La propuesta - Las Bolas de Pablo

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20 mar 2013

La propuesta

Contiente: sexo Homosexual

Ballbusting Hombre/hombre

DespuĆ©s de la pelea entre SimĆ³n para Pablo, el seƱor Marcos decidiĆ³ tomar algunas medidas, le dijo a su hijo menor, Pablo, que por una semana fuera para la finca de su tĆ­o, de esa manera SimĆ³n no lo verĆ­a en casa y lograrĆ­a calmarlo y persuadirlo para que asistiera a charlas con un psicĆ³logo

"¿podrĆ­a ir con Alfredo?" preguntĆ³ Pablo

"pero Pablo... ¿por que con Alfredo?"

"Por favor papĆ”... por su bien, y por el mĆ­o, esta en periodo de vacaciones laborales y puede ir"

"¡Pablo!"

"Por favor papa"

"bien, podrĆ­a ser, pero..."

"si lo que te preocupa es el tĆ­o Rodrigo, no te preocupes por Ć©l, todo estarĆ” bien"

"¿lo puedes asegurar Pablo?"

"si"

Pablo se habĆ­a ido de su casa, para pasar unos dĆ­as en la finca de su tĆ­o, junto con Alfredo, el tĆ­o Rodrigo los recibiĆ³ calurosamente, no sin antes quejarse por la falta de respeto de Marcos por recibir en su casa a Gaspar, el otro hermano.

"intente quejarme con Marcos" dijo el viejo "pero me cortĆ³ la llamada telefĆ³nica, nuestra madre debe estar revolcĆ”ndose en su tumba al saber que Marcos recibiĆ³ en su casa a ese joven"

"siempre recibimos a Gaspar en la casa tĆ­o" alego con fastidio Pablo

"pues no deberĆ­an, es un insulto para la familia"

Dejando las quejas del tĆ­o Rodrigo, su hijo, Rodrigo junior, saludĆ³ con un abrazo a Pablo y le dijo al oĆ­do que Alfredo se veĆ­a mucho mejor frente a frente que por fotos

"Ya le reventaremos los huevos" susurrĆ³ Rodrigo

"a Ć©l, no le gusta eso" dijo Pablo

"entonces conocerĆ”s al vaquero" informĆ³ Rodrigo separĆ”ndose de su primo

La hermana de Rodrigo, seguƭa siendo la reina del lugar, montando caballos como una amazona experta y con la misma arrogancia de su padre y hermano, entre ella y Rodrigo, ella era de carƔcter mas fuerte.

Al dĆ­a siguiente de la llegada de Pablo y Alfredo y despuĆ©s de madrugar y probar el caliente cafĆ© de la maƱana, a Pablo le fue presentado, FabiĆ”n, que desplegaba virilidad y rudeza por todos lados, no tenia cara de lugareƱo, y por lo que le habĆ­a contado Rodrigo, su familia en algĆŗn momento tuvo mucho dinero, solo que despuĆ©s quedaron en la infinita ruina.

"¿todavĆ­a no recuerda nada de sus borracheras?" le pregunto Pablo mientras veĆ­a a FabiĆ”n sudoroso trabajar

"no" negĆ³ Rodrigo "fue hace como 2 semanas que le patee mucho los testĆ­culos y no saco nada, fue muy poco, seguro venia de tirar con lolita. Tu si te sacaste la loterĆ­a con aquel semental" expreso viendo como Alfredo montaba un caballo negro "con esos pantalones me excita... siento que tengo una carpa de circo en mi pantalĆ³n"

"te pateare las bolas Rodrigo"

Rodrigo sonriĆ³ "es una pena lo de tu hermano, SimĆ³n no deberĆ­a ponerse asĆ­, espero que mi tĆ­o pueda hablar con Ć©l"

"yo tambiƩn espero eso. Me duele mucho que se ponga asi conmigo"

"tengo una propuesta para FabiĆ”n, Ćŗltimamente ha trabajado aquĆ­, mas de lo normal, casi que al doble, supe que su familia esta muy necesitada de dinero"

"wow... debe ser difĆ­cil para Ć©l"

"si, es el mayor de sus hermanos"

"¿y que propuesta le darĆ”s?"


