Historia de Patricia (1/2) - Las Bolas de Pablo

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3 oct 2014

Historia de Patricia (1/2)

AUTOR: ZATN
CONTIENE:

-Ballbusting Hombre/Hombre
-Ballbusting Mujer/Hombre



HISTORIAS DE PATRICIA.



Este relato consta de dos partes, cada una con tres  cortas historias, concatenadas en tiempo, las cuales  tienen lugar cuando la protagonista Patricia se encontraba en su primer aƱo de universidad, e incluyen momentos donde jĆ³venes de su misma edad, son lastimados en la parte mĆ”s delicada de sus cuerpos.

PARTE 1 de 2.



PRIMERA HISTORIA: A CONCILIAR!


Patricia era la chica mĆ”s deseada de la Universidad, se encontraba cursando primer semestre de administraciĆ³n de empresas; era un sĆ”bado y ese dĆ­a asistĆ­a al estadio de la Universidad  con su primo Manuel, quien tambiĆ©n estudiaba allĆ­ y tenĆ­a un partido de fĆŗtbol contra otro equipo de la misma universidad.

Ella a pesar de no practicar ningĆŗn deporte siempre estaba cerca del equipo, a tal punto que viajaba con este a partidos de campeonato a otras ciudadesā€¦Manuel siempre le preguntaba sin respuesta Āæpor quĆ© el entrenador la llevaba siempre? teniendo  la universidad que costear  tambiĆ©n sus gastos.

El partido ya estaba avanzado, cuando de pronto un caƱonazo disparado por la diestra de Manuel, se dirige al Ć”rea contrariaā€¦.e inesperadamente  todo el estadio queda atĆ³nito. ..El balĆ³n termina en la entrepierna de un defensor, quien de inmediato suelta a todo pulmĆ³n un alarido: 

ā€œAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!ā€.

Todo es confusiĆ³n y entre el pĆŗblico masculino se evidencian expresiones de dolor; el defensor rival llamado SimĆ³n, recibiĆ³ el impacto del potente disparo en su vulnerable entrepierna, con los testĆ­culos aporreadosā€¦ el resultado es obvio: un hombre tirado en la grama adolorido  a mĆ”s no poder y que pide auxilio. 

Patricia: ā€œAauuuu!!ā€¦esos debe dolerle mucho!ā€

Ella curiosa ve como trasladan al adolorido joven a la zona tƩcnica y de allƭ a la enfermerƭa donde el entrenador del equipo de nombre Marcos capacitado en primeros auxilios y demƔs se encargarƔ por el momento del lastimado.

Patricia se intriga por lo que pasarƔ en el Ɣrea mƩdica y se escabulle hacia ese lugar.

Mirando por la puerta entreabierta  logra observar con detenimiento como el entrenador 

El entrenador palpa los testĆ­culos de SimĆ³n.

Patricia se muestra algo jocosa ante lo que observa, es como si el entrenador le estuviese sobando los testĆ­culos al chico.

Tras el examen el entrenador dictamina que no hay daƱo testicular, solo es el trauma...serƔ doloroso pero ya pasarƔ, le traerƭa algunos analgƩsicos.

SimĆ³n pregunta al entrenador Marcos tras la ā€œsobadaā€: 

ā€œEntrenadorā€¦ porque duelen tanto las bolas?ā€.

Este, un viejo de 60 aƱos siempre con conciencia de maestro, saca un grĆ”fico  de anatomĆ­a en una gaveta de la enfermerĆ­a y  tras mostrĆ”rsela le explica:

ā€œes por la gran cantidad de terminaciones nerviosas, en el Ć”rea de la ingleā€¦ā€¦. como puedes ver en el grĆ”ficoā€¦ā€.


Era una explicaciĆ³n demasiado compleja y no era el momento para aprender cosas asĆ­, SimĆ³n solo asentĆ­a, mientras se arrepentĆ­a por haber preguntado.

Finalmente dio signos de mejoras y por fin se pudo incorporar en la camilla.

Patricia seguĆ­a espiando atenta, cuando alguien por detrĆ”s la tocĆ³ā€¦ haciĆ©ndola  casi dar un grito.

Era su primo Manuel, quien ante la molestia de Patricia por asustarla, le explica que vino hasta aquĆ­ por un motivoā€¦Viene a disculparse con SimĆ³n, Ć©l sabe que no fue intencional, pero SimĆ³n es compaƱero de su salĆ³n y sabe que tiene fama de no ser alguien muy razonable en asuntos de conflictos, sin duda le guardarĆ” rencor y querrĆ” vengarse de Ć©lā€¦ tarde o temprano.

