dolor de huevos - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

3 jun 2013

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dolor de huevos

CONTIENE:

-ballbusting mujer/hombre

-sexo oral gay

-ballbusting hombre/hombre



El apuesto Gaspar Chacón estaba en una habitación de hotel con la abogada que defendia un caso que ambos competian, el objetivo de Gaspar, enamorar a la mujer, el objetivo de la abogada llamada Juliana era otro, ella estaba sentada en la cama, él a su frente miraba al techo, satisfecho con el cuerpo de aquella mujer después del encuentro sexual. Pero si ella debía escoger entre sexo con un hombre y una mujer, prefería a una mujer. En su bisexualidad, se inclinaba mÔs a lo homosexual, y aquel hombre apuesto y arrogante solo le causo aversión, solo deseaba humillarlo, eliminar todo aire de superioridad que había en su modo de ser. Sentada a su frente miró su amplio pecho, lampiño a fuerza de maquina de rasurar, miro su entrepierna y vio como su pene largo estaba flÔcido, la había penetrado, claro a Juliana eso le gusto, pero mas pudo la arrogancia de Gaspar Chacón que su atractivo sexual, abajo de su pene reposaban 2 grandes bolas regalo de su anatomía familiar, Juliana rió

"¿de que te ríes?" sonrió Gaspar mirÔndola, cayo en cuenta al ver la dirección de los ojos "ah, mis testículos ¿te gustan?..."

"son grandes" aclaro la mujer pareciendo fascinada, pero no lo estaba, solo planeaba rƔpidamente cosas en su cabeza

"si, a muchas mujeres les gustan, es que soy un toro en la cama, ademƔs, no te digo mentiras, tu has quedado mas que satisfecha. Aunque seas mi rival en el caso de mi cliente"

"Āæpor eso me buscaste?" pregunto la mujer acomodando su cabello

"oh no" negó Gaspar Chacón "simplemente me enamore de ti cuando te conocí. Una mujer tan preparada, tan segura al defender un caso, eres magnifica"

"gracias, aunque eso. Ya lo sabia"

"bueno, y ya estamos aquĆ­"

"somos amantes y enemigos"

"simplemente podrĆ­amos ser amantes, amigos y novios" enamoraba el guapo hombre

"y enemigos en aquel caso... con aquel cliente, no creo que lo vayas a traicionar a Ʃl, pero... a mi si... porque yo jamƔs traiciono a mi cliente"

Gaspar Chacón trago saliva, se acomodo en la cama y acaricio la cara de la mujer mientras hablaba

"vamos querida, tu cliente solo quiere perjudicar al mio, Ʃl nunca ha presentado un error en la empresa, claro esta que fue alguien, que quiso daƱar su imagen, alguien dentro de su propia empresa... querida, juntos los dos podrƭamos ayudarlo. Seriamos invencibles..."

"Sin embargo sƭ alguien fue quien de su misma empresa lo quiso perjudicar, tu cliente es el responsable de esa empresa, asƭ que Ʃl debe hacerse responsable"

"amor, amor, amor" sonreía Gaspar besÔndola "declaran fuera de lugar la demanda, y juntos tu y yo podríamos irnos lejos, a otro país... otro mundo. Juntos tu y yo... piénsalo querida... otro sitio... ¿Londres te gusta? ¿O el rico calor de Cancún? ¿O la ciudad fría de Santiago? juntos tu y yo, bajo el calor de Maracaibo o comprando en todas las tiendas de Buenos Aires..."

"no lo se... deberĆ­as convencerme" alego la mujer no creyendo en el hombre

"solo dame tiempo" susurro Gaspar con voz seductora para terminar besƔndola en la boca

"¿eres un hombre fuerte?" pregunto ella paseando su dedo índice por el pecho de él

"como un toro" respondió socarrón

"Āætan fuerte?

"si... oh" decƭa Ʃl leguleyo sintiendo el dedo de Juliana por su pecho

"bien, a mi me gustan los hombre fuertes, pero quiero que me lo demuestres..."

