Historia de Patricia (1/2) - Las Bolas de Pablo

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3 oct 2014

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Historia de Patricia (1/2)

AUTOR: ZATN
CONTIENE:

-Ballbusting Hombre/Hombre
-Ballbusting Mujer/Hombre



HISTORIAS DE PATRICIA.



Este relato consta de dos partes, cada una con tres  cortas historias, concatenadas en tiempo, las cuales  tienen lugar cuando la protagonista Patricia se encontraba en su primer aƱo de universidad, e incluyen momentos donde jóvenes de su misma edad, son lastimados en la parte mĆ”s delicada de sus cuerpos.

PARTE 1 de 2.



PRIMERA HISTORIA: A CONCILIAR!


Patricia era la chica mĆ”s deseada de la Universidad, se encontraba cursando primer semestre de administración de empresas; era un sĆ”bado y ese dĆ­a asistĆ­a al estadio de la Universidad  con su primo Manuel, quien tambiĆ©n estudiaba allĆ­ y tenĆ­a un partido de fĆŗtbol contra otro equipo de la misma universidad.

Ella a pesar de no practicar ningĆŗn deporte siempre estaba cerca del equipo, a tal punto que viajaba con este a partidos de campeonato a otras ciudades…Manuel siempre le preguntaba sin respuesta Āæpor quĆ© el entrenador la llevaba siempre? teniendo  la universidad que costear  tambiĆ©n sus gastos.

El partido ya estaba avanzado, cuando de pronto un caƱonazo disparado por la diestra de Manuel, se dirige al Ć”rea contraria….e inesperadamente  todo el estadio queda atónito. ..El balón termina en la entrepierna de un defensor, quien de inmediato suelta a todo pulmón un alarido: 

ā€œAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!ā€.

image001Todo es confusión y entre el pĆŗblico masculino se evidencian expresiones de dolor; el defensor rival llamado Simón, recibió el impacto del potente disparo en su vulnerable entrepierna, con los testĆ­culos aporreados… el resultado es obvio: un hombre tirado en la grama adolorido  a mĆ”s no poder y que pide auxilio. 

Patricia: ā€œAauuuu!!…esos debe dolerle mucho!ā€

Ella curiosa ve como trasladan al adolorido joven a la zona tƩcnica y de allƭ a la enfermerƭa donde el entrenador del equipo de nombre Marcos capacitado en primeros auxilios y demƔs se encargarƔ por el momento del lastimado.
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Patricia se intriga por lo que pasarƔ en el Ɣrea mƩdica y se escabulle hacia ese lugar.

Mirando por la puerta entreabierta  logra observar con detenimiento como el entrenador 

El entrenador palpa los testículos de Simón.

Patricia se muestra algo jocosa ante lo que observa, es como si el entrenador le estuviese sobando los testĆ­culos al chico.

Tras el examen el entrenador dictamina que no hay daƱo testicular, solo es el trauma...serƔ doloroso pero ya pasarƔ, le traerƭa algunos analgƩsicos.

Simón pregunta al entrenador Marcos tras la ā€œsobadaā€: 

ā€œEntrenador… porque duelen tanto las bolas?ā€.

Este, un viejo de 60 aƱos siempre con conciencia de maestro, saca un grĆ”fico  de anatomĆ­a en una gaveta de la enfermerĆ­a y  tras mostrĆ”rsela le explica:

ā€œes por la gran cantidad de terminaciones nerviosas, en el Ć”rea de la ingle……. como puedes ver en el grĆ”ficoā€¦ā€.

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Era una explicación demasiado compleja y no era el momento para aprender cosas así, Simón solo asentía, mientras se arrepentía por haber preguntado.

Finalmente dio signos de mejoras y por fin se pudo incorporar en la camilla.

Patricia seguĆ­a espiando atenta, cuando alguien por detrĆ”s la tocó… haciĆ©ndola  casi dar un grito.

