El Heredero (4/6): ¡eres hombre y tienes huevos! - Las Bolas de Pablo

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8 sept 2012

El Heredero (4/6): ¡eres hombre y tienes huevos!

Allí, olvidado en la habitación de Alan, entre los cajones, estaba guardado un cuaderno del joven, con un escrito escalofriante que había hecho años atrás cuando cursaba el bachillerato, era de la clase de psicología, cuando el profesor ordenó a sus alumnos escribir un pensamiento que los motivase en el futuro, quizás si el padre de Alan hubiera hurgado ese cuaderno, y leído la nota, hubiera evitado tantos hechos que ocurrían en el presente, formando un negro futuro. He aquí la nota que había escrito Alan a sus 15 años:

<<Tomar el control sobre los que me guían y sobre los débiles es lo que mas deseo, no para hacer daño o destruir los proyectos de otros, sino para tener el completo control de todo lo que me rodea. Para así realizar mis sueños sin ningún inconveniente o algo que me haga tropezar o desviarme de mí objetivo principal en el que estoy trabajando y viendo crecer cada día, semana, mes, años. Cada tiempo que pasa.

Formar parte del negocio familiar para mas adelante apoderarme del común esfuerzo, pasión, dinero, corazón, ese es mi objetivo. Se podría decir que mi objetivo, deseo o sueño, se convertirá en una ambición a futuro>>

Curiosamente de todos los cuadernos de Alan en el bachillerato, este era el único que conservaba. Y Alan era hoy el dueño de todo el emporio familiar. Ya se había desecho del hermano menor Henry, corriéndolo de casa, aun convivía con su hermano Aarón, que era fácil de manejar, súper manipulable. Entrando mas en la adolescencia de Alan, acá un pasaje del pasado.



“me comí mi chocolate” había dicho Alan que apenas tendría 15 años “¿me darías el tuyo Henry? No te lo puedes comer todo”

Henry que contaría con aproximadamente 4 años lo miro detalladamente, tenia la barra de chocolate en la mano, y viendo como su hermano se acercaba a él, el niño escupió su chocolate, Alan lo miro con asco.

“¿Por qué hiciste eso Henry?”

“¡mío!” se limito a decir el niño, y sin disfrutar su chocolate lo arrojo a la basura.

Aarón que miró toda la escena, decidió partir a la mitad su barra, la entrego a su hermano mayor y al menor.

“¿tú no comerás?” le pregunto Alan comiendo desde ya la suya

“no… disfrútenla ustedes” dijo el niño hecha agua la boca, para no verlos comer, decidió salir de la habitación.

Alan comió la suya, empujo a su hermanito Henry al suelo y le robo el chocolate, huyo de la habitación dejando al niño en el suelo llorando.

Volviendo el presente, los tres ya eran hombres, Alan estaba encargado de la empresa familiar que seria heredada al primero de los hermanos que tuviera un hijo. Aarón trabajaba en dicha empresa pero su pasión era la música, mas que las mujeres, y Henry vivía de fiesta en fiesta, pero desde que se fue de casa, no se tenia mayor información de él, o por lo menos al hermano mayor no le interesaba saber de la vida de aquel pendejo como decía.

Aquella tarde por alguna razón Aarón pidió a su hermano el horario libre, Alan le concedió el permiso, por acontecimientos que se detallaran mas adelante, la amistad de los hermanos había mejorado desde meses atrás. Creándose una fuerte hermandad, una solida y verdadera relación.

Aarón estaba en la tarde con un amigo suyo, Eloy el baterista de la banda de rock que ambos tenían, estaban ensayando, pero no precisamente las notas de una nueva canción, sino algo mas como anatomía… ¿anatomía humana?



La lengua de Aarón saboreaba cada parte de las piernas de Eloy, revestidas por una selva de pelo largo y oscuro; el pene del baterista colgaba grueso pero no muy largo, aunque sus huevos eran de un tamaño enormes.

La mano de Aarón exploraba palmo a palmo cada centímetro de la piel del baterista, tocando con mucho cuidado los huevos frágiles de Eloy, que sensibles y delicados podían ser los genitales masculinos, y eso lo sabia por él mismo, y hasta por su hermano mayor, pero ¡que va! no iba a pensar en sus hermanos peleoneros en ese bendito momento.

Se movieron sobre la cama, hasta que la punta del pene de Eloy se acerco a la abertura del ano de Aarón, aunque los movimientos no pasaban de suaves caricias. Sin todavía penetrarlo, la cabeza del tronco se asomaba entre las nalgas de Aarón, el joven soltó un suave gemido. Seguidamente Eloy tomo a su amor de la cadera presionándolo contra él… empezando a entrar dentro de él con su pene.

