El presentador terminó sus monótonos comentarios y por fin estableció la regla que mĆ”s deseaba oĆr el pĆŗblico
"el combate no termina hasta que el ganador eche su semen sobre el cuerpo del perdedor" y el publico entusiasmado empezó a aplaudir "el combate inicia ya"
Debor camino hacia la arena moviendo su pequeño trasero en su bóxer rojo con rayas amarillas.
Los dos guerreros estaban frente a frente.
"Āætienes miedo?" pregunto Debor a Javier
"para nada, te demostrare que gente como tu, no debe vivir aquĆ"
"te hare tragar tus palabras junto con un poco de mi leche"
Pero Javier dio una patada en la entrepierna de Debor, sus dedos desnudos chocaron contra el escroto del asiĆ”tico, Debor dobló las rodillas y se llevo las manos a los huevos, cerrando los ojos del dolor y aguantando la respiracón. Javier cogió impulso, y clavó una patada en la cara del enemigo, Debor perdió el equilibrio y cayó al suelo desorientado y chillando de dolor. Los fanĆ”ticos aplaudĆan con entusiasmo a Javier, y el rĆ©feri hablaba con Debor. SeguĆa en la lucha.
Javier estaba de pie, mirĆ”ndolo, sonriendo de nervio, su corazón latĆa fuertemente. Necesitaba ganar esa batalla, tener todo el dinero, su novia estaba embarazada, tendrĆa muchos gastos a partir de ahora, debĆa ganar este y todos los combates, el sueldo como perdedor no le servirĆan de gran ayuda. Debor comenzaba a levantarse del suelo.
Como un león, Debor dejo de estar en 4 patas en el suelo y salto hacia Javier, aferrando sus largos dedos sobre la entrepierna del jovenzuelo, mientras apretaba los dientes de la adenalina que sentia. Javier abrió los ojos de par en par, y un fuerte gruñido produjo su garganta al sentir como sus pelotas eran aplastadas dentro de la mano del asiÔtico que apretaba con fuerza los dientes. Una bofetada que sonó duro fue lo que hizo que Debor soltara las gónadas del lindo joven.
Javier cayó de rodillas al suelo con las manos dentro de sus bóxers agarrando sus bolas y Debor caminaba hacia el, Javier tenia los ojos cerrados soportando el dolor inmovilizarte y Debor se situaba a su frente. El hombre de 30 años agarro por el cuello a Javier apretÔndolo y haciéndole levantar.
Javier cerró los ojos y apretó los dientes, estrellando su rodilla derecha en los huevos de Debor. El hombre lo soltó del cuello y cayo al suelo insultando a Javier, el muchacho caĆa al piso complacido del golpe perfecto que habĆa hecho, se subió sobre Debor y se sentó sobre su duro abdomen para comenzar a darle fuertes puƱetazos en la lisa cara del asiĆ”tico.
Debor gritaba ahogado, sus mejillas instantÔneamente empezaron a hincharse, y el réferi obligo a Javier bajar la intensidad de sus golpes, el público lo aclamaba el vencedor.
Debor gimió y trato de defenderse, Javier ya no le pegaba con el puño cerrado, ahora le dedicaba varias bofetadas duras.
Debor gritó, arqueó la espalda y tiró a Javier sobre el suelo luego de empujarlo. Javier desde el suelo, sentia como Debor lo miraba con odio, resbalando de su labio un fino hilo de sangre, su ojo derecho se cerraba de la hinchazón, el asiĆ”tico querĆa venganza. Javier se levanto del suelo, respirando con dificultad leyendo la ira en los ojos del hombre de 30 aƱos.
Debor se levanto limpiando la sangre de su boca, y mirando a su enemigo como si fuera la peor de las escorias en el mundo. Echo la pierna hacia atrĆ”s y la envió potentemente hacia adelante, conectando el pie contra las bolas de Javier, el muchacho perdió su gruesa voz al gritar tras el fuerte impacto, brincó en el aire y se agarro las bolas, cayo al piso como si fuera un saco de papas. Se retorcĆa de un lado al otro acariciando sus golpeadas bolas y Debor reĆa de satisfacción pidiendo a sus fanĆ”ticos que le aplaudieran, y lo logro. Pidiendo al publico su apoyo, no se dio cuenta que el muchacho se arrastro por el suelo, y con gran esfuerzo le dio un puƱetazo en los huevos.
Debor gritó al sentir los nudillos como fuertes bloques que pegaban contras sus testĆculos. Javier seguian pegandole al hombre provocando muecas chistosas en la cara del asiatico una cuando el dolor se adueƱaba de su estomago y parte inferior del cuerpo, Debor sollozo y cayo sobre el suelo sobĆ”ndose una vez mas sus batientes bolas.
Javier se levanto tembloroso, coloco su mano sobre las caderas y con mucho esfuerzo bajo su bóxers negro entre las piernas, el movimiento hizo doler a sus bolas, la fanaticada gritaba al ver el dulce culo de Javier y sus genitales.
Con su cara denotando dolor, agarro el tronco de su pene y lo empezó a mover sobre su mano, estaba duro y brillante por la luz sobre la zona. Debor seguĆa metido en su mundo de dolor, sobando sus huevos entre sus piernas.
Javier miraba al techo sintiĆ©ndose drogado del placer, el clĆmax se acercaba, era el cielo, ganarĆa la lucha y podrĆa ahorrar un poco de dinero para lo que se le vendrĆa en meses. Debor parecĆa no darse cuanta de lo que le caerĆa encima en pocos segundos, el escroto hinchado de Javier se contrajo, ya saldrĆa su liquido.
Debor estaba reaccionando, pero ya los primeros lĆquidos pre seminales de Javier caĆan sobre su cuerpo. La masturbación duro poco, pero la tonelada de semen que salió del semen de Javier fue mucha, una gran capa de leche blanca cayó sobre Debor mojĆ”ndole la espalda y parte de su mano, Javier movĆa la mano sobre su falo escurriendo aun mas su semen sobre Debor, estaba feliz, en medio de su orgasmo, complacido, deleitado.
El pĆŗblico aplaudĆa con entusiasmo mientras otro se decepcionaba del asiĆ”tico.
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