Las Bondades de ser cantante (3/5): una loca conmigo - Las Bolas de Pablo

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15 ago 2013

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Las Bondades de ser cantante (3/5): una loca conmigo

.com/blogger_img_proxy/Contiene: Ballbusting mujer/ hombre

El cantante de moda había terminado su presentación en aquella juvenil premiación, bromeó con sus asistentes y demÔs equipo de trabajo mientras comía y bebía todo lo que su repertorio de exigencias quería. Dijo que descansaría a los menos 30 minutos en su camerino y se retiro con su campante pantalón de lino por el pasillo.

Su camerino pulcramente iluminado con un espejo grandísimo y algunos afiches de mujeres desnudas en las paredes portando lencería de oro falso. El hombre se arremangó el pantalón antes de sentarse para que la tela no se adhiriera y molestase su Ôrea de entrepierna como solía ocurrirle.

ā€œĀ”uf!ā€ exclamó quitĆ”ndose el lente y cerrando sus ojos grises.

Era una labor pesada el ser un cantante famoso, pero tenia sus lindas bondades, meditaba.

Aunque sus mas increíbles peligros como el que estaba a punto de ocurrirle, cuando una persona con sigilo se movió tras él y le estampo un golpe en la nuca. El grueso hombre cayó con la fuerza al piso inconsciente.

...


Cuando el hombre volvió en si le costo adaptarse a la luz, sus ojos estuvieron cerrados por largos minutos, aunque reconoció estar en su camerino, tragando saliva intento moverse, sintiendo miedo, pero estaba amarrado a una silla, sus brazos en el espaldar, atados con algo duro y cortante, al igual que sus piernas.

ā€œĀæque? Ā”Ayuda!ā€ intento gritar el cantante, pero sus labios estaban amordazados

Lo refrescante del aire acondicionado enfriaba su cuerpo desnudo sentado en la silla, Ćŗnicamente con los calcetines puestos, de color blanco, finos.

ā€œoh, volviste en si, que emociónā€ dijo una dulce voz tras el.

Cuando sus ojos grises presenciaron a la figura que lo habĆ­a amordazado y hecho preso, presencio una mujer de cabellos rojos que nunca antes habĆ­a visto.

ā€œĀ”hola! te acuerdas de mĆ­ Āæverdad? soy Cristinaā€ declaró la mujer sonriendo era de tez blanca, alta y con pequeƱos senos bajo la franela ā€œte estuve esperando, no sabes las horas que estuve escondida en el armario… no pude presenciar tu concierto… Ā”ay pero estoy aquĆ­ que emoción! no importa despuĆ©s de esto vivirĆ© a tu ladoā€

Pitbull se movĆ­a nervioso en la silla frente a lo que parecĆ­a ser su fan.

Su loca fanƔtica.

ā€œme empezaba a doler la espalda… pero cuando desde aquĆ­ se oyó tu voz en el teatro, uf, no sabes la emoción que me dio y me cure de todo, es un sueƱo volver a verte Rafaelā€

Pitbull dobló las cejas contrariado, él no se llamaba Rafael.

ā€œsi, hace algunos meses salĆ­ del sanatorio, pero, no, yo no estoy loca. Todo fue culpa de tu madre, ella nos quiso separarā€

Pitbull intento zafarse de la silla, pero estaba allí como soldado. ”Maldita loca! ¿donde demonios estaba el cuerpo de seguridad del lugar?

ā€œbueno estoy loca por ti, jajajajajajajaā€

El cantante seguía en sus vanos intentos de liberación.

ā€œcuando te vi por primera vez me dije, ese hombre es Rafael, y tiene que volver a ser mió, su familia lo separó de mĆ­, tiene que ser mĆ­o, y yo se que me quieres todavĆ­a, si, estamos destinados a estar juntos. Me gustan tus pares de cojones. Rafael, creo que te han crecido, antes parecian unos limoncitos, cuando eramos novios. Y ahora parecen unos huevos de gallina. Oh amor Āæte acuerdas cuando nos encerrabamos y te los destripaba? creo que cuando te los rompĆ­, tu mamĆ” argumentó que yo estaba loca y jejeje, hizo de todo para determinarlo y me encerraron. Pero cuando te desnude los toque. EstĆ”n intactos, me encerraron en aquel sitio de extraƱos…. Jejeje, Rafael antes no eras asi de calvito… papacitoā€

Pitbull gemĆ­a con miedo, otra loca pendiente de sus testĆ­culos.

"no soy Rafael" dijo

La rojiza alocada se arrodillo ante el cantante con los ojos brillando sus destellos de locura imaginando en su dañado cerebro que aquel hombre era su novio Rafael. Pero se le parecía, sacudió juguetonamente las 2 bolas gordas.

ā€œay Rafael, sabia que serias famosoā€ dijo la muy estĆŗpida, confundiendo por completo a su fracasado ex novio con el gran cantante.

Pitbull peleó por soltarse de la silla y en su intento se rompió la muñeca con el alambre, pensando como buscar la manera de escapar, mas que pensar estaba a punto de colapsar en un ataque de nervios, una vez mas su ineficiente seguridad había fallado.

