"papa... ¿que planeas hacer si... bueno si mueres?" le pregunto moviendo su vaso de whisky "¿en manos de quien quedara la empresa? ¿La casa? ¿Todo lo que con mucho esfuerzo has construido estos años?"
Su papĆ” lo miro fijamente, pensaban que se habĆa recuperado por completo de aquel cĆ”ncer.
"por supuesto que quedara en mano de ustedes tres, la empresa, las casas, los tres lo manejaran por igual todo. Y con respeto a mi esposa, ella manejara una cantidad, pequeƱa. Porque las grandes partes serƔn para ustedes"
"ahora bien papĆ”" dijo Alan sirviĆ©ndose mas bebida, querĆa parecer preocupado. Y lo estaba logrando, su papĆ” sentĆa su actuación, oh perdón, su preocupación "sabes que Aarón, no ha terminado de madurar, de quemar sus etapas, aunque trabaje en la empresa siento que le falta mucho por aprender. Sigue teniendo la mente un poco... no se como decirte papĆ”. Pero mĆralo bien, todavĆa cree que tiene 14 o 15 aƱos, teniendo una bandita de Rock y creyendo que va a ser famoso. Ā”PapĆ”! Ā”Ya no esta en edad para eso!.. Ahora imagĆnate... dejar que maneje cierta parte del dinero de la empresa... Āæen que lo gastarĆa?... en su banda, en giras innecesarias y tontas, como se ha estado gastando el dinero que gana y que le das. Porque Ć©l es quien costea todo, los integrantes de esa banducha no pagan nada. PiĆ©nsalo papĆ” al dejar que Ć©l maneje tanta cantidad de las empresas. La ultima vez te molestaste por la cantidad que pago por aquel disco que nunca salió a la venta"
"si... hijo..." corroboro su padre recordando la discusión que le causo Aarón
"y Henry papĆ”... no trabaja en la empresa y tampoco se ha molestado en decirte que quiere un empleo. Ćnicamente se la pasa de fiesta en fiesta, tampoco lo veo trabajando duro en la fĆ”brica. Piensa, Ćŗnicamente piensa papĆ”... se gastarĆa el dinero en discotecas y con sus amiguitas. PiĆ©nsalo padre, no tiene la madurez suficente para pensar y decir. Puedo hacer dinero, comprar una casa, vivir mejor, ser prospero. Ā”No padre! lo van a derrochar"
"Āæy que me pides tu?... Āæque te lo deje todo a ti y los deje a ellos por fuera?"
"no papĆ”... escĆŗchame" dijo Alan. Por fin dirĆa lo que habĆa pensado meses previos "yo nunca papa, NUNCA le darĆ© la espalda a mis hermanos, tu mas que nadie me conoces, nunca les negare una ayuda a ellos. Yo he trabajado en la empresa desde que tengo 16 aƱos, a tu lado, ayudĆ”ndote. Me diste el cargo, te lo agradecĆ, seguĆ incondicional a tu lado. Solo quiero que pienses un ratito en el futuro, en lo que has hecho. Que pasarĆa con la empresa y su dinero en manos de Henry y Aarón. Solo te pido papĆ”, que por cierto tiempo me dejes la empresa a mi nombre, especifĆcalo en el testamento, por un corto lapso, que en ese tiempo me encargare que Henry entre y trabaje allĆ. Que Aarón olvide sus tontos ideales frustrados de adolescente. Los hare unos hombres productivos de bien y cuando yo considere que ellos ya estĆ”n en suficiente madurez para tomar excelentes decisiones, que nuestra fabrica quede en dirección de nosotros, los hermanos"
Su papa sonrió, mordió el anzuelo, nunca lo supo
"todo eso se oye bonito Alan" Ćŗnicamente dijo
Meses despuĆ©s su padre murió y le dejo la empresa a Ć©l, pero no por mucho tiempo, Ć©l si se encargarĆa del funcionamiento y la administración asĆ como varios de sus bienes. Hasta que naciera el primer nieto, ese si seria el Ćŗnico heredero universal. Alan dio un largo suspiro en la cama, y recordó que su novia Verónica todavĆa no estaba embarazada. El golpeteo de la lluvia contra el cristal le hizo pensar de nuevo en la mentira que le conto a su padre, el si le dio la espalda a sus hermanos, por lo menos Henry se habĆa ido de casa, no sabia de Ć©l y Aarón seguĆa y seguirĆa siendo manipulable, todo un monigote que se creĆa dueƱo de la mĆŗsica.