La respuesta no fue dada ya que Alfredo llego hasta ellos, estaba fatigado y sudoroso, llevaba pantalones de montar blancos, y una camisa azul.

"hey, mi padre me llama" alegĆ³ Rodrigo mirando a su padre desde lejos

"vamos a caminar hacia allĆ”, para que veas todo esto" invitĆ³ Pablo

Siguieron caminando ensuciando sus botas con lodo.

"¿tu querrĆ”s vivir en un futuro aquĆ­?" preguntĆ³ Alfredo

"no... No, nada de eso, solo me gusta esto para disfrutar las vacaciones, ademƔs, no creo que mi tƭo nos quiera aquƭ."

"Bueno, tu tĆ­o se ve un poco... egoĆ­sta ¿no?"

"si, por eso mi papĆ” se ha mortificado por darnos todo en la ciudad, para que no tratemos de mirar este lugar, sino para vacaciones"

"entiendo"

"son problemas viejos entre mi papĆ” y mi tĆ­o"

"si, si, si no me quieres hablar del tema... a mi tampoco me importa" decĆ­a Alfredo sonriendo "me importas tĆŗ"

Pablo le devolviĆ³ la sonrisa

Rodrigo le habĆ­a hablado de las caballerizas del final de la hacienda, y es que para allĆ” llevaba secretamente a Alfredo

"¿que hacemos aquĆ­?" pregunto Alfredo cuando llegaron al lugar

"aquĆ­ podemos estar solos" le sonriĆ³ Pablo "nadie nos molestara, crĆ©eme" se acerco a Ć©l y empezĆ³ a besarlo en los labios

Alfredo abrazo a Pablo y lo llevo contra la pared, no paraban de abrazarse, y el rubio fanĆ”tico del ballbusting, sintiĆ³ como el pene de su pareja se endurecĆ­a entre sus piernas, la fuerte mano de Alfredo acaricio el torso de Pablo, hasta bajar a culo y frotar cada nalga, y Pablo gimiĆ³ tiernamente al sentir la mano de Alfredo, le beso los gruesos labios para luego sentir como sus lenguas se unĆ­an, era frio el dĆ­a, pero ellos se calentarĆ­an. Alfredo paso la lengua por el cuello de Pablo y le mordĆ­a el lĆ³bulo de la oreja, despuĆ©s, empezaron a desnudarse.


Acostado en el suelo, la polla de Alfredo empezĆ³ a internarse en el agujero de Pablo, el aire del clima, enfriaba sus cuerpos, pero los abrazos mutuos, y la excitaciĆ³n, les hacia olvidar el aire frio del ambiente.

"te amo Pablito" decĆ­a Alfredo en un susurro besando a su pareja "Te amo tanto"



"yo tambiƩn, y mucho" susurraba Pablo besando al grueso rubio y sintiendo su cuerpo pujando su polla dentro de Ʃl.



Con las manos sobre la cadera de Pablo, Alfredo sentĆ­a el Ć©xtasis, introduciendo su polla por el dilatado tĆŗnel, el hombre gruƱo levemente hasta sentir que su pene se compactaba en el interior de Pablo, volviendo a retroceder para acto seguido volver a apretar e introducir su miembro. Pablo enloquecĆ­a de placer al sentir la fricciĆ³n en su cuerpo, disfrutaba cada momento, era especial estar allĆ­ con Alfredo. Ambos movieron sus cuerpos para abrazarse, besarse y morderse. Los movimientos en vaivĆ©n Alfredo los inicio con excitaciĆ³n, desplegando todo su erotismo y fuerte cuerpo, sacando y metiendo su miembro con un ritmo que aceleraba e invitaba a cualquiera al acto carnal. Pablo pasaba su mano por el torso del hombre, sentĆ­a su miembro, el movimiento de su cuerpo, uniĆ©ndose al de Ć©l, sus piernas, sus bolas, su cara forzĆ”ndose para el placer, pero sonriĆ©ndole dulcemente queriĆ©ndole gritar que lo amaba.

