Hola lectores (a) de este blog estamos estrenando nuevo lugar, la razĆ³n por la que mudĆ© el blog a blogger es por lo simple y completo que este ofrece, en cambio wordpress, si, es un buen lugar, buena tecnologĆa y limitado. IntentĆ© que la interfaz se parezca a la versiĆ³n 2014 de wordpress, para que el cambio no sea tan drĆ”stico. Ahora, iniciamos en la "nueva" casa con una pequeƱa serie que planteo basado en Pablo y sus familiares.
Pablo pasĆ³ toda esa semana viendo un especial
en televisiĆ³n de todas las sagas de la pelĆcula Saw o juego del miedo, las primeras 3
secuelas las compartiĆ³ frente al televisor con su hermano Israel, porque este
decĆa que esas eran las mejores, durante las 2 siguientes las observo con su
padre, que se asqueĆ³ con las matanzas vistas, y el resto la terminĆ³ viendo solo, observando como los miembros del
reparto de dicha pelĆcula se mutilaban y soltaban sangre como nadie nunca en
vida real lo harĆa. Cuando finalmente vio por primera vez la ultima pelĆcula,
se dio cuenta de algunas faltas de coherencia y ademĆ”s de cĆ³mo los creadores ya
no tenĆan el presupuesto indicado como sucediĆ³ en las primeras entregas, el
sueƱo lo gobernĆ³, pues habĆa trabajado mucho aquel dĆa y se acostĆ³ a dormir
cuando faltaban pocos minutos para el decepcionante desenlace.
Mientras dormĆa, todavĆa
teniendo en el subconsciente, escenas de mujeres nadando en inyecciones,
amantes asesinos, un policĆa tratando de rescatar a su hijo, un oficial con
pantalĆ³n ajustado, un tĆtere que fue muy bien parodiado en otra pelĆcula, otra mujer muriendo calcinada en un horno al igual que un hombre, fue entonces
que su cerebro se formo un sueƱo, o una pesadilla al mas puro estilo
ballbusting.
En aquel sueƱo Pablo despertaba en un
lugar poco iluminado y hĆŗmedo, al andaba semidesnudo con un pequeƱo interior gris, con los huevos y el pito guardados en la tela. Estaba encerrado en un
cubĆculo de cristal, trato de romperlo pero el vidrio era irrompible. A
continuaciĆ³n todas las luces se encendieron, mostrando ahora un baƱo limpio, con baldosas blancas, y 4 cubĆculos dispuestos en los puntos cardinales,
en el punto norte, Pablo, al sur el seƱor Marcos ChacĆ³n, al este Israel y al
oeste SimĆ³n ChacĆ³n. Lo mĆ”s aterrador, al centro de aquellas garitas de vidrio
estaba Alfredo, desnudo y con su cuerpo dispuesto en
forma de “X” sujetado con cadenas, y una especie de martillo en la entrepierna.
-¿QuĆ© es esto?- gritĆ³ Pablo
-no sabemos- dijo el seƱor Marcos ChacĆ³n que estaba desnudo asĆ como sus otros dos hijos..
Pablo presintiĆ³ algo extraƱo, aquellos cubĆculos de cristal no tenĆan puerta, no sabia como habĆa entrado a ellos, Ćŗnicamente tenia un recipiente con medidas en mililitros.
-¡ALFREDO!- lo llamĆ³ Pablo asustado tratando de romper su celda de cristal.
Al fondo se oĆa a Israel gritar obscenidades, mientras SimĆ³n estaba callado, asustado.
De pronto una voz de ultratumba retumbĆ³ en la habitaciĆ³n ¡era el desgraciado tĆtere asesino cuyo
nombre Pablo no recordaba! "¡Nos matarĆ”!" PensĆ³ el muchacho, con su frĆa voz
indicĆ³ el diabĆ³lico plan de salvaciĆ³n de sus vidas y la de Alfredo, o mĆ”s
concretamente la salvaciĆ³n de las regordetas pelotas de Alfredo, que Pablo bien
conocĆa.
