tipo: ballbusting mujer/hombre
“buenos dĆas seƱor alcalde” le decĆan cuando caminaba por el pasillo
“buen dĆa” decĆa Ć©l al transitar por su lugar de trabajo
“¿seƱor Alcalde ya se va?” le preguntĆ³ Don Johan antes de verlo retirar
“si seƱor Johan, me voy, ya la sesiĆ³n por hoy termino”
“perfecto seƱor Alcalde, lo esperamos hasta maƱana”
El viejo y el joven se miraron con complicidad, el muchacho saliĆ³ de su sitio de trabajo, su nombre Fernando. Y para nada era Alcalde, ni se postulaba para serlo, simplemente su apellido de padre era Alcalde, y la mayorĆa de sus compaƱeros de trabajo se divertĆan con su apellido. Trabajaba como miembro de la asamblea del paĆs.
Fernando subiĆ³ a su automĆ³vil consultĆ³ el celular viendo la hora, 7:48 de la noche. Y lo puso en marcha por la ciudad con vista a un rumbo fijo. El dĆa en el trabajo habĆa sido agotador, todos los dĆas eran agotadores, pero, su trabajo le fascinaba, quizĆ”s algĆŗn dĆa si fuera alcalde en realidad. "Fernando Alcalde el verdadero alcalde" seria el slogan de su campaƱa, reĆa mientras conducĆa su automĆ³vil.
En realidad el dĆa habĆa sido largo y tedioso, Paola como le habĆa gritado en plena asamblea, siempre con su altanerĆa y groserĆa. Fernando se acomodĆ³ la corbata en la camisa y agilizo la velocidad. Condujo hasta un centro de atenciĆ³n para animales, allĆ se bajo de su automĆ³vil y caminĆ³ a paso lento, vaya que si se sentĆa cansado, saludĆ³ al seƱor Julio como era de costumbre y entrĆ³ a aquel lugar que mayormente frecuentaba.
CaminĆ³ hasta la sala donde trabajaba su ser especial y se parĆ³ frente a un gran estanque lleno de agua. En su interior una mujer nadaba junto a unos delfines, ella, su esposa.
Fernando Alcalde y su esposa Alicia eran el polo opuesto, Ć©l un tipo serio, ella la mar de alocada, por esa y tantas razones la familia Alcalde detestaba a la muchacha, una verdadera cabeza hueca para su edad. Era como una niƱa vieja. Ćl dedicado a la polĆtica y ella a la conservaciĆ³n y reproducciĆ³n de delfines, Ć©l buscaba que su partido triunfara en el gobierno, y ella que el delfĆn Manito, lograra tener una relaciĆ³n con Tabita y reproducir a la especie. Pero a pesar de todo, el joven matrimonio se amaba, pese a las fracasadas premoniciones de la madre de Fernando que decĆa que ese matrimonio no durarĆa ni 2 aƱos.
Fernando caminĆ³ hasta la piscina y saludo a su esposa cuando ella salĆa a la superficie, tras ella nadaban 2 delfines grises, graciosos y bullosos.
“¡llegaste!” dijo Alicia apenas lo vio
“Por supuesto, vine a buscarte”
“te espere mucho, un tiempo mĆ”s, y me quedo a vivir con Manito y Tabita "pensĆ© vivir con ellos”
“estas loca”
“asĆ te gusto mas”
“vĆ”monos amor. Quiero descansar”
“yo quiero ir a cenar”
Fernando se rascĆ³ la barbilla con molestia, pero convino que fueran a cenar.
Alicia saliĆ³ de la gran piscina y con besos se despidiĆ³ de sus delfines compaƱeros de trabajo. Aun ella oliendo a pescados fueron a cenar a un restaurante, y lo mas importante de todo a Fernando no le molestaba el olor de la esposa, ya ni cuenta se daba de ello.
De novios tuvieron 5 aƱos, cuando Ć©l buscaba votos en la universidad para el centro de estudiantes, y ella se interesĆ³ en sus propuestas y decidiĆ³ apoyarlo, de allĆ surgiĆ³ la amistad y luego el noviazgo. Tuvieron su primera relaciĆ³n sexual en el mismo centro de estudiantes, una noche, la misma Alicia le rogĆ³ que corrieran el riesgo de ser descubiertos en esa gran faena, por suerte tuvieron mas que Ć©xito la primera, segunda y ultima tercera vez. Alicia era mujer para la aventura y Fernando para las estrategias. Un dĆŗo opuesto que se complementaban perfectamente.
Incluso la primera vez de ballbusting para Fernando.
“juguemos a algo” le propuso una noche Alicia a su novio, ambos estaban semidesnudos en la cama de los padres de Fernando, no hace falta exponer de quien fue la idea de esa falta de respeto en aquella habitaciĆ³n.
“¿A que cosa?” preguntĆ³ Fernando pensando en un erĆ³tico juego sexual.
En aquellos dĆas Alicia estaba en su periodo menstrual, y a la alocada joven no le gustaba otro tipo de sexo que no fuera aquel, mas especifico, no le gustaba usar otro hoyo de su cuerpo. Aunque ya le habĆa hecho sexo oral al presidente del centro de estudiantes de la universidad. Pero ahora ella querĆa llevar su experiencia a otro grado. Con las pelotas de Fernando, su anterior novio se aterraba cuando practicaba ballbusting con Ć©l, y por ello terminaron, asĆ que por primera vez le harĆa la propuesta a su novio actual en aquella Ć©poca, ya con anterioridad le habĆa pegado con jugueteos y Fernando parecĆa aunque adolorido, tranquilo.
“acuĆ©state en la cama mi corazĆ³n de melĆ³n” le ordeno con voz suave.
