El heredero (3/6): Jimena - Las Bolas de Pablo

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25 jun 2012

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El heredero (3/6): Jimena

.com/blogger_img_proxy/Recuerdos... recuerdos son los que llegan cuando el dĆ­a  esta nublado y a las 5 de la maƱana la lluvia golpea la ventana, no se puede conciliar con el sueƱo y la conciencia te atormenta. AsĆ­ estaba Alan esa madrugaba moviĆ©ndose de lado a lado en el colchón, en definitiva ya no pudo dormir, se dedico a pensar a recordar, sentia su pene flacido dentro de su ajustada prenda intima color negro. A su mente vino aquel sĆ”bado 19 de noviembre del 2011, jamĆ”s lo olvidarĆ­a, para ese sĆ”bado salió a una tasca con su papĆ”, ya tenia la charla planeada, desde hace mucho tiempo. QuizĆ”s desde que probó las delicias del dinero cuando empezó a trabajar en la empresa de jugos.

"papa... Āæque planeas hacer si... bueno si mueres?" le pregunto moviendo su vaso de whisky "Āæen manos de quien quedara la empresa? ĀæLa casa? ĀæTodo lo que con mucho esfuerzo has construido estos aƱos?"

Su papƔ lo miro fijamente, pensaban que se habƭa recuperado por completo de aquel cƔncer.

"por supuesto que quedara en mano de ustedes tres, la empresa, las casas, los tres lo manejaran por igual todo. Y con respeto a mi esposa, ella manejara una cantidad, pequeƱa. Porque las grandes partes serƔn para ustedes"

"ahora bien papÔ" dijo Alan sirviéndose mas bebida, quería parecer preocupado. Y lo estaba logrando, su papÔ sentía su actuación, oh perdón, su preocupación "sabes que Aarón, no ha terminado de madurar, de quemar sus etapas, aunque trabaje en la empresa siento que le falta mucho por aprender. Sigue teniendo la mente un poco... no se como decirte papÔ. Pero míralo bien, todavía cree que tiene 14 o 15 años, teniendo una bandita de Rock y creyendo que va a ser famoso. ”PapÔ! ”Ya no esta en edad para eso!.. Ahora imagínate... dejar que maneje cierta parte del dinero de la empresa... ¿en que lo gastaría?... en su banda, en giras innecesarias y tontas, como se ha estado gastando el dinero que gana y que le das. Porque él es quien costea todo, los integrantes de esa banducha no pagan nada. Piénsalo papÔ al dejar que él maneje tanta cantidad de las empresas. La ultima vez te molestaste por la cantidad que pago por aquel disco que nunca salió a la venta"

"si... hijo..." corroboro su padre recordando la discusión que le causo Aarón

"y Henry papÔ... no trabaja en la empresa y tampoco se ha molestado en decirte que quiere un empleo. Únicamente se la pasa de fiesta en fiesta, tampoco lo veo trabajando duro en la fÔbrica. Piensa, únicamente piensa papÔ... se gastaría el dinero en discotecas y con sus amiguitas. Piénsalo padre, no tiene la madurez suficente para pensar y decir. Puedo hacer dinero, comprar una casa, vivir mejor, ser prospero. ”No padre! lo van a derrochar"

"Āæy que me pides tu?... Āæque te lo deje todo a ti y los deje a ellos por fuera?"

"no papÔ... escúchame" dijo Alan. Por fin diría lo que había pensado meses previos "yo nunca papa, NUNCA le daré la espalda a mis hermanos, tu mas que nadie me conoces, nunca les negare una ayuda a ellos. Yo he trabajado en la empresa desde que tengo 16 años, a tu lado, ayudÔndote. Me diste el cargo, te lo agradecí, seguí incondicional a tu lado. Solo quiero que pienses un ratito en el futuro, en lo que has hecho. Que pasaría con la empresa y su dinero en manos de Henry y Aarón. Solo te pido papÔ, que por cierto tiempo me dejes la empresa a mi nombre, especifícalo en el testamento, por un corto lapso, que en ese tiempo me encargare que Henry entre y trabaje allí. Que Aarón olvide sus tontos ideales frustrados de adolescente. Los hare unos hombres productivos de bien y cuando yo considere que ellos ya estÔn en suficiente madurez para tomar excelentes decisiones, que nuestra fabrica quede en dirección de nosotros, los hermanos"