-El desafĆo de este juego es salvar los testĆculos del rubio en el suelo, de una dolorosa fragmentaciĆ³n por parte del martillo de hierro que le ira poco a poco golpeando las pelotas- susurraba Billy -El objetivo de los 4 concursante es masturbarse y con su semen depositado en cada uno de los recipientes en sus garitas ir deteniendo poco a poco la fuerza del martillo, cada hombre ChacĆ³n tiene en sus huevos y en su semen la fuerza para salvar los testĆculos de Alfredo de una dolorosa pĆ©rdida de sus testĆculos. Tienen pocos minutos para masturbarse y salvarlo.
A lo alto de la habitaciĆ³n brillo un reloj marcando un tiempo suficiente para que cada hombre de aquella familia hiciera la misiĆ³n y la lograse.
-te salvarĆ©- grito Pablo quitĆ”ndose las prendas -papĆ”… hermanos, saben lo importante que es Alfredo...
-¿QuĆ© coƱo?- decĆa Israel con las cejas dobladas
-y… yo tambiĆ©n- alegĆ³ SimĆ³n agarrando su pene.
-Israel… ayĆŗdame, ayĆŗdalo, luego te explicare- decĆa Pablo.
Israel apretĆ³ los labios, miro a su padre, y pareciendo decidido, agarrĆ³ tambiĆ©n su pene.
El martillo se moviĆ³ y con sed de piedad aplastĆ³ los 2 testĆculos de Alfredo.
-¡AAAAAAAAARRRGGG!- gritĆ³, temblando con su cuerpo sin poder sobar sus bolas.
Israel fue el primero en comenzar a jadear, cerrando los ojos y levantando la cabeza, mientras estimulaba a su pene con su mano, este se hacia grande, majestuoso y hermoso, mientras sus bolas heredadas de familia le colgaban inmensas y vulnerables entre las piernas.
Marcos ChacĆ³n dio un suspiro mientras su pene se ponĆa rĆgido apuntando al techo mientras su mano lo masajeaba lenta y cariƱosamente, pensaba en su esposa.
La polla de Pablo se bamboleaba tiesa de izquierda a derecha, el muchacho empezaba a sudar, mortificado en salvar del dolor a quien odiaba el ballbusting, pero aun asĆ movĆa sentimientos fuertes en su vida, Alfredo.
SimĆ³n tenia la boca abierta, sintiendo un rico placer desde la punta de su grueso pene, el sudor se acumulaba en su frente y pecho, apretaba lo dientes sabiendo que sus testĆculos no le fallarĆan y que desbordarĆa aquel recipiente de semen.
Alfredo continuaba en el suelo, sus regordetes testĆculos comenzaban a verse hinchados, mientras el martillo hizo un nuevo movimiento amenazantes en aniquilarle los huevos, el muchacho rogĆ³ una clemencia y cerrĆ³ los ojos despavorido, mientras el martillo se erguĆa y caĆa pesadamente en sus bolas, las piernas le temblaron bajo el escalofriante ruido de las bolas aplastadas y un grito desesperado lleno de impaciencia a los 4 hombres encerrados.
-¡resiste Alfredo!- rogĆ³ Pablo
Israel escapĆ³ un jadeo profundo, su pecho de nadador crecĆa con cada nuevo segundo, respirando y exhalando bocanadas de aire, excitado el hombre cerrĆ³ los ojos hinchando su larga verga.
Marcos ChacĆ³n hizo otro ruido con la boca, su torneado cuerpo brillaba de sudor. Su duro pecho y abdominales, trabajado por las maƱanas cuando salĆa a trotar brotaban el mas espeso sudor, empezaba a oler a macho y sus huevos se movĆan delante a atrĆ”s, mientras masturbaba su pene.
Pablo veĆa a Alfredo temblar en el suelo, era quien mas movĆa su pene, masturbĆ”ndose como loco, deseaba rescatar a quien necesitaba mĆ”s protecciĆ³n y estaba tirado en el suelo, se daba cuenta que a pesar del tiempo, todavĆa lo querĆa o amaba.
-¡ESPERA ALFREDO!- exigiĆ³ mientras vio moverse el martillo de nuevo.
El escroto de SimĆ³n comenzĆ³ el ascenso de sus testĆculos, mientras el muchacho arqueaba la espalda y mordĆa su labio inferior, lanzo un gemido largo, pero su pene empezĆ³ a rezumbar lĆquido preseminal que se chorreĆ³ por el falo erecto, venoso y grueso.
