CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
-SEXO HETEROSEXUAL
Israel era el hijo de Marcos ChacĆ³n, naciĆ³ durante su juventud y en tiempo reciente fue que supo de su existencia, desde entonces el hombre quiso tener contacto con Ć©l y con sus demĆ”s hermanos, razĆ³n por la cual y otras Israel ahora vivĆa en casa de su padre y con sus demĆ”s hermanos, Pablo, SimĆ³n y Yenny, y aunque SimĆ³n ya estaba casado y vivĆa en otra casa desde unos meses hasta acĆ” habĆa tenido un problema personal con una mujer Diana, una actriz de telenovelas que laboraba en la misma empresa donde SimĆ³n tenĆa un programa de televisiĆ³n. Diana habĆa abusado de su poder en el canal y torturaba a SimĆ³n siendo su amante hasta tal punto de chantajearlo con su esposa, situaciĆ³n que tenia a SimĆ³n hasta la coronilla y habĆa ideado con Israel un plan.
Esa noche de Viernes estaban los 3 reunidos en una discoteca de esas oscuras donde Diana le encantaba estar con su amante de turno, ya que ambos eran personas de Ćndole pĆŗblica, debĆan ir a sitios seguros.
SimĆ³n le habĆa dicho a su esposa que irĆa a tomar unas bebidas Ćŗnicamente con su hermano, y a Diana le relatĆ³ que Israel estaba pasando por una mala situaciĆ³n y querĆa sacarlo a distraerse.
-de veras que todas tus telenovelas me han gustado -afirmaba Israel con un brillo en los ojos, obviando como su hermano bebĆa el trago y la bella Diana acomodaba su cabello.
-gracias, teleserie que hago, teleserie que es un Ć©xito -aclaraba sin modestia Diana
-deberĆas intentar ser villana.
-oh, no… creo que, nunca harĆa muy bien de villana.
“porque lo eres en la vida real” pensĆ³ SimĆ³n clavando la vista al techo.
Israel tenĆa ese extraƱo fulgor en los ojos que se le activaban cada vez que tenĆa una mujer en la mira.
-oh… mi celular...... es Claudia -aclaro SimĆ³n sosteniendo el mĆ³vil en vibraciĆ³n, se parĆ³ de la silla y se alejo de sus compaƱeros, pero no era su esposa quien lo llamaba: -, gracias por la ayuda hermana, vales un millĆ³n. Te quiero…
Sin embargo desde la mesa la pareja enmarcaba una conversaciĆ³n.
-¿te gusta mucho mi hermano SimĆ³n? -preguntĆ³ Israel
-Por supuesto -afirmĆ³ Diana, con el tono de voz de Dinorah Blanco, un personaje que habĆa interpretado en una telenovela.
-¿pero que te puede gustar de Ć©l? -dijo casi con fastidio Israel -mĆralo, es un guatĆ³n idiota, creĆdo, se beberĆa un veneno por su mujer... Es casi simple, yo creo que a ti te gusta la aventura, la aventura dura, al 1000 por 1000. Y esa aventura, no te la va a dar Ć©l, es muy…...... miedoso, aburrido dirĆa yo… abu-rri-do”
-me fascina como quieres a tu hermano -revelĆ³ con sorna Diana
Pero SimĆ³n volviĆ³ y hablĆ³:
-debo irme, Claudia me dijo que Vicente tiene fiebre.
-no te preocupes a los niƱos en esa edad les da mucha fiebre -aclarĆ³ con fastidio Diana
-no, Claudia, parecĆa preocupada, es nuestro hijo. Tengo que irme.
-te acompaƱo hermano.
-no hace falta… escucha, sĆ© que Diana querĆa salir y tĆŗ necesitas despejarte… yo me encargo de mi hijo, ustedes compartan un ratito aquĆ. ¿PodrĆan quedarse? Mientras veo que le sucede a Vicente.
-no tengo problema -dijo Diana
-bueno… puedes ir hermanito, yo cuido a Diana -sonriĆ³ Israel mostrando sus potentes dientes blancos.