Su papa sonrió, mordió el anzuelo, nunca lo supo

"todo eso se oye bonito Alan" Ćŗnicamente dijo

Meses después su padre murió y le dejo la empresa a él, pero no por mucho tiempo, él si se encargaría del funcionamiento y la administración así como varios de sus bienes. Hasta que naciera el primer nieto, ese si seria el único heredero universal. Alan dio un largo suspiro en la cama, y recordó que su novia Verónica todavía no estaba embarazada. El golpeteo de la lluvia contra el cristal le hizo pensar de nuevo en la mentira que le conto a su padre, el si le dio la espalda a sus hermanos, por lo menos Henry se había ido de casa, no sabia de él y Aarón seguía y seguiría siendo manipulable, todo un monigote que se creía dueño de la música.

A las siete de la maƱana el dĆ­a seguĆ­a nublado, el cielo compacto de nubes gĆ­rese amenazantes de lluvia, el dĆ­a frio y melancólico como cualquier calle de Londres, pero sin estar en ese paĆ­s los recuerdos pueden atormentar a cualquiera o deambular sin limites por su mente como le sucedĆ­a a Henry, que acordaba que el dĆ­a que sucedió cuando Alan lo corrió de casa Ć©l contactó por celular a Verónica y la cito en un cafĆ© en privado, era tan guapa como tonta.

"¿por que no quieres que tu hermano sepa que me citaste aquí?" le preguntó

"él y yo tuvimos una discusión anoche... y me corrió de casa" contestó él.

"dios mío, pero si ayer... estuvo tan contento conmigo... ¿que ocurrió?"

Callaron mientras el mesonero tomaba el pedido cuando se hubo retirado Henry le explico

"una discusión en base a la empresa"

"espera... Āædonde estas viviendo?"

"eso no importa Verónica, solo te cito aquí para que apoyes a mi hermano Alan en todo, él no quiere sentar cabeza, quiero que lo apoyes por que yo ya no estaré ahí"

"si, te entiendo y lo hare, para eso soy su novia"

"gracias Verónica. Espera un momento, ya vuelvo"

El joven camino hasta la barra donde despachaba el mesonero

"hey Vicente, necesito un favor" le dijo porque lo conocĆ­a "Āæsabes que esa chica es novia de mi hermano?"

"Por supuesto Henry"

"bueno, necesito que me hagas un favor"

"Āæsi?"

Henry observo a la mesa donde estaba Verónica, la muchacha tenia la mirada fija en su celular, el rubio joven saco del bolsillo del pantalón una pastilla

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"Āæque es eso?" se asusto Vicente

"solo ponla en su bebida"

"no Henry, no puedo hacer esto"

"escĆŗchame Vicente, es muy importante que lo hagas por favor. ĀæQuieres saber por que estamos aquĆ­? ĀæY por que quedamos callados mientras estabas en la mesa?... ella y yo somos amantes" mentĆ­a "y...... y ayer tuvimos relaciones, yo no me protegĆ­, ella tampoco, y ahora tengo miedo de que salga embarazada y... sea todo un problema para mi hermano, eso no lo quiero yo"

"dios mĆ­o Henry... lo que me pides es muy peligroso"

"es una pastilla del dĆ­a despuĆ©s, es muy efectiva y con una sola basta. Yo no se si ella quiso tener relaciones conmigo para quedar embarazada y asĆ­ prensar a mi hermano, no se si me uso. AyĆŗdame por favor Vicente... te darĆ© una recompensa"

El mesonero trago saliva y miro la pastilla finalmente abrió la palma de la mano y recibió la capsula.

