pelea en el bar

Este es otro relato enviado gracias a zatn las gracias a él por tan buen relato.

CONTIENE:

-ballbusting mujer/hombre

La historia comienza cuando José un tipo de 40 años asiste a un Bar a ahogar sus problemas; antes había discutido con su sobrina Charito  por problemas de dinero; Charito una muchacha de 17 años vive con su divorciado tío desde hace un par de años por cuestiones de estudios, y la jovencita es la que se encarga de la economía de la casa, a pesar de su juventud es muy estricta en temas financieros, lo que siempre molesta al derrochador tío.

 Luego de tomar varias copas, José entabla conversación con un tipo muy mal hablado y de mala reputación, los tragos hacen efecto y ambos terminan discutiendo y se van a los golpes, José mas fornido que el sujeto cree tener  la victoria asegurada, pero su golpeado rival llama de inmediato a sus amigos, él pertenece a una pandilla y sus camaradas pronto aparecen, son cinco en total. José esta perdido no tiene oportunidad; los pandilleros rodean a José, quien no sabe qué hacer, por detrás dos sujetos le inmovilizan, el hombre sabe que está acabado, pues el agredido le va a dar de golpes a voluntad.

El primer golpe del pandillero se dirige hacia el rostro de José, pero algo lo detiene, el tipo mira hacia atrás en busca del porque su golpe no llegó al objetivo; se sorprende al observar como una linda chica detuvo su poderosa mano; es Charito quien vino en busca de su tío José (quien está también sorprendido de verla aquí) y al encontrarse con esta situación está decidida a ayudar a su tío en esta pelea.

Charito es una chica de 1.70cm , de cabello castaño y ojos verdes claros, bastante delgada y dueña de un lindo cuerpo; vestía un jean ajustado, una blusita de tirantes  cubierta con una chaquetita corta, y calzaba unos botines negros; había salido a buscar a su tío preocupada, pues sabía que a él le gustaba frecuentar ese  peligroso Bar cuando estaba molesto y siempre al ponerse ebrio terminaba en peleas, su tío era un problema viviente, pero ella se preocupaba por él y no quería que le pasara nada malo.

La Pandilla completa observan atontados a esta bella chica que amenaza con entrar en la pelea...ríen y  ríen. Charito que tenía al pandillero tomado de la mano, le propina un puñetazo en la cara que lo arroja al suelo, vaya que tiene fuerza esta chica! , José aprovecha esto, se libera del agarre y se abalanza sobre uno de los malandrines, propinándole una andanada de golpes; Los demás pandilleros atacan a la chica, uno la toma sorpresivamente por detrás y le dice: “vamos a jugar mamacita…¡en la cama si quieres!”, la joven le propina un poderoso codazo en el estomago haciéndole exclamar un  “UUFFFFF”  antes de dejarlo sin aire, seguido le remata con una patada de Karate en la cara, que le rompe la nariz.

 José sabía que ella había tomado lecciones de Karate cuando era más joven, pero no se imaginaba que fuera tan buena peleando. Un enorme pandillero se lanza en carrera sobre Charito, ésta al verlo tan grande (de 1.95 cm, cuando menos) baja su mirada de inmediato a la entrepierna del sujeto,  por el bulto se nota  que guarda unos genitales bastante grandes dentro de su apretado jean de pandillero.

La chica lanza una fuerte patada, Clavando la punta del botín entre las piernas del agresor, golpeado sus grandes testículos,  el agredido exclamó un “OOOOHHHHHH!!!!”, y se detiene  en seco, las enormes manos del gigante cubren sus adoloridas bolas, el sujeto no soporta más el dolor y cae rendido ante la joven, no se levantó más.

Charito se sintió orgullosa al derribar a un tipo tan grande con un solo golpe (claro que no fue un simple golpe). De repente siente un gran dolor en su espalda, un desconocido cobardemente la golpeó con un palo de billar por detrás, haciéndola caer arrodillada al suelo, apoyando sus manos contra el suelo ¡Que terrible dolor siente en la espalda!.