Fernando se recostĆ³ en la cama contento, pensando en una segunda dosis de sexo oral, Ć©l no era un tonto precisamente. AbriĆ³ las piernas y comenzĆ³ a sentir la dulce sensaciĆ³n de su pene ponerse duro.
La chiquilla rubia paso la mano por el bĆceps del novio, Ćŗltimamente habĆa entrenado duro en el gimnasio, a pesar de todo Fernando era lindo, y ella era envidiada en la universidad, aquel joven estaba loco de amor por ella, y ella, ni que decir, lo amaba.
Ella se arrodillo entre sus piernas, Fernando cerrĆ³ los ojos mientras daba un suspiro de deleite. Alicia comenzĆ³ a besar su duro abdomen lleno de mĆŗsculos, Ć©l reĆa silenciosamente, entre sus pechos, Alicia sentĆa como la polla blanca de su novio se hacia dura, revelando una nueva erecciĆ³n.
Ella alzĆ³ sus lindos ojos a la cara de ensueƱo de Fernando ¿como decirle que querĆa agarrarlo de las pelotas? apretarselas, exprimirlo, verlo debilitado, sensible, gritando con toda la fuerza de sus pulmones, tomarlo de sus tiernas bolas. ¿A caso no se habĆa dado cuenta cuando en ocasiones anteriores le pegaba en juego en los testĆculos? Al parecer no...
Alicia siguiĆ³ besando el pecho de su novio, que jadeaba excitado, la uƱa de la novia del dedo Ćndice comenzĆ³ a hacer toqueteos por la agrandada Ć”rea genital del adorado novio. El explorador dedo pasea la larga salchicha que lo hace levantarse como si fuera un tubo atravesado por el camino, Fernando se tensĆ³ serenamente, luego el dedo bajo a los testĆculos, 2 pelotas que habĆa descargado 20 minutos antes parte de su semen juvenil.
Lentamente la mano de la chica se fue cerrando sobre el par de testĆculos, haciendo a su novio contener la respiraciĆ³n de poco a poco. Fernando prĆ”cticamente quedĆ³ en pausa cuando sus preciosos testĆculos quedaron encerrados en la mano de su chica, sin exclamar algun comentario. Su pecho quedĆ³ inflado de aire, esperando lentamente la preocupante reacciĆ³n.
"confĆa en mĆ mi amor. No te hare mucho daƱo, solo quiero ver tu reacciĆ³n” susurrĆ³ Alicia sintiendo miedo por primera vez aquella noche, en aquel lugar, que podrĆa pensar Fernando de ella. Por primera vez le atemorizo el comentario de alguna persona.
"hazlo tranquila..." solo dijo Ć©l, cediendo.
Su miedo pareciĆ³ disiparse, pero quizo mantener sus ansias por un tiempo, y antes de adentrarlo al dolor, le daria a su novio un nuevo instante de placer. Simplemente soltĆ³ el par de bolas y desnudo por completo el pene de su novio. DecidiĆ³ meter el pene en su boca, calentĆ”ndolo con su saliva, sintiendo los testĆculos golpear y rozar su barbilla. LamiĆ³ la pequeƱa cabeza rosada, una y otra vez, con fuerza, con Ć”nimos. Con cada movimiento la polla ensalivada crece y crece endureciĆ©ndose mĆ”s y mĆ”s asi como los constantes jadeos de Fernando.
Bajo su cara estĆ”n aquel par de cojones ovalados y estables. En verdad que era un milagro tener a su novio, lindo de cara, de sentimientos, con los hombros enormes, brazos fuertes, de mĆŗsculos definidos marcĆ”ndole un cuerpo espectacular.
El pene blanco y grueso seguĆa moviĆ©ndose adelante y atrĆ”s por la boca. Fernando tensĆ³ su cuerpo una vez mas, cerrĆ³ sus ojos como si hubiera llegado al paraĆso, la ola de placer recorre de sus testĆculos al pene.
“ahĆ viene” previno a su novia
Ella apartĆ³ la boca dejando que el semen mojase los muslos y el abdomen de su novio.
Las manos de Alicia comenzaron a masajear lentamente el apretado pecho de su novio, ella seguĆa excitada, queriĆ©ndole destripar los testĆculos que emanaban el liquido blanco. Sintiendo que le faltaba la respiraciĆ³n, la chica deslizĆ³ la mano a travĆ©s del abdominal, y con delicadeza posĆ³ los dedos en los testĆculos del joven Fernando que cortĆ³ su respiraciĆ³n y la verga comenzĆ³ a hinchĆ”rsele.
De nuevo soltĆ³ el par de pelotas y nuevamente Fernando siguiĆ³ respirando con normalidad.
“te amo… pero” decĆa Alicia con miedo
Fue imprevisto, ella, decidida, apretĆ³ el puƱo y descargĆ³ un fuerte golpe en la entrepierna del muchacho.
Fernando desenfocĆ³ los ojos y abriĆ³ muy grande la boca, enseguida se acurrucĆ³ en la cama gimiendo y agarrĆ”ndose las bolas.
“… es… ¿estas bien?” pregunto aquella vez Alicia con miedo.
AsĆ fue como comenzaron las aventuras de ballbusting con ellos, cuando ella le explico de que se trataba Fernando doblĆ³ mucho el ceƱo, fingiĆ³ no saber nada de la practica, en realidad la conocĆa, y le gustaba. Por ello y otras cosas mĆ”s, hoy dĆa estĆ”n casados…
“hoy tengo ganas de hacer muchas maldades” alegĆ³ ese momento Alicia mientras terminaba de comer su cena
Fernando emitiĆ³ una risa nerviosa y empezĆ³ a sentir que algo se hacia grande entre sus piernas.
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