Contiene:
-Sexo Heterosexual
-Ballbusting hombre/hombre
-Sexo Homosexual
Era viernes por la tarde, el reloj de la cocina marcaba las 6 y 29 minutos, y allí estaban el señor Marcos con su esposa la señora Jenny, los hijos de ambos no estaban en casa, la hija menor Yenny estaba en el cine con su novio Daniel y un grupo de amigas, Pablo estaba en el cumpleaños de uno de sus mejores amigos y que se llamaba como su hermano, Simón, y el hijo mayor, Simón Chacón, acababa de irse hacía diez minutos a casa con su esposa y el tío Gaspar quien finalmente acepto dormir en casa de ellos por pocos días. El señor Marcos había llegado a su hogar directo del trabajo por estar allí la esposa de su hijo, no se cambio de ropa, estaba sentado frente a ella hablando de sus preocupaciones por los videos sexuales y de ballbusting de Otto Salinas y la mala imagen que se había creado con ello la empresa constructora.
El señor Marcos, siempre tan atractivo tenia en sus genes la herencia de tener testículos grandes, él y todos lo hombres de su familia, estaba sentado frente a su esposa y nunca podía dejar de evitar que sus pantalones se juntaran con la silueta de sus 2 grandes y jugosas bolas. Desde muchacho no podía dejar de evitar que sus cojones se marcaran en sus jeans, incluso al usar pantalones holgados, alguna parte de sus testículos se hacían notar en su entrepierna, por palabras de su hermano, y su padre, llegó a acostumbrarse de la dotación perfecta que Dios le regalo a los hombres de su familia por todas las generaciones.
Su esposa con deleite lo escuchaba, y opinaba de acuerdo al problema laboral, el hombre que tanto amaba ahora parecía un chiquillo que solo quería el mayor de los apoyos, últimamente ya no llegaba de mal humor a casa como en días anteriores, solo estaba nervioso por perder clientes en la empresa que laboraba como presidente.
"estoy sumamente preocupado" decía "Jenny solo espero que cuando salgamos de este problema, vayamos todos a la playa... me quiero calmar el estrés, pase lo que pase con la constructora"
"Chacón" dijo la señora Jenny mirándole sonriente, a su amante, quizás por ver al hombre cansado, o preocupado, le llegó al recuerdo un consejo que le dio el idiota de Gaspar, cuando cocinaba un dulce para Simón y su esposa.
"¿Jenny desde cuando no tienes sexo duro con Marcos?" le pregunto sonriente el muy cretino como lo consideraba ella
"¿que dices estúpido?" repitió la señora mientras echaba la azúcar sobre el concentrado que cocinaba
Gaspar sonrió y miró que en la sala, Simón jugueteaba con la embarazaba Claudia, le susurraba algo a la barriga, entonces el tío Chacón dijo
"¿que desde cuando no tienes sexo salvaje con Marcos? así que te haga gritar desaforadamente, como una tigra.... jajaja vamos Jenny, eras mas agradable conmigo cuando eras recién casada... ríete"
"lárgate de mi cocina imbécil... me estas faltando el respeto"
"Jenny por dios... mi pobre hermano esta hasta el colmo del estrés hazlo feliz aunque sea una noche... háganse felices... partan ese colchón... haz algo, mi querida cuñada"
"lárgate de mi cocina si no quieres que te eche en la cara el azúcar caliente" amenazó la mujer mirando despiadadamente al bromista cuñado
"esta bien Jenny, solo te recomiendo" dijo el hombre caminando hacia la sala
Actualmente Jenny sentada frente a su esposo oyéndole hablar, sonrió con la recomendación de su cuñado y sin esperar mucho, sus ojos bajaron hasta el paquete del esposo, y ahí estaba él sentado, con las piernas abiertas, y sus huevotes marcándoseles sobre el pantalón de vestir, justo allí están las dos grandes bolas, reposando entre sus piernas. Ella se paró de la silla y se detuvo detrás de su esposo
"oh Marcos... estas muy tenso" le dijo masajeando la dura espalda del señor Chacón
"estresado amor, me siento mal... quiero salir ya de todo esto"
La señora Jenny paso su mano por el hombro de su marido y luego a su amplio pecho, cambio de posición, y de la espalda, camino al frente de su esposo, él la miro cansado, y ella se arrodillo frente a él, y comenzó a tocarle los fuertes muslos que se notaban en el pantalón
"sabes lo mucho que me gustan tus piernas... todo, todo de ti" decía ella frotando su mano por los muslos
"ha, Jenny" sonrió con satisfacción el esposo, pícaro, sin poder evitar los estímulos.