El nuevo atacante es el jefe de la pandilla y ahora sexto participante en la pelea, la mira allí tirada en el suelo, siente odio por ella, aunque también deseo: “¡que bella es!”, el salvaje le propina una devastadora patada en un costado con sus macizas botas de motociclista ,un golpe tan terrible que casi le fractura las costillas. Charito Exclama un alarido: “¡AAAHHHHHHH!”  pobre niña, no tiene fuerzas ahora y el indescriptible dolor la hace retorcerse en el suelo, cubriendo sus lastimadas costillas; Solo un cobarde atacaría así a una mujer. No contento con esto,  el líder la pone en pie y coloca contra una pared, le levanta la blusa y el sujetador, exponiendo sus pechos, los que procede a lamer: “¡que tetona eres mami! MMMmmmm, belleza”.

 Charito no puede resistir el dolor en su costado, a la vez se siente asqueada por cómo es tratada por el pervertido líder; el estimulo en sus pechos  hace sonrojar contra su voluntad a la joven. El líder se alegra al ver el enrojecido rostro de la adolorida muchacha… es una mezcla de dolor y pudor,  el criminal expresa: “me encanta que te sonrojes, eres buena niña… me encantas toda… tu boquita, el verde de tus ojos, y sobre todo... Estas ricas tetas… MMmmmmm”.

Mientras tanto José es castigado por los demás pandilleros que lo azotan sin piedad. Todo parece perdido,  Pero Charito no se rinde, sabe que es la única esperanza de su tío y que este líder la va a violar y hasta matar;  Junta las pocas energías que tiene y le propina una patada en la espinilla al líder que chilla del dolor : “AAhhhhhhhhiiiiiii!!!”, el adolorido la libera y rápidamente Charito fija su objetivo…visualiza los jean apretados del líder…específicamente el área de la entrepierna  y ATACA!.

Lanza su mano con los dedos y uñas como garra y toma al líder de los testículos y aprieta, aprieta con Furia!, el agredido grita a todo pulmón:  “AAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!! .... …maldi…maldita..Suéltame los Huevooooosssssss!!!!!!!” ; Charito amenaza: “diles que suelten a mi tío o te juro que te los arranco maldito!!”, al tiempo que le aprieta más fuerte, haciendo exclamar al cautivo hombre  un “OOOOUUUUHHH“;  el líder pandillero  en medio del sufrimiento sabe que no tiene opción, sus pelotas , sus preciadas pelotas están en manos de esa enfurecida chica, debe hacer lo que ella diga.

Casi desfalleciendo por el dolor cede y ordena a sus secuaces dejar al pobre José, que apenas puede levantarse y mantenerse en pie. José se mueve hacia su sobrina y ambos caminan hacia la puerta, claro que Charito llevaba equipaje… mientras con una mano se sobaba su costado, con la otra mantenía al líder cogido por las bolas y lo manejaba como una marioneta, jalaba y apretaba, no le daba descanso; los demás pandilleros mantenían su distancia, permitiéndoles llegar hasta la puerta ,una vez cruzada esta, Charito dio un brutal tirón a los genitales del líder que exhaló un “OOOOOOOOOOOHHHHHH!!!”, le soltó y apenas el líder pandillero se cubrió la entrepierna y se dobló a la mitad, la bella a pesar del dolor en sus costillas, le conectó un rodillazo en la frente, derribándole en plena entrada del Bar; El líder quedó tendido en el suelo obstaculizando la salida de los demás pandilleros; así los dos, tío y sobrina corrieron por la calle como alma que lleva el diablo.

 Los pandilleros no los persiguieron, se dedicaron a atender a su líder caído…además no tenían interés en ir tras esa chica que había barrido el piso con un par de ellos. Tras el escape, José viendo a su sobrina tomándose el costado pateado, le pregunta si está bien o deben ir al médico, la joven le responde que el dolor es fuerte, pero que se repondrá; ella igual le pregunta por su estado, pero él le comunica que solo son golpes, nada serio.

Una vez en casa José debe soportar los regaños de la joven: “…por esto y esto…bla,..bla ..bla… se da cuenta tío!, tengo que sacarlo siempre de líos, esta vez fue muy lejos…bla…bla…bla…”, José se sentía apenado por recibir tal regaño de su joven sobrina, pero aceptó la reprimenda verbal, sabe que no es prudente llevarle la contraria a una sobrina que sabe Karate y además… que le salvó el cuello.

José solo dijo: “Gracias Charito, gracias por ayudarme y por todo”; Charito quedó atónita, pues nunca había escuchado a su tío decirle jamás Gracias por algo, sonrió y respondió: “de nada tío”.

FIN.

Gracias.

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