A las siete de la maƱana el dĆa seguĆa nublado, el cielo compacto de nubes gĆrese amenazantes de lluvia, el dĆa frio y melancólico como cualquier calle de Londres, pero sin estar en ese paĆs los recuerdos pueden atormentar a cualquiera o deambular sin limites por su mente como le sucedĆa a Henry, que acordaba que el dĆa que sucedió cuando Alan lo corrió de casa Ć©l contactó por celular a Verónica y la cito en un cafĆ© en privado, era tan guapa como tonta.
"¿por que no quieres que tu hermano sepa que me citaste aqu�" le preguntó
"él y yo tuvimos una discusión anoche... y me corrió de casa" contestó él.
"dios mĆo, pero si ayer... estuvo tan contento conmigo... Āæque ocurrió?"
Callaron mientras el mesonero tomaba el pedido cuando se hubo retirado Henry le explico
"una discusión en base a la empresa"
"espera... Āædonde estas viviendo?"
"eso no importa Verónica, solo te cito aquĆ para que apoyes a mi hermano Alan en todo, Ć©l no quiere sentar cabeza, quiero que lo apoyes por que yo ya no estarĆ© ahĆ"
"si, te entiendo y lo hare, para eso soy su novia"
"gracias Verónica. Espera un momento, ya vuelvo"
El joven camino hasta la barra donde despachaba el mesonero
"hey Vicente, necesito un favor" le dijo porque lo conocĆa "Āæsabes que esa chica es novia de mi hermano?"
"Por supuesto Henry"
"bueno, necesito que me hagas un favor"
"Āæsi?"
Henry observo a la mesa donde estaba Verónica, la muchacha tenia la mirada fija en su celular, el rubio joven saco del bolsillo del pantalón una pastilla
"Āæque es eso?" se asusto Vicente
"solo ponla en su bebida"
"no Henry, no puedo hacer esto"
"escĆŗchame Vicente, es muy importante que lo hagas por favor. ĀæQuieres saber por que estamos aquĆ? ĀæY por que quedamos callados mientras estabas en la mesa?... ella y yo somos amantes" mentĆa "y...... y ayer tuvimos relaciones, yo no me protegĆ, ella tampoco, y ahora tengo miedo de que salga embarazada y... sea todo un problema para mi hermano, eso no lo quiero yo"
"dios mĆo Henry... lo que me pides es muy peligroso"
"es una pastilla del dĆa despuĆ©s, es muy efectiva y con una sola basta. Yo no se si ella quiso tener relaciones conmigo para quedar embarazada y asĆ prensar a mi hermano, no se si me uso. AyĆŗdame por favor Vicente... te darĆ© una recompensa"
El mesonero trago saliva y miro la pastilla finalmente abrió la palma de la mano y recibió la capsula.
Henry regreso a la mesa por lo menos el espermatozoide y el ovulo de los novios ya no seria fecundado, siguió hablando con Verónica, diciĆ©ndole que apoyara en todo a Alan, ya que el no estarĆa allĆ para hacerlo. Mintió tambiĆ©n en la forma en que Alan lo corrió del lugar y no le dio la dirección donde habitaba nuevamente. Con un brillo en los ojos miró como la muchacha tomaba su bebida.
Recuerdos y no mĆ”s que recuerdos era lo que tenĆa, dos meses despuĆ©s se sentĆa muy tranquilo de que Verónica no estaba embarazada, Alan debĆa tal vez sentirse desesperado. Alguien tocó la puerta de la habitación.