El martillo volviĆ³ a caer sobre Alfredo.
-¡AHHHHHRGGGGGG!- gritĆ³ de ultratumba.
Ante aquel espantoso grito un disparo de lava blanca saliĆ³ de la polla de SimĆ³n volando por el aire y cayendo pesada dentro del recipiente, seguido de otro chorrete semen, caliente y espeso volĆ³ como un disparo de caĆ±Ć³n, SimĆ³n parecĆa complacido.
A continuaciĆ³n el martillo se levantĆ³, pero no a una altura de 90 grados, sino alrededor de los 67 grados.
SimĆ³n se recostĆ³ contra el cristal jadeando, y se
dejĆ³ caer por el suelo, mientras como si fuera caricatura, su pene comenzĆ³ a
desinflarse, todavĆa emanando poco de su nĆ©ctar viril.
-falta poco Alfredo ¡resiste!- seguĆa dando Ć”nimos Pablo, pensaba que seria el primero en eyacular, quizĆ”s su propio stress en rescatar a Alfredo no lo dejaba concentrarse.
Israel comenzĆ³ a hacer un ruido gracioso con la boca mientras respiraba mas aire a sus grandes plumones de nadador, sus dedos se llenaban de un lubricado presemen que salĆa de su polla.
Marcos ChacĆ³n bajĆ³ la mirada a su entrepierna, su pene estaba hinchado y con la cabeza roja en forma de hongo escapando tambiĆ©n otra porciĆ³n de presemen, una lluvia de sudor resbalo de la frente al piso, mirĆ³ a Pablo y leyĆ³ el terror en sus ojos.
"debo acabar” pensĆ³ el maduro.
Pablo apretĆ³ los dientes y escapĆ³ un gruƱido de rabia tenia el pene hinchado y se masturbaba como esquizofrĆ©nico, pero no sentĆa placer, ni nada por el estilo, fallarĆa en su misiĆ³n de rescatar a Alfredo que terminarĆa con sus gordos huevos partidos.
El desgraciado martillo golpeĆ³ con fuerza a los cojones de Alfredo que empezaban a colorearse de rojos a morados, al parecer mientras mas bajo estuviera dicho mazo, mas fuerte era el aplastamiento. Alfredo tenĆa la mirada perdida, y los ojos llorosos, mientras el martillo volvĆa a aplastar sus testĆculos con fuerza que ya parecĆan dos pelotas de tenis.
Israel provocĆ³ un sonido con la garganta mientras doblaba las cejas y su sudor baƱaba su cuerpo, enseguida un disparo de leche caliente brotĆ³ de la punta de su polla, un solo disparo que parecĆa no ser suficiente.
Pero aquellos tres hombres no se rindieron, siguieron balanceando sus manos en sus pollas, y el martillo volviĆ³ a subir encorvado hasta caer de nuevo en los testĆculos de Alfredo. Su fuerte rostro se retorciĆ³ sintiendo sus huevos aplastados con el pesado fierro.
-AAAAAAAAARGGGGGGGG-
-¡Alfredo!- exclamĆ³ Pablo asustado.
El semen de Marcos ChacĆ³n saliĆ³ y resbalĆ³ como un pegote por el recipiente de vidrio. Seguido de otra potente carga de leche espesa y blanca saliĆ³ de su polla.
Y el martillo volviĆ³ a alzarse esta vez en una posiciĆ³n alrededor de 44 grados.
Alfredo estaba jadeando en el suelo mientras gruesos chorros de sudor se acumulaban en su frente, se sentĆa mareado.
-te salvare Alfredo- recordĆ³ Pablo.
Pablo siguiĆ³ moviendo su pene como un demente, jadeaba, y sudaba, su espalda tambiĆ©n estaba en forma de arco, pero su estrĆ©s por salvar a aquel muchacho parecĆa no hacerlo concentrar en su deber.
Marcos ChacĆ³n se fijo en sus dos hijos, Israel parecĆa no tener Ć”nimos de cooperar en la acciĆ³n, mientras SimĆ³n limpiaba pequeƱos hilos de esperma que reposaban en su muslo, dedico una mirada a Pablo, estaba preocupado, sintiĆ³ compasiĆ³n por Ć©l, pero vio con precauciĆ³n, como los testĆculos de su hijo ascendĆa, estaba pronto por acabar.