Cuando llegaba al clĆ­max, Alfredo le opinĆ³ que cambiaran de posiciĆ³n, para que el encuentro durara mĆ”s, al estar Pablo acostado boca arriba, Alfredo no demoro mucho en volverle a penetrar con su grueso miembro, al estar dentro de Ć©l continuo con la metisaca. Estando sobre Ć©l y feliz con el ano de Pablo, Alfredo empezĆ³ a masturbar a su pareja, lo tenia allĆ­, solo para Ć©l, en el campo, el clima frio, su amor. Con el placer de la carne, Pablo entrĆ³ en eyaculaciĆ³n descargando su semen sobre su pecho, un bombeo, y luego le siguiĆ³ otro. El cuerpo de Alfredo se detuvo y el muchacho cerrĆ³ los ojos satisfecho, sintiendo como derramaba su lĆ­quido de placer sobre el condĆ³n, Pablo sintiĆ³ feliz al ver la cara de satisfacciĆ³n de su pareja ¡que grato momento!

...

Alejados de las caballerizas, Rodrigo estaba ingiriendo alcohol, habĆ­a bebido mucho, todavĆ­a estaba consciente del mundo en su exterior, pero su mente estaba dotada de la adrenalina que deja el liquido de hacer que las personas se atrevan a realizar o decir hazaƱas que no dirĆ­an estando sobrios. Por mucho tiempo habĆ­a estado mirando a FabiĆ”n, quien sudoroso seguĆ­a trabajando en el campo. Al ver que finalmente descansaba de su labor, se decidiĆ³ acercarse y hacerle una propuesta que sin beber alcohol nunca le harĆ­a.


"FabiƔn, se que tu familia, no estƔ... digamos... digamos... bien, que tu necesitas mucho dinero... pues yo... estoy muy seguro de pagarte el triple, si... tu y yo hacemos algo en secreto"

"¿como que serĆ” Rodrigo?" pregunto el trabajador, pensando errĆ³neamente en algĆŗn trabajo ilegal

"pues digamos que..." tanteo Rodrigo buscando las palabras precisas "que me dejes golpearte los huevos, tus testĆ­culos"

"no entiendo Rodrigo" dijo FabiƔn arrugando la cara preocupado

"simplemente eso" aclaro Rodrigo "tu y yo nos citamos en un lugar, y te pego repetidas veces en las bolas, cuando yo me canse te pagare mucho mĆ”s de lo que ganas aquĆ­ y asĆ­ estarĆ”s satisfecho, tĆŗ y yo lo estaremos. Eso de golpear en las bolas a los hombres, es un fetiche que tengo, y que me gusta, claro esta. Y disfruto mucho haciĆ©ndolo, y mucho mas contigo, como te ves asĆ­ fuerte, huevudo, quiero hacerlo contigo libremente"

FabiĆ”n recordĆ³ las anteriores veces que en las maƱanas al despertar en la finca amanecĆ­a con los testĆ­culos hinchados, tal vez Rodrigo aprovechĆ”ndose de su borrachera le habĆ­a pegado en esas ocasiones, sintio molestia.

"no lo se" dijo.

"tendrĆ© cuidado de que tus bolas no se rompan, solo quiero que seas, algo asi, como mi esclavo. Te espero esta noche, despuĆ©s de las 8 en las caballerizas antiguas, tĆŗ decides, si no vas. Puedes hacer como que si no te dije NADA" y recalcando las ultimas palabras se alejo del hombre que expectante se quedaba con las manos involuntariamente protegiendo sus testĆ­culos. Al alejarse de su apreciado FabiĆ”n, Rodrigo sintiĆ³ la alegrĆ­a de haber tenido la fuerza de hacerle esa propuesta al peĆ³n, solo bastaba esperar a que llegara la noche.