"Āæestas despierto Henry?" pregunto una voz de mujer.
"”completamente! puedes pasar"
Una atractiva mujer de tez blanca, estatura alta y cabello negros entro en la habitación
"Āæcomo estas?"
"muy bien Jimena" aseguro Henry saludando a la que alguna vez fue la novia de su hermano y con la que nunca quiso tener un hijo.
Llego a su casa el mismo dĆa en el que Alan lo expulso de su hogar. Hasta esa fecha la mujer conocĆa los propósitos de Alan, se decepciono como nunca al saber que el hombre tĆ©rmino con ella por nunca desear ser madre y por ella regreso con su antigua novia.
"prepare el desayuno. Cuando desees puedes buscarlo"
"gracias, en un momento irƩ, este frio me hiela los huesos"
"si, la casa es muy frĆa, a tu hermano le gustaba"
"mi querido hermano" dijo irónico Henry "¿estas preparada para lo que planeamos?"
"si, para eso entre a llamarte"
"Āæno te vas a arrepentir? no te estoy obligando"
"muy preparada"
"bueno. Puedes llamarlo"
"Āæcrees que ya este en la fabrica?"
"Alan es un hombre muy trabajador. Y le gusta el dinero"
"”ni que lo digas!"
La joven saco de su pijama un celular color negro mate marco en la pantalla tÔctil un número telefónico y procedió a llamar
"ĀæAlan?" pregunto con una agradable sonrisa Jimena "hola...... Āæsabes quien es?"
"esa voz, creo que nunca la podre olvidar" aseguro Alan sentado frente a su escritorio
"me alegra que sigas pensando asĆ, o recordĆ”ndome"
"Jimena... Āæcomo has estado en todo este tiempo?"
"pensando en ti... y en todas esas cosas que juntos no pudimos lograr"
"lograr... me alegras que me recuerdes de esa manera"
"aunque Alan, siento que con nuestra despedida muchas cosas quedaron abiertas sin concluir"
"si... y creo que mereciéramos terminarlas ¿no crees?"
"exacto... para eso te llamaba, querĆa saber de ti, y si estabas dispuesto esta noche... volver a vernos"
Alan sonrió y contesto
"por supuesto que si, puedo ir a tu departamento esta noche, te gustarĆa"
"si... aquĆ te espero, en punto de las ocho"
"espĆ©rame que allĆ estarĆ©, que tengas un buen dĆa y que no te rehĆŗses a verme"
"claro que no tontito" se despidió la mujer haciendo un sonido de beso con su boca, coloco el celular en su muslo y miro a Henry que seguĆa acostado en la cama
"bueno... saldrƩ esta noche, y volverƩ a las tres de la maƱana"
"procura entrar en silencio... a esa hora el tal vez este aquĆ"
"sabes que no te estoy obligando a nada Jimena, todo lo haces porque tu quieres"
"es lo mas justo para mi" aclaro la mujer apretando los labios amargamente.
Desde su oficina Alan se habĆa preparado para aquella cita nocturna, le pidió a su secretaria que cancelara la cita con su novia Verónica, la excusa seria una cita con unos empresarios Italianos interesados en productos de exportación. Aquella noche seria de acción y gracias a su salud sus testĆculos habĆan dejado de estar hinchados, repletos de semen acumulado y dispuestos a soportar aquella dulce noche de acción que le esperaba.
Por su parte el hermano Aarón yacĆa en su oficina aprobando frente a la computadora los diferentes afiches de jugos que serian enviados a Chile como nueva propuesta de sabores, su celular sonó con una llamada entrante de Eloy uno de sus amigos en la banda de Rock que tenia.
"ĀæpodrĆas venir esta tarde a casa?"
"no lo creo" se negó Aarón por alguna razón estaba molesto con aquel muchacho "la banda no tiene ensayo hoy por lo tanto no tengo nada que hacer en tu casa"
"¿hasta cuando vas a estar asà Aarón?... ven a casa, te espero toda la tarde"
"no irĆ©" negó el joven soltando el celular, su semblante cambio ya no parecĆa el de aquel joven trabajador, se dedico a los afiches y su cara volvió a ser la habitual frente al computador.
