CONTIENE:
-sexo homosexual
-ballbusting hombre/hombre
Israel se habĆa instalado cómodamente en la casa de su padre, laboraba lunes a viernes en su nuevo consultorio odontológico, donde iban algunos de sus pacientes que vivĆan en la ciudad capital, tambiĆ©n algunos empleados de la fĆ”brica constructora, o algunos talentos de la televisión recomendados por Simón Chacón. Su Ć©xito mermaba rĆ”pidamente y empezaba a ver la miel de su cosecha, su evolución y cambio de lugar era un Ć©xito, aunque el costo, era ver un solo fin de semana por mes a sus hijos, donde ademĆ”s aprovechaba aquellos fines de semana para inspeccionar la dentadura de sus antiguos clientes en la ciudad que lo vio crecer. AdemĆ”s de eso Israel se desempeƱaba como nadador profesional, aunque su talento en todos sus aƱos habĆa sido pobremente explotado y no era mas conocido que en su club de natación. Ahora en su mudanza entrenaba en un prestigioso club de natación donde estaban destacados atletas reconocidos en el mundo del deporte nacional e internacional.
A pesar de desempeƱarse en lo que mas le gustaba, terminaba de lunes a viernes, mucho mas que exhausto.
Igualmente con su carĆ”cter conquistador ya habĆa conocido a mas de una mujer en aquella capital, su atractivo fĆsico hacia crear las mejores de las fantasĆas en las fĆ©minas y hombres tambiĆ©n. Ya habĆa estrenado su consultorio como hotel la noche de un jueves cuando falto a su entrenamiento de natación, pero todo valĆa con aquella morena espectacular.
Y en la piscina, podĆa crear el magnetismo de miradas voluntarias que se marcaban en su indecente paquete. Relleno de una rica salchicha con unas colgantes y gordas bolas heredada desde sus antepasados Chacón. En las clases de natación estaba una chica, Elisa, una linda mujer de tez clara, con cabellos negros que recurrĆa a la natación mĆ”s como pasatiempo que por pasión, Israel le coqueteaba, y ella se dejaba hacerlo, aunque el guapo rubio lo que ganó con eso, fue un gran enemigo en aquella escuela.
El hombre en cuestión era Adam, un muchacho robusto, de tez morena, novio de aquella mujer, un disciplinado atleta de natación que desde la entrada de Israel al lugar, su competencia por ser el mejor se habĆa desatado, y sobretodo cuando el rubio le coqueteaba a su novia, logrando que el moreno sintiera odio por Ć©l ademĆ”s por intentar destronar su talento como nadador.
-honestamente no encuentro el chiste revisa dientes- dijo el forzudo sentƔndose en la banca al lado de su novia y abrazƔndola por la espalda
-si, mis sobrinos comen mucho dulces⦠todo el dĆa- hablaba Elisa- tendrĆ© mĆ”s cuidado.
-pero en cuanto a los dulcesā¦- continuaba Israel sonriendo con los perlados dientes.
La conversación hubiera continuado, con pequeños chistes de muelas, dientes, higiene bucal, e Israel poniendo su mano delicadamente en el rostro de la chica revisando su dentadura, pero el entrenador le llamó para que iniciara 4 vueltas a lo largo de la piscina con movimientos especiales.
-lo odio- declaro Adam cuando el rubio se habĆa alejado caminando con su pomposo trasero a la piscina -no te quiero cerca de ese revisa dientes, no se que carajo hace aquĆ. No te quiero ver hablando con Ć©l.
-por dios Adam ¿Qué dices? Si es agradable- comentaba Elisa peinÔndose los cabellos
-¿no ves lo que él pretende? eres mi novia, respétame.
-no seas inseguro Adam, ningún recién llegado nos va a separar- dijo ella, abrazÔndolo, pero mirando hacia Israel que se preparaba para zambullirse en la piscina.
Desde lo alto del taco, Israel echo una mirada hacia la chica, sus ojos brillaron, dado su carĆ”cter de Don Juan, por supuesto que no querĆa nada serio con ella, solo un ratito de placer en una habitación. Sonrió, y se zambulló riendo bajo el agua haciendo aparecer un montón de burbujas sobre la superficie.
En casa, habĆa desarrollado una excelente relación con Yenny, su hermana, le contaba chistes y le daba tips picaros acerca de su nuevo novio Santiago. Con Pablo charlaban hasta altas horas de la noche, acerca de la vida social, o de mujeres o tambiĆ©n simplemente del trabajo, hablaba con su padre de cosas de la niƱez conociendo los gustos de cada uno, y con la seƱora Jenny hablaba tranquilamente de algunas cosas de la vida desarrollando una agradable simpatĆa el uno por el otro.
Ese viernes Pablo no estaba en casa, ya habĆa avisado a su padre con anterioridad que viajarĆa con un āmuchachoā que habĆa conocido y que aquel viaje seria el decisivo para iniciar una relación.