Henry regreso a la mesa por lo menos el espermatozoide y el ovulo de los novios ya no seria fecundado, siguió hablando con Verónica, diciéndole que apoyara en todo a Alan, ya que el no estaría allí para hacerlo. Mintió también en la forma en que Alan lo corrió del lugar y no le dio la dirección donde habitaba nuevamente. Con un brillo en los ojos miró como la muchacha tomaba su bebida.

Recuerdos y no mÔs que recuerdos era lo que tenía, dos meses después se sentía muy tranquilo de que Verónica no estaba embarazada, Alan debía tal vez sentirse desesperado. Alguien tocó la puerta de la habitación.

"Āæestas despierto Henry?" pregunto una voz de mujer.

"”completamente! puedes pasar"

Una atractiva mujer de tez blanca, estatura alta y cabello negros entro en la habitación

"Āæcomo estas?"

"muy bien Jimena" aseguro Henry saludando a la que alguna vez fue la novia de su hermano y con la que nunca quiso tener un hijo.

Llego a su casa el mismo día en el que Alan lo expulso de su hogar. Hasta esa fecha la mujer conocía los propósitos de Alan, se decepciono como nunca al saber que el hombre término con ella por nunca desear ser madre y por ella regreso con su antigua novia.

"prepare el desayuno. Cuando desees puedes buscarlo"

"gracias, en un momento irƩ, este frio me hiela los huesos"

"si, la casa es muy frĆ­a, a tu hermano le gustaba"

"mi querido hermano" dijo irónico Henry "¿estas preparada para lo que planeamos?"

"si, para eso entre a llamarte"

"Āæno te vas a arrepentir? no te estoy obligando"

"muy preparada"

"bueno. Puedes llamarlo"

"Āæcrees que ya este en la fabrica?"

"Alan es un hombre muy trabajador. Y le gusta el dinero"

"”ni que lo digas!"

La joven saco de su pijama un celular color negro mate marco en la pantalla tÔctil un número telefónico y procedió a llamar

"ĀæAlan?" pregunto con una agradable sonrisa Jimena "hola...... Āæsabes quien es?"

"esa voz, creo que nunca la podre olvidar" aseguro Alan sentado frente a su escritorio

"me alegra que sigas pensando asƭ, o recordƔndome"

"Jimena... Āæcomo has estado en todo este tiempo?"

"pensando en ti... y en todas esas cosas que juntos no pudimos lograr"

"lograr... me alegras que me recuerdes de esa manera"

"aunque Alan, siento que con nuestra despedida muchas cosas quedaron abiertas sin concluir"

"si... y creo que mereciĆ©ramos terminarlas Āæno crees?"

"exacto... para eso te llamaba, querĆ­a saber de ti, y si estabas dispuesto esta noche... volver a vernos"

Alan sonrió y contesto

"por supuesto que si, puedo ir a tu departamento esta noche, te gustarĆ­a"

"si... aquĆ­ te espero, en punto de las ocho"

"espérame que allí estaré, que tengas un buen día y que no te rehúses a verme"

"claro que no tontito" se despidió la mujer haciendo un sonido de beso con su boca, coloco el celular en su muslo y miro a Henry que seguía acostado en la cama

"bueno... saldrƩ esta noche, y volverƩ a las tres de la maƱana"

"procura entrar en silencio... a esa hora el tal vez este aquĆ­"

"sabes que no te estoy obligando a nada Jimena, todo lo haces porque tu quieres"

"es lo mas justo para mi" aclaro la mujer apretando los labios amargamente.

Desde su oficina Alan se había preparado para aquella cita nocturna, le pidió a su secretaria que cancelara la cita con su novia Verónica, la excusa seria una cita con unos empresarios Italianos interesados en productos de exportación. Aquella noche seria de acción y gracias a su salud sus testículos habían dejado de estar hinchados, repletos de semen acumulado y dispuestos a soportar aquella dulce noche de acción que le esperaba.

Por su parte el hermano Aarón yacía en su oficina aprobando frente a la computadora los diferentes afiches de jugos que serian enviados a Chile como nueva propuesta de sabores, su celular sonó con una llamada entrante de Eloy uno de sus amigos en la banda de Rock que tenia.