SimĆ³n tambiĆ©n sonriĆ³, intentĆ³ darle un beso en los labios a Diana, pero ella moviĆ³ la cara y el beso fue plantado en la mejilla. SimĆ³n se despidiĆ³ de su hermano y saliĆ³ del lugar.
...
En otro lugar de la ciudad Pablo ChacĆ³n era aventado contra una cama, con los huevos hinchados, caĆa con fuerza y con cara de dolor. Otto vestĆa unicamente la camisa de trabajo mientras estaba con los gruesos muslos desnudos, se subĆa sobre el joven.
Otto besaba tranquilamente la espalda gruesa y fuerte de Pablo, el muchacho lanzĆ³ un gemido entre placer y dolor el hombre de alrededor 50 aƱos lamia suavemente presentĆ”ndose en contraste con aquel hombre recto y cruel que era cuando destripaba sus testĆculos.
ComenzĆ³ a moverse el colchĆ³n, entre las piernas abiertas de los 2 hombres, los testĆculos del mĆ”s joven, rebotaban contra el aire, hinchĆ”ndose.
6 Horas antes.
Hace un tiempo atrĆ”s, Otto le habĆa propuesto laborar en una empresa como luchador de pelea erĆ³tica a Pablo, pertenecerĆa a la orden de luchadores no famosos y no tendrĆa problemas en que su familiares o amigos lo supierans a menos que fueran al sitio donde se desarrollaba la lucha. Finalmente Pablo se decidiĆ³ a ir a un casting acompaƱado de Otto a la sede de Guerreros de la Arena.
-bueno, quĆtate la ropa hasta quedar en bĆ³xer -le dijo uno de los luchadores reconocidos de la empresa llamado Asier.
Pablo lo habĆa visto muchas veces mediante videos. Y comenzĆ³ a quitarse lentamente la ropa hasta quedar Ćŗnicamente con un ajustado calzĆ³n blanco, donde su pene se veĆa ladeado a la derecha y sus sanas bolas le colgaban entre las piernas.
-¿estas preparado muchacho?
-sĆ.
Otto se sentĆ³ en un mueble para presencia la rica escena que presenciarĆa, estaban en la oficina donde se realizaban los casting para medir que hombre era aceptado o no en la empresa Guerrero de la arena.
Assier lanzĆ³ a la entrepierna del joven un dura patada que lo hizo quedar sin aliento, cayendo sĆ³rdidamente al suelo rodando lado a lado, aferrando la mano a los huevos, sin mirar como Otto sonreĆa placentero con el pantalĆ³n levantado por la gran vara que se erguĆa entre sus piernas. Asier no perdiĆ³ tiempo, y se inclinĆ³ sobre Pablo, paso su mano por el duro abdomen sorprendiĆ©ndose al bajar la mano y tocar la erecciĆ³n y bajo ella unas grandes pelotas, se apoderĆ³ de ellas.
El muchacho lanzĆ³ un grito arrugando la cara. El hombre rudo que estaba inclinado sobre Ć©l, le tensĆ³ los huevos hacia las rodillas.
Otto sin vergĆ¼enza alguna masajeaba sus genitales, tras minutos de ver mĆŗltiples patadas, rodillazos y golpes en los testĆculos de aquel muchacho, pues se sentĆa en familia era muy amigo de Asier y del jefe de Guerreros de la Arena.
En aquel momento, Pablo estaba doblado contra la pared, apretando los labios, con las piernas abiertas y apoyĆ”ndose en sus rodillas. Su polla seguĆa dura, y Asier con las manos largas, le apretĆ³ los huevos vulnerables. El muchacho comenzĆ³ a gemir en voz alta, retorciĆ©ndose en el aire.
Sus gemidos se hicieron mĆ”s terminantes y su polla temblĆ³ sin control, los ojos de Pablo se perdĆan en el aire, mientras sus bolas seguĆa destripadas y la polla ricamente parada, dura, venosa, su espalda se arqueĆ³ en general todo su cuerpo se tensĆ³ cuando la estimulaciĆ³n alcanzĆ³ un punto crĆtico. Asier sentĆa como los testĆculos se elevaban, el falo sin demorar mas tiempo mojĆ³ la tela del calzĆ³n de semen pegajoso, una mancha larga y vergonzosa que a Otto lo deleitĆ³. Pablo exhalĆ³ un largo gruƱido sintiendo que Asier le apretaba las bolas como si fueran de goma, sin poder retener mojĆ³ mĆ”s la prenda.
