a Luis

“Arghh… joder… joder… ¡hijo de las mil putas!” grito Figo sobando sus huevos desde la lona

Francesco sosteniendo sus bolas se arrastro hasta Luis, e intento forcejear con Ʃl para quitarle las manos de los testƭculos y apretƔrselos

“no” decĆ­a con odio Luis intentando defenderse

“si” decĆ­a Francesco forcejeando con el espaƱol

Pero al forcejear con el hombre desprotegió sus bolas, como pudo Luis deslizo su mano por los brazos del italiano y apretó los 2 frÔgiles huevos del hombre. La presión se incremento de manera sobrenatural, dispuesto a estallÔrselos, y la boca del italiano se abrió pero sin grito de agonía. Sólo provoco un suave gemido de angustia, mientras saladas lÔgrimas huyeron de sus ojos.

“Por favor, no mĆ”s… por favor…” sollozo

En respuesta, Luis aumentó el nivel de la presión, jalĆ”ndole las bolas hacia su cuerpo. Francesco grito como nunca lo habĆ­a hecho en su vida. Apretó el puƱo y lo estrello contra la cara de Luis rompiĆ©ndole la nariz y haciendo que lo soltara, Totti se acurruco en el piso sobando sus bolas ¡pobre hombre!

“¡ARRRRGGGGHHHHH!” grito Totti cuando inesperadamente el pie de Luis Figo choco contra sus bolas.

“te dejare sin bolas” dijo Luis doblando la rodilla, estaba sentado a su frente, y estrello de nuevo con mĆ”s fuerza la planta del pie entre las semiprotegidas bolas del hombre. Totti grito del dolor tras el impacto.

Al parecer todo había terminado, pues Luis dio un largo suspiro y se levantó ayudado por las cuerdas, cojeando desapareció de la vista de Francesco, el italiano no se ocupo en buscarlo, mas le dolían sus bolas que la preocupación por saber donde estaba su enemigo. QuizÔs estaría vistiéndose para irse. Francesco lloraba como un niño que pierde alguna cosa, había perdido, que inútil se sentía, quería darle una lección de bolas a Luis, y quien la tuvo fue él, que patético se sentía.

Pero la tortura no habƭa terminado, Luis de improviso tomo los tobillos de Totti y lo arrastro por la lona, Francesco hizo todo lo posible por resistirse, pero estaba tan adolorido que todo intento fue en vano, Luis lo arrastro hasta la esquina mas cercana del ring, se bajo de el rƔpidamente y jalo las piernas de Francesco, haciendo que su entrepierna chocara contra los tubos de hierro de las esquina del cuadrilƔtero, Francesco grito suplicas al sentir sus bolas ser destripadas contra el acero, sus bolas eran magulladas y su semen salƭa disparado a borbotones de su pene, expulsados de sus bolas a punto de reventar. Francesco estaba agonizante del terrible dolor

“¡PARA! ¡PARA!” grito la voz de una mujer, Ilary habĆ­a llegado al cuadrilĆ”tero

Luis la miro y soltó las piernas de Totti

“ven… ven Luis” lo llamo la mujer tocĆ”ndose el abdomen

Luis sonrió de satisfacción

“yo gane imbĆ©cil” y camino hacia la mujer

El humillado Francesco se acurruco en posición fetal, llorando incontrolablemente, abrazando sus bolas con las manos.

“vĆ”monos juntos” dijo Luis al acercarse a la mujer

Illary sonrió, pero lo contraataco inesperadamente, colocando sus manos en el hombro del hombre y empujando sus rodillas contra las bolas del jugador. Luis desenfoco los ojos y cayo al piso agarrÔndose las pelotas. Illary corrió al ring y se arrodillo al convaleciente Totti

“oh… oh, perdóname mi amor” lloraba su esposa “me has tenido preocupada, perdóname te lo pido. Ti amo, ti amo mi amore, fue un error. Te amo Fran, cuando supe que estabas aquĆ­ vine preocupada… perdóname… perdóname mi amor”

Francesco la miro con ternura, ella lloraba como una niña arrepentida, era su niña, su Ôngel, su amor. Estaba dispuesto a empezar de nuevo con ella. Le sonrió.

Dicen los guardias de seguridad que los esposos salieron abrazados y besÔndose del gimnasio, Totti cojeaba y sostenía sus bolas mientras su sleep se veía misteriosamente súper mojado. AdemÔs cuentan que consiguieron al español lloriqueando agarrando sus huevos.

2 comentarios:

  1. Hagan de zac efron,pitbull , one direction, de gabriel soto , mas de william levy

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  2. Hola Carlos, historia de Zad Efron no hay en el blog, podria salir en los proximos meses, de pitbull si habia pero las borre todas porque comenzaron a decir en un foro de internet que eran historias reales. Vi fotos de los integrantes de One Direction y enseguida se me ocurrio un relato.

    De William Levy probablemente a final de este aƱo o en 2.013 con una sorpresa, de Gabriel Soto hay historias solo que su representacion es como un hermano de Pablo, protagonista de este blog. Busca titulos como "La triste historia de Simon" y "La noche de Simon, su novia y el ladron" estoy seguro que te gustaran.

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