-estĆ” bien, me puedes patear las bolas, pero no quiero parecer un tonto, actuaremos -habĆa dicho Sergio a su mejor amigos -haremos como si estuviĆ©ramos luchando y tu me atacaras en las partes bajas. Y ya subiremos el video -pero en realidad lo que Sergio deseaba era perpetrar sus fantasĆas, ya que era difĆcil encontrar a alguien en el pueblo que le gustara el wrestling y el ballbusting, pues inocentemente su amigo cumplĆa con los requisitos.
Sergio se excitaba con ser pegado en las bolas y todas sus apuestas eran en base al dolor de cojones… siempre perdĆa y a veces ganaba, cosa que no le gustaba.
-¿preparado? -preguntĆ³ Juan, tenĆa un ajustado bĆ³xer negro y unas botas pareciendo un autentico luchador
-sĆ -afirmĆ³ Sergio con miedo -yo representarĆ© a un ser arrogante… asĆ la gente me odiara… al fin actuemos.
-si amigo pero el golpe serĆ” real… jajaja, me lo debes
-si hombre -dijo Sergio sintiƩndose excitado.
-puedes grabar Omar -ordeno Juan al amigo que grabarĆa la acciĆ³n.
Y la actuaciĆ³n dio inicio.
-bueno amigo… que comience la lucha y gane el mejor- dijo Juan con tono de voz fingido dando la palma de la mano a su actuado contrincante.
Sergio lo mirĆ³ de pie a cabeza hizo un gesto de asco y dijo
-no ensuciare mi mano contigo
-vamos amigo -rogĆ³ Juan
Sergio aceptĆ³ y al separarla, se limpio la mano en el short que tenia.
Entonces Juan comenzĆ³ empujĆ”ndolo, y Sergio reaccionĆ³ empujĆ”ndole
tambiĆ©n, entonces ambos actores de pacotilla se agarraron de los brazos, forcejeando con sus mĆŗsculos llenos de grasa y sin trabajar. Y asĆ fue como Juan vio el momento justo para cobrar su apuesta con Sergio, al verlo con las piernas abiertas y toda su vulnerabilidad expuestas. LanzĆ³ la bota contra el aire aplastando sus pequeƱos testĆculos. La boca de Sergio se abriĆ³ en forma de 'O' y una larga rĆ”faga de aire saliĆ³ de sus labios, soltĆ³ a su amigo para agarrarse la entrepierna. Juan se separĆ³ unos pasos de Ć©l y soltĆ³ una risotada mientras su actor enemigo se agarraba las bolas cayendo al piso.
-¡fantĆ”stico! -opinĆ³ riendo descaradamente viendo a su amigo en el piso.
-ay mierda -dijo Sergio que ya no personificaba a un luchador arrogante.
Antes de que se pusiera de pie, Juan lanzo otra fuerte patada a sus delicadas bolas y asĆ Sergio se doblo mĆ”s de dolor, con las manos defendiendo sus testĆculos heridos, en posiciĆ³n fetal.
Sergio se puso boca arriba para facilitar a su amado amigo le pegara mĆ”s en sus huevos, el video quedarĆa perfecto, muchos lo verĆan, pensando eso, lo hacĆa sentir cachondĆsimo.
Juan mirĆ³ a Sergio, de manera ruda, queriendo parecer un luchador que fulminarĆa a su rival. Sergio tembloroso, se quedĆ³ quieto esperando que su amigo ensartara un prĆ³ximo golpe aniquilador, apoyĆ³ la yema de los dedos en el ring como si se fuera a levantar.
Entonces Juan pisoteĆ³ con el pie en la entrepierna desprotegida de Sergio que absorbiĆ³ todo el impacto. Sergio gimiĆ³ y rodĆ³ por el suelo.
Juan se acercĆ³ para levantar a Sergio de la lona pero seguĆa aturdido por el dolor de ingle.
Juan desatĆ³ una reprimenda de golpes dirigidos a la entrepierna de Sergio, Ć©ste cerrĆ³ las piernas con fuerza, pero su escroto grande todavĆa era victimado a golpes rudos.
Sergio sintiĆ³ ganas de vomitar, su mundo daba vueltas.
Juan se le quedĆ³ mirando con curiosidad, lanzĆ³ una sonrisa malĆ©vola y extendiĆ³ la mano a los cojones apretĆ”ndolos con fuerza, jalĆ”ndolos como una liga elĆ”stica. Las bolas de Sergio que no eran grandes parecĆan ahora 2 huevos de gallinas al estar hinchadas. Sergio se agitaba sintiendo sus gĆ³nadas ser comprimidas por los 10 dedos destructores. Sergio empezĆ³ a gritar y Juan le pegĆ³ terminante en el estomago.
-creo que el combate ya acabo y el ganador soy yo -concluyĆ³ su amigo soltando las bolas hinchadas.
Juan se paro del suelo, mientras Sergio quedo tendido acurrucado sobƔndose las bolas.
.¿estas rendido ya? Perdedor inĆŗtil jajajaja
-se… se… yo se que te destrozare -intentaba predecir Sergio
-¿ah si? Y ¿CĆ³mo?- interrogĆ³ Juan volviendo a acercarse a su rival destripĆ”ndole los testĆculos.
La lente de la cĆ”mara denotaba la fuerza con la que Juan torturaba las bolas, ademĆ”s de una inmensa erecciĆ³n que se dibujaba en la entrepierna de Sergio haciendo que toda mirada que disfrutara el video se centrara allĆ.
-no podrĆ”s tener hijos nunca en tu cochina vida- decĆa Juan interpretando a un anciano que vio en una telenovela
Sergio tenĆa las fuerzas desvanecidas, pero la excitaciĆ³n en su mejor punto.
“OOOAHHHGGGG” excluĆan sus labios
Juan se detuvo agarrĆ³ a Sergio de los cabellos pudiĆ©ndolo poner de pie.
"Ahora ¿QuĆ© dices?... ¿te rindes?... ¿estĆ”s derrotado?"
El hombre estrellĆ³ la rodilla en la entrepierna de Sergio.
El muchacho aturdido soltĆ³ un gruƱido de agonĆa mientras sentĆa sus testĆculos prensarse, sus espermatozoides morĆan a golpes. Juan se riĆ³ como un diablo y clavĆ³ otro rodillazo.
Sergio lloraba como una nena.
Juan lo soltĆ³ y este cayo indefenso al piso en shock inducido. Agarrando sus huevos latentes y morados.
-Y EL GANADOR ES JUAN -dijo la voz de quien grababa la situaciĆ³n, este chico, apago la videocĆ”mara y miro a Juan -video concluido.
-increĆble… bueno, ve a subirlo a Youtube antes de que me arrepienta… irĆ© a acompaƱarte. QuizĆ”s pongamos una porno y nos masturbemos.
Y ambos salieron de la habitaciĆ³n, mientras Sergio acariciaba sus bolas bajo una potente erecciĆ³n.
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