“ahhhhhhh” susurro Aarón lleno de un exquisito placer.



Eloy cerró los ojos sintiendo como el orificio de Aarón se apretaba y aflojaba al tacto, su verga dilataba el caluroso túnel carnal, propinaba dulces besos en la nuca y en el cuello de Aarón y el muchacho acariciaba las piernas de su pareja. Los movimientos eran alternados entre suaves y rápidos.

La habitación se lleno del silencioso eco de los movimientos en ambos cuerpos, así como también de los jadeos de los dos amantes; Aarón se arqueaba para sentir los labios de Eloy, que lo acariciaba, sobando sus caderas, su pecho, su polla.

Eloy comenzó a embestir más y más rápido a Aarón, sus enormes huevos se escuchaban golpear a Aarón, uno de los dos gruñó y fue cuando Eloy comenzó a temblar hasta depositar su semen dentro de Aarón. El semen salió disparado con fuerza de su glande dentro del cuerpo, Aarón colmado de excitación lanzó un torrente de leche mojando las sabanas del dueño de la casa. Eloy cansado deposito la  cabeza sobre el hombro de Aarón respirando profundamente.

“te amo” solo dijo

“yo también” confirmo Aarón.

“es una pena que no podamos tener hijos” dijo Eloy “y… en ningún momento aspiremos al dinero de tu familia”

“tu sabes que eso no me importa” contesto Aarón.

“lo se… pero, tu y yo seriamos muy felices con tanto dinero… y me enorgullecería que fueras el jefe de la empresa de jugos”

“gracias, pero prefiero que te enorgullezcas viéndome como el guitarrista de la banda, que es mi pasión”

“espera…. Espera Aarón, se me acaba de ocurrir algo”

“¿que?”

“la ciencia ha avanzado mucho” alego Eloy acomodándose sobre la espalda de Aarón, para pronunciar unas palabras cerca del oído de su enamorado “tal vez… si, tal vez, si a ti no te gustan la mujeres, si hay una manera de que tu tengas un hijo, y propio. Puedes alquilar un vientre. ¡Claro que si! De esa manera tu… tu entrarías en posesión de la herencia de tu papá, y tu y yo podríamos vivir muy… ¡muy felices!”

Aarón miro de reojo a Eloy, los ojos le brillaban de sorpresa, aunque al joven no la pareció una idea tan descabellada, pero tampoco comento nada.

Era de noche cuando Alan volvió a su casa, acababa de cumplir con su labor de procrear un hijo con Verónica, su actual novia. No sabia el por que teniendo tantos meses con ella, todavía no podían tener hijos, si ambos estaban actos para procrear. Él se había hecho un estudio en sus testículos, para ver si los golpes que había recibido ese año habían afectado su reproducción, y ella se hizo un estudio y resulto que ambos estaban actos para tener un hijo. Alan siempre descargaba litros y litros de leche sobre y dentro de Verónica pero se frustraba de que su plan no daba resultado, el secreto del por que no tenían efectos era la cantidad de estrés en la que estaba envuelto Alan, que le impedía tener espermatozoides por llamarlos de una manera “efectivos” y es que el estrés juega un rol importante en la concepción.

Subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación, se quedo perplejo ante la puerta de esta.

“¿Qué carajos quieres aquí? Vete, te corrí hace tiempo”

“necesito dinero” contesto su hermano Henry que estaba muy tranquilo acostado en su cama

“a mi no me importa, así que párate de mi cama, y lárgate de aquí, pedazo de mierda”

“no me iré sin que antes me des dinero” alego Henry.

Alan cerró la puerta de su habitación, se quito la chaqueta y empezó a desabrocharse la corbata.

“dame un cheque, de aquí no me voy si no tengo dinero o cheque en mano. Papá objeto en su testamento que tu debías velar por nosotros, hasta tanto no naciera su nieto, único heredero, y yo necesito dinero”

“a Aarón yo lo ayudo, pero mierdas como tu, no merecen nada”

“Aarón, por dios, Aarón siempre lo has manipulado”

“igual que tú pedazo de cabron” dijo con odio Alan dejando la corbata en el cesto de ropa sucia “lárgate de mi casa, tengo sueño”

“dame dinero”

“ve tu, como te mantienes”

Alan camino hasta la cama, Henry sonrió, haría parte de su objetivo, intentar dañar los testículos de su hermano, Alan extendió los brazos para sostenerlo y sacarlo de su cama, Henry se preparo. Enseguida los hombres empezaron a combatir, pero fue Alan, quien subió la rodilla a la altura de los huevos de Henry,  El muchacho quedo pasmado, inmóvil del inesperado golpe, sintiéndose poderoso, Alan volvió a levantar la rodilla estrellándola de nuevo contra las bolas de Henry.