"puedo hacerlo"

"si tu me lo demuestras, me voy contigo hasta el fin del mundo... Australia"

"a donde tu quieras"

"Quiero ver si tus bolas son fuertes"

"”¿que?! No entiendo" replico Gaspar tragando un lote de saliva

"bien, con todo lo que me has prometido, te juro que hago todo lo que tu quieras, pero quiero ver si eres un hombre fuerte, si eres fuerte, lo juro, así me gustan los hombre. Me iré contigo, sino, serÔs mi eterno rival. Es como una apuesta, te daré pocos golpecitos a tus bolas, que son muy grandes y se ven resistentes. Si puedes soportar esos golpes, es porque verdaderamente eres un toro resistente, y seré siempre tu mujer todo un hombre valiente. Si no, me iré de aquí siendo para siempre tu rival. ¿Aceptarías? o ¿te rindes como un cobarde?"

Con la hombrĆ­a de Gaspar en juego, el hombre dudo mucho en aceptar

"es una propuesta muy difĆ­cil" dijo "Āæno podrĆ­amos hacer otra?"

"tu a mi me propones que traicione a mi cliente, ¿y yo a ti no te puedo proponer eso? ”Por favor Gaspar!

"entiende, son mis huevos"

"entiende Gaspar, es mi carrera profesional. Si tú ganas, hare todo lo que tú digas, pero si yo gano. Adiós con esto"

Ahora el gran toro arrogante parecía un conejillo asustado. Gaspar Chacón afirmo con la cabeza y termino diciendo

"esta bien, resistirƩ todo, para que te quede claro que soy un toro fuerte"

Juliana sonrió contenta. Al fin podría darle su merecido a ese roto picante. Gaspar se acostó en la cama, sus ojos delataban miedo, y tragaba demasiada saliva de la ansiedad que sentía, abrió las piernas y sus huevos colgaron sobre el colchón, Juliana se aproximo a él, contenta, feliz.
La atlética mujer abrió su mano estirando los dedos, y como si fuese una bofetada, la palma de la mano pego contra los huevos de Gaspar con un sonido chocante, el hombre se sobresalto en la cama y abrió la boca sin emitir algún sonido.

"Āæte dolió?" le preguntó.

"no" negó el hombre apretando los dedos para no acariciar sus gónadas "tengo mis bolas lo suficientemente fuertes para resistir eso" grave error el haberlo dicho

"Āæentonces resistirĆ”s?" sonrió la mujer sintiĆ©ndose divertida.

"si... tu serƔs mi mujer" aseguro Gaspar sin creerse su mentira, pero con mucho miedo al dolor de huevos.

Juliana sonrió dispuesta, si que se divertía, el arrogante hombre era un ser lleno de miedo, apretó el puño y conecto sus dedos contra la entrepierna de Gaspar Chacón. La boca del hombre se abrió en forma de O al sentir a sus bolas ser golpeadas por esa fémina, quiso ponerse en posición fetal, pero no le daría el gusto a esa mujer, apretó el puño para soportar cada golpe a su virilidad. Una vez mÔs Juliana golpeo los huevos de Gaspar, sus bolas se movieron como péndulos y Gaspar se sobresalto en la cama

"ummm" soporto el dolor

"jajaja" Juliana no pudo aguantar la risa

Sin darle tiempo a replicar la rodilla de la abogada demandante aplasto sus testƭculos con un fuerte golpe. Gaspar grito mientras la mujer estaba encima de Ʃl con ambas manos contra la cama hundiendo la rotula contra sus bolas, Gaspar no soporto aquella tortura y con fuerza aparto a la mujer de su lado, ella cayo con un fuerte golpe al piso mientras Gaspar se movƭa de un lado al otro sobre la cama agarrando sus frƔgiles cojones

"Mis huevos... ay... Mis huevos puta..." lloriqueaba Gaspar mientras sobaba sus desnudas pelotas.