Patricia: ā€œpero primo tĆŗ eres fuerte, no le tendrĆ”s miedo a ese chicoā€.

Manuel: ā€œno es eso, la violencia se debe evitar lo mĆ”s posible, no quiero llegar  los puƱos con SimĆ³n, no estĆ” bien esoā€¦ademĆ”s tĆŗā€¦tĆŗ puedes lograr que Ć©l me disculpeā€¦ sĆ© muy bien que le gustas a SimĆ³nā€¦y si tĆŗ se lo pides, Ć©l seguro accede a disculparmeā€.

Patricia: ā€œasĆ­ que le gusto eh?, bueno eso es algo normal, no creo que haya chicos en esta universidad que no quiera ser pareja mĆ­a!ā€.

A Manuel le pareciĆ³ bastante engreĆ­da como siempre la actitud de su prima, pero ella era asĆ­  y ahora necesitaba de su ayuda.

Patricia acepta:ā€œOk pero me debes una grande  primitoā€¦ Āæsabes que se me ocurre hacer?ā€.
Manuel: ā€œno, no quiero saber cĆ³mo lo harĆ”s, yo te conozco y nada bueno saldrĆ” si te escuchoā€.

Ambos se retiraron al ver que el entrenador salĆ­a, ahora con SimĆ³n sĆ³lo en la habitaciĆ³n era el turno de actuar; Patricia ingresa alegremente a la enfermerĆ­a y se sienta de un brinco junto a SimĆ³n.

Patricia: ā€œOoohh pobrecito, te debiĆ³ doler mucho, que bĆ”rbaro te dio semejante golpeā€¦.!ā€.

SimĆ³n quedĆ³ atĆ³nito ante el inesperado irrumpir de Patricia. Y apenas  pudo se cubriĆ³ los desnudos genitales.

Patricia que nota el movimiento de SimĆ³n le informa: ā€œpara que te cubresā€¦te vi todo!ā€.

SimĆ³n: ā€œtodo?ā€

Patricia: ā€œJijijijij, estaba desde el principio allĆ” afueraā€¦. vi lo que te hizo el entrenador Marcosā€.

SimĆ³n apenado: ā€œde que hablasā€.

Patricia: ā€œjijiijij,el entrenador Marcos te sobĆ³ los huevos jijijij, no se ve a diario a un hombre sobando los huevos  a otroā€.

SimĆ³n se ruboriza, estĆ” apenado por ser visto por la bella Patricia en semejante circunstanciaā€¦ademĆ”s no puede ocultar que tiene un gusto por Patricia; desde que ella ingreso a la Universidad, ha sido deseada por Ć©l.

Patricia viendo el grado de turbaciĆ³n del joven le tranquiliza: ā€Es broma, sĆ³lo estoy molestĆ”ndoteā€.

AĆŗn sentada junto a Ć©l, de repente guĆ­a su mano y accede a la entrepierna a medio cubrir de SimĆ³nā€¦entonces le pellizca de manera picaresca la punta del pene al  estudiante.

SimĆ³n: ā€œAaaaauuuuuhhhhhhhh!!!ā€.

Patricia: ā€œque pasa?....no te gusto?ā€.

SimĆ³n: ā€œUuuaaauuuu, noā€¦todo lo contrarioā€¦.peroā€¦pero Āæpor quĆ© lo hiciste?ā€.

Patricia: ā€œpor conciliarā€¦sabesā€¦mi primo Manuel fue quien te dio ese balonazoā€¦ no quiero que te enfades con Ć©lā€¦ AsĆ­ que si tĆŗ perdonas a mi primoā€¦. Yoā€¦.(comenzĆ³ a acariciarle el glande, y todo el pene comenzĆ³ a reaccionar )ā€¦Yo  te harĆ© pasar un buen rato.

SimĆ³n casi jadeaba del placer al recibir tamaƱa cariciaā€¦. Y casi no podĆ­a creer lo que escuchaba.

Pero Patricia aclarĆ³: ā€œpero eso siā€¦ obviamente cuando ya estĆ©s mejor de saludā€.

Ella tenĆ­a muy mala fama, una fama de chica fĆ”cilā€¦ y ahora parecĆ­a mĆ”s que justificada, pero que importaba eso si lograba los cariƱos y atenciones dela chica mĆ”s linda de la universidad.