Al atardecer Alan salió de su oficina muy temprano, fue a casa, de ducho, afeito su zona genital, debĆa lucir lo mas pulcro aquella noche, como tanto le gustaba a Jimena, salió en su potente automóvil, compro bombones de chocolate blanco y fue hasta el departamentos de la atractiva mujer.
Por su parte la mujer tenia puesto un pegado vestido negro brillante, el cabello recogido y la cara estupendamente maquillada se paro en la puerta de entrada despidiendo a Henry.
"no te estoy obligando a nada"
"Henry, tengo mi edad y se lo que hago y lo que dejo de hacer"
"espero que todo salga bien. Te cuidas... cualquier cosa, enciĆ©rrate en un cuarto y me llamas, vendrĆ© muy rĆ”pido, estarĆ© en el bar que esta muy cerca de aquĆ"
"se protegerme bien, Ʃl serƔ quien pedirƔ ayuda"
Henry sonrió y ella le guiño el ojo, los cómplices. Henry apresuro el paso, bajo las escaleras y salió del edificio.
15 minutos bastaron para que Alan llegara en su carro, lo estaciono en el Ôrea de visitantes y llego al departamento de la que fue su novia, los ojos le brillaron al ver a la guapa y elegante joven, tan estudiosa, emprendedora y vi sionista del futuro, todo en contraste a Verónica, su único punto débil el no querer tener hijos, y eso era lo que Alan necesitaba para ser casi el heredero de esa fortuna.
"sigues tan guapo como siempre" dijo ella invitando a pasar
"y tu mas bella que todos los dĆas, te traje bombones Jimena, los que a ti te gustan... Āæy si es que tu novio no se molesta que los regale?"
"no... novio... por dios Alan, no tengo novio, tu eres el traidor aquĆ. Que me abandonaste por aquella modelito Āæque le viste?"
"una mujer tan guapa, Āæno tiene novio?
"no lo tengo porque te sigo extrañando. Pero ese no es el punto Alan... ¿que le viste a aquella pendejita?"
Alan rio
"fui un tonto... no se en que pensƩ"
"yo... estoy dispuesta a regresar contigo... o bueno, ser la amante, o la otra"
Alan abrió los ojos
"Āæque?... Āæque dices?" pregunto sin dar crĆ©dito a lo que oĆa.
"contigo descubrĆ a un hombre ideal..." decĆa Jimena "tu eres Ćŗnico Alan, y sin ti no se que hacer, te necesito y no quiero estar sin ti. Estoy dispuesta a esperar a que te des cuenta a que aquella estĆŗpida, no es nada mĆ”s que eso. Una simple estĆŗpida, te amo Alan. Y quiero estar para siempre contigo. Y si tu no lo deseas... solo... solo cerremos un ciclo esta noche... un ultimo adiós y sabes a que me refiero"
"como has cambiado Jimena" dijo Alan "eres una mujer fuerte y me decĆas que si yo me iba a ti te darĆa igual"
"creo que me equivoque... y no soy tan fuerte como aparento" hablo la mujer mirando al suelo
Alan se sentó a su lado, y la abrazo, ella tomo la determinación de besarlo en los labios y Ć©l cedió dulcemente, su boca seguĆa siendo tan tierna como meses atrĆ”s, pero su espĆritu era el mismo hombre deseoso a tener el mĆ”ximo poder en sus manos, Jimena le sobo la nuca, el la besaba apasionadamente, se pararon del asiento y se abrazaron siguiendo con el beso, ella ya sentĆa el pene erecto de Ć©l entre las piernas y Alan sentĆa contra su cuerpo los senos de aquella bella mujer.
"vamos... y no digas ni una palabra" dijo, y lo condujo a su habitación.