Juliana se levantó del suelo, estaba disgustada por aquel trato anti caballeroso del apuesto hombre

"estúpido" grito ella pegÔndole en las costillas "estúpido, como te atreves a tirarme así, pendejo, idiota, imbécil" rugía ella pegÔndole en diferentes partes del cuerpo a aquel hombre que solo se ocupaba en sobar y defender sus huevos

"”ya!... ”para!" decía Gaspar pidiendo que cesaran los golpes de la mujer "disculpa"

"no quiero tus disculpa, me pegue duro contra el suelo, estĆŗpido"

Juliana se sentó en la cama y cuando dejo de palmotear contra el cuerpo de Gaspar, ahora le intentaba abrir las piernas, Ć©l trato de defenderse, pero ella fue mas rĆ”pida y tenia mas energĆ­a que Ć©l, levantó el puƱo, y despuĆ©s de vacilar un momento tratando de esquivar la mano del hombre, enterró el golpe contra las bolas peludas.

"Ā”aaaaaaaa!" lanzó un grito Gaspar

Juliana esperó deleitada varios minutos viendo como Gaspar sobaba sus testículos adoloridos.

"me voy, no, no quiero saber nada de ti" indico la bella dama "nos vemos en los próximos dĆ­as frente al juez... dile a tu cliente, que vaya pidiendo el prĆ©stamo para aquella deuda" declaro la mujer comenzando a vestirse para dejar humillado al bello hombre

En el campo y despuĆ©s de un largo dĆ­a de trabajo Rodrigo superó todo miedo de ver a FabiĆ”n se cito con Ć©l, como siempre en las viejas y abandonadas caballerizas. FabiĆ”n vestĆ­a un ajustado pantalón y una chaqueta que lo protegĆ­a del frió

"¿Para que deseabas verme?" quiso saber Rodrigo, desde hace días había notado una actitud extraña con el hombre que desde hace tiempo deseaba

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"quiero hablar contigo" dijo FabiÔn "¿podemos sentarnos?"

Rodrigo acepto y se sentó en el suelo, frente a él lo hizo FabiÔn

"quiero decirte que desde aquel dƭa, he pensado y sentido muchas cosas" hablo FabiƔn


Rodrigo recordó que la ultima vez que estuvo allĆ­ con FabiĆ”n habĆ­an tenido relaciones sexuales, FabiĆ”n por fin habĆ­a terminado penetrĆ”ndolo y habĆ­an tenido un beso, pero FabiĆ”n no era gay, era muy heterosexual, y si habĆ­an estado allĆ­ tantas veces teniendo sesiones de ballbusting que terminaron en sexo fue porque Rodrigo le pagaba, ya que la situación económica de FabiĆ”n era deplorable
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"no te entiendo" negó Rodrigo con actitud seria

Desde aquel entonces Rodrigo habƭa hecho todo por evitarlo, y FabiƔn hacia todo lo posible por verlo y sonreƭrle o guiƱarle el ojo

"que... desde ese dĆ­a que tuvimos relaciones sexuales" explicaba nervioso FabiĆ”n "empecĆ© a sentir unas cosas, extraƱas, que nunca antes habĆ­a sentido con una mujer al tener relaciones... me gusto ese... ese contacto contigo, fue muy sensual... rico, verdadero. Activaste unos puntos sexuales que ni yo sabia que tenia, o... y... que otra mujer no pudo igualar, no habia sentido antes"

"no te puedo creer" se negaba Rodrigo incrƩdulo

"créeme, me gustó. Tal vez era gay y no lo sabia. No seré el primero ni el ultimo que quizÔs le pasa esto"