Era su primo Manuel, quien ante la molestia de Patricia por asustarla, le explica que vino hasta aquĆ­ por un motivo…Viene a disculparse con Simón, Ć©l sabe que no fue intencional, pero Simón es compaƱero de su salón y sabe que tiene fama de no ser alguien muy razonable en asuntos de conflictos, sin duda le guardarĆ” rencor y querrĆ” vengarse de Ć©l… tarde o temprano.

Patricia: ā€œpero primo tĆŗ eres fuerte, no le tendrĆ”s miedo a ese chicoā€.

Manuel: ā€œno es eso, la violencia se debe evitar lo mĆ”s posible, no quiero llegar  los puƱos con Simón, no estĆ” bien eso…ademĆ”s tú…tĆŗ puedes lograr que Ć©l me disculpe… sĆ© muy bien que le gustas a Simón…y si tĆŗ se lo pides, Ć©l seguro accede a disculparmeā€.

Patricia: ā€œasĆ­ que le gusto eh?, bueno eso es algo normal, no creo que haya chicos en esta universidad que no quiera ser pareja mĆ­a!ā€.

A Manuel le pareció bastante engreĆ­da como siempre la actitud de su prima, pero ella era asĆ­  y ahora necesitaba de su ayuda.

Patricia acepta:ā€œOk pero me debes una grande  primito… Āæsabes que se me ocurre hacer?ā€.
Manuel: ā€œno, no quiero saber cómo lo harĆ”s, yo te conozco y nada bueno saldrĆ” si te escuchoā€.

Ambos se retiraron al ver que el entrenador salía, ahora con Simón sólo en la habitación era el turno de actuar; Patricia ingresa alegremente a la enfermería y se sienta de un brinco junto a Simón.

Patricia: ā€œOoohh pobrecito, te debió doler mucho, que bĆ”rbaro te dio semejante golpe….!ā€.

Simón quedó atónito ante el inesperado irrumpir de Patricia. Y apenas  pudo se cubrió los desnudos genitales.

Patricia que nota el movimiento de Simón le informa: ā€œpara que te cubres…te vi todo!ā€.

Simón: ā€œtodo?ā€

Patricia: ā€œJijijijij, estaba desde el principio allĆ” afuera…. vi lo que te hizo el entrenador Marcosā€.

Simón apenado: ā€œde que hablasā€.

Patricia: ā€œjijiijij,el entrenador Marcos te sobó los huevos jijijij, no se ve a diario a un hombre sobando los huevos  a otroā€.

Simón se ruboriza, estĆ” apenado por ser visto por la bella Patricia en semejante circunstancia…ademĆ”s no puede ocultar que tiene un gusto por Patricia; desde que ella ingreso a la Universidad, ha sido deseada por Ć©l.

Patricia viendo el grado de turbación del joven le tranquiliza: ā€Es broma, sólo estoy molestĆ”ndoteā€.

AĆŗn sentada junto a Ć©l, de repente guĆ­a su mano y accede a la entrepierna a medio cubrir de Simón…entonces le pellizca de manera picaresca la punta del pene al  estudiante.

Simón: ā€œAaaaauuuuuhhhhhhhh!!!ā€.

Patricia: ā€œque pasa?....no te gusto?ā€.

Simón: ā€œUuuaaauuuu, no…todo lo contrario….pero…pero Āæpor quĆ© lo hiciste?ā€.

Patricia: ā€œpor conciliar…sabes…mi primo Manuel fue quien te dio ese balonazo… no quiero que te enfades con Ć©l… AsĆ­ que si tĆŗ perdonas a mi primo…. Yo….(comenzó a acariciarle el glande, y todo el pene comenzó a reaccionar )…Yo  te harĆ© pasar un buen rato.

image007Simón casi jadeaba del placer al recibir tamaƱa caricia…. Y casi no podĆ­a creer lo que escuchaba.

Pero Patricia aclaró: ā€œpero eso si… obviamente cuando ya estĆ©s mejor de saludā€.

Ella tenĆ­a muy mala fama, una fama de chica fĆ”cil… y ahora parecĆ­a mĆ”s que justificada, pero que importaba eso si lograba los cariƱos y atenciones dela chica mĆ”s linda de la universidad.