Continuaron besÔndose Jimena le desabrocho la camisa a Alan el muchacho cerraba los ojos abriendo los sentidos a la excitación, ella lo empujo contra el colchón, hizo que se reclinara y le abrió el cierre del pantalón, manoseo los genitales del tipo mientras Alan comenzaba a gemir suavemente. Frotando su mano contra el paquete le sintió el pene endurecerse, las bolas bailaban de un lado a otro de acuerdo a la mano que la frotaba, se veia todo un semental el macho.
"ahhhhh" gimió Alan
Jimena sonrió, le bajo los pantalones al hombre y su prenda naranja, para dejar a la luz sus genitales desnudos. La cabeza de su pene estaba erecta como un asta y sus bolas reposaban bajo la larga vara con ansias de moverse bajo la vagina de la mujer. Jimena acerco su cara al miembro del que alguna vez fue su gran amor, en verdad Alan era un buen sexo... o fue un buen sexo. Jimena tomó con delicadeza la sencilla verga de Alan entre sus manos y comenzó a masturbarlo, rÔpidamente Alan arqueo la espalda excitada y su pene mas duro se puso ante los movimientos de la mano de la mujer.
AtraĆda por el miembro del hombre, lo metió en su boca, chupĆ”ndole la cabeza, como si fuera un dulce helado de coco como le gustaban. Lo lamĆa, saboreaba su salado pre-semen que se asomaba por la punta de la manguera, succionaba el miembro, lamĆa la base, lo movĆa dentro de su boca, de arriba a abajo. Alan hundió la cabeza de ella mas sobre su pene le encantaba sentir que tocara su garganta.
Dejó de hacerle sexo oral y volvió a masturbarlo de nuevo, sentĆa el calor, la dureza y lo sudado que aquel lindo muchacho estaba. Jimena despido relajada y volvió a meter el pene en su boca boca, la larga vara palpitaba sobre la lengua, siguió premiĆ”ndola chupĆ”ndola.
DespuĆ©s de unos minutos los chorros espesos de leche blanca comenzaron a caer dentro de su paladar, otros entraban profundos por su garganta. Los Ćŗltimos resbalaron por su labio. Alan con delicadeza limpio la boca de la chica, la acostó junto a Ć©l en la cama, ella se dejo besar, se abrazaban, Alan lamia sus senos y le dedico corto tiempo en sexo oral a ella. El se acostó en la cama y ella se arrodillo frente a Ć©l acariciando su pecho, los ojos de la mujer se clavaron en los huevos que reposaban entre las piernas de Alan, sintió un breve disgusto y apretó el puƱo, Alan sonreĆa, la empujo sobre su cuerpo y la continuo besando.
BesĆ”ndole en los labios, en el cuello, en el lóbulo de la oreja, el pene del hombre fue entrado poco a poco por la vagina de la mujer que suspiraba excitada sintiendo el tacto de aquel muchacho. La miraba, sonreĆa, la acariciaba, la penetraba, no era un mal hombre, quizĆ”s era muy justo, Ćŗnicamente el dinero de su padre lo corrompió y lo estaba obligando a hacer cosas erradas. Sintió el pene dentro de ella, lo miro a los ojos sonrió, quizĆ”s si lo ayudara, pero luego vino a su mente la imagen de la estĆŗpida de Verónica, sus ojos cambiaron, sintió el pene dentro de ella. Los dulces toqueteos del muchacho.
El hombre se movió feroz sobre la cama, como un toro penetrÔndola, la acariciaba, la bombeaba, un dulce y salvaje contraste, ella cerro lo ojos y miro al techo, estaba fascinada. Alan aumento los movimientos hasta que ceso, liberando otra carga de semen dentro de ella, Jimena gimió y Alan dio un suspiro tumbÔndose a su lado y reposando, Jimena se sentó en la cama y apoyo la espalda contra la pared, satisfecha, pero recordando para llenarse de odio contra ese hombre que en ese momento volvió a amar y de verdad se considero miserable, jamÔs pensó en volver a amar a Alan.