Lejos de la finca en la ciudad, el seƱor Marcos conversaba con su obstinado hijo SimĆ³n, en casa

"es por tu bien SimĆ³n, has cambiado mucho" decĆ­a el padre "tu, no te das cuenta, pero tu entorno si"

"no, papĆ”" negaba molesto SimĆ³n "no soy un niƱo al que deben llevar a un psicĆ³logo para que hable de sus problemas, el que debe ir, para que le curen la cabeza es Pablo"

"SimĆ³n, tengamos un trato" alego el padre "hablare con Pablo, no creo que el dude en ir a un psicĆ³logo, si Ć©l acepta, tu tambiĆ©n iras, no me importa, lo costeo yo, solo quiero que tu estĆ©s bien"

"yo estoy bien" alegĆ³ SimĆ³n "el que esta de psicĆ³logo aquĆ­ es Pablo, no yo" y se levantĆ³ de la silla para ir a tomar agua

"SimĆ³n" hablaba el seƱor Marcos

"no quiero hablar mas de ese tema" negĆ³ SimĆ³n

Y por la reticencia del hijo, no continuaron discutiendo

En la finca, Pablo charlaba acostado en la cama abrazando a Alfredo, dormƭan en cuartos separados, pero casi todas las noches se visitaban en sus habitaciones. En cambio Rodrigo estaba esperando su posible visita en estado nervioso, si FabiƔn irƭa o no, si aceptarƭa las reglas, sin formularƭa su renuncia, se arrepentƭa de haberlo citado esa tarde, ya era la hora pautada, y no habƭa llegado. Cuando el hombre hubo aparecido con la mirada, se veƭa completamente limpio y decidido pero nervioso.


"¿que serĆ” lo que me vas a hacer?" pregunto con frialdad

"golpearte es los testĆ­culos" respondiĆ³ Rodrigo tratando de ocultar su nerviosismo "te golpeare y pateare, es un pequeƱo fetiche, yo disfrutare con eso, y tu disfrutaras mas tarde, cuando te page... si aceptas, te darĆ© la primera parte del dinero ahora, y la segunda al concluir, si no lo quieres hacer, puedes irte"

"estoy decidido" dijo sin titubear FabiƔn

Rodrigo se paro del suelo, se acerco al hombre, olĆ­a a perfume, paso su mano por el pecho y vio como el semblante del peĆ³n, se endurecĆ­a, sin avisarle, metiĆ³ su mano por el apretado jeans, hasta sentirle los 2 testĆ­culos

"debo cerciorarme que no tengas protector" dijo Rodrigo, luego de tocarlo, le paso un grueso lote de dinero, que el casi prostituto guardo en su bolsillo del pantalĆ³n despuĆ©s de contar.

"estoy prepa..." avisaba FabiƔn, pero fue silenciado al recibir el primer golpe desprevenido en los huevos

FabiĆ”n abriĆ³ la boca de sorpresa cuando la rodilla de Rodrigo subiĆ³ directamente contra sus bolas, gimiĆ³ de dolor cayendo al suelo protegiendo con sus manos sus delicadas gĆ³nadas.

"ay, ay, ay" chillaba adolorido excitando sexualmente a Rodrigo que empezĆ³ a sentir su pene duro, que pena que Pablo no estuviera allĆ­ para verlos

"necesito que te pares" indicĆ³ suave pero de forma dominante Rodrigo, estando sobrio, FabiĆ”n era mucho mas fĆ”cil de dominar.

Lentamente se paro del suelo agarrando sus gĆ³nadas

"suƩltalas" dijo la voz de Rodrigo

FabiĆ”n trato de enderezarse y soltar sus bolas para poner las manos en la cadera, pero Rodrigo lo enviĆ³ de nuevo al suelo con una sonora patada entre las piernas abiertas del trabajador.

Rodrigo sonreƭa a FabiƔn, deseaba sacarse su pene y masturbarse frente a Ʃl y echarle todo su semen en la cara, o sino desnudar al propio empleado y exprimirle todo su jugo, FabiƔn no dejaba de retorcerse y agarrar sus pelotas en medio de las piernas. Si alguien miraba el bulto de Rodrigo, verƭa como su pene se mostraba orgulloso y erecto sobre la negra tela de la ropa, delineado a la izquierda, excitado por los gemidos y dolores del apuesto FabiƔn que se acariciaba las bolas en el suelo.

