-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HIMBRE
Desde su inauguración en la ciudad capital, el local de Rodrigo habĆa prosperado. Y su labor como veterinario mejoraba cada dĆa, durante cada nueva semana sus clientes aumentaban y es que en gran medida los clientes satisfechos con sus mascotas cada vez invitaban a aquel lugar a sus amistades con el excelente veterinario.
Rodrigo Chacón trabajaba en aquel lugar junto a su pareja FabiĆ”n, un hombre que habĆa empezado a laborar como peón en la finca de su padre mientras su familia estaba en un grave aprieto económico y fue por la astucia de Rodrigo y otras invitaciones que ambos empezaron a estrechar unos lazos muy grandes de amistad, sexo y amor.
Un lunes despuĆ©s de culminar con el trabajo del dĆa finalmente los estaban acostados en la cama extenuados.
-¿Cómo estuvo el trabajo hoy?- preguntó FabiÔn, que se encargaba de vender productos de consumo para animales y medicinas.
-muy bien, pude vendar la pata de aquel cachorro que cayo por las escaleras, después aquella gata intoxicada si que dio lata⦠Cuando me llamaron, era para atender el parto de una perra, uno de sus cachorros nació sin vida ”el pobre!
-que pena, bueno⦠tu padre llamó a la oficina, no creo que me reconociera mi voz, o tal vez si, pero no me saludo. Muy al fondo creo que si sabe que era yo quien contestó el teléfono.
-no le he dicho nada. La veces que he llamado al pueblo le digo que todo esta muy bien. Y le envió una colaboración económica, aunque se que no le hace falta.
-Āæcrees que tu tĆo le haya contado que me vine contigo?
-no lo creo, quizĆ”s Pablo le dirĆa que se callara, pero debe sospechar que vives conmigo⦠y ademĆ”s, no vas a desaparecer asĆ porque si del pueblo. Y justo el mismo dĆa en que yo me fui.
-Bueno... Cuando llamó a casa, mamÔ me pregunta donde estoy, solamente le digo que bien, y que no se preocupe por mi. El dinero que le envió ha servido para que mis hermanos continúen sus estudios.
-y tĆŗ Āæpiensas seguir con tus estudios?
-me gustarĆa
-yo te los podrĆa pagar FabiĆ”n
FabiÔn quedo en silencio, no dijo nada, sonrió y revolvió con la mano el cabello de Rodrigo.
-desde la próxima semana, podrĆas ir a las universidades y buscar los requisitos de ingreso
-eso harƩ -contesto FabiƔn.
Rodrigo sonrió y lo besó, FabiÔn correspondió con el gesto y se hicieron cariño mutuo.
Rodrigo acaricio la gruesa espalda de FabiÔn, lo obligó a acostarse de lleno en la cama, mientras el le quitaba el bóxer con la boca, sonrió al ver la polla flÔcida de su pareja y la metió en su boca, haciéndola crecer con los rÔpidos impulsos de la lengua.
FabiĆ”n cerró los ojos lleno de delicia al sentir como el veterinario le lamia los testĆculos, luego su pene, su cabeza, el orificio, su lengua tan caliente, de nuevo sus 2 pares de bolas. Rodrigo metĆa el pene entero en su boca ensalivaba aquella polla tan gruesa con la lengua, la calentaba con su boca, se movĆa de arriba abajo, masturbĆ”ndola con los labios, el liquido preseminal empezó a desparramarse por su lengua, con un extraƱo sabor agridulce. FabiĆ”n se sentó en la cama y apartando a Rodrigo de su pene, lo despojo del Ćŗnico short que tenia.
-no aguanto las ganas de penetrarte- aclaró.
Rodrigo jadeando sobre el colchón dejó que FabiĆ”n subiera sus piernas al hombro, cerró los ojos y respiro profundo mientras sentĆa como la polla se adentraba hasta que finalmente quedó completamente dentro, despuĆ©s de varios segundos de dolor FabiĆ”n se movĆa de adelante hacia tras su espada se veĆa gruesa y sus nalgas apretadas frente al espejo.
Sintiéndose drogado de placer FabiÔn saco su pene del trasero de Rodrigo, miro al techo extasiado mientras se masturbaba con vehemencia haciendo brotar sobre el cuerpo del veterinario sus hilos de semen caliente y espeso, Rodrigo excitado también, se masturbó. Su pene hinchado de sangre tras un silencioso y ricos segundo su pene gorgoteó su leche nutritiva.
FabiĆ”n jadeaba emocionado, desinflando su pene, estaba a punto de caer en la cama, pero Rodrigo tenia la vista fija en un solo sitio... 2 canicas que colgaban como pĆ©ndulos entre las piernas del que alguna vez fue peón en su hacienda. Tenia que hacerlo, se sentĆa con potestad, con entusiasmo para levantar la pierna contra sus bolas.
Y asĆ lo hizo.
Levantó con tanta fuerza la pierna, que las bolas se estrellaron contra la pelvis y FabiĆ”n dio un brinco en el aire y cayó al suelo, instantĆ”neamente Rodrigo se paró de la cama con el pecho todavĆa llenó de semen y se acerco a su adolorida pareja.
-permĆtemelo por favor, quiero terminar este gran rato a mi manera.
-ay no, ay no- decĆa FabiĆ”n agarrĆ”ndose los huevos.
Rodrigo quitó las manos de las bolas de FabiÔn y comenzó a frotÔrselas con cariño como si él mismo las guardara del dolor, enseguida se adueño del pene del hombre y comenzó a masturbarlo con fuerza, volviéndolo a hacer crecer.
-”aaaaayyyy!- exclamó FabiÔn.
DespuĆ©s de unos minutos Rodrigo masajeaba el pene de FabiĆ”n, masturbĆ”ndolo con fuerza, mientras con la otra mano acariciaba los huevitos adoloridos, mientras la verga se agrandaba presa de los estĆmulos excitantes.
-acabare... -anuncio entre risas FabiƔn
-aguanta un poco- exigió Rodrigo desacelerando la fuerza de su mano.
FabiĆ”n cerró los ojos sintiendo como la masturbación de su pene habĆa disminuido y ahora sentĆa la necesidad de botar su leche, esparcir por la cama todo su poderoso semen. La mano cerrada de Rodrigo conecto con la fuerza de un puƱo en la entrepierna de FabiĆ”n, pegĆ”ndole de nuevo en las 2 bolas
-”ahhhhhhh!
Rodrigo tenĆa los ojos brillosos, viendo como las bolas del hombre se tornaban rojizas y comenzaban a crecer, mientras el pene continuaba semiduro soltando lĆquido preseminal.
-lindo- dijo.
FabiĆ”n lo miró, estaba muy excitado, vio como los 2 huevos del veterinario tambiĆ©n se mecĆan, allĆ, redondos, y vulnerables, recogió su pierna disimuladamente y cogiendo fuerza, empujo el pie a los testĆculos de Rodrigo.
El hombre recibió el golpe abriendo los ojos y la boca, cayendo a un lado de FabiÔn agarrÔndose sus huevos, grandes, frÔgiles que enviaban el dolor a su estomago.
-para la próxima⦠cuida también tus bolas- aconsejo FabiÔn acariciando sus huevos enrojecidos.
Tirados sobre la cama, estaban 2 hombres, riendo y sobando sus huevos llenos de dolor.
A partir de hoy, ellos salen del mundo ficticio de Pablo Chacón.
buuuu, me gustaba esta pareja
ResponderBorrarMe gustaria que escribas mas hitorias de mujer/hombre
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