¡con mi madre no te metas! - Las Bolas de Pablo

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10 abr 2013

¡con mi madre no te metas!

Contiene: Ballbusting hombre/ hombre

Julián terminaba de eyacular dentro de la vagina de la señora Carmen a las 5:50 de la tarde, sino fuera por la eficacia del látex del condón que usa, sus inteligentes y rápidos espermatozoides hubieran recorrido el camino de la mujer de casi cuarenta y cinco años..

Julián lo tiene todo, una linda carita, un fornido cuerpo, el dinero que desea y a las mujeres que quieran estar en la cama con él. Esta en el grado universitario y forma parte de los mejores luchadores wrestling de la selección regional, si seguía destacándose como lo venia haciendo, pasaría a la línea de los luchadores nacionales.

Aquella tarde había tenido sexo como nunca en su vida, aquella mujer que le llevaba 20 años había estado más que satisfecha.

“santa madre de Dios, mira esto” exclamo el joven mirando como su condón estaba repleto de su néctar sexual.

“eres mas que un toro” dijo la señora Carmen

“soy un hombre potente, una bomba humana”

La mujer rio con suficientes ánimos. Estaba dichosa de que ese jovenzuelo la hiciera sentir como una mujer de verdad, no como el papanatas de su ex marido, mas frio que un tempano de hielo. Así era la juventud de hoy día, fuertes, vigorosos y unas verdaderas maquinas sexuales.

“será mejor que te pares y te vistas, Humberto ya debe de estar por llegar”

“¿por llegar?... ¿o no?… no importa… que llegue, ya veremos”

“jajaja, estas loquito, vístete campeón, y ya nos veremos otro día”

Julián la miro como un perrito a punto de morir, que linda carita tenia, la señora Carmen se peino el rubio cabello y le dio un delicado beso en los suaves labios del joven.

“vístete, me moriría si llega Humberto”

Julián emitió un largo suspiro y deslizo el húmedo condón por su flácida verga, lo enrolló y guardó dentro de su bolso.

“mira Carmencita, Julina, quiere que la metas en su boca” jugueteo el hombre tocando su testículo derecho “sin embargo Julierda quiere que las metas a las dos y las saborees” jugaba con su testículo izquierdo

La mujer miro las bolas semi peludas del galán, sonrió con la ocurrencia, se inclino en la cama e introdujo las dos delicadas orbes dentro de su boca. Las probó, las sobó con la lengua, era delicioso sentir sus finos vellos, su salado sabor, pero aun mas rico era probar el néctar que fabricaban las pelotas de aquel dios mortal.

“oh dios” se limitaba a sugerir Julián divirtiéndose, sintiéndose abrumado por la excitación y provocando a su pene despertar inconteniblemente duro.

“por dios, harás que nos entretengamos mas, ya vístete y vete”

Julián sonrió. Se paró de la cama y se fue a vestir, el bóxer, sus bolas colgando entre las piernas, su pene acomodado hacia arriba, el jean negro, la bragueta, el prominente paquete tentador de que le miren, los calcetines, el converse, la franela unicolor verde, la risa encantadora y un beso apasionado a su amante 20 años mayor que él.

Con paso enérgico salió del departamento, entró al ascensor, le dedico varias miradas a la muchacha rubia ojos color verde, bastantes veces Humberto le habló de ella, creía que le gustaba. Entre tanto la amante se vestía y con una risa de placer apagó la cámara videograbadora, como le encantaba grabarse con sus parejas, con una sonrisa picara la guardo dentro del closet.

Caminando rápido Julián salió del vestíbulo del edificio, abrió la puerta, pronto se iría, cruzo el umbral, cerró la puerta, dio la media vuelta, y dos ojos cafés lo miraban.

“¡hermano!” saludo Humberto a su mejor amigo Julián.

“¡amigazo!” saludo con risa nerviosa Julián, el corazón se le volcaba violento.

“vengo del centro comercial” decía Humberto “¿tu venias de mi casa?”

“………” tras unos instantes de silencio, Julián dejo de vacilar y respondió “si… vengo de tu casa, para…… que me prestaras tus apuntes de Televisión del 80 al 95”

“oh si, te los puedo prestar, vamos, mi mamá te dijo que no estaba seguro… ¿no te los facilito?”

“oh no… bueno… ni siquiera toque la puerta… no…” decía Julián tocando el pecho de Humberto a manera que no caminase “recordé que me dijiste que estarías en el centro comercial buscando empleo y me devolví. Además… mira la hora que es, hoy tengo entrenamiento en el gimnasio, el entrenador Bruno me espera, luchare con otros idiotas. Mejor préstame tus apuntes mañana en clases, es tarde para mi, lo juro”

“¿seguro que se te hace tarde? ¿No quieres agua o algo?”