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"ĀæpodrĆ­as venir esta tarde a casa?"

"no lo creo" se negó Aarón por alguna razón estaba molesto con aquel muchacho "la banda no tiene ensayo hoy por lo tanto no tengo nada que hacer en tu casa"

"¿hasta cuando vas a estar así Aarón?... ven a casa, te espero toda la tarde"

"no iré" negó el joven soltando el celular, su semblante cambio ya no parecía el de aquel joven trabajador, se dedico a los afiches y su cara volvió a ser la habitual frente al computador.

Al atardecer Alan salió de su oficina muy temprano, fue a casa, de ducho, afeito su zona genital, debía lucir lo mas pulcro aquella noche, como tanto le gustaba a Jimena, salió en su potente automóvil, compro bombones de chocolate blanco y fue hasta el departamentos de la atractiva mujer.

Por su parte la mujer tenia puesto un pegado vestido negro brillante, el cabello recogido y la cara estupendamente maquillada se paro en la puerta de entrada despidiendo a Henry.

"no te estoy obligando a nada"

"Henry, tengo mi edad y se lo que hago y lo que dejo de hacer"

"espero que todo salga bien. Te cuidas... cualquier cosa, enciƩrrate en un cuarto y me llamas, vendrƩ muy rƔpido, estarƩ en el bar que esta muy cerca de aquƭ"

"se protegerme bien, Ʃl serƔ quien pedirƔ ayuda"

Henry sonrió y ella le guiño el ojo, los cómplices. Henry apresuro el paso, bajo las escaleras y salió del edificio.

15 minutos bastaron para que Alan llegara en su carro, lo estaciono en el Ôrea de visitantes y llego al departamento de la que fue su novia, los ojos le brillaron al ver a la guapa y elegante joven, tan estudiosa, emprendedora y vi sionista del futuro, todo en contraste a Verónica, su único punto débil el no querer tener hijos, y eso era lo que Alan necesitaba para ser casi el heredero de esa fortuna.

"sigues tan guapo como siempre" dijo ella invitando a pasar

"y tu mas bella que todos los dĆ­as, te traje bombones Jimena, los que a ti te gustan... Āæy si es que tu novio no se molesta que los regale?"

"no... novio... por dios Alan, no tengo novio, tu eres el traidor aquĆ­. Que me abandonaste por aquella modelito Āæque le viste?"

"una mujer tan guapa, Āæno tiene novio?

"no lo tengo porque te sigo extrañando. Pero ese no es el punto Alan... ¿que le viste a aquella pendejita?"

Alan rio

"fui un tonto... no se en que pensƩ"

"yo... estoy dispuesta a regresar contigo... o bueno, ser la amante, o la otra"

Alan abrió los ojos

"¿que?... ¿que dices?" pregunto sin dar crédito a lo que oía.

"contigo descubrĆ­ a un hombre ideal..." decĆ­a Jimena "tu eres Ćŗnico Alan, y sin ti no se que hacer, te necesito y no quiero estar sin ti. Estoy dispuesta  a esperar a que te des cuenta a que aquella estĆŗpida, no es nada mĆ”s que eso. Una simple estĆŗpida, te amo Alan. Y quiero estar para siempre contigo. Y si tu no lo deseas... solo... solo cerremos un ciclo esta noche... un ultimo adiós y sabes a que me refiero"

"como has cambiado Jimena" dijo Alan "eres una mujer fuerte y me decĆ­as que si yo me iba a ti te darĆ­a igual"

"creo que me equivoque... y no soy tan fuerte como aparento" hablo la mujer mirando al suelo

Alan se sentó a su lado, y la abrazo, ella tomo la determinación de besarlo en los labios y él cedió dulcemente, su boca seguía siendo tan tierna como meses atrÔs, pero su espíritu era el mismo hombre deseoso a tener el mÔximo poder en sus manos, Jimena le sobo la nuca, el la besaba apasionadamente, se pararon del asiento y se abrazaron siguiendo con el beso, ella ya sentía el pene erecto de él entre las piernas y Alan sentía contra su cuerpo los senos de aquella bella mujer.