Patricia: ā€œentonces ĀæquĆ© dices?... Āæconcilias con mi primo?ā€. 

SimĆ³n no duda un instante y asintiendo con la cabeza, da luz verde al ingreso de Manuel; ella le hace entrar y exclama: ā€œ A conciliar!ā€.

SimĆ³n ve entrar a Manuel; Apenas este va a disculparse, SimĆ³n exclama sin dejarle hablar: ā€œte perdono Manuel, fue un accidente, no hay problemas entre nosotrosā€¦ de hecho fue mi culpa por no quitarme de en medioā€¦..nada que perdonar!ā€.

Ante el regreso del entrenador Marcos ambos primos abandonan el lugar.

Ya afuera Manuel se intriga en quƩ fue lo que su prima hizo para lograr estos exitosos resultados conciliatorios.

Manuel: ā€œĀæQuĆ© hiciste?ā€

Patricia: ā€œĀæno que no querĆ­as saber?ā€.

Manuel: ā€œsolo es mĆ³rbida curiosidadā€.

Patricia: ā€œrecuerdas aquella vez cuando en las vacaciones en el lago llevabas esa pantaloneta roja, y lo que yo te hice para molestar a tu novia, recuerdas?ā€.

Manuel: ā€œle pellizcaste laā€¦!ā€.

Patricia:ā€œasĆ­ esā€.

Manuel: ā€œeso no le harĆ” doler mĆ”s el Ć”rea?ā€

Patricia: ā€œpues seguro la tiene parada ahora...jajajaā€¦pero espero que ello no le haga doler mĆ”s las pelotas jajajaā€.

Al final  Patricia divisa al entrenador  Marcos que una vez mĆ”s saliĆ³ de la enfermerĆ­a y va tras Ć©l, despidiĆ©ndose  rĆ”pidamente de su primo, el cual nota que algo sucede.

Ya dejado atrƔs su primo, Patricia se acerca al veterano entrenador Marcos, este al verla venir le da el frente, de pronto se sorprende; la chica lo empuja contra una cercana pared, quedando ambos frente a frente.

Patricia: ā€œhola entrenador, vi como atendiĆ³ al pobre SimĆ³nā€¦ dĆ©jeme darle las gracias por lo que hizo para curar a ese chicoā€.

En ese instante la pervertida Patricia, introduce una mano en los pantalones deportivos del entrenador e irrumpiendo en sus calzoncillos del siglo pasado, le agarra las viejas pelotas y juega con ellas entre sus dedos.

Patricia:ā€Āæve usted?, yo tambiĆ©n se dar masajes a las pelotas, jijijijiā€.

Marcos: ā€œmuchacha cĆ”lmate un poco, este no es el momento ni el lugarā€.

Patricia: ā€œOh Marcos, tu siempre tan prevenido!ā€.

Marcos casi da un brinco cuando Patricia cierra un poco su mano conteniendo las dos pelotas del anciano, a la vez que las mueve de un lado a otro dentro del pantalĆ³n; mover esas pelotas dentro del largo y flĆ”cido escroto del viejo, es una extraƱa sensaciĆ³n que Patricia siempre disfrutaba.

A distancia, los dos no se percatan que son observados por Manuel, quien al ver lo que su prima hace, piensa: -ahora entiendo porque siempre te invitan a viajar con el equipo, y sin pagar un centavo por los gastos de transporte ni hospedaje-.

Al final Patricia se interesĆ³ en el chico SimĆ³n y se hicieron novios, ella acababa de terminar con otro chico y le pareciĆ³ conveniente un reemplazo rĆ”pido... cosa aparte es su relaciĆ³n atrevida con el Viejo entrenador.


SEGUNDA HISTORIA:LA LEY DE LA SELVA.

Esta historia tiene lugar cuando Patricia se encontraba en primer semestre de administraciĆ³n de empresas, era la chica mĆ”s deseada de la universidad. SimĆ³n, su novio por aquel entonces, era un chico bastante celoso, y debĆ­a serlo pues la competencia entre los chicos de su edad era abrumadora, y mĆ”s con una novia a la que todo varĆ³n de la universidad querĆ­a llevar a la cama.

Un dĆ­a de esos,  Patricia  presenciĆ³ la pelea verbal entre un chico llamado Pablo, que la habĆ­a estado coqueteado por varias horas  (al que ella le habĆ­a dado esperanzas) y el celoso SimĆ³n  le encarĆ³, enseguida  le tomĆ³ de la camisetaā€¦y  los golpes no tardaron.