"me encantas Chacón..." decía la mujer con los ojos cerrados "pero lo que mas me encanta de ti, de tu cuerpo, es esto" dijo acercando sus manos a los genitales de su marido "tus fantásticos huevos" alegó frotando con ambas manos las pelotas del marido
"Jenny... los muchachos pueden llegar"
"no... no llegaran aun, siendo así, los escucharemos... solo hagamos lo que tenemos mucho tiempo sin hacer en la cocina"
"¡Jenny!" sonrió su marido "imagina que llegue Yenny, o Pablo... no"
"amor... solo un rato" lo sedujo con su sonrisa la esposa, abriendo el cierre del pantalón, Marcos Chacón se limito a acomodarse en el sillón y dejarse dominar por el placer
La mujer hizo que su pantalón y su ropa interior cayeran sobre las piernas del marido, Jenny sonrió de satisfacción al ver la verga erecta de su marido y sus grandes y colgantes bolas.
La señora Yenny chupaba con sumo grado de experiencia el pene y las dos bolas de su marido como si fueran 2 caramelos de fresa, que era el dulce que mas le fascinaba, Marcos cerraba los ojos de placer, se sentía como si fuera de nuevo recién casado teniendo sexo o haciendo el amor en cualquier parte de la casa, porque desde que sus hijos empezaron a crecer solo se limitaron a hacerlo en la habitación, el pene de su marido se hacia grande en la boca de la señora Yenny.
La lengua glotona de la mujer saboreo la cabeza rosada del señor Chacón, la cabeza de la señora Jenny subía y bajaba a lo largo del falo, y todas las preocupaciones de su marido se fugaban de la cabeza que solo pensaba en la excitación y placer que provocaba su cuerpo.
Marcos respiraba en jadeos mientras su mujer lo dominaba con el sexo oral, en la sala no se escuchaba mas que los sonidos que provocaban los labios de la madre de Pablo.
Nada culminó hasta que el semen blancuzco salió del pene de Marcos, para Jenny de Chacón fue un gran placer volver a probar el semen de su marido allí en la sala ¿cuando fue la ultima vez que lo hicieron como jóvenes en ese lugar? seguro hace muchos años atrás. Un fuerte lote de leche salada se pegaba en su garganta, montones de hijos e hijas Chacón iban allí, los labios de la señora, resbalaban el liquido de placer de su amado marido, la lengua de ella recorrió desde sus bolas, hasta el cuello de su esposo, y Marcos Chacón la beso en los labios sintiéndose plenamente joven y con orgullo pensaba que tenia mas fuerza sexual que la de sus 2 hijos.
"termina de desnudarte" dijo ella suavemente
"vamos a la habitación" dijo él "no quiero que llegue Yenny, o Pablo... vamos amor..."
La señora Yenny sonrió y paso su nariz por el pene de su marido, volvió a sonreírle, y el toco el pecho.
"vamos amor...." le rogo
"subamos" cedió la mujer
Corrieron de la sala y fueron a la habitación, él la tiro con fuerza a la cama y comenzaron a desnudarse por completo, besándose, mordiéndose y tocándose, ella sonreía al sentir las 2 poderosas bolas de su marido rosando sus piernas, esa gracia sexual que tanto le fascinaba, Marcos era un buen marido, algo testarudo, pero excelente hombre. Marcos, llevo a la cima del placer a su mujer pasando su lengua por sus senos y su vagina.
