Ballbusting en Final Fantasy VIII (parte 4) - Las Bolas de Pablo

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20 oct 2011

Ballbusting en Final Fantasy VIII (parte 4)

Esta historia tiene relaciĆ³n con:  http://lasbolasdepablo.wordpress.com/2011/07/15/ballbusting-ff3/

Los testĆ­culos de Zell dias despues volvieron a su tamaƱo original, fue dado de alta de la enfermeria, nadie habĆ­a vuelto a ver a Seifer en esos meses, estaba perdido de Balamb y el miedo invadia a todos los hombres enemigos de Ć©l, una tarde Irvine tuvo una idea, que no fue del nada mala.

"machos, podriamos todos, dormir juntos en una habitaciĆ³n, los tres, asi nos cuidamos todos"

"si, joder" dijo Zell "tres cabezas son mucho mejor que una, con los 3 juntos, Seifer no nos podra hacer daƱo"

"caso resuelto" dijo Squall "mudaos los dos a mi habitacion"

Fue cuestiĆ³n de toda la tarde en que Zell e Irvine trasladaran sus objetos a la habitacion de Squall que dormia solo y tenia la habitaciĆ³n mas grande por tratarse del Comandante del jardin de Balamb, tampoco tenia que pedir permiso a nadie para meter en su habitacion a alguien.

Al caer la noche, los tres hombres se hallaban juntos en la habitaciĆ³n

"buenas noches machos" deseo Irvine acomodĆ”ndose en su cama
"buenas noches" respondieron los otros dos

Irvine no tardo en dormirse, Squall, penso por un rato sobre la desaparicion de Seifer, Zell cerro los ojos pero no se durmio, Fue casi a las 12:10am que los ronquidos de Squall llegaron a la cama de Zell, sin embargo el muchacho espero unos minutos mas para ejecutar algo que invadio su mente y deseaba hacer desde hace mucho tiempo, por varios motivos. A la 1y35am, se paro silenciosamente de su cama y camino hasta la cama de Squall, con cautela le quito la sabana con que se arropaba descubriendo su cuerpo silenciosamente musculoso, su polla estaba apuntando a la derecha y sus bolas reposaban entre sus piernas, tembloroso logro bajarle el boxer hasta la rodilla, se paso la lengua por los labios y sintio su saliva, estaba muy ansioso, se inclino hasta el pene de Squall.

"¿que haces?" se despertĆ³ Squall asustado al sentir la boca caliente de Zell sobre su pene

"estate tranquilo" dijo Zell sacandose el miembro de la boca "te compenso por lo de la otra vez... cuando estaba en la enfermeria y me masturbaste"

"pero... pero..."

"tranquilo, o despertaras a Irvine"

Squall se recosto en la cama, mientras Zell le pasaba la langua por los pezones endurecidos. Sin necesidad de moverse mucho, el rubio con delicadeza quito el boxers a Squall que yacĆ­a sin moverse sobre la cama, disfrutando de la lengua de aquel muchacho, la lengua visitaba cada espacio del flaco pero amusculado cuerpo de Squall. Zell lentamente se dirigiĆ³ hacia la entrepierna de Squall que recibio un estimulante masaje del gloton musculoso.

El pene de Squall empezo a endurecerse mostrando los 19 centimetros de lo que era dueƱo.

"¡Oh Zell! GimiĆ³, poniendo sus manos en la cabeza del rubio acariciandole el cabello.

Los dos estaban ahora frente a frente, sin aliento, mirandose. Zell acariciaba el cuerpo de Squall, que no hacia mas que estar sumiso, dejandose tocar el pecho y las piernas por varios minutos. Con el contacto, el pene de Squall empezo a emanar lĆ­quido preseminal. Zell lo miro, e interiormente se sintio excitado, aproximo su mano al pene de Squall y con fuerza empezo a masturbarlo, tal y como el lo hiciera meses atras en la enfermeria, Squall gritaba, mientras que la mano que lo estimulaba se llenaba del pre liquido.

Con la masturbacion rĆ”pida, la mano de Zell chocaba con los testiculos de Squall haciendolos rebotar. Eran verdaderamente grandes. Mientras que Squall acariciaba suavemente el cuello de Zell no se habia fijado que este le miraba las bolas, Zell recordando lo mucho que lo hizo sufrir en la enfermeria, pero volvio a meter el pene de Squall en su boca, la cabeza de la polla chocaba con la garganta del fuerte rubio. Squall con fuerza movio las caderas empujando al maximo su pene contra la boca de Zell, que lo chupaba como un caramelo gimiendo de placer.

Squall arqueĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s en respuesta al Ć©xtasis, pero sintio algo caliente y pegajoso en una de sus piernas, y miro hacia abajo, Zell habia empezado a eyacular su semen blanco, que salia de su pene con un delicado hilo, Squall se excito aun mas y movio con mas fuerza su cadera sobre la boca del hombre.



