Al dĆa siguiente, domingo por la maƱana, Emilio se duchaba en el baƱo de hombres cuando en silencio Rodrigo se acercó a Ć©l; y sin previo aviso le apretó las bolas fuertemente, de la sorpresa y el dolor Emilio empezó a llorar de terror. Trataba de librarse pero no podia.
"que sea la de ayer, la ultima vez que te metes conmigo" amenazó Rodrigo torciendo las gónadas.
Rodrigo le soltó las bolas segundos después y, salió con paso apresurado del baño mientras Emilio rodaba por la pared para caer al suelo agarrÔndose las bolas.
...
Pero fue durante la noche de ese dĆa que Rodrigo recibirĆa su merecido por meterse con quien no debĆa, Emilio, este hombre tomarĆa represalia contra Ć©l junto a su amigo Ricardo. Ambos entraron a la habitación donde dormĆan los hombres que estaban por caso especial en el escuadrón.
Ricardo tomó a Rodrigo que estaba acostado en su cama con fuerza. Ya habĆa decidido hacerlo desde tempranas horas del dĆa junto con Emilio. Rodrigo estaba tratando inĆŗtilmente de soltarse del los brazos del hombre, Emilio le estaba apretando los testĆculos. Y nadie de sus compaƱeros hacia nada para salvarlo, unos miraban con sorpresa la escena mientras otros se reĆan por la cara de dolor del pedante Rodrigo.
Emilio vio que un simple apretón no obtendrĆa la reacción que querĆa sobre Rodrigo, merecĆa Ā”mas dolor! por estĆŗpido e irrespetuoso. Entonces se subió a la cama, mientras el primo de Pablo miraba con horror las duras botas que el hombre le seƱalaba con el dedo.
"Tengo que ver como patean mis nuevas botas" dijo Emilio.
"jamÔs" gritó Rodrigo tratando de proteger sus pelotas, pero su respiración pesada se convirtió en un grito de dolor, porque el pie de Emilio se estrello en sus adoloridos huevos.
La patada no fue como Emilio querĆa, pero pegó de forma potente las bolas. Ricardo reĆa como algunos de los espectadores. No estaban seguros de lo era mĆ”s divertido, las sacudidas del cuerpo de Rodrigo por las reacciones de las patadas, o el sonido de las pelotas al ser golpeadas por la bota.
Emilio echó hacia atrĆ”s su pierna y la tiró hasta la entrepierna de Rodrigo, lo que le causó gritar de dolor por la violenta ola que explotaba en su intestino y que se actualizaba con cada nueva patada a sus testĆculos. Ricardo podĆa sentir el cuerpo de Rodrigo endurecerse debajo de Ć©l.
Ricardo vio como Emilio caminaba hacia ellos y dio otra patada con su bota a las bolas de Rodrigo. El chico, sentĆa como sus pelotas sufrĆan el daƱo pero no podĆa hacer nada, estaban siendo aplastadas contra su pelvis, de hecho el sudor de su cuerpo aumento por el sufrimiento, Emilio quitó finalmente su pie de las bolas de Rodrigo y dio otra dura patada, el hombre estuvo a punto de llorar pero se contuvo por orgullo.
"Muy bien" Emilio aplaudĆa "estoy satisfecho, jamas vuelvas a meterte conmigo, o ya sabes. Y ustedes tambiĆ©n" dijo a los demĆ”s hombres "no se metan con Ricardo o conmigo porque ya saben que nosotros mandamos aquĆ"
Y junto a su amigo salió del dormitorio, dejando a Rodrigo llorando y sobĆ”ndose los testĆculos, ninguno de sus compaƱeros se acercó para ayudarlo, lo consideraban muy pedante y pensaban que se lo tenia bien merecido.
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