Su novio le daba de golpes al rival, quien tambiĆ©n sabĆ­a defenderse, puƱetazo en el rostro por parte de SimĆ³n, gancho al hĆ­gado por parte de Pablo, un puƱo en el estĆ³mago para uno y un codazo en los intestinos para el otroā€¦ hasta terminaron en el suelo forcejeando con bravura.

Patricia disfrutaba a su modo esta pelea, le parecƭa excitante que dos hombres se la disputaran, le gustaba ser el premio de una disputa fƭsica, casi era como La Ley de la Selva, donde los machos mƔs fuertes se ganan a las hembras.

Claro que esperaba que su novio ganase, o tal vez si el otro chico (que no estaba nada mal) lograba imponerse, no tendrĆ­a ningĆŗn problema en estrenar novio nuevo.

De pronto los dos combatientes se levantaron del suelo y apenas el rival (Pablo) se incorporĆ³, lanzo un fuerte puntapiĆ© contra la entrepierna de su contrincante, impactando con precisiĆ³n los testĆ­culos del novio de Patricia.


 PatadĆ³n de la victoria.

El impacto hizo gritar a SimĆ³n: ā€œAAAaaaaaaaHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!ā€.

Todos los testigos hicieron muecas de dolor, especialmente los de gƩnero masculino que sabƭa lo doloroso que era aquel golpe.

El trauma en su hombrĆ­a, hizo que el joven cayera  al suelo totalmente vencido, mas Pablo se subiĆ³ sobre Ć©l y le remato con un puƱo en el rostro.

Patricia se sorprendiĆ³ al ver como el chico Pablo, propinaba ese patadĆ³n contra las partes vulnerables de su novioā€¦ para ella era la primera vez que presenciaba  como un chico era golpeado en los testĆ­culos por otra persona con intenciĆ³n de lastimarlo en serio, eso la impactĆ³.... era algo extremadamente terrible.

Para nada se asemejaba a aquellas ocasiones en la que durante el fĆŗtbol o beisbol, algĆŗn chico era lastimado por accidente en esa zona, o cuando los inmaduros chicos de escuela, se daban de palmoteos en los cojones durante el recreoā€¦solo por molestar, Esto era muy diferente.

AsĆ­ entonces, el ver a su novio llorando de dolor en el suelo y hecho prĆ”cticamente una bola, con las manos agarrando sus cojonesā€¦incrementĆ³ su impacto.

Patricia veĆ­a las manos de su novio, cubriendo su entrepierna; ella conocĆ­a muy bien lo que sostenĆ­an las manos de SimĆ³n: ese par de bolas que constantemente le acariciaba en la intimidad, y las que 3 veces por semana depositaban en el interior de ella hasta sus Ćŗltimas reservas de semenā€¦.ese par! ā€¦ acababa de ser brutalmente golpeado.

Con respecto a las gĆ³nadas de SimĆ³n, Patricia pensĆ³: -pobrecitas-.

Ella se mostrĆ³ realmente preocupada  por el bienestar de su pareja, pero por algĆŗn motivo no fue con Ć©l,  solo se limitĆ³ a quedarse inmĆ³vil a la distancia.

Un instante despuĆ©s se despertĆ³ en ella un sentido de injusticia; lo que habĆ­a hecho el tal Pablo era algo malo, atacar a su rival en esa Ć”rea, no le pareciĆ³ correcto, ella concluyĆ³ que simplemente  eso no se debĆ­a hacer.

Vio venir al victorioso Pablo, se dirigĆ­a directo hacia ella, muchos de los testigos al verlo no sabĆ­an cĆ³mo Patricia reaccionariaā€¦ pero  ella actuĆ³ de una forma que los sorprendiĆ³ a todosā€¦ la novia del perdedor del combate corriĆ³ hacia Pablo y le plantĆ³ un profundo beso... Ā”el beso al ganador!.

Era  La Ley de la Selva, el mĆ”s fuerte se queda con la hembraā€¦. y ella como hembra premiarĆ­a al victoriosoā€¦el chico Pablo la habĆ­a ganado.

Tras ese inesperado beso, Pablo solo pudo expresar: ā€œUuaaaauuuuuu!ā€.

