CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Cuando
Danilo se retirĆ³ de la sesiĆ³n de fotografĆa entre Carlos y Ana, y dejar
terriblemente golpeado al abogado, este anunciĆ³ que lo demandarĆa. AsĆ que Ana
no deseando que el problema pasara a instancias mayores empezĆ³ a emitir opiniones con el hombre que continuaba agarrĆ”ndose los testĆculos.
—no
debes demandarlo, es lo que Ć©l desea.
—voy a
demandar a ese cabrĆ³n, me golpeĆ³, estoy sangrando.
—ya te
curarƩ.
—¡no!
Me voy a demandarlo.
—escĆŗchame.
Ćl estĆ” celoso porque ahora estoy contigo, soy tu novia. Me divorciarĆ© y serĆ©
completamente tuya, si lo demandas se pondrĆ” peor y creerĆ” que eres un
cobarde...
—cobarde
no soy.
—EscĆŗchame
amor —dijo limpiando con una toalla la nariz rota—, debes enfrentarlo. No quiero
que lo demandes, enfrƩntalo como todo un macho que eres, date a respetar. Haz
que me respete.
Carlos
mirĆ³ al suelo tornĆ”ndose pensativo, su entrepierna le dolĆa terriblemente, acariciaba sus huevos con pesar.
—demandarlo
serĆa tu peor error, una burla para Ć©l. Danilo es el tipo de hombre que aprende
por los golpes. Y tĆŗ tienes una buena musculatura.
Carlos
sonriĆ³ dejando que la mujer le palpara el pecho y los brazos.
—¿lo
demandaras?
—le
darƩ una golpiza que no olvidarƔ el resto de su vida.
Ana
sonriĆ³ y abrazĆ³ a su novio, se sentĆa tan excitada luego de ver a aquellos
hombres luchar, le dio un cĆ”lido beso a Carlos y le tocĆ³ el cuerpo, su sangre,
el sudor, aquel olor a hombre que emanaba. Carlos puso una mano en la cadera de
Ana.
—amor,
amor... ahora no. Me duelen las pelotas.
Ana dio
una sonrisa amigable.
—te
curarƩ.
...
Danilo
estaba herido como macho, aquel monsalvete era como un huevo sin sal, como la importancia del nĆŗmero cero o el color gris. Distaba mucho de Ć©l, que era fuego puro. Con esa golpiza
sabĆa que le tendrĆa miedo y abandonarĆa a Ana. Al salir del estudio fotogrĆ”fico
fue a su taberna favorita y se bebiĆ³ varias cervezas.
...
En los
dĆas sucesivos intentĆ³ comunicarse con Ana, iba hasta su casa, al trabajo, la llamaba al telĆ©fono y todo resultaba fallido.
—¿Que
le pasa al pelirrojo mĆ”s lindo de la ciudad? —preguntĆ³ una de sus empleadas una
maƱana al entregarle un documento de varias motocicletas.
—Enojado
con la vida —le respondiĆ³ apretando con furia una pelota de goma.
—Pero
¿por que? —quiso saber la mujer, ahora situĆ”ndose tras su asiento y haciĆ©ndole
un masaje en el hombro hasta bajar lentamente al pecho.
—me
irrito cuando las cosas me salen mal
—no, mi
amor, tĆŗ eres la perfecciĆ³n.
Danilo
se parĆ³ con sigilo de la silla, la tomĆ³ por el cabello con fuerza y ella gimiĆ³.
Enseguida la arregostĆ³ contra la mesa frotĆ”ndole la entrepierna como un
depravado sexual. La mujer gemĆa excitada sedienta de sexo.
La
mujer a la que llamaremos Victoria le quitĆ³ la camisa al pelirrojo, se besaban
en los labios, unĆan sus lenguas. Ella dejĆ³ caer la
camisa al suelo y le lamiĆ³ el abdomen al hombre, Ć©l tenia una potente erecciĆ³n
en el pantalĆ³n que le marcaba un adorable tumulto en el jeans. Victoria lamĆa una tetilla,
luego la otra, subiĆ³ a la boca sintiendo como le apretaban el culo. Danilo estaba
amargado y falto de sexo, y de un solo jalĆ³n le arrancĆ³ la blusa daƱƔndole los
botones.
—¡no me
reclames! Ya resolveremos eso.
Y le
lamiĆ³ la superficie del seno, ella se quitĆ³ el sujetador y Danilo le olisqueĆ³
las tetas dĆ”ndole besos y lamidas. MetiĆ³ una mano dentro del pantalĆ³n tocĆ”ndole
el clĆtoris, Victoria cerrĆ³ los ojos y lanzĆ³ un gemido de caliente orgasmo, le
chupo un pezĆ³n, despuĆ©s el otro mientras la masturbaba con los dedos de la mano, ella
exclamaba como actriz porno.
Victoria
extasiada se apartĆ³ de Danilo:
—calma...
calma.