Patricia: ā€œentonces ĀæquĆ© dices?... Āæconcilias con mi primo?ā€. 

Simón no duda un instante y asintiendo con la cabeza, da luz verde al ingreso de Manuel; ella le hace entrar y exclama: ā€œ A conciliar!ā€.

Simón ve entrar a Manuel; Apenas este va a disculparse, Simón exclama sin dejarle hablar: ā€œte perdono Manuel, fue un accidente, no hay problemas entre nosotros… de hecho fue mi culpa por no quitarme de en medio…..nada que perdonar!ā€.

Ante el regreso del entrenador Marcos ambos primos abandonan el lugar.

Ya afuera Manuel se intriga en quƩ fue lo que su prima hizo para lograr estos exitosos resultados conciliatorios.

Manuel: ā€œĀæQuĆ© hiciste?ā€

Patricia: ā€œĀæno que no querĆ­as saber?ā€.

Manuel: ā€œsolo es mórbida curiosidadā€.

Patricia: ā€œrecuerdas aquella vez cuando en las vacaciones en el lago llevabas esa pantaloneta roja, y lo que yo te hice para molestar a tu novia, recuerdas?ā€.
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Manuel: ā€œle pellizcaste la…!ā€.

Patricia:ā€œasĆ­ esā€.

Manuel: ā€œeso no le harĆ” doler mĆ”s el Ć”rea?ā€

Patricia: ā€œpues seguro la tiene parada ahora...jajaja…pero espero que ello no le haga doler mĆ”s las pelotas jajajaā€.

Al final  Patricia divisa al entrenador  Marcos que una vez mĆ”s salió de la enfermerĆ­a y va tras Ć©l, despidiĆ©ndose  rĆ”pidamente de su primo, el cual nota que algo sucede.

Ya dejado atrƔs su primo, Patricia se acerca al veterano entrenador Marcos, este al verla venir le da el frente, de pronto se sorprende; la chica lo empuja contra una cercana pared, quedando ambos frente a frente.

Patricia: ā€œhola entrenador, vi como atendió al pobre Simón… dĆ©jeme darle las gracias por lo que hizo para curar a ese chicoā€.

En ese instante la pervertida Patricia, introduce una mano en los pantalones deportivos del entrenador e irrumpiendo en sus calzoncillos del siglo pasado, le agarra las viejas pelotas y juega con ellas entre sus dedos.

Patricia:ā€Āæve usted?, yo tambiĆ©n se dar masajes a las pelotas, jijijijiā€.

Marcos: ā€œmuchacha cĆ”lmate un poco, este no es el momento ni el lugarā€.

Patricia: ā€œOh Marcos, tu siempre tan prevenido!ā€.

Marcos casi da un brinco cuando Patricia cierra un poco su mano conteniendo las dos pelotas del anciano, a la vez que las mueve de un lado a otro dentro del pantalón; mover esas pelotas dentro del largo y flÔcido escroto del viejo, es una extraña sensación que Patricia siempre disfrutaba.

A distancia, los dos no se percatan que son observados por Manuel, quien al ver lo que su prima hace, piensa: -ahora entiendo porque siempre te invitan a viajar con el equipo, y sin pagar un centavo por los gastos de transporte ni hospedaje-.

Al final Patricia se interesó en el chico Simón y se hicieron novios, ella acababa de terminar con otro chico y le pareció conveniente un reemplazo rÔpido... cosa aparte es su relación atrevida con el Viejo entrenador.


SEGUNDA HISTORIA:LA LEY DE LA SELVA.

Esta historia tiene lugar cuando Patricia se encontraba en primer semestre de administración de empresas, era la chica mÔs deseada de la universidad. Simón, su novio por aquel entonces, era un chico bastante celoso, y debía serlo pues la competencia entre los chicos de su edad era abrumadora, y mÔs con una novia a la que todo varón de la universidad quería llevar a la cama.