"AUXILIO"

La larga mano derecha de la mujer le dió un bofetón duro.

"si vuelves a gritar. JURO QUE TE CASTRO RAFAEL"

Ahora ella entre sus piernas, luego paso la mano por el pecho del hombre, y despuƩs le acaricio el cuello, estimulƔndolo.

ā€œay noā€ pensó el hombre, comenzando a sentir como su virilidad se despertaba

E inmediatamente la loca Cristina le dio a las bolas un apretón firme, no demasiado duro para empezar, pero el dolor se estiró desde los testículos al abdomen del cantante, haciéndolo soltar un gemido ahogado por su mordaza de tela, con la mano izquierda, Cristina, la loca, torció una tetilla del cantante de que no pare la fiesta, y a continuación, con todas sus fuerzas, aumentó la presión de su mano con las bolas el hombre reacciono sobresaltando por impulso en la silla, deseando que con la ternura de sus ojos lo soltara.

"ay Rafael, pero si a ti y a mi nos gustaba, pero paso aquello, por suerte veo que tus bolas no se quebraron como dijo la loca de tu madre, porque ella si estaba desequilibrada, si" decƭa la extraƱa mujer.

El cantante hacia ruidos dolorosos, hasta que al fin la chica soltó sus gónadas que empezaban a hincharse, el cantante estaba empapado de sudor y dolor intenso.

ā€œestas muy gordito Rafael, pero no importa asĆ­ me prendes mas, cuando terminemos con esto, planearemos nuestra boda, que por culpa de tu familia no pudimos realizar, ya tu mamĆ” vera, jajaja, ahora seremos felices y viviremos de tus canciones, no se como cambiaste de genero, me gustaban tus baladas y canciones de amor ĀæQuĆ© es eso de que ahora no quieres agua sino bebida? A caso el agua no es una bebida? Y lo primero que hare como tĆŗ esposa Rafael, es cambiarte esas modelos, si… ah Ā”picarón! Eso es lo que querĆ­as, he, ponerme celosa Āæah? Desgraciado te castigare por esoā€

Y la temible loca con toda su fuerza estrelló su puño entre las piernas de Pitbull haciéndole sentir con dolor como sus bolas eran aplastadas en su espacioso escroto. El dolor corrió por todo su cuerpo, paralizando cada parte, cada nervio, dejÔndolo sin fuerza para provocar una reacción o gemido. Inmediatamente Cristina con sonrisa malévola o loca levantó el brazo y lo estrelló duro varias veces en los testículos expuestos del hombre. Pitbull se quejaba y ahora se sobresaltó por lo menos 4 veces después de cada golpe, se sentía mareado y sofocado, en sus delirios de dolor, maldecía a aquella loca y a sus incompetentes de seguridad.

Cristina le dedico una sonrisa tierna al hombre que la miraba lleno de dolor y a punto de desmayarse, entonces ella le agarró el flÔcido pene y comenzó a masturbarlo, de arriba abajo.

ā€œnoooooooooo, malditaā€ pensó el agónico hombre.

ā€œay… ya te pones cachondoā€ dijo ella, viendo como la polla comenzaba a reaccionar por los dulces estĆ­mulos. Las bolas, colgaban sobre la silla con un color rojo intenso.

Los minutos transcurrƭan mientras el placer reinaba ante el dolor, el glande entraba y salƭa del prepucio. Pitbull en su inquietud gemƭa y trataba de decir cosas extraƱas o incomprensibles con su mordaza.

La loca movĆ­a el pene con fuerza, su maniaca mano se desliza arriba y abajo… el cantante sudaba a litros. Intentó apretar los dientes y gruƱir, pero el cosquilleo se hacia insoportable y lo caliente de su excitación se acumulaba en su pene, de pronto su polla empezó a escupir aquellas porciones de leche.

Poff

Poff

Poff

Sonaba cada surcada mientras los disparos salĆ­an desde la punta de polla, atravesando el aire y cayendo en el hombro de la perversa maniaca.

ā€œĀ”ah!ā€ grito de sorpresa el hombre, cuando ya tarde, la puerta del camerino se abrió con una patada e ingresaron 3 hombres y apartaron a la loca de las piernas de aquel calvo lechero.

ā€œĀ”RAFAEL! Ā”RAFAEL!ā€ gritaba la mujer desde su salida del camerino, para ir arrastrada por el pasillo.

ā€œdisculpeā€ hablo el jefe de los guardaespaldas.

Había quedado solo con el cantante en la habitación, pues los otros dos se llevaron a la mujer.

ā€œnos habĆ­amos quedado dormido, esa mujer vino vestida como promotora nos ofreció cafĆ©, de seguro estaba drogado… cuando despertamos, vimos por las cĆ”maras de seguridad lo que le estaba haciendo, vinimos corriendo… mil disculpasā€

Pitbull lanzó un lento gemido y doloroso, mientras cabizbajo miraba a su desinflado pene que soltaba un hilito se semen que mojaba sus huevotes de codorniz.

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