El esperaba alguna seƱa por parte de la chica para seguir adelante en su intento de conquista; despuĆ©s de todo, Patricia no habĆ­a hecho oĆ­dos sordos a las insinuaciones del joven, pero jamĆ”s esperĆ³ ser recibido asĆ­.

Patricia tomĆ³ de la mano a Pablo y lo retirĆ³ del lugar, todos los testigos quedaron atĆ³nitos ante lo que veĆ­an, la novia dejaba tirado a su suerte al dolorido SimĆ³n y se fugaba con Pabloā€¦de seguro su nueva pareja.

MĆ”s de uno o una pensaron: -Ā”Pero que perra!-.

Ya en privado Patricia felicitĆ³ a Pablo por ganar, y le informĆ³ que le darĆ­a una oportunidad de ser su novio.

Pablo no podrƭa estar mƔs dichoso, pues saldrƭa con la chica mƔs deseada de la universidad.

Patricia se puso seria por un instante, habĆ­a algo pendiente por decir desde el momento del pleito: ā€œme alegro de que hayas ganado, pero le pegaste en losā€¦, esoā€¦eso es sucioā€.

Pablo no entendiĆ³ que querĆ­a decir y ante su expresiĆ³n de desconocimiento, Patricia aclarĆ³:  

ā€œme refiero a  que no me gustĆ³ para nada que  le patearas las bolas a SimĆ³nā€. 

Pablo: ā€œnena  todo se vale en una pelea, incluso dar en los huevos, eso tambiĆ©n se vale!ā€.

Ella le recrimina: ā€œpara mĆ­ eso no estĆ” bien, un hombre no le debe pegar a otro en los huevos, eso no se ve limpioā€¦ SĆ³lo no lo vuelvas a hacer!ā€.

Pablo decidiĆ³ no discutir mĆ”s el asunto y se limitĆ³ a aceptar: ā€Ok, ok nena, lo que tĆŗ digasā€

En su mente Patricia entendiĆ³ porque veĆ­a, el que un chico golpease a otro en sus partes dĆ©biles como algo injusto en una pelea, y se debĆ­a a que para ella un hombre debĆ­a ganarle al otro por su fuerza fĆ­sica o fuerza bruta (como le gustaba ver), no aprovechĆ”ndose de sus debilidades; eso no se veĆ­a bien para ella.

Aun asĆ­ Pablo era el ganador, y baluarte de la fuerza bruta  y siempre habĆ­a sentido atracciĆ³n por chicos con fĆ­sico fuerte.

Ahora debĆ­a premiar al victorioso y nuevo novio,  en la cama le darĆ­a el premioā€¦ el que todo hombre quiere!.

Patricia sonriĆ³: ā€œeres el ganadorā€¦.y esta noche te darĆ©ā€¦ un premio!ā€.

Pablo: ā€œĀæquĆ© premio?, Ā”Ooohhh!ā€, el muchacho se sorprendiĆ³ al sentir la mano de Patricia tocarle el  pene por encima del pantalĆ³n.

Mientras le acariciaba el miembro, Patricia expresĆ³: ā€œĀ”ĀætĆŗ quĆ© crees?!ā€.

En ese instante  le dio la espalda y se despidiĆ³ diciendo: ā€œllĆ”mame mĆ”s tarde, para cuadrar todo, ĀæOk?ā€.

Pablo solo pudo afirmar con la cabeza; mientras la veĆ­a alejarse, pensaba: -eres una perraā€¦ pero estas bien buena-.

En ese momento un amigo de confianza de Pablo llegaba, y alcanzĆ³ a ver  la cara de este, todo embobado  contemplando  a la bella Patricia; entonces  le interrogo: ā€œĀæquĆ© pasĆ³?ā€.

Pablo fue sincero: ā€œme sobĆ³  la verga!ā€.

Amigo: ā€œVaya que es zorraā€.    

Pablo continuĆ³: ā€œyā€¦. me prometiĆ³ un premio para esta nocheā€.

El Amigo entusiasmado dio unas palmadas contra la espalda de Pablo: ā€œUuuyyyyy!, la verga de este condenado va a comer mujer esta noche, jajajajaā€¦. Uuuyyy, que envidia, jajajaā€.



TERCERA HISTORIA:ERES UNA TRAIDORA!.



Minutos despuĆ©s Patricia es alcanzada por una amiga, quien le dice que SimĆ³n la ha estado buscando y le pidiĆ³ que de verla le dijera dĆ³nde estĆ” el.