Pablo se mordiĆ³ el labio inferior, cerrĆ³ los ojos sintiendo el clĆmax mientras frotaba la verga, resoplaba con cansancio.
Su leche se esparciĆ³ en el recipiente, semen blanco y acumulado durante dĆas, blanco-oscuro, oloroso a cloro. Fuerte.
Marcos sonriĆ³ con orgullo, asĆ eran sus hijos, asĆ eran los hombres ChacĆ³n, sementales. MirĆ³ a Israel que parecĆa no poder concluir la labor, parecĆa confundido a pesar de su excitaciĆ³n.
Pablo ahora tenia las manos llenas de
semen y su polla se dormĆa entre sus piernas, se puso a limpiar los dedos en la
orilla del recipiente.
El martillo se levantĆ³ a una altura
aproximada de 22 grados. Y cayĆ³ con una fuerza superior a las veces anteriores
en las bolas de Alfredo, atrapando los dos testĆculos entre el hierro y el
suelo, Alfredo abriĆ³ la boca y los ojos sin poder escapar algĆŗn horrendo grito,
estaba paralizado del dolor.
-Israel por favor, faltas tu, ayuda a
Alfredo- rogĆ³ el seƱor Marcos pegando sus manos contra el vidrio de su
cubĆculo.
Israel movĆa la mano lentamente de
arriba hacia abajo en su pene que se llenaba de liquido preseminal, sus ojos
se cerraron y tratĆ³ de concentrarse.
El martillo volviĆ³ a alzarse y machaco
de nuevo los huevos de Alfredo, el muchacho hizo una mueca de dolor y gimiĆ³.
Pablo continuaba frotando su polla,
gimiendo de placer, cerrĆ³ los ojos y apretĆ³ los dientes, logrando en pocos
minutos descargar otra fila de semen en el recipiente. El semen viscoso y
blanco cayĆ³ como una pega al vidrio, mezclĆ”ndose como una
nutritiva sopa pegajosa pero blanca, ademƔs de hacer mover el pequeƱo peso bajo
el recipiente, el martillo se alzĆ³ bajo el mismo Ć”ngulo, por lo que significaba
que solo bastaba el semen de Israel para detener esa tortura.
El pesado martillo aterrizo una vez mas
en las gĆ³nadas maltratadas de Alfredo, provocĆ”ndole un lastimero y gutural
grito sofocado.
Israel lanzĆ³ un jadeo y Marcos ChacĆ³n
vio como con los ojos entrecerrados, su hijo arqueaba la espalda, con el pene
duro como una roca, los huevos ascendidos, soltando una expulsiĆ³n de pura lava blanca que aterrizĆ³
contra el cristal del recipiente, espesa, y dejando una marca mientras
resbalaba lentamente al fondo hasta que se acumulĆ³ con todo su peso.
Con un movimiento rudo el martillo pegĆ³
por Ćŗltima vez las bolas de Alfredo, hasta que cayĆ³ al piso dando un fuerte
ruido, finalmente los metales que ataban al hombre se abrieron, y el muchacho
quedĆ³ postrado en el suelo sobando sus bolas maltratadas.
Pablo abriĆ³ los ojos despertando de
aquella sexual pesadilla, estaba sudando a chorros y tenia el pito duro, se
palpĆ³ la zona genital y descubriĆ³ que habĆa eyaculado mientras tenĆa esa horrenda pesadilla. Se
cambiĆ³ el calzoncillo y no pudo evitar la tentaciĆ³n de escribirle un mensaje de
texto a Alfredo y decĆa.
“Hola ¿como estas? Deseo que estĆ©s mejor
que nunca y tengas buenos dĆas”
No tuvo respuestas, bueno, era de madrugada. Y se durmiĆ³ nuevamente.
Cuando despertĆ³ al amanecer se sorprendiĆ³ de tener una respuesta de Alfredo.
“muchas gracias, y tambiĆ©n te deseo que
tengas buen dĆa, estarĆ© ocupado”
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a mi me gusto. sobretodo porque alfredo es el mejor candidato para pablo
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