"escúchame, no te puedo creer" se negaba Rodrigo "y te explicare el por que no te puedo creer. Porque esto nunca fue verdad, si te tuve conmigo fue por chantaje, chantaje porque yo sabía que eres heterosexual, chantaje porque cada vez que te veía por lola me causaba molestia, quería tenerte, quería explotar todas tus fuerzas de macho. Quería tenerte y lo logre. Podía verte desnudo y cumplir mis fantasías contigo, y lo hice, pero eso tenía su precio. El yo saber que estabas en una muy mala posición económica hizo que te chantajeara. Tenia un rato contigo, placentero pero tenia que pagarte, y muy bien. Y tú ahora no vendrÔs a decirme que te gusto. No lo creeré. Siempre vi tu actitud ante lola, como el macho cojedor del pueblo. Simplemente no te creo"

"entiéndeme Rodrigo" decía muy calmado Fabian "nunca antes había tenido relaciones sexuales con un hombre, al hacerlo contigo, quizÔs se me activaron hormonas que dormían dentro de mi. No lo se. Y si, soy un hombre estudiado, que conoce de mundo, lamentablemente mi familia quedo sin dinero y tuve que verme en esta posición, por mi madre, mis hermanos"

"no se a que quieres llegar"

"y tuve que ceder contigo por ellos, si, quizÔs al principio no me gusto el tener que poner......... mis testículos a tu servicio. Y lo odio, lo sigo odiando, pero... pero... ese día contigo me fascino, me fascino todo contigo, desde el sexo oral, hasta el... el anal, me gusto, e intente hacerlo con Lola, si, claro esta. Pero ella no te igualo, y desde entonces he pensado mucho en ti. Creo que nació un cariño muy especial de mi hacia ti"

"no te puedo creer. Me cuesta mucho"

"crĆ©eme Āæcomo quieres que te crea?"

"demuƩstramelo" dijo iracundo Rodrigo, sintiƩndose mas extraƱo ante aquel guapo hombre

"déjame demostrÔrtelo" alego FabiÔn dejando de estar sentado y de rodillas se acerco a Rodrigo. Su cara se aproximo a la de él, cerró los ojos y acerco los labios a los del hijo de su jefe

Los labios se besaron e hicieron un ruido por el contacto del beso, ambos parecĆ­an dos lindos enamorados, pero Rodrigo todavĆ­a no sabia si FabiĆ”n hablaba en serio, era tan heterosexual. Su mano fue trasladada hasta el protuberante bulto del peón, apoderĆ”ndose de sus pelotas. En el acto FabiĆ”n dejo de besarlo y se doblo del dolor, transformando su cara de ilusionado a adolorido. Al sentir las manos de Rodrigo exprimiĆ©ndole las bolas.

"simplemente demuéstramelo" repitió Rodrigo sin soltar las bolas de FabiÔn

"a... asĆ­... asĆ­ Āæquieres que lo demuestre?" pregunto FabiĆ”n soportando el dolor y la humillación

Rodrigo nada contesto, era tan viril aquel peón, atractivo, con cara de niƱo bueno y a veces de malo, apretĆ”ndole las bolas y el resistiendo, tal vez por amor, por verdad a lo que decĆ­a, o soportando para llevar algĆŗn malvado plan que tenia en mente, dentro del ajustado pantalón de Rodrigo su pene creĆ­a, excitado y resbalando liquido preseminal, mientras FabiĆ”n resistĆ­a cual esclavo a su apretón de bolas.

A FabiÔn comenzaron a brotarle lagrimas de los ojos, tenia en sus testículos mucho semen acumulado que únicamente quería acabar en Rodrigo, pero ahora el hombre lo torturaba y se los mataba con aquel fuerte apretón que le encogía hasta las tripas en su estomago. Coloco las manos sobre las de Rodrigo, pero no hizo ningún esfuerzo por apartar los huevos de quien lo torturaba, luchaba mÔs bien por resistir y no perder el equilibrio.

"no hay que dudar que eres atractivo" explicaba Rodrigo "pero... quiero que me demuestres que lo que me dices es verdad, no es con esto. Esto es solo un preƔmbulo. Y me gusta el ballbusting, si me quieres, debes soportarlo. Si lo que me dices es mentira, vete desde ya mismo con Lola..."

FabiÔn tragaba saliva, humillado y enamorado, podía resistir mas, si, él lo sabia, pero era tan doloroso. Aun sentado la polla de Rodrigo se le marco en el pantalón, fuerte y dominante, ante el hombre fuerte que día a día trabajaba en el campo para mantener a su empobrecida familia y a sus hermanos, un buen hombre verdaderamente, y en todos los aspectos. Era lo que a Rodrigo le gustaba, pero tenía un miedo, el miedo a que estuviera jugando con él, y de perderlo por siempre. FabiÔn dejo escapar una bocanada fuerte de aire, pero todavía sus bolas eran aplastadas por la mano de Rodrigo, no hacia nada por defenderse. Rodrigo dejo de apretar con la mano izquierda las gónadas, pero inmediatamente al soltarlas, las azoto conectandole la rodilla.

FabiÔn chillo ante el sorpresivo ataque a sus pelotas, y rodo por el piso cubriéndose los genitales. Rodrigo se levantó del suelo y lo contemplo lamentarse del dolor, el fuerte hombre era una vez mas reducido a cero por sus huevos.

"me gustas, desde siempre" hablo Rodrigo "pero quiero que tu demuestres tu amor hacia mi"

Rodrigo bajo la cremallera de su pantalón y saco su polla erecta y morena. MasturbÔndose ante la escena del hombre acurrucado en el piso sobando sus testículos. FabiÔn lo miro, sintió curiosidad, semanas atrÔs Rodrigo le había hecho sexo oral, muy bueno. Pero que se sentiría probarle el pene a otro hombre, arrastrÔndose por el suelo llego hasta Rodrigo se puso de rodillas ante él y con delicadeza se metió el pene a la boca, era salado, podía sentir el sabor de su piel. Rodrigo se sintió emocionado, pero FabiÔn todavía era inexperto y con sus dientes maltrataba al pene, miro la nuca de FabiÔn, que dulce sensación ver su cabeza meterse y sacarse el pene de la boca.

El vaquero seguía desprevenido, entonces Rodrigo echo el pie hacia atrÔs y lo empujo directo a las piernas abiertas de FabiÔn, con un grito lastimero, FabiÔn se desplomó sobre el heno de las viejas caballerizas, lloraba sin cesar por el hinchamiento de sus testículos.

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Rodrigo siguió auto complaciendose hasta que llego a su primer orgasmo que hizo saltar su leche caliente y pegajosa de su polla morena y cayo en el suelo muy cerca de la espalda en posición fetal de FabiĆ”n. Rodrigo se sintió exhausto y limpio el semen de su glande con su mano, limpio los dedos en el pantalón de FabiĆ”n y guardo su polla y sus grandes bolas de nuevo en el pegado pantalón. Acerco su cara a la de FabiĆ”n y de nuevo los labios se unieron en un apasionado beso.

"Āæde verdad me quiere?" pregunto Rodrigo

FabiÔn asintió con la cabeza, avergonzado, humillado y adolorido

"si"

"sorprƩndeme... hazme saber que no juegas conmigo. Y que Lola ya no significa nada para ti. Ven te ayudare a parar"

Rodrigo tomo del brazo a FabiĆ”n, el muchacho con lentitud se pudo levantar del suelo, pero vilmente fue enviado de nuevo allĆ­ con un traicionero rodillazo de Rodrigo en sus gónadas y FabiĆ”n aulló de dolor antes de volver al piso y acurrucarse de nuevo en el suelo en posición fetal.

Rodrigo le dio una triste sonrisa, ese hombre le gustaba mucho, era un semental y tenia un poder de resistencia, aunque débil, pero admirable, dio la media vuelta y salió silbando de la caballeriza, se sentía feliz, emocionado quizÔs FabiÔn si estaba enamorÔndose de él.

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