En todo ese tiempo Pablo y Otto no habĆan tenido alguna relación sexual de penetración, todo se habĆa limitado a que Otto golpeara las bolas desnudas de Pablo y le hiciera sexo oral, le hombre maduro parecĆa encantarle las pelotas colgantes del joven ademĆ”s del grueso falo, pero siempre que la relación iba mas allĆ”, Pablo le detenĆa, hasta que cierta maƱana en su oficina Pablo le indico a Otto cerca del oĆdo.
-estoy seguro que podemos llevar esto mas allĆ”.
Otto abrió los ojos de sorpresa y su pene se endureció dentro del pantalón.
-¿Qué dices?
-Lo que oĆste, pero me tienes que acompaƱar este viernes a un viaje, sin decir nada.
-¿A dónde?
-solo acompÔñame, si asà lo deseas
El sitio ya es conocido, un departamento a la orilla de la playa propiedad del seƱor Marcos y su esposa, Pablo tomó las llaves del sitio sin el menor problema, y sin el permiso de los padres, simplemente la oculto entre sus cosas, hizo las maletas, avisó que volverĆa el domingo por la noche y se fue. Otto no aviso que irĆa de viaje ese fin de semana en el trabajo para no levantar sospechas ante el seƱor Marcos.
Instalados en el departamento, salieron a caminar por la playa y charlaron sentados en la arena.
Al caer la noche regresaron al departamento donde Otto harĆa de las suyas con Pablo.
Pablo tenia el corazón palpitĆ”ndole por segundos, se sentĆa estĆŗpido, pero era la primera vez que literalmente se acostarĆa con una persona mayor que Ć©l. En cambio Otto comenzó a pasar su nariz por el cuerpo del muchacho, le quito la franelilla y comenzó a olisquear palmo a palmo su cuerpo, su fuerte pecho, sus duros abdominales adornados de lindos chocolates, su color de piel, olio su zona genital, la palpó con la mano, estaba duro. Otto tambiĆ©n tenia su pene erecto, se le observaba considerablemente con el pantalón, Otto enterró la cabeza en el cuello de Pablo, oliĆ©ndolo, Pablo jadeaba excitado, Otto paso la mano por el pecho del muchacho, sus tetillas duras, su rostro, su espalda gruesa, su hombro⦠su hombro, y allĆ se detuvo, lanzando sobre el joven un traidor rodillazo en las pelotas.
āahhhhā chilló Pablo
Otto lo mantuvo agarrado para que no cayera al suelo, pero las piernas del muchacho comenzaron a temblar. La mano turista de Otto toco el pecho del joven, acaricio por largo tiempo sus abdominales, duros, como rocas y se adentró en el short, pasando por un lado del pene erecto y adueñÔndose de las pelotas. Grandes, adoloridas, velludas.
Con su mano libre la alejo del hombro de Pablo Chacón y de un solo tirón hizo caer al short. Otto lo miró directo a los ojos, su mirada era dura, como un amo, mientras apretaba mÔs fuerte aquel dúo de pelotas.
-¿Quién es tu amo?- le preguntó sin compasion, con el rostro cuadrado de ira.
Pablo intentó responder, pero sus labios estaban sellados.
-”ahhhh!- pudo soltar, una vez que Otto le haló los huevos hacia abajo.
Pablo bajo la cabeza, una fuerza enigmĆ”tica le impedĆa ver la mirada dura de Otto, sus ojos se posaron sobre sus huevos apretados y su pene inmenso apuntĆ”ndo a la cara, miro el bulto de Otto, estaba grande tambiĆ©n, y de vez en cuando lo frotaba contra su cuerpo.
-el amo soy yo ¿quieres que te suelte? ”pedazo de basura!
A Pablo se le aguaron los ojos, estaba excitado y adolorido, querĆa que le reventara las bolas y a la vez que lo soltase, era una difĆcil decisión.
-no me importa tu salud. Quiero que me complazcas, aquĆ quien ordena soy yo.
Le apretó las bolas lo mÔs fuerte que pudo y Pablo arqueó la espalda gritando y cerrando los ojos al echar la cabeza hacia atrÔs.
Otto lo soltó y Pablo cayó enseguida al suelo sobando sus cojones, Otto se inclino sobre él y le dio un pegajoso beso en la mejilla, salió de la sala y se fue a duchar, dejando a Pablo respirando entrecortado.
Cuando salió del baño, Otto se asomo a la sala y vio a Pablo sentado en el sillón con las manos acunando sus huevos.
āvenā lo invito Pablo
Otto le dio una sonrisa, pero salió de la sala, entro a su habitación y cerro la puerta con seguro. Tras unos minutos, Pablo toco a su puerta, pero Otto, desde el interior le deseo las buenas noches, sintiĆ©ndose solo, Pablo fue a otra habitación donde paso la noche, se desconoce que hizo Pablo en la habitación antes de quedarse dormido, pero Otto lo habĆa dejado fieramente excitado.