"vamos... y no digas ni una palabra" dijo, y lo condujo a su habitación.

Continuaron besÔndose Jimena le desabrocho la camisa a Alan el muchacho cerraba los ojos abriendo los sentidos a la excitación, ella lo empujo contra el colchón, hizo que se reclinara y le abrió el cierre del pantalón, manoseo los genitales del tipo mientras Alan comenzaba a gemir suavemente. Frotando su mano contra el paquete le sintió el pene endurecerse, las bolas bailaban de un lado a otro de acuerdo a la mano que la frotaba, se veia todo un semental el macho.

"ahhhhh" gimió Alan

Jimena sonrió, le bajo los pantalones al hombre y su prenda naranja, para dejar a la luz sus genitales desnudos. La cabeza de su pene estaba erecta como un asta y sus bolas reposaban bajo la larga vara con ansias de moverse bajo la vagina de la mujer. Jimena acerco su cara al miembro del que alguna vez fue su gran amor, en verdad Alan era un buen sexo... o fue un buen sexo. Jimena tomó con delicadeza la sencilla verga de Alan entre sus manos y comenzó a masturbarlo, rĆ”pidamente Alan arqueo la espalda excitada y su pene mas duro se puso ante los movimientos de la mano de la mujer.

AtraĆ­da por el miembro del hombre, lo metió en su boca, chupĆ”ndole la cabeza, como si fuera un dulce helado de coco como le gustaban. Lo lamĆ­a, saboreaba su salado pre-semen que se asomaba por la punta de la manguera, succionaba el miembro, lamĆ­a la base, lo movĆ­a dentro de su boca, de arriba a abajo. Alan hundió la cabeza de ella mas sobre su pene le encantaba sentir que tocara su garganta.

Dejó de hacerle sexo oral y volvió a masturbarlo de nuevo, sentĆ­a el calor, la dureza y lo sudado que aquel lindo muchacho estaba. Jimena despido relajada y volvió a meter el pene en su boca boca, la larga vara palpitaba sobre la lengua, siguió premiĆ”ndola chupĆ”ndola.

DespuĆ©s de unos minutos los chorros espesos de leche blanca comenzaron a caer dentro de su paladar, otros entraban profundos por su garganta. Los Ćŗltimos resbalaron por su labio. Alan con delicadeza limpio la boca de la chica, la acostó junto a Ć©l en la cama, ella se dejo besar, se abrazaban, Alan lamia sus senos y le dedico corto tiempo en sexo oral a ella. El se acostó en la cama y ella se arrodillo frente a Ć©l acariciando su pecho, los ojos de la mujer se clavaron en los huevos que reposaban entre las piernas de Alan, sintió un breve disgusto y apretó el puƱo, Alan sonreĆ­a, la empujo sobre su cuerpo y la continuo besando.

BesÔndole en los labios, en el cuello, en el lóbulo de la oreja, el pene del hombre fue entrado poco a poco por la vagina de la mujer que suspiraba excitada sintiendo el tacto de aquel muchacho. La miraba, sonreía, la acariciaba, la penetraba, no era un mal hombre, quizÔs era muy justo, únicamente el dinero de su padre lo corrompió y lo estaba obligando a hacer cosas erradas. Sintió el pene dentro de ella, lo miro a los ojos sonrió, quizÔs si lo ayudara, pero luego vino a su mente la imagen de la estúpida de Verónica, sus ojos cambiaron, sintió el pene dentro de ella. Los dulces toqueteos del muchacho.

El hombre se movió feroz sobre la cama, como un toro penetrÔndola, la acariciaba, la bombeaba, un dulce y salvaje contraste, ella cerro lo ojos y miro al techo, estaba fascinada. Alan aumento los movimientos hasta que ceso, liberando otra carga de semen dentro de ella, Jimena gimió y Alan dio un suspiro tumbÔndose a su lado y reposando, Jimena se sentó en la cama y apoyo la espalda contra la pared, satisfecha, pero recordando para llenarse de odio contra ese hombre que en ese momento volvió a amar y de verdad se considero miserable, jamÔs pensó en volver a amar a Alan.