Para después empezar a penetrarla con su garrote, la señora Jenny se movía sobre la cama y Marcos le sonreía sintiendo la presión de su pene al estar dentro de ella, su sudor resbalaba sobre su frente y caía sobre el rostro de la también sudorosa mujer ¡quemarían la cama los viejo! diría alguien.
Marcos Chacón, se quedo un rato inmóvil, su esposa exhausta, también se quedo extasiada mirándolo, y pronto su semen corrió de su pene, dentro de su esposa.
"te amo" susurro su mujer complacida "y no quiero que te preocupes por nada, que todo saldrá bien"
"te amo" sonrió su marido besándola y acostándose a su lado en la cama, ella empezó a retozar en el pecho del padre de sus hijos. Ella lo abrazaba fuertemente y su marido reposaba, sin pensar en sus problemas laborales, pronto se dormiría. La señora Yenny poso su mirada en el pene dormido de su marido, y en los dos grandes huevos que los acompañaban, con humor recordó la primera vez que los vio años atrás
"son muy grandes Marcos" había dicho
"es algo de familia" le había respondido él, excitado besándola y acostándola en la cama "nuestros hijos los tendrán así"
"¿te pesa Marcos?" pregunto tontamente
En ese momento ella se acordaba tirada en la cama sonriendo, y si, ella alguna vez lo había golpeado en los testículos, 2 veces... dos únicas veces, la primera, Simón apenas era un niño de 7 años, su marido aun empezaba a comprar la menor acción de la empresa, y tenia a su cargo a una secretaria, su esposa no tardo en enterarse que su esposo tenia una relación libertina con ella, la señora Jenny se enfureció mucho, y lloro demasiado, lo corrió de casa, el señor Marcos juro que la amaba solo a ella, que era solo una relación pasajera, la señora Jenny deseaba que sufriera tanto como ella, se limito a discutir con él, pero en el mismo momento que le reclamaba, la mujer descubrió una marca de beso con lápiz labial por un lado de la camisa del marido, ella apretó el puño y lo estrello en las bolas de su marido. El joven Marcos abrió mucho los ojos y se llevo la mano a las gónadas, acurrucándose en el sofá mientras le faltaba el aliento. Días después volvió a casa, le dijo que había despedido a la mujer, y que todo volvería a la normalidad, era a ella a quien amaba. La segunda vez que lo hizo sufrir con sus 2 poderosas bolas, había sido al rededor pocos años atrás, ya tenia en su parte la mayor acción de la empresa y otra secretaria estaba coqueteando a su marido, ella sintió la sospecha, y en el mismo despacho de su marido, le apretó los testículos, no firmemente, pero si le causo un daño
"vi las miradas que te dio, y la que tu le diste"
"¿que? estás loca amor... suéltame... ah... te lo pido... ah"
"me llego a enterar que ustedes andan en algo y te vas de la casa... ¿por que usa la falda tan corta esa mujer?"
"¡suéltame Jenny!... te... te lo pido ¡ay!"
Ella soltó sus testículos y él se dejo caer en la silla masajeándolos
"estás loca por dios"
Pero inexplicablemente la mujer fue despedida por él, pocos días después, desde entonces el señor Marcos, se limitaba a tener secretarios y no mujeres.
"¿en que piensas?" le pregunto su marido mirándola y viendo como ella veía sus testículos
"en que te amo" dijo su mujer levantando la mirada "te amo mucho Marcos" dijo subiéndose de nuevo a él, el pene del marido volvió a endurecerse lentamente.
Otto Salinas aquella tarde se había dado cita con alguien muy conocido por él, su ex pareja y responsable de la aparición publica de los videos sexuales. Sentado a su frente estaba el hombre, su nombre Darío Bustamante.
"te cito aquí" hablaba Otto bebiendo su trago "es para de alguna manera llegar a una fácil solución, sin necesidad de demanda, estoy seguro que podemos llegar a un acuerdo con esos videos, dame el original y hare que no paso nada, de lo contrario te demandare Darío"
"no me interesa lo que digas" interrumpió Darío "yo solo quiero algo, y me da gusto que estemos aquí reunidos"
"¿Qué carajos quieres? Ya me dañaste la reputación"
"solo quiero algo y te daré el video original"
"¿que quieres?" pregunto Otto bebiendo a grandes tragos su bebida para no enfurecerse
"aplastar tus huevos" dijo sin vergüenza Darío y sin tartamudear
"¡¿que?!" preguntó Otto cerrando por debajo de la mesa sus piernas.