Patricia: ā€œĀæy dĆ³nde esta?ā€.

Amiga: ā€œen el patio de cafeterĆ­a, por las bancasā€¦todavĆ­a se estĆ”ā€¦sobando losā€¦ya tu sabes, los ā€œesosā€ā€¦ por favor ve, estĆ” muy desesperado por verteā€.

Patricia nada mĆ”s llegar observĆ³ decepcionada a un SimĆ³n adolorido y mĆ”s que todo deprimido, le pareciĆ³ algo patĆ©tico y no tuvo ningĆŗn reparo en mostrarse orgullosa y ofendida.

SimĆ³n aĆŗn se sobaba las bolas, cuando vio venir a su ā€œnoviaā€, enseguida notĆ³ una actitud diferente en ella.

SimĆ³n: ā€œque pasa mi amor, venā€¦ā€.

Patricia: ā€œlo siento mucho SimĆ³n pero ya no serĆ© tu novia, no me gusta la gente dĆ©bil como tĆŗ, eres un perdedor!ā€.

SimĆ³n: ā€œpero Patyā€¦me dio en las huevas, ĀæquĆ© querĆ­as que hiciera?ā€.

Patricia: ā€œaguantar como un varĆ³n!, no tirarte a llorar al piso!ā€.

SimĆ³n: ā€œcomprende Paty, nadie aguanta una patada ahĆ­, eso duele demasiadoā€.

Patricia: ā€œno me importaā€.

Ella misma consideraba que lo del golpe bajo no habĆ­a sido algo justo, pero asĆ­ eran las cosas y no se mostrarĆ­a compasiva.

Patricia sentenciĆ³:ā€ tĆŗ y yo, Ā”ya no somos nada!ā€.

SimĆ³n se molestĆ³, sabĆ­a que lo dejaba por el tipo que lo venciĆ³: 

ā€œcomo puedes ser asĆ­, eres una Traidora!ā€.

Patricia: ā€œdi loque quieras, pero no te quiero volver a verā€.

SimĆ³n se sentĆ­a traicionado por esa chicaā€¦ cambiarlo por otro asĆ­ de repente, tan poco importaba para ella; pero al mismo tiempo, se sintiĆ³ desesperado, no querĆ­a perder a Patricia, era la chica mĆ”s deseada de la universidad, en la cama lo hacĆ­a ver el cielo yā€¦ sentĆ­a algo por ella; pero era obvio que el sentimiento no era mutuo.

Patricia se volteĆ³  para marcharse, entonces SimĆ³n que no querĆ­a perderla, tratĆ³ de incorporarse para que no lo abandonara, mientras desesperado decĆ­a: ā€espera Patyā€¦Oougggg!ā€.

Un dolor punzante desde sus hinchados huevos lo detuvo en seco y lo regreso a su asiento.

Patricia vio el patĆ©tico intento de levantarse de su Ex novio y solo atinĆ³ a decir: ā€œni te  esfuerces, que dĆ©bil eres!ā€.

Sentado SimĆ³n se agarrĆ³ las bolas y las sobĆ³ con intensidad, buscando inĆŗtilmente aliviar su sufrir.

Patricia agregĆ³: ā€œbĆŗscate al entrenador Marcos para que te las sobe de nuevo, jajajaā€.

SimĆ³n profundizĆ³ su decepciĆ³n  y tristeza por las palabras de su Ex chica.

ContinuĆ³ Patricia: ā€œque alguien mĆ”s te sobe los huevos, porque yo se los sobarĆ© Ćŗnicamente a Pabloā€¦mi nuevo novio!ā€.

SimĆ³n no pudo soportar los sentimientos de humillaciĆ³n y depresiĆ³n (por la pĆ©rdida de su amada), paradĆ³jicamente causados por la misma mujerā€¦y rompiĆ³ en llanto.

Las lĆ”grimas del joven solo incrementaron el desprecio de Patricia: 

ā€œDeja de llorar!, se supone que eres hombre!, busca bien en esos pantalones a ver si  te quedaron algo de huevos, te cuelgan aĆŗn?, bĆŗscalos a ver!... Āæo sabes quĆ©?...mejor consigue otro par, pero que sea un par bien grande y bien peludoā€¦ja!,ā€¦ā€¦..mediocre!ā€.

Y asĆ­ se marchĆ³ Patricia, dejando a SimĆ³n llorando como un niƱo.


ContinuarĆ”ā€¦.



Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com

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