Danilo
saco la mano del pantalĆ³n mostrando los dedos llenos de un lĆquido corporal y
lo limpiĆ³ con la boca. Victoria controlando la respiraciĆ³n se abalanzĆ³ contra Ć©l, cayendo juntos en una silla. Le lamiĆ³ el cuello, bajo al pecho y se
detuvo en la entrepierna del macho.
—uf —dijo Victoria pasando el dedo por la verga del hombre, se la agarrĆ³ a travĆ©s
del pantalĆ³n frotĆ”ndola.
—ajaja,
asĆ, asĆ... AsĆ mamacita, sĆ”cala y chĆŗpala
Victoria
abriĆ³ la cremallera y saludĆ³ al gran monstruo con vellos rojizos, se posicionĆ³ para besarle la polla con los ojos cerrados.
La chupaba moviendo la lengua, pasĆ”ndola de un lado a otro de la boca. Danilo colocaba los ojos entrecerrados, jadeando. ParecĆa un seductor actor porno.
La chupaba moviendo la lengua, pasĆ”ndola de un lado a otro de la boca. Danilo colocaba los ojos entrecerrados, jadeando. ParecĆa un seductor actor porno.
Victoria
abrĆa la boca tragĆ”ndose entera la verga, Danilo aumentaba los jadeos, la mujer se concentraba en lamerle las pelotas llena de espesos vellos rojos. RegresĆ³ a la punta del pene y le lamiĆ³ la cabeza, en un solo instante sintiĆ³ el
caliente nƩctar del macho sobre la lengua.
...
Danilo
terminĆ³ llevando a la potencial y confianzuda secretaria hasta su departamento y
fornicaron como los animales, en la sala, cocina. Por Ćŗltimo la habitaciĆ³n,
donde durmieron hasta la maƱana siguiente, donde Danilo fue despertado por el
insistente timbre en la puerta.
—¡ay,
pero quien demonios toca asĆ!
SaliĆ³
de la cama en bĆ³xers dejando a Victoria durmiendo. El timbre seguĆa sonando,
seguro era una emergencia. CaminĆ³ a la sala y abriĆ³ asomando la parte superior
del cuerpo.
—¿quĆ©?...
Enseguida
recibiĆ³ un puƱetazo en la cara que lo hizo retroceder y caer, confundido vio la
imagen de Carlos frente a Ć©l.
—¡idiota!
Carlos
se riĆ³ con sarcasmo.
Danilo
intentĆ³ levantarse, pero Carlos lo devolviĆ³ nuevamente al suelo de un sonoro
puƱetazo.
Danilo mirĆ³ con odio y le gritĆ³ un insulto, su cuerpo fuerte y esculpido estaba siendo derrotado por ese abogado idiota, ademĆ”s estaba en bĆ³xers. Y Carlos, viĆ©ndolo de piernas abiertas le pateĆ³ los cojones.
Danilo mirĆ³ con odio y le gritĆ³ un insulto, su cuerpo fuerte y esculpido estaba siendo derrotado por ese abogado idiota, ademĆ”s estaba en bĆ³xers. Y Carlos, viĆ©ndolo de piernas abiertas le pateĆ³ los cojones.
La boca
de Danilo se abriĆ³ con una gran "O" cuando sus adoradas pelotas eran puestas
entre la punta del zapato y la pelvis, Ćŗnicamente pudo emitir un ronco gruƱido.
—¿te
doliĆ³ pelos de zanahoria?
Danilo
no respondiĆ³ nada, continuaba pĆ”lido en el piso agarrĆ”ndose los huevos. Carlos
se inclinĆ³ sobre Ć©l, lo levantĆ³ del pescuezo y lo lanzĆ³ contra el sofĆ”, el gran
Danilo cayĆ³ indefenso.
—¿quĆ©?
¿No te sientes tan fuerte como ayer?
Danilo
gimiĆ³, y Carlos le pego en la cara, al instante se centro en sus testĆculos, el
pelirrojo intentĆ³ defenderse, pero Carlos pudo apoderarse de las pelotas apretĆ”ndolas
con los dedos. Danilo se desesperĆ³ haciendo un quejido y contorsionando el
cuerpo.
Entonces,
lo soltĆ³ de las bolas, lo agarrĆ³ por el hombro y lo estampĆ³ contra la pared.
Danilo se pegĆ³ en la espalda y la cabeza quejĆ”ndose del dolor. Carlos furioso,
saltĆ³ en su entrepierna.
—¡AAAAARRRHHGGGGGG!
—con
esto aprenderƔs a no meterte conmigo, soy un hombre pacifico, pero violento si
tĆŗ lo quieres— y abandonĆ³ la estancia dejando a Danilo en el piso agarrando los
testĆculos que se amoratarĆan.
Amigo ya hiciste muchas de hombre vs hombre, ahora podrias hacer una mujer/hombre , algo asi como un torneo de karate mixto. O una discucion entre pareja que la mujer muestre qien manda agarrandole de los huevos
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