“no, es tarde, me iré. No le digas a tu mamá que estuve por acá, dirá que soy un grosero que no toque la puerta”

“esta bien… ¿seguro que todo esta bien amigo? Te siento extraño”

“todo esta bien Humberto, es que estoy muy retrasado”

“perfecto amigo”

Julián se alejo de prisa por la calle, su cabello castaño claro brillaba por la luz de los postes, Humberto trago saliva y entro al edificio. Mientras caminaba por la calle, Julián contacto a la madre de su mejor amigo por celular para avisarle de lo que había ocurrido a la entrada del edificio, se había enamorado perdidamente de aquella mujer, desde la primera vez que su amigo Humberto se la presento para llevarlo en el automóvil una tarde lluviosa al salir de la facultad de ciencias de la comunicación. Desde entonces habían mantenido su relación en secreto por respeto a su mejor amigo Humberto.

Humberto al entrar a su departamento, saludó a su mamá, le comento que había visto a Julián en la entrada del edificio y ella hizo la pregunta de rutina “pero aquí no vino a tocar” bendito era aquel joven semental que la puso al tanto por la llamada telefónica.

“es tonto, vino a perder el viaje… no se… cualquiera creería que estaba nervioso”

“¿Por qué?”

“no sé mamá… se sorprendió al verme… ojala no haya estado conquistando a Mercedes… la chica del ascensor”

“jamás pienses eso hijo, Julián es tu mejor amigo” aseguro la señora Carmen preocupada, a pesar de todo no creía que su hijo se creara falsas ideas de su mejor amigo

“ha habido casos mamá”

“jamás dudes de él”

Humberto soltó un resoplido

“me duchare mamá, necesito como nunca de esta noche, para hacer un proyecto de la universidad”

“Humberto… deja que me duche primero ¿si? Iba a hacerlo cuando llegaste”

Su hijo la miro con fastidio, y aunque se quejó, terminó por ceder. La señora Carmen salió a toda prisa a ducharse. Humberto entró a su habitación, abrió la mochila y saco los libros de la universidad, busco un libro donde tenía una información de lenguaje y comunicación en América latina, lo resumió y copio los aspectos más importantes.

“¡el documental” abrió los ojos como platos, se había olvidado de aquella asignación, debía subir a la azotea del edificio, reajustar la cámara videograbadora y filmarse hablando sobre el gasto de energía eléctrica en la ciudad, por suerte desde la azotea tenia buena vista de la metrópoli “la videograbadora, la videograbadora ¡ah ya! mamá dijo que la tendría en su cuarto” con paso apresurado salió de su habitación, la señora Carmen seguía duchándose, bueno ella secretamente fantaseaba con Julián en el baño “¿Dónde? ¿Dónde puede estar?” repetía el joven hurgando por la habitación, en la repisa, en la mesa de noche, el closet, vaya al fin la encontró

“MAMÁ subiré a la terraza, ya vuelvo” informo.

El muchacho salió de la casa, uso el ascensor, coqueteó mientras subía con la chica que trabajaba allí, no se atrevió a preguntarle si había hablado con su mejor amigo, llegó a la terraza, se filmó, explico todo con detalle y cerro el archivo, quiso verlo, y así lo hizo, 15 minutos de duración. Al muchacho le gustaba recordar, allí habían cumpleaños, viajes de la universidad, celebraciones de la madre con su amigos y…

Humberto abrió los ojos, la boca, se quedo perplejo viendo a su mamá teniendo relaciones sexuales con su mejor amigo Julián, estaban en la habitación, la mujer se arrodillaba a las piernas del chico, lamia su pene, sus bolas, él, su mejor amigo, reía deleitado, la madre lamia. Con asco Humberto adelanto el video, ahora Julián saboreaba el cuerpo de su mamá, que asco y traición sentía, adelanto aun más el video, y vio el pleno acto sexual Negó con la cabeza y soltando lagrimas, necesitaba una explicación. No iría con su madre, le daba pena, vergüenza, seria Julián quien le explicaría.

Al subir al ascensor, su enamorada ya no estaba trabajando ahi. Tenia un nudo en la garganta para no llorar, se sentía burlado, desde hace cuanto estaba ese juego y él no sabia.

Tomando un taxi lo llevo directo al gimnasio donde entrenaba el que hasta ese momento era su mejor amigo. Allí lo vio, estaba luchando cuerpo a cuerpo con otro muchacho como parte de su entrenamiento de luchador wrestling, le aplicaba una llave. En realidad Julián era muy bueno luchando, desde el inicio fue su mejor amigo ¡hasta hoy!

“¿amigo que haces aquí?” le pregunto sonriendo Julián al terminar su entrenamiento, su sudor empapaba su piel y humedecía su traje de licra haciendo que se ajustaba aun mas a su corpulento cuerpo

“quiero hablar contigo… es… delicado… en un sitio aparte”

Julián se puso nervioso, tragó saliva

“ven, sígueme” le dijo

Caminaron a un solitario pasillo pasado los baños y los casilleros.

“¿Qué ocurre amigo?”


Humberto no le respondió nada, sacó su videograbadora del bolsillo del jean y le mostró el video. ¡Maldición! Carmen lo había grabado sin decirle nada, ahora veía como le había chupado el pito como una autentica actriz porno, incluso el propio recuerdo hizo que su pene se balanceara como serpiente dentro de la licra.

