Marcos en todo ese tiempo no le comento a Pablo de las ideas que se estaba formando de el en la cabeza, pero estaba convencido de sus pensamientos a medida que Pablo compartía el tiempo con su “amigo” Antonio. Una mañana El señor Marcos Chacón con la tarjeta amarilla en la mano telefoneo a Armando y planearon una sesión de ballbusting. A esas alturas el señor Marcos había investigado y se había llenado de horror al descubrir en internet que era el ballbusting. Pero se lleno de valor para conocer todos los secretos de su hijo, para poder enfrentarlo y regañarlo en un futuro.
A las 4 de la tarde de un día fue hasta la residencia de Armando, hablaron de cosas triviales hasta que Armando le pidió que se desvistiera hasta el punto donde el quisiera. El señor Marcos se molesto, no se consideraba gay, y tampoco le gustaba eso. Pero si quería conocer cosas que no sabia de su hijo, tenia que informarse de todo. Quedo en bóxer frente a Armando.
Armando llevo su mano a los testículos de Marcos, sus manos evaluaron la forma y el gran tamaño de los dos huevos. Apretó cuidadosamente las gónadas de Marcos una a la vez para probar qué tan fuertes eran las dos bolas. Cuando Armando retiró la mano, la enorme polla de Marcos se levanto sobre la tela de su bóxer color negro. Incluso sobre el bóxer se veía la gruesa cabeza de su largo pene. Armando detallo que los huevos de Marcos eran fuertes, y no se romperían con cualquier tipo de golpe.
Armando atacó con la rodilla izquierda, las bolas sin protección del señor Chacón crujieron con fuerza al recibir el impacto. Marcos abrió la boca. Sus manos tocaron sus bolas y se dobló con un gemido.
"Aaah" sollozo mientras sostenía sus pelotas grandes, tratando de comprender el dolor repentino.
Armando sonreía al ver la reacción del hombre del que todavía creía que era primo de Pablo.
Armando empezó a masajear suavemente las pelotas de Marcos y el señor gimió. Hasta que lo soltó.
Unos minutos más tarde, aún Marcos estaba rodando por el suelo, agarrándose las bolas.
“¿como esta todo con tu primo Pablo?” pregunto después de un rato Armando
“bien” contesto con cara de dolor Marcos sentado en el suelo con las manos en los testículos
“hace poco lo vi en un sitio con el ganador de las batallas de fines de semana”
“¿con Antonio?”
“si, Antonio, ya me han confirmado varios amigos, que si son pareja”
“¿novios?” repitió el señor Marcos con un tono de voz de molestia
“si, ¿no te lo conto Pablo?”
“no” negó Marcos y su cara paso del dolor a la ira, ya era mas que confirmado que su hijo era gay, y que nunca lo había dicho a su familia, sintió el mismo dolor físico y emocional que la vez anterior
“¿te duele que tu primo no te dijera nada?... ¿o te gustaba tu primo? ¿O Antonio?
“cállate” dijo con ira Marcos
“no te molestes Marcos” hablo Armando acercándose al hombre en el suelo
“hay muchos como nosotros en la calle, o aquí, en este lugar, no te pongas mal por tu primo” y se inclino frente a Marcos colocando su mano en el hombro “yo, por ti… siento muchas cosas”
“CALLATE” gritó Marcos lleno de ira, en venganza le propino un puñetazo en las bolas a Armando que cayo a su lado sosteniendo su zona genital.
Como pudo Marcos Chacón se levantó del suelo, mientras Armando chillaba por su dolor. Se vistió y le dolió cuando la tela rozo sus bolas. Otra vez estaba cojeando, salió de la casa y dejo a Armando tirado en el suelo. Al montarse en su camioneta, lloro por todo, por su dolor físico, el dolor de que su hijo nunca hablara con la verdad en casa, dolor porque su hijo y sobrino al parece eran gay y les gustaba ese raro acto de ballbusting, que él solo experimento para saber cosas de su hijo. Pero al final de todo, no podía discutir con Pablo, ni regañarle por no decir que era gay, lo amaba como un padre ama a su hijo. Pero se sentía decepcionado de Pablo. Al llegar a su hogar y secarse las lagrimas intento caminar erguido y lo logro pero lo único que consiguió era que sus bolas aumentaran de dolor, pero logro caminar así por muchos días, la mayor parte del tiempo la pasaba sentado. Siempre que preguntaba a Pablo donde estaba, él le decía que iría a entrenar, o iría a la universidad, o saldría con su "amigo" Antonio. Resuelta la duda sabía que más nunca volvería a saber de Armando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario