CONTIENE:
-ballbusting mujer/hombre
-sexo oral gay
-ballbusting hombre/hombre
El apuesto Gaspar ChacĆ³n estaba en una habitaciĆ³n de hotel con la abogada que defendia un caso que ambos competian, el objetivo de Gaspar, enamorar a la mujer, el objetivo de la abogada llamada Juliana era otro, ella estaba sentada en la cama, Ć©l a su frente miraba al techo, satisfecho con el cuerpo de aquella mujer despuĆ©s del encuentro sexual. Pero si ella debĆa escoger entre sexo con un hombre y una mujer, preferĆa a una mujer. En su bisexualidad, se inclinaba mĆ”s a lo homosexual, y aquel hombre apuesto y arrogante solo le causo aversiĆ³n, solo deseaba humillarlo, eliminar todo aire de superioridad que habĆa en su modo de ser. Sentada a su frente mirĆ³ su amplio pecho, lampiƱo a fuerza de maquina de rasurar, miro su entrepierna y vio como su pene largo estaba flĆ”cido, la habĆa penetrado, claro a Juliana eso le gusto, pero mas pudo la arrogancia de Gaspar ChacĆ³n que su atractivo sexual, abajo de su pene reposaban 2 grandes bolas regalo de su anatomĆa familiar, Juliana riĆ³
"¿de que te rĆes?" sonriĆ³ Gaspar mirĆ”ndola, cayo en cuenta al ver la direcciĆ³n de los ojos "ah, mis testĆculos ¿te gustan?..."
"son grandes" aclaro la mujer pareciendo fascinada, pero no lo estaba, solo planeaba rƔpidamente cosas en su cabeza
"si, a muchas mujeres les gustan, es que soy un toro en la cama, ademƔs, no te digo mentiras, tu has quedado mas que satisfecha. Aunque seas mi rival en el caso de mi cliente"
"¿por eso me buscaste?" pregunto la mujer acomodando su cabello
"oh no" negĆ³ Gaspar ChacĆ³n "simplemente me enamore de ti cuando te conocĆ. Una mujer tan preparada, tan segura al defender un caso, eres magnifica"
"gracias, aunque eso. Ya lo sabia"
"bueno, y ya estamos aquĆ"
"somos amantes y enemigos"
"simplemente podrĆamos ser amantes, amigos y novios" enamoraba el guapo hombre
"y enemigos en aquel caso... con aquel cliente, no creo que lo vayas a traicionar a Ʃl, pero... a mi si... porque yo jamƔs traiciono a mi cliente"
Gaspar ChacĆ³n trago saliva, se acomodo en la cama y acaricio la cara de la mujer mientras hablaba
"vamos querida, tu cliente solo quiere perjudicar al mio, Ć©l nunca ha presentado un error en la empresa, claro esta que fue alguien, que quiso daƱar su imagen, alguien dentro de su propia empresa... querida, juntos los dos podrĆamos ayudarlo. Seriamos invencibles..."
"Sin embargo sĆ alguien fue quien de su misma empresa lo quiso perjudicar, tu cliente es el responsable de esa empresa, asĆ que Ć©l debe hacerse responsable"
"amor, amor, amor" sonreĆa Gaspar besĆ”ndola "declaran fuera de lugar la demanda, y juntos tu y yo podrĆamos irnos lejos, a otro paĆs... otro mundo. Juntos tu y yo... piĆ©nsalo querida... otro sitio... ¿Londres te gusta? ¿O el rico calor de CancĆŗn? ¿O la ciudad frĆa de Santiago? juntos tu y yo, bajo el calor de Maracaibo o comprando en todas las tiendas de Buenos Aires..."
"no lo se... deberĆas convencerme" alego la mujer no creyendo en el hombre
"solo dame tiempo" susurro Gaspar con voz seductora para terminar besƔndola en la boca
"¿eres un hombre fuerte?" pregunto ella paseando su dedo Ćndice por el pecho de Ć©l
"como un toro" respondiĆ³ socarrĆ³n
"¿tan fuerte?
"si... oh" decĆa Ć©l leguleyo sintiendo el dedo de Juliana por su pecho
"bien, a mi me gustan los hombre fuertes, pero quiero que me lo demuestres..."
