CONTIENE: -BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Ernesto sonriĆ³ sin hipocresĆas y con entusiasmo, cuando Gabriel se parĆ³ a su frente, un prostituto que alquilaba por simple hecho de cumplir sus fantasĆas mĆ”s profundas.
Ernesto sonriĆ³ sin hipocresĆas y con entusiasmo, cuando Gabriel se parĆ³ a su frente, un prostituto que alquilaba por simple hecho de cumplir sus fantasĆas mĆ”s profundas.
—Te ves muy bien— le dijo.
—gracias— hablĆ³ Gabriel, separando las piernas — ¿empezamos?
—antes ¿podrĆa darte un beso?
—puedes hacer de mĆ, lo
que quieras.
Ernesto se encaminĆ³ a Ć©l, ¿cĆŗal era la reacciĆ³n fĆsica que ejercĆa
ese muchacho en Ć©l? era un simple
puto. Un prostituto que hacia todo lo que Ć©l
le pidiese.
Le lamiĆ³ el pecho, la tetilla, luego la otra.
SintiĆ³ que la polla de Gabriel
empezaba a reaccionar, y la suya estaba mĆ”s que tiesa. Usando la lengua subiĆ³
al cuello, lo beso y Gabriel gimiĆ³, eso lo excitaba, le beso el mentĆ³n y como
tonto lo beso en los labios, los besos eran correspondidos, la lengua, saliva.
Ernesto retrocediĆ³ y contemplo el cuerpo de Gabriel, la
piel blanca, el abdomen duro, el calzĆ³n negro ajustado y las piernas abiertas,
le patearĆa las bolas.
Gabriel tragĆ³ saliva prediciendo lo que iba a saber
cuando lo vio doblar la pierna, se sintiĆ³ excitado de saberse doblegado.
POOCK
El zapato deportivo y sucio de Ernesto se estrellĆ³ contra
el paquete ajustado de Gabriel, que soltĆ³ un
alarido de dolor agĆ³nico.
Ernesto retrocediĆ³ con un brillo divino en los ojos.
—¿Puedo continuar?— preguntĆ³ con tranquilidad.
Gabriel desde el suelo se sobĆ³ los testĆculos un corto tiempo,
flexionĆ³ las rodillas, respirĆ³ profundo y se llevo las manos a la
cadera. Era un sĆ.
Ernesto agarrĆ³ con las manos las pelotas y las cerrĆ³ entre sus dedos. Gabriel empezĆ³ a doblar la cara desfigurĆ”ndola por la
molestia testicular, mientras la punta de los dedos se aferraban a sus orbes sin
piedad.
Ernesto le soltĆ³ las bolas a Gabriel y Ć©l cayĆ³ al piso sin fuerzas con un fuerte
dolor por el cuerpo. Al instante Ernesto se arrodillĆ³ junto al prostituto y a apretĆ³ el puƱo con fuerza.
— ¿preparado?
—me duelen las pelo...
PASS, PASS
2 fuertes golpes en los
cojones lo dejaron en shock. Ernesto sonriĆ³ satisfecho,
Gabriel derrotado e indefenso, se veĆa totalmente frĆ”gil por el dolor y lindo.
— ¿que es eso Gabriel? ¿Mojaste tu bĆ³xers?— Ernesto se inclinĆ³ mirando la erecciĆ³n que se anteponĆa en su vista. OlfateĆ³ —ya pensaba yo.
Es pre-semen. ¡Eres un perverso!
Por eso me fascinas... desde este momento se
me antoja que veas mi nƩctar Gabriel.
Sin dar momentos para
respuestas, Ernesto quedo expuesto a Gabriel. Estando desnudo, se frotaba el
pene con las manos, cerrĆ³ los ojos siendo dominado por el placer. Estaba tan erĆ³tico
y caliente que en pocos minutos su semen brotĆ³ a la cara y el pecho del hombre de
alquiler, eran corridas largas y aguadas.
—esperare unos minutos
para reponerme a mi orgasmo... ¿entendido?
—cuando me reponga... te
penetrarĆ©, como a mĆ me gusta.
Luego... ¿me aceptarĆas un cafĆ©?
Gabriel gimiĆ³. Indicaba un sĆ, seguĆa agarrando sus bolas.
—Quisiera conocerte Gabriel...
charlar contigo.
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