El muchacho tenĆ­a los ojos cerrados y respiraba grandes bocanadas de aire, tenĆ­a las piernas abiertas, el pene flĆ”cido sobre su abdomen conectĆ”ndolo con un fino hilo de semen y sus bolas estaban a merced de aquella mujer que las miraba con los ojos centellantes de ira. Sus ojos miraban fijamente aquellas grandes y lampiƱas pelotas, el fino semen blanco que reposaba sobre el abdomen del lindo y arrogante rubio. Jimena trago saliva y estiro la mano, las bolas quedaron a merced de sus manos, Alan abrió los ojos asustado, los dedos aplasto con fuerza las dos bolas. Alan gritó de dolor mientras un espeso lote de semen salió de su pene oloroso a cloro.

"por... por favor... suelta... suƩltame las bolas" hablo en un susurro el lindo hombre, tragando mucha saliva.
De solo oírlo la mujer se lleno de ira, liberando esa fuerte carga de rencor que había acumulado esos meses, retorció las manos y Alan grito de dolor.

"te..... ahhhhhhh..... Te lo pido" dijo

Jimena estiro ambas bolas y el muchacho libero mas semen acumulado y unas gruesas lagrimas resbalaron de su bello rostro, el cuerpo de Alan se tensaba con las manos intentando separar a las de Jimena de su hombrĆ­a, pero quizĆ”s por la amargura Jimena se aferraba a sus gónadas. Jimena clavó sĆ”dicamente sus uƱas en los huevos causĆ”ndole una grave grito al hombre mientras su pene emanaba mas semen espeso y de fuerte olor. La cruel mujer soltó las bolas que quedaron marcadas con sus uƱas, Alan se acurruco como un ser miserable en la cama llorando y sosteniĆ©ndose las bolas.

"...... ay me duelen... me duelen..." decĆ­a el hombre

Jimena le dio un fuerte golpe en la cabeza y el hombre reboto sobre la cama.

"quiero agarrar" dijo Jimena

"no" negó Alan

Y comenzó un fuerte forcejeo, la mujer por agarrar las bolas, Alan por protegerse, con un golpe en la cara Jimena cayo al suelo.

"oh" abrió los ojos Alan bajando la palma de la mano "perdón Jimena... perdón" hablo, y con cuidado se bajo del colchón para ir con la mujer "¿estas bien? no deseaba pegarte mi amor"

Jimena se movió veloz, y lo agarro de las bolas para volver a estrujarlas, y Alan volvió a gritar sintiendo el dolor transmitirse de sus huevos al estomago, en olas destructivas de dolor inmovilizante. La respiración de Alan se puso mĆ”s rĆ”pida y agitada. 

Jimena se arrodillo encima del convaleciente Alan, que gemĆ­a de dolor.

La mujer soltó los huevos del hombre, y el gran semental se acurruco en el suelo llorando por sus hinchadas bolas rojas, sumergido en
un mundo de angustia.

Jimena se levanto del suelo, lo miraba con odio, pero lloraba a la vez, aqueo el pie hacia atrÔs y lo empujo hacia adelante, chocando contra la cara de Alan, enseguida el hombre limpio su nariz ensangrentada, la muchacha volvió a arquear la pierna, y el pie choco contra un pedazo de su escroto que estaba desprotegido, Alan aulló con un grito lastimero.

La muchacha volvió a patear los huevos hinchados y rojos, y el hombre se quejó miserablemente y quedo tendido inerte en el suelo incapaz de quejarse con las sucesivas y 2 fuertes patadas fulminantes que le siguieron a los huevos. Jimena por un momento se asusto, toco su sien. Se habĆ­a desmayado.

Con las manos temblÔndole tomó su celular y marco unas teclas, espero hasta que la llamara fuera recibida y oír la voz de Henry

"¿te sucedió algo? ¿Todo esta bien?" pregunto el muchacho, se oía mucho ruido a su alrededor

"estoy perfectamente" declaro Jimena "tu hermano esta desmayado... Āæpuedes venir?"