“¿Qué diablos significa esto?” le pregunto Humberto “te considero mi mejor amigo, mi hermano adoptivo y me haces esto… ustedes dos”

“lo… lo siento amigo, solo sucedió… no… no lo pudimos detener, lo nuestro es real… tu… tu mamá no quería que tu te enteraras… lo siento”

“SON UNOS TRAIDORES” grito Humberto “¿Por qué? ¿Por qué tú?”

“perdón…”

“cuanto tiempo tienen haciendo esas porquerías”

“mucho tiempo Humberto, yo quise decírtelo… pero… tu mamá se opuso”

“son unos aberrados… traidores, mas nunca vuelvas a poner un pie en mi casa”

“lo siento Humberto, pero no puedes prohibirme nada” dijo sonriendo Julián, nervioso.

“mas nunca, no te atrevas” amenazó Humberto

“no puedes prohibirme nada Humberto, deberías acostumbrarte a verme como un padrastro amigo” hablo Julián creyendo que decía una gracia

Teniéndolo a su frente y viendo la envidiable protuberancia en la entrepierna de su amigo, Humberto lo golpeó con un fulminante rodillazo en los cojones. La fuerza del golpe elevó a Julián en el aire llevando la cadera hacia atras, su cuerpo fuerte se tensó, y sus piernas se flexionaron, sus cara mostraba un dolor convulso, y cayó al piso derrotado el gran toro indestructible, Humberto retrocedió sorprendido ¿Por qué carajo le había pegado a su mejor amigo en las bolas? Quizás por lo llamativo que se veía su bulto… o por las tantas chicas que decía llevarse a la cama, cosa que siempre hacia, tan engreído que era, cosa contraria a él.

Humberto se acerco a él, se arrodillo a su lado, le dio un puñetazo en la cara, Julián provoco un gruñido, soltando sus bolas, Humberto aprovechó la oportunidad que tenia y lanzó un perfecto puñetazo a las gónadas de su mejor amigo. Julián gimió de dolor, y empezó a luchar con su amigo como metodo de supervivencia. Los muchachos rodaron por el suelo, lanzándose puñetazos, bloqueando puños, ensuciándose. Hasta que Humberto subió la rodilla con tanta fuerza entre las piernas de Julian volviendole a machacar objetos ovoides llenos de esperma.

Julián rodo por el suelo chillando de dolor frotándose las bolas con las manos, Humberto lleno de odio y traicionado hizo una maniobra con los muslos de Julián, usando sus manos la traslado por el perineo del hombre, tomando su bulto. Julián dijo alguna palabra incomprensible pero el dolor persistente reapareció en el cuerpo del luchador. Haciendolo convulsionar por todo el piso, la presión sobre su hombría era insoportable. Gemía pidiendo misericordia, pero Humberto no se detuvo quería que sufriera tanto como él, o peor. Esa traición jamás la perdonaría.


Julián desenfoco los ojos de manera graciosa sintiendo como sus bolas eran cruelmente estiradas por la larga mano de Humberto, sentía como si sus pelotas fueran a partirse en dos producto del estiramiento y la presión. Intentó gritar para pedir ayuda, pero era como si la presión sobre sus cojones le impidiera expulsar cualquier palabra de sus cuerdas vocales. Humberto por alguna fuerza sobrehumana seguía tirando, apretando y torciendo. Julián era preso del miedo, sus gónadas empezaron a tronar.

“¿Cómo pudiste hacer eso con mi mamá?” preguntaba Humberto, pero Julián nada le respondía “es mi mama, siempre te burlaste de mi… ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos? ¿Cuántas veces? ¿Y cuando me decías que te acostabas con otras chicas? ¿La engañabas a ella también? ¿Cuándo salíamos con María, Laura, Joanna, Jacqueline? Y no las tirábamos ¿también te tirabas a mi madre desgraciado?"

Los huevos de Julián crujian violentamente a cada nuevo estirón, así como se retorcía el cuerpo convulso del joven amigo o enemigo. El dolor de bolas se hacia mas perpetuo bajo el fornido vientre de lavadero del joven.

Humberto provocó en Julián un puñetazo fulminante. Tan duro como la decepción que lo dominaba y con la fuerza suficiente para quebrarle los huevos.


Julián al fin gritó, y gimió de dolor, deslizando lágrimas por su adolorida cara, sintiendo como su fuerza de luchador era quebrada, como sus testículos lo auto vulneraban y podían hacer que alguien de fuerza menor que él lo dominara, se acurrucó en el suelo, y lloro en silencio.

"Ahora no quiero que te acerques a mi o a mi madre. Si lo vuelves a hacer la próxima vez será peor” aclaraba Humberto acomodando la erección que celebraba su pene discretamente dentro del jean “juro que te castrare si me entero que estas con mi madre”

Retrocedió unos pasos dejándolo allí, viendo como ahora su ex amigo se refugiaba del dolor, con lagrimas en los ojos y con las manos sobando sus bolas maltratadas dentro de la licra, comenzaban a hincharse al triple de su tamaño normal…



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