"puedo hacerlo"
"si tu me lo demuestras, me voy contigo hasta el fin del mundo... Australia"
"a donde tu quieras"
"Quiero ver si tus bolas son fuertes"
"¡¿que?! No entiendo" replico Gaspar tragando un lote de saliva
"bien, con todo lo que me has prometido, te juro que hago todo lo que tu quieras, pero quiero ver si eres un hombre fuerte, si eres fuerte, lo juro, asĆ me gustan los hombre. Me irĆ© contigo, sino, serĆ”s mi eterno rival. Es como una apuesta, te darĆ© pocos golpecitos a tus bolas, que son muy grandes y se ven resistentes. Si puedes soportar esos golpes, es porque verdaderamente eres un toro resistente, y serĆ© siempre tu mujer todo un hombre valiente. Si no, me irĆ© de aquĆ siendo para siempre tu rival. ¿AceptarĆas? o ¿te rindes como un cobarde?"
Con la hombrĆa de Gaspar en juego, el hombre dudo mucho en aceptar
"es una propuesta muy difĆcil" dijo "¿no podrĆamos hacer otra?"
"tu a mi me propones que traicione a mi cliente, ¿y yo a ti no te puedo proponer eso? ¡Por favor Gaspar!
"entiende, son mis huevos"
"entiende Gaspar, es mi carrera profesional. Si tĆŗ ganas, hare todo lo que tĆŗ digas, pero si yo gano. AdiĆ³s con esto"
Ahora el gran toro arrogante parecĆa un conejillo asustado. Gaspar ChacĆ³n afirmo con la cabeza y termino diciendo
"esta bien, resistirƩ todo, para que te quede claro que soy un toro fuerte"
Juliana sonriĆ³ contenta. Al fin podrĆa darle su merecido a ese roto picante. Gaspar se acostĆ³ en la cama, sus ojos delataban miedo, y tragaba demasiada saliva de la ansiedad que sentĆa, abriĆ³ las piernas y sus huevos colgaron sobre el colchĆ³n, Juliana se aproximo a Ć©l, contenta, feliz.
La atlĆ©tica mujer abriĆ³ su mano estirando los dedos, y como si fuese una bofetada, la palma de la mano pego contra los huevos de Gaspar con un sonido chocante, el hombre se sobresalto en la cama y abriĆ³ la boca sin emitir algĆŗn sonido.
"¿te doliĆ³?" le preguntĆ³.
"no" negĆ³ el hombre apretando los dedos para no acariciar sus gĆ³nadas "tengo mis bolas lo suficientemente fuertes para resistir eso" grave error el haberlo dicho
"¿entonces resistirĆ”s?" sonriĆ³ la mujer sintiĆ©ndose divertida.
"si... tu serƔs mi mujer" aseguro Gaspar sin creerse su mentira, pero con mucho miedo al dolor de huevos.
Juliana sonriĆ³ dispuesta, si que se divertĆa, el arrogante hombre era un ser lleno de miedo, apretĆ³ el puƱo y conecto sus dedos contra la entrepierna de Gaspar ChacĆ³n. La boca del hombre se abriĆ³ en forma de O al sentir a sus bolas ser golpeadas por esa fĆ©mina, quiso ponerse en posiciĆ³n fetal, pero no le darĆa el gusto a esa mujer, apretĆ³ el puƱo para soportar cada golpe a su virilidad. Una vez mĆ”s Juliana golpeo los huevos de Gaspar, sus bolas se movieron como pĆ©ndulos y Gaspar se sobresalto en la cama
"ummm" soporto el dolor
"jajaja" Juliana no pudo aguantar la risa
Sin darle tiempo a replicar la rodilla de la abogada demandante aplasto sus testĆculos con un fuerte golpe. Gaspar grito mientras la mujer estaba encima de Ć©l con ambas manos contra la cama hundiendo la rotula contra sus bolas, Gaspar no soporto aquella tortura y con fuerza aparto a la mujer de su lado, ella cayo con un fuerte golpe al piso mientras Gaspar se movĆa de un lado al otro sobre la cama agarrando sus frĆ”giles cojones
"Mis huevos... ay... Mis huevos puta..." lloriqueaba Gaspar mientras sobaba sus desnudas pelotas.
Juliana se levantĆ³ del suelo, estaba disgustada por aquel trato anti caballeroso del apuesto hombre
"estĆŗpido" grito ella pegĆ”ndole en las costillas "estĆŗpido, como te atreves a tirarme asĆ, pendejo, idiota, imbĆ©cil" rugĆa ella pegĆ”ndole en diferentes partes del cuerpo a aquel hombre que solo se ocupaba en sobar y defender sus huevos
"¡ya!... ¡para!" decĆa Gaspar pidiendo que cesaran los golpes de la mujer "disculpa"
"no quiero tus disculpa, me pegue duro contra el suelo, estĆŗpido"
Juliana se sentĆ³ en la cama y cuando dejo de palmotear contra el cuerpo de Gaspar, ahora le intentaba abrir las piernas, Ć©l trato de defenderse, pero ella fue mas rĆ”pida y tenia mas energĆa que Ć©l, levantĆ³ el puƱo, y despuĆ©s de vacilar un momento tratando de esquivar la mano del hombre, enterrĆ³ el golpe contra las bolas peludas.
"¡aaaaaaaa!" lanzĆ³ un grito Gaspar
Juliana esperĆ³ deleitada varios minutos viendo como Gaspar sobaba sus testĆculos adoloridos.
"me voy, no, no quiero saber nada de ti" indico la bella dama "nos vemos en los prĆ³ximos dĆas frente al juez... dile a tu cliente, que vaya pidiendo el prĆ©stamo para aquella deuda" declaro la mujer comenzando a vestirse para dejar humillado al bello hombre
En el campo y despuĆ©s de un largo dĆa de trabajo Rodrigo superĆ³ todo miedo de ver a FabiĆ”n se cito con Ć©l, como siempre en las viejas y abandonadas caballerizas. FabiĆ”n vestĆa un ajustado pantalĆ³n y una chaqueta que lo protegĆa del friĆ³
"¿Para que deseabas verme?" quiso saber Rodrigo, desde hace dĆas habĆa notado una actitud extraƱa con el hombre que desde hace tiempo deseaba
"quiero hablar contigo" dijo FabiĆ”n "¿podemos sentarnos?"
Rodrigo acepto y se sentĆ³ en el suelo, frente a Ć©l lo hizo FabiĆ”n
"quiero decirte que desde aquel dĆa, he pensado y sentido muchas cosas" hablo FabiĆ”n
Rodrigo recordĆ³ que la ultima vez que estuvo allĆ con FabiĆ”n habĆan tenido relaciones sexuales, FabiĆ”n por fin habĆa terminado penetrĆ”ndolo y habĆan tenido un beso, pero FabiĆ”n no era gay, era muy heterosexual, y si habĆan estado allĆ tantas veces teniendo sesiones de ballbusting que terminaron en sexo fue porque Rodrigo le pagaba, ya que la situaciĆ³n econĆ³mica de FabiĆ”n era deplorable
"no te entiendo" negĆ³ Rodrigo con actitud seria
Desde aquel entonces Rodrigo habĆa hecho todo por evitarlo, y FabiĆ”n hacia todo lo posible por verlo y sonreĆrle o guiƱarle el ojo
"que... desde ese dĆa que tuvimos relaciones sexuales" explicaba nervioso FabiĆ”n "empecĆ© a sentir unas cosas, extraƱas, que nunca antes habĆa sentido con una mujer al tener relaciones... me gusto ese... ese contacto contigo, fue muy sensual... rico, verdadero. Activaste unos puntos sexuales que ni yo sabia que tenia, o... y... que otra mujer no pudo igualar, no habia sentido antes"
"no te puedo creer" se negaba Rodrigo incrƩdulo
"crĆ©eme, me gustĆ³. Tal vez era gay y no lo sabia. No serĆ© el primero ni el ultimo que quizĆ”s le pasa esto"
"escĆŗchame, no te puedo creer" se negaba Rodrigo "y te explicare el por que no te puedo creer. Porque esto nunca fue verdad, si te tuve conmigo fue por chantaje, chantaje porque yo sabĆa que eres heterosexual, chantaje porque cada vez que te veĆa por lola me causaba molestia, querĆa tenerte, querĆa explotar todas tus fuerzas de macho. QuerĆa tenerte y lo logre. PodĆa verte desnudo y cumplir mis fantasĆas contigo, y lo hice, pero eso tenĆa su precio. El yo saber que estabas en una muy mala posiciĆ³n econĆ³mica hizo que te chantajeara. Tenia un rato contigo, placentero pero tenia que pagarte, y muy bien. Y tĆŗ ahora no vendrĆ”s a decirme que te gusto. No lo creerĆ©. Siempre vi tu actitud ante lola, como el macho cojedor del pueblo. Simplemente no te creo"
"entiĆ©ndeme Rodrigo" decĆa muy calmado Fabian "nunca antes habĆa tenido relaciones sexuales con un hombre, al hacerlo contigo, quizĆ”s se me activaron hormonas que dormĆan dentro de mi. No lo se. Y si, soy un hombre estudiado, que conoce de mundo, lamentablemente mi familia quedo sin dinero y tuve que verme en esta posiciĆ³n, por mi madre, mis hermanos"
"no se a que quieres llegar"
"y tuve que ceder contigo por ellos, si, quizĆ”s al principio no me gusto el tener que poner......... mis testĆculos a tu servicio. Y lo odio, lo sigo odiando, pero... pero... ese dĆa contigo me fascino, me fascino todo contigo, desde el sexo oral, hasta el... el anal, me gusto, e intente hacerlo con Lola, si, claro esta. Pero ella no te igualo, y desde entonces he pensado mucho en ti. Creo que naciĆ³ un cariƱo muy especial de mi hacia ti"
"no te puedo creer. Me cuesta mucho"
"crĆ©eme ¿como quieres que te crea?"
"demuƩstramelo" dijo iracundo Rodrigo, sintiƩndose mas extraƱo ante aquel guapo hombre
"dĆ©jame demostrĆ”rtelo" alego FabiĆ”n dejando de estar sentado y de rodillas se acerco a Rodrigo. Su cara se aproximo a la de Ć©l, cerrĆ³ los ojos y acerco los labios a los del hijo de su jefe
Los labios se besaron e hicieron un ruido por el contacto del beso, ambos parecĆan dos lindos enamorados, pero Rodrigo todavĆa no sabia si FabiĆ”n hablaba en serio, era tan heterosexual. Su mano fue trasladada hasta el protuberante bulto del peĆ³n, apoderĆ”ndose de sus pelotas. En el acto FabiĆ”n dejo de besarlo y se doblo del dolor, transformando su cara de ilusionado a adolorido. Al sentir las manos de Rodrigo exprimiĆ©ndole las bolas.
"simplemente demuĆ©stramelo" repitiĆ³ Rodrigo sin soltar las bolas de FabiĆ”n
"a... asĆ... asĆ ¿quieres que lo demuestre?" pregunto FabiĆ”n soportando el dolor y la humillaciĆ³n
Rodrigo nada contesto, era tan viril aquel peĆ³n, atractivo, con cara de niƱo bueno y a veces de malo, apretĆ”ndole las bolas y el resistiendo, tal vez por amor, por verdad a lo que decĆa, o soportando para llevar algĆŗn malvado plan que tenia en mente, dentro del ajustado pantalĆ³n de Rodrigo su pene creĆa, excitado y resbalando liquido preseminal, mientras FabiĆ”n resistĆa cual esclavo a su apretĆ³n de bolas.
A FabiĆ”n comenzaron a brotarle lagrimas de los ojos, tenia en sus testĆculos mucho semen acumulado que Ćŗnicamente querĆa acabar en Rodrigo, pero ahora el hombre lo torturaba y se los mataba con aquel fuerte apretĆ³n que le encogĆa hasta las tripas en su estomago. Coloco las manos sobre las de Rodrigo, pero no hizo ningĆŗn esfuerzo por apartar los huevos de quien lo torturaba, luchaba mĆ”s bien por resistir y no perder el equilibrio.
"no hay que dudar que eres atractivo" explicaba Rodrigo "pero... quiero que me demuestres que lo que me dices es verdad, no es con esto. Esto es solo un preƔmbulo. Y me gusta el ballbusting, si me quieres, debes soportarlo. Si lo que me dices es mentira, vete desde ya mismo con Lola..."