El muchacho tenĆa los ojos cerrados y respiraba grandes bocanadas de aire, tenĆa las piernas abiertas, el pene flĆ”cido sobre su abdomen conectĆ”ndolo con un fino hilo de semen y sus bolas estaban a merced de aquella mujer que las miraba con los ojos centellantes de ira. Sus ojos miraban fijamente aquellas grandes y lampiƱas pelotas, el fino semen blanco que reposaba sobre el abdomen del lindo y arrogante rubio. Jimena trago saliva y estiro la mano, las bolas quedaron a merced de sus manos, Alan abrió los ojos asustado, los dedos aplasto con fuerza las dos bolas. Alan gritó de dolor mientras un espeso lote de semen salió de su pene oloroso a cloro.
"por... por favor... suelta... suƩltame las bolas" hablo en un susurro el lindo hombre, tragando mucha saliva.
De solo oĆrlo la mujer se lleno de ira, liberando esa fuerte carga de rencor que habĆa acumulado esos meses, retorció las manos y Alan grito de dolor.
"te..... ahhhhhhh..... Te lo pido" dijo
Jimena estiro ambas bolas y el muchacho libero mas semen acumulado y unas gruesas lagrimas resbalaron de su bello rostro, el cuerpo de Alan se tensaba con las manos intentando separar a las de Jimena de su hombrĆa, pero quizĆ”s por la amargura Jimena se aferraba a sus gónadas. Jimena clavó sĆ”dicamente sus uƱas en los huevos causĆ”ndole una grave grito al hombre mientras su pene emanaba mas semen espeso y de fuerte olor. La cruel mujer soltó las bolas que quedaron marcadas con sus uƱas, Alan se acurruco como un ser miserable en la cama llorando y sosteniĆ©ndose las bolas.
"...... ay me duelen... me duelen..." decĆa el hombre
Jimena le dio un fuerte golpe en la cabeza y el hombre reboto sobre la cama.
"quiero agarrar" dijo Jimena
"no" negó Alan
Y comenzó un fuerte forcejeo, la mujer por agarrar las bolas, Alan por protegerse, con un golpe en la cara Jimena cayo al suelo.
"oh" abrió los ojos Alan bajando la palma de la mano "perdón Jimena... perdón" hablo, y con cuidado se bajo del colchón para ir con la mujer "¿estas bien? no deseaba pegarte mi amor"
Jimena se movió veloz, y lo agarro de las bolas para volver a estrujarlas, y Alan volvió a gritar sintiendo el dolor transmitirse de sus huevos al estomago, en olas destructivas de dolor inmovilizante. La respiración de Alan se puso mÔs rÔpida y agitada.
Jimena se arrodillo encima del convaleciente Alan, que gemĆa de dolor.
La mujer soltó los huevos del hombre, y el gran semental se acurruco en el suelo llorando por sus hinchadas bolas rojas, sumergido en
un mundo de angustia.
Jimena se levanto del suelo, lo miraba con odio, pero lloraba a la vez, aqueo el pie hacia atrÔs y lo empujo hacia adelante, chocando contra la cara de Alan, enseguida el hombre limpio su nariz ensangrentada, la muchacha volvió a arquear la pierna, y el pie choco contra un pedazo de su escroto que estaba desprotegido, Alan aulló con un grito lastimero.
La muchacha volvió a patear los huevos hinchados y rojos, y el hombre se quejó miserablemente y quedo tendido inerte en el suelo incapaz de quejarse con las sucesivas y 2 fuertes patadas fulminantes que le siguieron a los huevos. Jimena por un momento se asusto, toco su sien. Se habĆa desmayado.
Con las manos temblĆ”ndole tomó su celular y marco unas teclas, espero hasta que la llamara fuera recibida y oĆr la voz de Henry
"Āæte sucedió algo? ĀæTodo esta bien?" pregunto el muchacho, se oĆa mucho ruido a su alrededor
"estoy perfectamente" declaro Jimena "tu hermano esta desmayado... Āæpuedes venir?"
"Āæle partiste las bolas?"