"Āæle partiste las bolas?"

"no... se desmayo casi al instante"

"estarƩ allƔ pronto. Sabes que estoy cerca... Atalo por si vuelve a desmayarse"

"esta bien" dijo la mujer

Jimena se veía mas temblorosa mirando con horror aquel cuerpo desnudo e inerte... parecía que dormitaba, o se había muerto, los testículos estaban hinchados y latentes entre las piernas, una delgada fila de semen caía por el estomago del hombre, la sangre salia de su nariz. Busco en un armario de cosas viejas, una soga que en algún momento uso, corrió de nuevo hacia la habitación donde yacía Alan, y allí seguía. Le agarro los brazos, y los unió hasta amarrarlos con la cabecera de la cama, las piernas abiertas en forma de V las sujeto con las cuerdas. Lo miro con odio mientras pensaba que a ese tipo lo ultimo que debía guardarle era lastima, maldito vividor. Apretó el puño y lo choco contra sus sensibles bolas, el hombre desmayado no hizo ningún gesto.

Poco tiempo despuƩs Henry llego al departamento, consiguiƩndola vestida.

"Āætuvieron sexo... paso algo?" quiso saber el muchacho

"por supuesto que no" negó con seguridad Jimena "le pedí que se desnudara lo golpee y se desmayo"

"Āæde verdad?" pregunto el muchacho, su rostro parecĆ­a iluminado

"te lo juro"

Henry sonrió y camino hasta la habitación donde estaba su hermano

"maldito lo odio" es escucho que dijo

Henry se paro frente a su hermano, que todavĆ­a estaba desmayado

"Āæcrees que le paso algo?" pregunto Jimena

"mejor si se murió" declaro Henry, lo tomo de la garganta y negó con la cabeza "sigue vivo... y..." bajo la mano a los testículos, y con sus dedos, los inspecciono "estÔn enteros, hinchados... pero intactos... creo que no le diste muy duro"

Jimena apretó los labios

Henry descolgó la cortina de su fuerte jalón

"¿que harÔs?" hablo la mujer

"quebrarle las bolas, es lo que se merece" dijo el muchacho quitando la tela del palo de madera, el muchacho alzo el palo y con fuerza lo estrello en los huevos de Alan como si fuera un bate y matara una cucaracha. Jimena reacciono abriendo mucho los ojos y retrocediendo horrorizada de lo salvaje que era Henry.

"dejalo" dijo con miedo, pero no la escucho

Henry volvió a alzar el brazo y con furia descargo el palo como si fuera un martillo y los huevos unos clavos y golpeo a su hermano mas de 5 veces, pero su furia continuaba pegĆ”ndole otras 3 veces mas al inerte Alan, el muchacho fue inmovilizado por un golpe que recibió en la cabeza con un objeto quebradizo de parte de Jimena, la muchacha temblaba sin parar sin poder controlar su impecable sangre frĆ­a. Miro a Henry inconsciente en el suelo y a Alan tambiĆ©n. Con la mano temblorosa uso su celular llamando a Aarón, las bolas de Allan de rojas pasaban a moradas.

"por favor, ven a mi casa... por favor" lloraba "no me preguntes nada, solo ven, y llƩvate de aquƭ a tu hermano Alan... Henry es capaz de matarlo... llƩvatelo, corre,.... ven"

La mujer no paraba de llorar, veía los testículos de Alan, estaban mas grandes de lo que debían estar, a pesar de todo Alan, no merecía morir, o recibir ese castigo nunca, estaba arrepentida. Solo pedía que Aarón llegara lo mÔs pronto posible y se llevara de allí a Alan.

Cerca de 15 minutos Aarón llego al lugar, se asusto mucho al ver a Alan, su hermano Henry había sido amordazado y amarrado también por la mujer. Jimena necesitaba calmarlo como diera lugar, vistiendo a Alan, el hombre reacciono, se quejaba de su fuerte dolor testicular, lloraba como un niño y estaba confundido

"calma hermano, cÔlmate... te llevare a un doctor" dijeron al entrar a su automóvil

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