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Luego de que Antonio descubriera que Alfredo y Pablo aun seguĆan juntos como pareja, entro en cĆ³lera y planeo una segunda tortura esta vez peor y definitiva para Alfredo. Su amigo Miguel se negĆ³ en ayudarlo, por tanto Armando y Ć©l se dedicarĆan a realizar el plan.
"si me ve a mi, peleara como los buenos" dijo Antonio "es mejor que tu te acerques a Ć©l y yo lo duerma. A ti, nunca te ha visto conmigo" explico, pues Alfredo sabia que alguien ayudaba a Antonio, pero no sabia de quien se trataba "yo me encargo de dormirlo, y tu le pegas... lo odio tanto, si Pablo jamĆ”s lo hubiera conocido estarĆamos juntos todavĆa"
"te entiendo" dijo Armando "esos hombres ChacĆ³n, despiertan pasiones"
"lo dices por ¿Marcos ChacĆ³n?"
"Si..."
"tu caso es distinto, el seƱor ChacĆ³n es heterosexual y ama a su... mujer"
"pero en la ocasiĆ³n que lo conocĆ, pensĆ© que no era heterosexual"
"lo hizo por su hijo, por curiosidad..."
"si..."
"¿todavĆa piensas en ese viejo?"
"Si. Es extraƱo como actĆŗa el cerebro y los sentimientos en uno"
"si..."
Armando sonriĆ³ de simpatĆa "el otro ChacĆ³n tambiĆ©n es atractivo, el hermano, el que se caso con la muchaha del noticiero, Claudia"
"si, sin duda los genes de esa familia son privilegiados. ¿Desde cuando conoces a Claudia?"
"Desde que era asĆ de alta" sonriĆ³ Armando mostrando con la mano la estatura de un niƱo "siempre me encargaban los eventos de su familia"
"sin duda que su esposo, SimĆ³n, la harĆ” feliz en las noches"
"como cualquier ChacĆ³n" aposto Armando deteniĆ©ndose a pensar en Ć©l manteniendo relaciones sexuales con un imaginario Marcos ChacĆ³n
"volvamos a Alfredo, quiero que aprenda la lecciĆ³n" dijo Antonio
Pasados unos dĆas y el plan se puso en acciĆ³n de la mano de los dos dementes.
Alfredo salĆa del interior de su casa cuando escucho un tubo que chocaba por el suelo, un disfrazado Armando, ciego, caminaba hacia el.
"buenas tarde" saludo mirando al cielo con sus gafas oscuras "¿quien esta ahĆ? ¿SeƱor? ¿SeƱora? ¿NiƱo?
"¿dĆgame?" hablo Alfredo con su voz ronca
"ah, seƱor ¿podrĆa darme alguna propina para irme en taxi a mi casa?" pregunto el ciego
Alfredo miro al cielo con cara de fastidio, abriĆ³ las piernas, gran error para Ć©l, y busco en el bolsillo de su pantalĆ³n la billetera, alejado algunos pasos de Ć©l, tras unos arbustos Antonio preparaba el liquido somnĆfero en un paƱuelo. Mientras Alfredo buscaba algunas monedas el supuesto ciego que preparaba su estocada.
"aquĆ tiene seƱor" dijo Alfredo inclinĆ”ndose ante el hombre. Demasiado tarde para reaccionar cuando desprevenidamente, el tubo del ciego subiĆ³ entre sus piernas y le pego de lleno en los testĆculos. Alfredo exclamo un grito de horror y cayo al suelo haciendo ruido junto con las monedas que cayeron rodando por todos lados. Antonio llego corriendo hasta Ć©l para doparlo con el paƱuelo sobre la cara. Armando empezĆ³ a tantear en los bolsillos del hombre hasta encontrar las llaves de su pequeƱo auto para subirlo a el.
"lo van a secuestrar. Auxilio, ¡lo van a secuestrar!" saliĆ³ corriendo del interior de una casa vecina una mujer "lo estĆ”n secuestrando. ¡Auxilio!"
"puta" grito Armando insultƔndola y montƔndose en la parte delantera del automovil junto con Antonio
Iniciaron la huida con el automĆ³vil a mucha velocidad
"esa desgraciada nos va a acusar con la policĆa" dijo entrando en pĆ”nico Armando
"eso no me importa" dijo con amargura Antonio "despuƩs que le haga lo que le tengo que hacer a este desgraciado, veremos que hacemos, a fin de cuenta, tu estas disfrazado y yo no. Me echaran de cabeza a mi, no a ti, nunca diria quien fue ese ciego"
Armando lo miro con preocupaciĆ³n, Antonio se estaba cegando de odio.