A la maƱana siguiente almorzaron en un restaurant cercano y se divirtieron en la playa, se reĆan y se decĆan muchas cosas.
Al anochecer y luego de cenar, Otto se acercó excitado a Pablo, era la primera vez que caminaba en calzoncillos hacia el joven y se ponĆa tras Ć©l, pegĆ”ndole la excitación al trasero, aunque con anterioridad lo mas morboso que habĆa hecho fue arregostar su pene erecto a su muslo, esta vez lo estaba abrazando mientras se pegaba mucho a Chacón.
Con su mano acaricio el pecho de Pablo y metió de nuevo la juguetona mano por el short del muchacho, tocando su pene erecto y sus bolas grandes, esta vez sin apretarlas, lo hizo inclinar sobre la mesa, con la verga dura pegada al trasero.
-Āæestas preparado Pablo?
-.........si.
Otto bajo el short por las piernas de Pablo, al dejarlo en el talón, subió a través de la pierna dejando suficientes besos, paso la lengua por la nalga, y se bajo el calzoncillo blanco, Pablo comenzaba a sentirse nervioso, se dejo llevar por Otto y comenzó a sentir la presión del glande del cincuentón, el hombre dio un suspiro e introdujo de golpe su pene en el interior de Pablo que soltó un gruñido sintiendo la vara atravesarlo.
Otto besaba la nuca de Pablo, su cuello, su espalda, acariciaba con la mano su abdominal, su cara, su verga empalmada, luego le pellizcaba los pezones, le mordĆa el cuello, Pablo comenzaba a jadear emocionado, moviĆ©ndose contra Otto, que cogĆa tiempo para tomarlo de la cadera y moverse tambiĆ©n hacia delante y atrĆ”s.
Los minutos transcurrĆan, Pablo sentĆa gran dolor en el ano, pero unido a otro placer, su punto G estaba al limite, deseaba que todo terminara y a la vez no.
Cuando por fin Otto acabó, su semen se derramaba en el interior de Pablo, quedando fatigado y descansando sobre el hombro de Pablo. Ambos jadeando y sudando.
Y asà era como se iniciaba Pablo con su nueva pareja treinta y tantos años mayor que él, aunque cuando se acostó esa noche sin querer hacerlo se acordó de Alfredo, decidió abandonar aquel pensamiento y se abrazó a Otto.
ā¦
El domingo al caer la tarde fue cuando abandonaron el departamento de la familia Chacón, viajaban en autobús y regresaron a la ciudad capital.
-no habĆa pensado en algo cuando decidĆ que vendrĆamos aquĆ- declaró Pablo cuando iban en el autobĆŗs
-¿Qué?
-nuestra bronceado, mi padre se enterara que tĆŗ y yo estuvimos juntos
Otto movió la cabeza queriendo decir āes ciertoā.
ā¦
Cuando Pablo llegó a su casa, y colocó las llaves del departamento de playa en su lugar, recibió un regaƱo de su padre por haberlas tomado sin previa autorización. Pero en la noche antes de dormir, su padre charló con Ć©l. Fue cuando Pablo decidió explicarle con quien estuvo cuando le preguntó como habĆa resultado aquel viaje con la persona que conocĆa.
-todo fue muy bien- miraba al seulo -y he decidido contÔrtelo, antes que lo sepas mañana y⦠reacciones peor a como estarÔs ahora.
-¿Qué?- doblo el ceño el señor Marcos.
-todo este tiempo he estado saliendo con Otto⦠Otto Salinas.
-”carajo Pablo!- dio un manotazo contra el colchón su padre -con Otto ”no! te prohibà cualquier relación con él. ”NO! ¿Que no entiendes que es malo? Es tramposo, es lo peor ”NO Y NO!
-Otto no es malo, quizƔs yo conozca otras cualidades que tu desconoces de Ʃl, y es vƔlido.
-Ā”te lleva muchos aƱos, Pablo! Ā”por dios! Termina toda relación con Ć©l. Te lo advertĆ, me opongo, no te quiero ver con Ć©l, la terminas tĆŗ o me encargarĆ© yo.
-al fin y al cabo serĆ© yo quien corra los riesgos, tĆŗ no- decĆa Pablo comenzando a malhumorarse -Ā”no debes meterte en mis asuntos! Ā”son mĆos! dĆ©jame vivir y no te metas en mi vida.
El señor Marcos se contuvo para no abofetearlo, que decepción.
-Āæya te destripo las pelotas? Al fin y al cabo es eso lo que le gusta a ambos Āæno? machacarse los huevos, cuando te deje en el hospital ni me llames.
-”no es tu problema!
-”eso se acaba mañana!
-”ni te atrevas!
-vas a terminar arrepentido
-En este caso seré yo, no tú.
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