CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Carlos presentó ante el juez las pruebas que su cliente alegaba para el divorcio, en tanto el abogado de Danilo mostró que la todavĆa esposa de su representado mantenĆa una relación extramatrimonial con su abogado.
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Carlos presentó ante el juez las pruebas que su cliente alegaba para el divorcio, en tanto el abogado de Danilo mostró que la todavĆa esposa de su representado mantenĆa una relación extramatrimonial con su abogado.
—Es
incuestionable nuestra relación, ya que surgió luego de la separación —se
defendió el leguleyo.
La
próxima cita se aplazó para tres semanas que serĆa la fecha del inminente
divorcio.
Carlos
salió de los tribunales cogió calle arriba hacia el parqueo de vehĆculos.
—¡hey,
tĆŗ! —lo llamaron.
Pero
él siguió caminando sin prestar atención en la calle, donde transitaban
centenares de personas.
—¡Carlos!
—oyendo su nombre se detuvo, dio media vuelta y se encontró con Danilo al que tenĆa
semanas sin ver, desde los enfrentamientos.
—¿QuĆ© quieres?
—Si
crees que le voy a firmar el divorcio a Ana estƔs equivocado. Ella estƔ furiosa
por mi actitud, pero volverĆ” a mi lado.
—si
no asistes a la firma haré que se lo concedan, porque tú al no asistir
incurrirĆas en acto de rebeldĆa.
—sobornarĆ©
al juez.
—¿sobornarĆ”s
a todos los jueces de la ciudad? Porque no descansarƩ hasta casarme con Ana y......
—a modo de descaro, se rascó la zona genital—, tendremos muchos hijos...
¡muchos!
—Tienes
razón —aceptó Danilo— quizĆ”s no pueda sobornar a todos los jueces, pero harĆ©
todo lo posible. Si me divorcio de Ana y tĆŗ te casas con ella no dudes
que serƩ una piedra en el zapato... en cuanto a los hijos, creo que te saldrƔn
amorfos —Carlos arrugó el ceƱo, pero intentó adoptar una actitud burlista—,
sino simplemente no tendrĆ”s hijos —empujó una fuerte patada en la entrepierna
del abogado con tanta fuerza que lo levantó del suelo y al tocar tierra firme con cara de dolor por las bolas pateadas, se agarró los cojones cayendo al suelo, revolcÔndose en su miserable y desgarrante dolor.
Al ver a su acción, Danilo se lanzó al ataque, el pĆŗblico observaba y miles de golpes se estrellaron por el cuerpo de Carlos, hasta que una fuerza superior cogió a Danilo y lo empujo contra el suelo, en medio de su dolor inguinal, Carlos reconoció a su hermano JoaquĆn.
Al ver a su acción, Danilo se lanzó al ataque, el pĆŗblico observaba y miles de golpes se estrellaron por el cuerpo de Carlos, hasta que una fuerza superior cogió a Danilo y lo empujo contra el suelo, en medio de su dolor inguinal, Carlos reconoció a su hermano JoaquĆn.
Danilo
con la cara doblada por la amargura se acercó a ellos, Carlos estaba
convaleciente moviĆ©ndose de lado a lado en el suelo con las manos en los huevos. JoaquĆn reclamó:
—¿Que
te pasa hombre como te atreves a pegar asĆ?
Danilo
intentó atacar al hombre del mismo modo a golpe bajo, pero JoaquĆn estando alerta asentó un
puƱetazo en la mandĆbula, el pelirrojo retrocedió. JoaquĆn escuchó a su hermano gemir
en el piso. Entonces corrió hasta Danilo y le aplastó el escroto con una
patada.
Danilo
chilló sintiendo como el dolor se disparaba desde sus frĆ”giles testĆculos a todo
el cuerpo. El empeine se clavó en su entrepierna como si deseara acabar con sus gónadas productoras de semen.
—A
ver si asĆ respetas los huevos de los machos —se burló JoaquĆn.
Asi hay que aplastarles el coƱo alas viejas contra el pavimento y decirles que enseƱen a respetar los huevos solo alas que pegan por gusto
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