Llegados al galpĆ³n de Armando, Antonio le explico a su cĆ³mplice como seria la manera en que efectuarĆa la tortura a Alfredo. Armando mas se sintiĆ³ asustado al escuchar las palabras de Antonio, sin duda alguna se estaba desquiciando, pero acepto las palabras del muchacho.
Desnudaron al fuerte rubio tal y como la primera vez, sus testĆculos ya estaban de tamaƱo y color normal, buscaron la postura como Antonio querĆa que lo dejara.
Alfredo fue colocado contra una mesa, con el pecho y la cabeza pegado contra la madera, y sus brazos atados a las esquinas del objeto, con las piernas abiertas contra las patas de la mesa
"¿que planeas?" pregunto Armando al ver la postura del hombre de espalda a ellos, con el culo atractivo, y las bolas colgando entre sus piernas atadas y abiertas.
"que aprenda la lecciĆ³n"
Como la vez anterior Antonio espero que Alfredo volviera en si, al hacerlo, Armando se alejo de los hombres para presenciar la escena desde lejos para endurecer su pene y masturbarse en silencio
"te dije que te alejaras de Pablo" fue la seca bienvenida que Antonio le dio a Alfredo
El hombre al verlo entro en pĆ”nico y trato de liberarse de la atadura de la mesa, pero no podĆa, tenia la cara y el pecho pegado a la tabla, mientras que las caderas y la parte inferior del cuerpo, desnuda, estaba de pie y con las piernas al suelo, tenia una mordaza en la boca que le impedirĆa gritar. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas al sentir el terror, y su corazĆ³n empezĆ³ a latir con violencia dentro de su pecho, estaba perdido.
Antonio se acerco a la espalda gruesa y desnuda de Alfredo, paso el dedo por su torso y lo bajo hasta las nalgas, la palma de su mano las masajeo y acaricio su torso, para luego pasar haciƩndole cosquilla por el perineo y apoderarse de sus huevos.
"Aaaaggh" intento gritar Alfredo cuando la mano apretĆ³ sus huevos
"te dije de buena manera que te alejaras de Pablo" explicaba Antonio "pero NO. Ahora resiste esto" dijo apretando los huevos con la mano hasta hacerlos crujir, Alfredo bajo la mordaza gritaba sin cesar.
Antonio se carcajeo el muy demente. Y finalmente puso en libertad los testiculos del hombre. Antonio se arrodillo a la altura del trasero de Alfredo y sus manos se acercaron a las gordas bolas del hombre torturado. Alfredo apretĆ³ los dientes y respiro profundo dispuesto a soportar el dolor que renacerĆa en su cuerpo. La palma de la mano de Antonio choco contra sus bolas, por tanto el cuerpo de Alfredo dio un salto del impulso del golpe, Alfredo doblaba la cara lleno de dolor. Otra vez repitiĆ³ el golpe, esta vez golpeando mĆ”s duro. Alfredo gruĆ±Ć³ amordazado, gruesas lĆ”grimas bajaban de sus ojos a la cara.
Antonio continuo golpeĆ”ndole los testĆculos con la palma de la mano durante varios segundos, Armando consulto su reloj y le pareciĆ³ que habĆa transcurrido un minuto desde el primer golpe con la palma de la mano a las bolas de Alfredo, cada nuevo golpe mas fuerte que el anterior. Alfredo gruƱĆa para no ponerse a llorar.
"espero que con lo de hoy, en tu sucia vida te acerques a Pablo" dijo Antonio deteniĆ©ndose para coger aire. Cerro el puƱo y se arrodillo entre las piernas de Alfredo, con el puƱo cerrado lo estrello en los huevos con un golpe salvaje ¡paff! Alfredo intento lanzar un gritĆ³ y trato en vano de cerrar las piernas
Antonio abriĆ³ la mano y apretĆ³ en ella las pelotas de Alfredo. Desesperado el hombre empezĆ³ a batirse sobre la mesa, Antonio sonreĆa con malicia y satisfacciĆ³n apretando sus bolas como una barata pelota de goma, mientras que el fuerte hombre se retorcĆa desesperado de dolor. 15 segundos despuĆ©s, le soltĆ³ las pelotas y escucho como Alfredo respiraba con fuerza, casi gimiendo, sin animos, moribundo.