"¿eres... eres... eres gay?" pregunto FabiĆ”n, el sonido de su voz denotaba todo el dolor que se expandĆ­a de sus testĆ­culos a todo su torneado cuerpo

"eso es algo que no te interesa" respondiĆ³ severamente Rodrigo "solo haz lo que te digo y yo te pagare... ¿eres virgen por el ano? seguro no, porque tu virginidad puede costar mucho mas de lo que te pague esta noche, y tus labios tambiĆ©n, solo piĆ©nsalo y despuĆ©s me dices" dijo sin miedo Rodrigo, enamorado de aquel heterosexual en el suelo

FabiƔn no contesto nada, se paro del suelo, y se apoyo contra una pared, respirando pesadamente y sobando sus testƭculos vacios de semen, comenzaba a sudar, y su brazo tenia un ligero temblor al igual que sus piernas.

"quiero continuar" indicĆ³ Rodrigo

"esta..................... esta bien" confirmĆ³ FabiĆ”n creyendo que su mareo se desvanecia.

Dio media vuelta y miro cara a cara a Rodrigo, abriendo de nuevo las piernas y dejando colgar sus bolas, propensas a cualquier furtivo ataque. Rodrigo apretĆ³ el puƱo y lo clavo con fuerza sobre las 2 bolas de FabiĆ”n, que grito y despego los zapatos del suelo, para caer de nuevo al piso chillando de su fuerte dolor de bolas y revolcĆ”ndose sin cesar.

"bien" concluyo Rodrigo, porque se sentĆ­a muy excitado y si seguĆ­a, tendrĆ­a una situaciĆ³n muy extrema "por esta vez pararemos" anunciĆ³ sacando su otro lote de dinero y tirĆ”ndolo al suelo cerca de FabiĆ”n "espero que podamos continuar en otra oportunidad" y saliĆ³ con paso apresurado del sitio con su pene prominentemente marcado sobre su jean, FabiĆ”n se quedarĆ­a por unos minutos tirado en el suelo, pero pronto se sentirĆ­a satisfecho de su propina, mientras que Rodrigo estaba pocos metros alejado de las caballerizas, regando sobre el suelo, su semen producto de la excitaciĆ³n del atractivo empleado dominado

En la ciudad SimĆ³n conversaba con su esposa referente a la conversaciĆ³n que el joven habĆ­a tenido con su padre

"tu has cambiado" decĆ­a Claudia "y no te has dado cuenta... no, no me interrumpas cuando hablo SimĆ³n... ¡no!... tu si has cambiado y no te quieres dar cuenta, ya no me besas como antes, no me tocas, no eres el mismo, deja que todos los que te queremos te ayudemos"

"estas loca" negĆ³ SimĆ³n agarrando su almohada "no pienso dormir hoy contigo"

"¡¿que?!" dijo la muchacha quebrantado su voz e hiriendo sus sentimientos "te estas poniendo violento y pagando tus molestias con todos" decĆ­a comenzando a llorar "yo no quiero que mi hijo crezca con un padre amargado... ¡no! ¡me irĆ© a casa de mis padres SimĆ³n!

Pero el muchacho no la escucho saliĆ³ de la habitaciĆ³n dando un portazo y se fue directo al cuarto de huĆ©spedes, se acostĆ³ en la cama y luego volviĆ³ a salir de la habitaciĆ³n y se fue a la cocina a prepararse un pan, mientras escuchaba probablemente una conversaciĆ³n telefĆ³nica de Claudia quizas con alguna prima, lloraba

"¡no he cambiado!" se repetĆ­a mentalmente SimĆ³n, mirĆ³ a un espejo que estaba alejado de la cocina, en la sala, y vio su rostro en el reflejo, vio su mirada dura y sus labios apretado, al verse cerro los ojos. RespirĆ³ profundamente y se paro de la silla, pensando en su hijo... hijo de Ć©l y Claudia, caminĆ³ a la habitaciĆ³n de su esposa, se acostĆ³ en la cama junto a ella y empezĆ³ a llorar abrazĆ”ndola mientras ella cancelaba la llamada telefĆ³nica.

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