"no... se desmayo casi al instante"
"estarƩ allƔ pronto. Sabes que estoy cerca... Atalo por si vuelve a desmayarse"
"esta bien" dijo la mujer
Jimena se veĆa mas temblorosa mirando con horror aquel cuerpo desnudo e inerte... parecĆa que dormitaba, o se habĆa muerto, los testĆculos estaban hinchados y latentes entre las piernas, una delgada fila de semen caĆa por el estomago del hombre, la sangre salia de su nariz. Busco en un armario de cosas viejas, una soga que en algĆŗn momento uso, corrió de nuevo hacia la habitación donde yacĆa Alan, y allĆ seguĆa. Le agarro los brazos, y los unió hasta amarrarlos con la cabecera de la cama, las piernas abiertas en forma de V las sujeto con las cuerdas. Lo miro con odio mientras pensaba que a ese tipo lo ultimo que debĆa guardarle era lastima, maldito vividor. Apretó el puƱo y lo choco contra sus sensibles bolas, el hombre desmayado no hizo ningĆŗn gesto.
Poco tiempo despuƩs Henry llego al departamento, consiguiƩndola vestida.
"Āætuvieron sexo... paso algo?" quiso saber el muchacho
"por supuesto que no" negó con seguridad Jimena "le pedà que se desnudara lo golpee y se desmayo"
"Āæde verdad?" pregunto el muchacho, su rostro parecĆa iluminado
"te lo juro"
Henry sonrió y camino hasta la habitación donde estaba su hermano
"maldito lo odio" es escucho que dijo
Henry se paro frente a su hermano, que todavĆa estaba desmayado
"Āæcrees que le paso algo?" pregunto Jimena
"mejor si se murió" declaro Henry, lo tomo de la garganta y negó con la cabeza "sigue vivo... y..." bajo la mano a los testĆculos, y con sus dedos, los inspecciono "estĆ”n enteros, hinchados... pero intactos... creo que no le diste muy duro"
Jimena apretó los labios
Henry descolgó la cortina de su fuerte jalón
"¿que harÔs?" hablo la mujer
"quebrarle las bolas, es lo que se merece" dijo el muchacho quitando la tela del palo de madera, el muchacho alzo el palo y con fuerza lo estrello en los huevos de Alan como si fuera un bate y matara una cucaracha. Jimena reacciono abriendo mucho los ojos y retrocediendo horrorizada de lo salvaje que era Henry.
"dejalo" dijo con miedo, pero no la escucho
Henry volvió a alzar el brazo y con furia descargo el palo como si fuera un martillo y los huevos unos clavos y golpeo a su hermano mas de 5 veces, pero su furia continuaba pegĆ”ndole otras 3 veces mas al inerte Alan, el muchacho fue inmovilizado por un golpe que recibió en la cabeza con un objeto quebradizo de parte de Jimena, la muchacha temblaba sin parar sin poder controlar su impecable sangre frĆa. Miro a Henry inconsciente en el suelo y a Alan tambiĆ©n. Con la mano temblorosa uso su celular llamando a Aarón, las bolas de Allan de rojas pasaban a moradas.
"por favor, ven a mi casa... por favor" lloraba "no me preguntes nada, solo ven, y llévate de aquà a tu hermano Alan... Henry es capaz de matarlo... llévatelo, corre,.... ven"
La mujer no paraba de llorar, veĆa los testĆculos de Alan, estaban mas grandes de lo que debĆan estar, a pesar de todo Alan, no merecĆa morir, o recibir ese castigo nunca, estaba arrepentida. Solo pedĆa que Aarón llegara lo mĆ”s pronto posible y se llevara de allĆ a Alan.
Cerca de 15 minutos Aarón llego al lugar, se asusto mucho al ver a Alan, su hermano Henry habĆa sido amordazado y amarrado tambiĆ©n por la mujer. Jimena necesitaba calmarlo como diera lugar, vistiendo a Alan, el hombre reacciono, se quejaba de su fuerte dolor testicular, lloraba como un niƱo y estaba confundido
"calma hermano, cÔlmate... te llevare a un doctor" dijeron al entrar a su automóvil
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