"escucha lo que te digo, no te acerques mas a Pablo" declaro Antonio alejƔndose cortos pasos de la espalda de Alfredo
Con un golpe resonante el pie de Antonio se estrellĆ³ en las pelotas de Alfredo que salto de reflejo y dolor, Alfredo con la cara contra la mesa abriĆ³ los ojos mientras sus bolas eran aplastadas por el ataque despiadado de Antonio.
Antonio se acerco a el y le coloco la mano en el torso, Alfredo estaba temblando, respirando profundamente y con terror, pero Antonio volviĆ³ a retroceder y volviĆ³ a patearle los cojones, entonces Alfredo grito con desespero, pero la mordaza en la boca le impedĆa cualquier grito al exterior de su cuerpo. Una vez mĆ”s duro, el pie de Antonio aterrizo a toda velocidad sobre las bolas de Alfredo y las clavĆ³ con fuerza contra la pelvis. Alfredo gritĆ³ soltando todo el aire que habĆa reunido su pecho.
"ves, despuƩs de esto, no creo que seas capaz mas nunca en tu vida de coger. Ahora dƩjame el camino a mi, ya no serƔs nada para Pablo. Ni hombre seras"
A continuaciĆ³n Antonio procediĆ³ a bajarse los pantalones y sacarse su polla dura y erecta, la masajeo con Ć©xtasis, y clavo su vista en el culo de Alfredo, pero las bolas colgantes llamaron su atenciĆ³n, se inclino para tocarlas, estaban hinchadas, pero para desgracia de Antonio, todavĆa seguĆan intactas a pesar de sus brutales golpes.
"pedazo de mierda" insulto.
Un golpe rotundo fue el que recibiĆ³ las bolas de Alfredo cuando Antonio le pego un puƱetazo al impulsar su brazo como si fuera un bate, Alfredo rugiĆ³ de dolor sobresaltando su cuerpo, deseaba que lo soltasen y dejarse caer al suelo y sobar por dĆas sus bolas. Antonio por su parte empezĆ³ a pasar la mano por el trasero carnoso de Alfredo
"¿quien habrĆ” probado estas nalgas tan ricas? ¿SerĆ© yo el primero?
A pesar el dolor testicular, el cuerpo de Alfredo empezĆ³ a experimentar otro nuevo dolor, el de Antonio penetrĆ”ndolo por el ano, cerro los ojos odiando profundamente a Antonio, lo habĆa humillado por completo
"eres una perrita" se burlo Alfredo "tan macho que te la das y no eres virgen, seguro repartĆas culo al primero que veĆas perrita..." y siguiĆ³ penetrĆ”ndolo con Ć©xtasis. A espaldas de ambos Armando estaba en pleno clĆmax observando la escena.
La mano de Antonio estaba sobre las caderas de Alfredo, penetrĆ”ndolo con fuerza, Antonio escucho en susurros gemidos de dolor de Alfredo y sonriĆ³ con aun mĆ”s malicia. Alfredo lloraba de humillaciĆ³n, le habĆan pegado en las bolas hasta el cansancio y ahora le perforaban el trasero como si fuera un animal, si salĆa vivo de allĆ jurĆ³ que tomarĆa venganza por su mano, lloraba lastimosamente por vergĆ¼enza. Antonio en cambio se mostraba fuerte y orgulloso, imponente al penetrar al hombre que se creĆa superpoderoso al salir con Pablo. Pero era nada ante una patada en las bolas.
Varios segundo despuĆ©s Antonio se movĆa como animal furioso sobre Alfredo hasta que finalmente el hombre rubio sintiĆ³ un lĆquido caliente que salĆa del pene de Antonio y lo mojaba por dentro.
"se buena perra y quĆ©date quieto" dijo Antonio al separarse del cuerpo de Alfredo, se alejo unos pasos del hombre y le metiĆ³ la patada mas potente y certera que le habĆa dado en toda esa hora. Alfredo salto y grito de dolor al recibir la terrible patada en las bolas, mientras Antonio caĆa al suelo para reposar de su orgasmo que aun con la patada incremento su eyaculacion de semen.