"¡No! ¿Por que?" pregunto Henry cayendo inmediatamente al suelo.



“por maldito” respondió Alan “ya me entere de lo que planeaste para mi ¿pensaste que no iba a saberlo?"

"¿saber que?" hablaba desesperado Henry. Alan lo levanto con fuerza del piso, tomándolo por el cuello de la camisa, lo tiró con fuerza contra la pared y al hacerlo, estrello de nuevo la rodilla en la entrepierna de su menor hermano, molestando de nuevo a sus testículos frágiles.

"¡ahhhhhggrrrr!" chilló Henry.

"aquella noche, en la que Jimena y tu me volvieron a golpear los testículos, ese mismo día, ¡escúchame maldito!" hablaba con odio Alan, machacando una vez mas la rodilla en los testículos de Henry “mientras estaba en el hospital y viéndome tan frustrado Aarón no soporto aun mas la culpa, y me conto todo, me dijo que se había puesto de acuerdo contigo para imposibilitarme para que no tuviera hijos, que tu vivías con Jimena, y entre ustedes habían planeado esa emboscada. Ahora Aarón esta de mi lado, eres un maldito” hablaba Alan con odio irrumpiendo la rotula entre las piernas de Henry.

Henry se quejó del dolor de huevos, era fuerte y agotador. Ahora todo le cuadraba, por eso era que su hermano Aarón se rechazaba en contestar sus llamadas telefónicas, sus citas en restaurantes, tenia meses sin verlo. ¡Maldito Aarón se las pagaría! Se repetía.

Y es que el hermano le había contado todo a Alan, desde las pastillas que Henry insto a que tomara Verónica, hasta sus planes de enamorar a Jimena, eso lo contó Aarón no por ser de carácter chismoso, sino que le dio tanto sentimiento ver a su hermano mayor con las bolas negras de la hinchazón que lo tomo como un hombre indefenso, y es que Alan ese día no paraba de llorar. Por supuesto la confianza de Alan en Aarón se vino abajo después que el muchacho le conto todo, pero en cuestión de semanas, deposito en Aarón una confianza ciega, después de todo, el cariño de hermanos se hizo duro como el acero.

"¿verdad que un golpe en los cojones duele?” preguntaba Alan con una sonrisa diabólica “que bueno que eres hombre y sabes a ciencia cierta lo tanto que duele” y con una mano apretó los testículos del menor de los hermanos, de manera grotesca, sin piedad, queriéndoselos destripar o pulverizar con la palma.

"Basta” dijo Henry con los ojos aguados y con voz como si aguantara la respiración, ahora era él quien miraba con miedo a su hermano, lo que eran las vueltas de la vida.

La mano aflojo las huevas que agarraba, pero fue la rodilla de Alan contra los testículos lo que le hizo a Henry abrir los ojos, casi sin fuerzas, destrozado, humillado. Chocando las bolas contra la pelvis del muchacho.

"¡por favor!" exclamo lleno de dolor Henry cuando nuevamente la rodilla de Alan subía contra su entrepierna.

"nunca, nunca debiste meterte conmigo" decía despiadadamente Alan clavándole otro rodillazo, cercenando los espermatozoides juveniles de su hermanito “eres un hombre y sabes lo que esto duele. Me complacer verte sufrir”

Henry cerró los ojos, sintiendo como su polla empezaba a mojarse, por suerte su hermano no sabría lo que dentro del pantalón ocurría, su polla se empapaba de su semen blanco y pegajoso. El jovencito gimió a medida que su polla desataba la esperma acumulada y empujó su cadera hacia adelante y atrás como si estuviera penetrando. Alan frunció el ceño. Y le dio un nuevo rodillazo en los testículos que lo dejo perplejo.

Henry intento doblarse y Alan lo sujeto duro del cogote, y lo empujo por toda la casa hasta bajar por las escaleras. Abrió la puerta y prácticamente lo lanzo contra la acera.

“maldito” le dijo mirándole con desprecio “y por aquí no vuelvas a aparecer”

Cerró la puerta dejando a Henry tirado en el suelo con las manos metidas en la entrepierna.

Cuando Aarón llego horas mas tarde a casa, no observo nada extraño, a la mañana siguiente Alan le explicaría lo ocurrido con Henry la noche anterior.

“ah, ya entiendo” dijo Aarón “el me envió un mensaje de texto, por supuesto que nada le conteste”

“¿Y que decía?” pregunto Alan.

“eres un traidor, te arrepentirás”

“¡tonterías!” dijo Alan.

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