"aplastar tus huevos" repitió Darío con una sonrisa malvada en la cara “una ultima vez, fuimos pareja y lo hicimos muchas veces. Solo te pido una despedida
“¡estás loco!”
Darío tomo otro sorbo de su trago, no estaba para escuchar a Otto, sino para que lo oyeran a él
"en fin, como tu quieras, todo tiene un precio Otto Salinas, de un día para el otro te fuiste de la casa, sufrí, solo quiero una despedida, se que lo que hice fue por despecho, pero te pido una ultima sesión, te indemnizare y te daré el video original, piénsalo…”
Otto no respondió nada.
La noche de ese mismo día, pero en el campo, Rodrigo y Fabián se preparaban para ya sus acostumbradas sesiones de ballbusting, donde Rodrigo le pagaba al pobre Fabián como si fuera un prostituto por golpearle los testículos. Más allá de todo Rodrigo estaba enamorado de un heterosexual trabajador de su finca. Pero ese mismo trabajador, estaba en pésima situación familiar que debía aceptar eso para ayudar a su familia económicamente.
"¿te sientes preparado?" preguntó Rodrigo, ya había probado si Fabián tenía protector testicular, y no la tenia. El hombre confirmo con un movimiento de cabeza
Los ojos de Rodrigo se clavaron en el paquete de Fabián, su protuberancia en el pantalon le gustaba, su pene se ladeaba semirrecto a un lado de su pierna, y su parte trasera se metía entre sus nalgas, sus testículos reposaban entre sus piernas, repletos de semen de alta calidad viril, desde hacia muchos meses Rodrigo deseaba probar dentro de él la larga polla del macho heterosexual.
"quítate la camisa" ordeno Fabián con voz autoritaria.
Fabián no sonrió, pero sumiso comenzó a quitarse la camisa, dejando al descubierto su pecho musculoso y con vellos corto. Rodrigo seguía mirándolo, sin sonreír, pero sumamente extasiado, camino hasta él y sin avisarle y para sorpresa de Fabián, lo estrecho entre sus brazos, Fabián seguía inmóvil.
Sucedió lo que por primera vez había deseado y lo que a Rodrigo se le había metido entre ceja y ceja al ver al masculino Fabián, lo beso en los labios, Rodrigo cerraba los ojos, Fabián no, parecía asqueado, pero sus labios finalmente se dejaron tocar por los de su jefe, cedió, se tocaron las lenguas y hubo mezcla de saliva de ambos. Al dejar Rodrigo de besar a Fabián, sonrió, pero no hubo sonrisa por parte del empleado.
El pantalón azul de Fabián rodó sobre sus muslos y lo que Rodrigo creía se confirmo, el muchacho no llevaba bóxers, Fabián por primera vez le pidió a Rodrigo que se desnudara
"estoy decidido a tener sexo, esta noche contigo" dijo.
Los ojos de Rodrigo brillaron y cada uno bajo sus propias manos empezaron a desvestirse, hasta que sin pena alguna se vieron desnudos, los ojos de Fabián se posaron en el tamaño de los huevos de Rodrigo
"es un asunto de familia" explico el muchacho
Fabián sonrió y puso sus manos sobre las caderas de Rodrigo, el pene del jefe empezó a crecer e hizo un leve roce con el abdomen de Fabián.
"¿preparado?" susurro Rodrigo
"si"
Y traicioneramente la rodilla de Fabián subió por los muslos de Rodrigo, y chocaron contra sus bolas enormes, esta noche el ballbusteado no seria Fabián, el empleado se rebelaba a su jefe y no le importaba lo que sucediera con él al día siguiente. Rodrigo pegó un grito de sorpresa y de dolor, abriendo la boca mientras se dejaba caer lentamente al suelo. Pero Fabián le impidió el acceso al suelo, porque mientras bajaba, su mano le apretó los huevos al jefe.