Nuevamente alejados del galpĆ³n el seƱor Marcos ChacĆ³n llamo por celular a Pablo
"... ya esto es una falta de respeto Pablo" decĆa molesto el seƱor ChacĆ³n
"pero papa, no tengo la mĆnima idea de donde este Alfredo, no se"
"lo voy a despedir Pablo, y no quiero escuchar nada de tu parte"
"pero papa"
El automĆ³vil de Alfredo fue dejado de nuevo en el frente de su casa, Antonio se bajo se el y vio a la misma vecina que habĆa salido gritando del interior de una casa
"si esto fuera un secuestro" le dijo Antonio "¿para que traer de nuevo el auto a casa? ingenua" e insultĆ”ndola, abandono la calle
La mujer se sintiĆ³ mas tranquila, pero tan pronto viera a su vecino le preguntarĆa por ese extraƱo acontecimiento de la tarde. Ćnicamente que no se habĆa percatado que Alfredo estaba inconsciente en el interior de su automĆ³vil. Cuando se hubo despertado, su cuerpo estaba adolorido, en especial sus testĆculos, estaba sudando a chorros, debido al calor del automĆ³vil, al salir de allĆ, observo que la calle estaba casi solitaria debido a excepcion de varios niƱos jugando calle abajo. Camino con lentitud agarrando sus testĆculos, entro a la casa y dejo la puerta cerrada pero sin seguro. Tenia una idea, llamo a Pablo a su celular
"no me preguntes, donde estaba" le dijo "¿podrĆas venir de inmediato a casa? por favor... estarĆ” la puerta abierta y estarĆ© en mi habitaciĆ³n"
Tan pronto Pablo saliĆ³ de la clase que veĆa en la universidad fue hasta la casa de Alfredo, entro al interior sin problemas y encontrĆ³ en la habitaciĆ³n al joven, acostado en la cama con el rostro con una mueca de dolor y una sabana cubrĆa la parte inferior del cuerpo
"mi padre, esta furioso contigo ¿te sientes mal? ¿donde estabas? ¿que te pasa?"
"Debo mostrarte algo, pero jĆŗrame, jĆŗrame Pablo que te quedaras tranquilo y no harĆ”s nada loco, jĆŗramelo"
"¿de que se trata?" pregunto Pablo asustado por la voz de preocupaciĆ³n de Alfredo
"jĆŗramelo..."
"te lo juro, no hare nada..."
Alfredo bajo la sabana de su cuerpo, estaba desnudo y Pablo abriĆ³ los ojos de sorpresa al verlo desnudo pero con las bolas hinchadas y rojas
"¿pero que...?"
"Fue Antonio..."
"¡¿que?!"
"Fue Antonio"
"lo voy a matar"
"no Pablo... me juraste que no harĆas nada"
"pero Alfredo"
"Pablo por favor"
"¿como sucediĆ³?"
"esta es la segunda vez que lo hace, la primera vez te mentĆ, fue la tarde esa que desaparecĆ y te mentĆ diciendo que estaba con una vecina..."
En seguida Alfredo empezĆ³ a relatar las dos historias de su tortura, Pablo escucho atento pero su cara mostraba el mas infinito odio y preocupacion por su pareja que odiaba todo lo referente al ballbusting
"llamare a mi padre, y le dirƩ que venga" dijo Pablo cuando hubo Alfredo terminado de relatar su historia
"no lo hagas, me dara pena"
"tiene que verte, si me has hecho jurar que no haga nada, ahora tu, obedeceme a mi"
...
El seƱor Marcos al llegar a la casa se sorprendiĆ³ al ver el tamaƱo de los testĆculos hinchados de Alfredo. Se mostro decepcionado al oĆr la historia
"Pablo debes quedarte quieto. Ese tipo lo que demuestra es estar loco" dijo el seƱor Marcos luego de oĆr las historias
"esta loco papa, quiero... quiero matarlo"
"no Pablo" regaƱo el seƱor Marcos "lo que debes hacer Alfredo, es ir con un medico y luego denunciarlo a la policĆa"
"no lo hare... eso seria demostrarle miedo"
"debes hacerlo"
"no"
"no quiero que te ataque de nuevo Alfredo, ve a la policia, vayamos" dijo Pablo
"no lo harƔ, y si lo hace, tendrƩ mas cuidado, lo juro"
"no Alfredo"
"pues no lo denunciare"
El seƱor Marcos se fue de la casa, conmocionado aun por lo sucedido con Alfredo, no habĆa duda de quien ayudaba a Antonio era el psicĆ³pata de Armando, sintiĆ³ miedo por su hijo Pablo, entre tanto Pablo se quedo con Alfredo cuidĆ”ndolo aplicĆ”ndole hielos y cremas a su hinchazĆ³n, no logro convencerlo de que hiciera una denuncia. Pero si le enviĆ³ en secreto un mensaje de texto a Antonio
"la prĆ³xima vez que te metas con Alfredo, te juro que te arrepentirĆ”s, te lo juro" Fue lo que leyĆ³ Antonio y no pudo mĆ”s que encolerizarse al leer el mensaje, Pablo amaba mucho a Alfredo
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