-ahhhhh -soltĆ³ con alivio Pablo, cuando Asier le soltĆ³ los testĆculos y se redujo a nada en el suelo, sobando sus huevos acurrucados.
Asier caminĆ³ hasta la mesa oliĆ©ndose la mano. Otto se levantĆ³ de la silla, con el pene crecido subiendo la costura del pantalĆ³n.
-te felicito -le dijo a Pablo -has estado encantador, fascinante, rebosante, esplendido, ojalĆ” te acepten, de lo contrario… te reventarĆa las bolas esta noche por inĆŗtil.
Pablo gimiĆ³ sin decir mĆ”s.
-ven, te llevare al mueble.
Otto se inclinĆ³ para ayudar a levantar a Pablo, lo agarrĆ³ de la cara y le dio un beso en los labios, Asier sonriĆ³ con la escena.
Pero todo eso cambiĆ³ cuando Assier hizo volar por el aire un objeto contundente a las bolas de Pablo, enseguida el chico gruƱo y cayĆ³ de rodillas de nuevo al piso, boca abajo, acurrucado sin fuerzas. Se oyeron risotadas de los 2 hombres en el recinto.
Otto volviĆ³ a sentarse con el hombre que se encargaba de reclutar hombres para la empresa, argumentĆ³ que necesitaba masturbarse y drenar aquella emociĆ³n, Pablo continuĆ³ en el suelo acariciando sus pelotas, lanzĆ³ un tremendo suspiro de cansancio; sintiendo como si sus cojones fueran a explotar dentro del escroto.
A los pocos minutos, Pablo ya estaba sentado en un sillĆ³n, sin poder oĆr los susurros de los hombres, habĆa ido cojeando hasta allĆ, y continuaba masajeĆ”ndose los huevos. Pronto Otto tomo un papel y con un lapicero garabateĆ³ sobre Ć©l. Camino con alegrĆa hacia Pablo y le dijo:
-te ha aceptado y este es tu contrato, puedes leerlo, ya firmĆ© por ti, no hay ningĆŗn problema. Podemos ir a celebrar… en mi casa.
...
En otro lugar alejado, Israel estaba danzando en una cama con Diana, la protagonista de telenovelas.
Acostados en la cama Diana lamia su cara y recorriĆ³ con su lengua desde el cuello hasta su pene para tragarse aquel trozo largo de carne. Era delicioso el sabor salado del falo de aquel macho, parecido o igual al que hasta esa noche fue su amante SimĆ³n.
Los dedos del hombre acariciaban los cabellos de la mujer, deleitado.
AcomodĆ”ndose sobre el colchĆ³n en aquel cuarto de hotel Israel apuntĆ³ su verga directo hacia la vagina de Diana, y la bella mujer empezĆ³ a sentir como aquel garrote iba entrando dentro de ella, sin hacer pausas pero lento. Cuando logrĆ³ estar dentro de ella, la tomo de la cadera para empujarse mĆ”s y mĆ”s.
-ahhh, ayyyy, ahhh.
Tarde o temprano la espesa leche de Israel se perderĆa dentro de Diana.
Horas mĆ”s tarde, Israel y SimĆ³n tenĆan una conversaciĆ³n por llamada telefĆ³nica:
-te aseguro hermano, que nuestro plan saliĆ³ perfecto este noche. A partir de ahora Diana ya no se acordara de ti sino de mi. No queda mas que Gracias.
SimĆ³n sonriĆ³ sereno colgando la llamada, mientras Claudia comenzaba a despertarse.
-todavĆa sigues despierto -comentĆ³ ella.
-querĆa ver mi programa, pero si, ya tengo sueƱo -asegurĆ³ el apagando el televisor y dando media vuelta para abrazarla.
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