FabiĆ”n tragaba saliva, humillado y enamorado, podĆa resistir mas, si, Ć©l lo sabia, pero era tan doloroso. Aun sentado la polla de Rodrigo se le marco en el pantalĆ³n, fuerte y dominante, ante el hombre fuerte que dĆa a dĆa trabajaba en el campo para mantener a su empobrecida familia y a sus hermanos, un buen hombre verdaderamente, y en todos los aspectos. Era lo que a Rodrigo le gustaba, pero tenĆa un miedo, el miedo a que estuviera jugando con Ć©l, y de perderlo por siempre. FabiĆ”n dejo escapar una bocanada fuerte de aire, pero todavĆa sus bolas eran aplastadas por la mano de Rodrigo, no hacia nada por defenderse. Rodrigo dejo de apretar con la mano izquierda las gĆ³nadas, pero inmediatamente al soltarlas, las azoto conectandole la rodilla.
FabiĆ”n chillo ante el sorpresivo ataque a sus pelotas, y rodo por el piso cubriĆ©ndose los genitales. Rodrigo se levantĆ³ del suelo y lo contemplo lamentarse del dolor, el fuerte hombre era una vez mas reducido a cero por sus huevos.
"me gustas, desde siempre" hablo Rodrigo "pero quiero que tu demuestres tu amor hacia mi"
Rodrigo bajo la cremallera de su pantalĆ³n y saco su polla erecta y morena. MasturbĆ”ndose ante la escena del hombre acurrucado en el piso sobando sus testĆculos. FabiĆ”n lo miro, sintiĆ³ curiosidad, semanas atrĆ”s Rodrigo le habĆa hecho sexo oral, muy bueno. Pero que se sentirĆa probarle el pene a otro hombre, arrastrĆ”ndose por el suelo llego hasta Rodrigo se puso de rodillas ante Ć©l y con delicadeza se metiĆ³ el pene a la boca, era salado, podĆa sentir el sabor de su piel. Rodrigo se sintiĆ³ emocionado, pero FabiĆ”n todavĆa era inexperto y con sus dientes maltrataba al pene, miro la nuca de FabiĆ”n, que dulce sensaciĆ³n ver su cabeza meterse y sacarse el pene de la boca.
El vaquero seguĆa desprevenido, entonces Rodrigo echo el pie hacia atrĆ”s y lo empujo directo a las piernas abiertas de FabiĆ”n, con un grito lastimero, FabiĆ”n se desplomĆ³ sobre el heno de las viejas caballerizas, lloraba sin cesar por el hinchamiento de sus testĆculos.
Rodrigo siguiĆ³ auto complaciendose hasta que llego a su primer orgasmo que hizo saltar su leche caliente y pegajosa de su polla morena y cayo en el suelo muy cerca de la espalda en posiciĆ³n fetal de FabiĆ”n. Rodrigo se sintiĆ³ exhausto y limpio el semen de su glande con su mano, limpio los dedos en el pantalĆ³n de FabiĆ”n y guardo su polla y sus grandes bolas de nuevo en el pegado pantalĆ³n. Acerco su cara a la de FabiĆ”n y de nuevo los labios se unieron en un apasionado beso.
"¿de verdad me quiere?" pregunto Rodrigo
FabiĆ”n asintiĆ³ con la cabeza, avergonzado, humillado y adolorido
"si"
"sorprƩndeme... hazme saber que no juegas conmigo. Y que Lola ya no significa nada para ti. Ven te ayudare a parar"
Rodrigo tomo del brazo a FabiĆ”n, el muchacho con lentitud se pudo levantar del suelo, pero vilmente fue enviado de nuevo allĆ con un traicionero rodillazo de Rodrigo en sus gĆ³nadas y FabiĆ”n aullĆ³ de dolor antes de volver al piso y acurrucarse de nuevo en el suelo en posiciĆ³n fetal.
Rodrigo le dio una triste sonrisa, ese hombre le gustaba mucho, era un semental y tenia un poder de resistencia, aunque dĆ©bil, pero admirable, dio la media vuelta y saliĆ³ silbando de la caballeriza, se sentĆa feliz, emocionado quizĆ”s FabiĆ”n si estaba enamorĆ”ndose de Ć©l.
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