Zell sentia como las bolas de Squall chocaban contra su barbilla, volvio a recordar la vez que estuvo acostado en la enfermeria con las bolas hinchadas y Squall le triplico el dolor al masturbarlo, era el momento que Squall en plena excitacion sexual sintiera dolor, cerro el puƱo y le pego en los testiculos, lamento profundamente no tener puestos sus guantes de lucha. Squall se sobresalto, gimio del placer con una alta mezcla de dolor que fue revelando en su atractivo y duro rostro, Zell no dejo de chupar su pene. Una vez mĆ”s el puƱo fornido de Zell impacto en los huevos colgantes de espadachin, Squall abrio mucho los ojos que estaban vidriosos a punto de soltarle unas cuantas lagrimas.



Sin avisar, Zell conecto ocho golpes duros en los testiculos a quien le chupaba la polla, Squall rodo a un lado de la cama acurrucandose en posicion fetal sobandose las golpeadas bolas, Zell miro a Irvine que dormia placidamente en la cama, al parecer el sonmifero que le habia dado hizo mucho efecto. Sonrio con mas satisfaccion al ver como Squall se quejaba del dolor que le causaban sus propian grandes y esfericas bolas.

Squall estaba adolorido en la cama, confuso, no sabia por que Zell lo excitaba, y despues le pagaban en la zona de su cuerpo, donde mas le dolia cada ataque, no se acordaba que el mismo dolor Ć©l se lo causo semanas antes, tratĆ³ de levantarse y salir de la cama, coloco una pierna en el suelo, y abrio la otra pierna para bajarla al piso.

¡Puff! fue el sonido de el pie desnudo de Zell al chocar con los esfericos testĆ­culos. Squall se levanto en el aire y cayo de espalda en la cama, con su cara retorcida de dolor y angustia, Zell sonrio y sentia los dedos de sus pies latiendo al entrar en contacto con las 2 bolas, el guerrero dominado, emitia ruidos cortos quejandose ¡puff! el talon de Zell cayo en los huevos de Squall haciendo un ruido mas fuerte que el primer golpe y provocandole un daƱo mas mortal al muchacho que casi siempre vestia de negro.

Zell no tenia piedad por Squall se acosto junto a Ć©l, y antes de que el muchachos protegiera sus testiculos, se los apreto en la mano, Squall sentia que moriria con cada nueva compresiĆ³n a sus bolas. Squall gemia cada vez mas lento para tratar de despertar en vano al drogado Irvine, pero el luchador Zell, el mas fuerte del equipo apretaba las bolas con todo el valor que podia, queria hacer que Squall sufriera tanto o mas como el sufrio.

Squall pensaba que si la unica manera de que su traidor amigo lo dejara en paz era fracturandole un testĆ­culo ¡entonces que se le quebraran las bolas! pero deseaba que lo soltase.



Los dedos de Zell se llenaron del semen de Squall que salia de su pene y bajaba por su tronco. Blanco, lento y pegajoso.

¡Puff! ¡puff! era el sonido de los puƱetazos a la bolas de Squall. El muchacho gritaba y se retorcia de dolor, su polla latĆ­a sin parar soltando mas y mas, muchos chorros de leche. Zell solto los testiculos de Squall mas por el cansancio que por la clemencia de Squall para que lo soltara, se bajo de la cama de squall y gateando, se fue a la suya, respirando pesadamente, Squall se doblo en la cama sobandose las bolas, acostando en su cama y cada vez que rodaba en ella se llenaba de su propio semen. Zell se durmio rapidamente, estaba cansado y seguro de que Squall no tomaria represalias, con esos golpes no se pararia en muchas horas.

Al amanecer Irvine se desperto, vio el culo desnudo de Zell, era grande y carnoso, el fortachon dormia placidamente, miro a Squall, que tambien dormia como bebe, estaba desnudo tambien, con las piernas abiertas, su polla estaba flacida hacia un lado, pero sus testiculos, estaban hinchados enormemente. Irvine salio de la habitacion ajustando su erecto pene en el pantalon. Horas despues Zell se desperto, miro a la cama de Irvigne y este ya no estaba, al tratar de voltear la cabeza hacia la cama de Squall, unas fuertes manos se apoderaron de sus testiculos desnudos.

Zell abrio la boca en "O" todo el aire se escapo de sus pulmones, era Squall que estaba encima de Ć©l apretandole las bolas con su mano.

"me duelen los huevos" dijo Squall "¿que fue eso de anoche? ¿que te crees?" y apreto con toda la fuerza que pudo reunir

"eso... eso..." trataba de hablar Zell. Squall aflojo el aprete de sus bolas, pero las seguia comprimiendo ligeramente "eso... era mi venganza... yo... en la enfermeria... tu... me.... masturbaste... mi bolas... estaban... hinchadas... y tu..."

"tienes razon Zell... estamos a mano" dijo Squall, sonrio dulcemente y le comprimio muy duro las bolas a Zell, segundos despues, solto los testiculos de su mano, y Zell se acurruco en la cama sobandolos "... que tengas buen dia" dijo Squall, y salio de la habitacion caminando lentamente.

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