Los gruesos dedos aplastaban sus huevos, sin compasión como tantas veces le aplicaba la fuerza Rodrigo, sus rodillas empezaron a temblar y miró a Fabián quien lo dominaba en ese momento, su expresión era una mezcla de venganza y satisfacción, Rodrigo podía dejar de hacer fuerzas sobre la mano del hombre y golpear sus mismos testículos frente a él, pero sentía que se le destripaban las tripas. Fabián soltó los huevos de Rodrigo, y el muchacho cayó al suelo mientras su polla resbalaba un grueso hilo de líquido preseminal.
Fabián agarro por los talones a Rodrigo y lo arrastró por el suelo, cuando el hombre Chacón dejo de sobar sus bolas, Fabián estrello su talón en los testículos de Rodrigo, que grito de dolor mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
"¿te gusta ha? dijo Fabián conectando de nuevo su talón contra las bolas de Rodrigo y haciéndolo gritar de dolor "espero que lo disfrutes" y aplanó las bolas una vez mas, y provocando al pene de Rodrigo que expulsara un cañonazo en eyaculación pareciéndose a un volcán que escupía lava blanca, caliente y espesa. Fabián soltó a Rodrigo y el muchacho se acurruco en el suelo llenando sus manos de semen al cubrir sus testículos.
Fabián demostró una sensible sonrisa y se arrodillo frente a Rodrigo y empezó a tocarle el culo.
De improviso la lengua de Fabián empezó a recorrer la espalda y las nalgas de Rodrigo haciéndole al muchacho renacer una poderosa erección, la saliva se pego al cuello de Rodrigo cuando el empleado estuvo mucho tiempo allí y le mordía el lóbulo de la oreja.
"¿que haces Fabián?..."
Pero no hubo contestación.
Rodrigo tenía cara de dolor y continuaba sobando sus maltratadas bolas. El grosor de la polla de Fabián, hizo que el muchacho doblara más la cara al sentir como lo penetraba. Y comenzó a bajar y subir sintiendo un creciente y benéfico ritmo, Fabián parecía extasiado de que su pene por fin penetrara y saliera de un agujero, no miraba a Rodrigo, pero sus ojos denotaban placer estaban excitados.
Después de un rato de estar penetrándolo, Rodrigo sintió un cosquilleo por su estomago, su ano se comía con exquisitura el falo de Fabián, aun sus bolas estaban adoloridas de los golpes y Fabián empezaba a respirar con dificultad, perdido en el mundo del placer y a punto de hacer estallar su pene en un mar de semen. El empleado exhalo un suave gruñido cuando convulsionaba de placer, y debido al excitante orgasmo que experimento su cuerpo escupió una fuerte masa de semen blanco y pegajoso, Fabián excitado se bajo de Rodrigo y quedo tendido sobre el suelo mientras su pene seguía emanando el jugo de placer.
Segundos después Fabián se acerco al cuerpo de Rodrigo que estaba boca abajo en el suelo y con sus manos busco la barbilla del muchacho, los labios se volvieron a besar con amor y Rodrigo sintió cosas emocionantes en el estomago, mientras el beso se prolongaba sucesivos segundos, al separarse las bocas Fabián miro a Rodrigo, y este también lo miraba. El sujeto miró a la entrepierna de Rodrigo, el muchacho tenía el pene tan erecto como a principio de la reunión. Ante sus piernas abiertas, Fabián aprovecho y le dio un puñetazo en las bolas, Rodrigo grito adolorido y se revolcó por el suelo sobándolas, Fabián comenzó a colocarse el pantalón rápidamente sin ropa interior, agarro el jeans de Rodrigo y saco todo el dinero que consiguió de los bolsillos, era mucho, salió de la caballeriza y se detuvo en la puerta a contemplar a Rodrigo que yacía en el suelo sobando sus gónadas, el rostro de Fabián no mostro ningún signo, simplemente se fue del sitio.
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