Un dĆ­a de esos,  Patricia  presenció la pelea verbal entre un chico llamado Pablo, que la habĆ­a estado coqueteado por varias horas  (al que ella le habĆ­a dado esperanzas) y el celoso Simón  le encaró, enseguida  le tomó de la camiseta…y  los golpes no tardaron.

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Su novio le daba de golpes al rival, quien tambiĆ©n sabĆ­a defenderse, puƱetazo en el rostro por parte de Simón, gancho al hĆ­gado por parte de Pablo, un puƱo en el estómago para uno y un codazo en los intestinos para el otro… hasta terminaron en el suelo forcejeando con bravura.

Patricia disfrutaba a su modo esta pelea, le parecƭa excitante que dos hombres se la disputaran, le gustaba ser el premio de una disputa fƭsica, casi era como La Ley de la Selva, donde los machos mƔs fuertes se ganan a las hembras.

Claro que esperaba que su novio ganase, o tal vez si el otro chico (que no estaba nada mal) lograba imponerse, no tendrĆ­a ningĆŗn problema en estrenar novio nuevo.

De pronto los dos combatientes se levantaron del suelo y apenas el rival (Pablo) se incorporó, lanzo un fuerte puntapié contra la entrepierna de su contrincante, impactando con precisión los testículos del novio de Patricia.

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 Patadón de la victoria.

El impacto hizo gritar a Simón: ā€œAAAaaaaaaaHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!ā€.

Todos los testigos hicieron muecas de dolor, especialmente los de gƩnero masculino que sabƭa lo doloroso que era aquel golpe.

El trauma en su hombrĆ­a, hizo que el joven cayera  al suelo totalmente vencido, mas Pablo se subió sobre Ć©l y le remato con un puƱo en el rostro.

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Patricia se sorprendió al ver como el chico Pablo, propinaba ese patadón contra las partes vulnerables de su novio… para ella era la primera vez que presenciaba  como un chico era golpeado en los testĆ­culos por otra persona con intención de lastimarlo en serio, eso la impactó.... era algo extremadamente terrible.

Para nada se asemejaba a aquellas ocasiones en la que durante el fĆŗtbol o beisbol, algĆŗn chico era lastimado por accidente en esa zona, o cuando los inmaduros chicos de escuela, se daban de palmoteos en los cojones durante el recreo…solo por molestar, Esto era muy diferente.

AsĆ­ entonces, el ver a su novio llorando de dolor en el suelo y hecho prĆ”cticamente una bola, con las manos agarrando sus cojones…incrementó su impacto.

Patricia veĆ­a las manos de su novio, cubriendo su entrepierna; ella conocĆ­a muy bien lo que sostenĆ­an las manos de Simón: ese par de bolas que constantemente le acariciaba en la intimidad, y las que 3 veces por semana depositaban en el interior de ella hasta sus Ćŗltimas reservas de semen….ese par! … acababa de ser brutalmente golpeado.

Con respecto a las gónadas de Simón, Patricia pensó: -pobrecitas-.

Ella se mostró realmente preocupada  por el bienestar de su pareja, pero por algĆŗn motivo no fue con Ć©l,  solo se limitó a quedarse inmóvil a la distancia.

Un instante despuĆ©s se despertó en ella un sentido de injusticia; lo que habĆ­a hecho el tal Pablo era algo malo, atacar a su rival en esa Ć”rea, no le pareció correcto, ella concluyó que simplemente  eso no se debĆ­a hacer.

Vio venir al victorioso Pablo, se dirigĆ­a directo hacia ella, muchos de los testigos al verlo no sabĆ­an cómo Patricia reaccionaria… pero  ella actuó de una forma que los sorprendió a todos… la novia del perdedor del combate corrió hacia Pablo y le plantó un profundo beso... Ā”el beso al ganador!.

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Era  La Ley de la Selva, el mĆ”s fuerte se queda con la hembra…. y ella como hembra premiarĆ­a al victorioso…el chico Pablo la habĆ­a ganado.

Tras ese inesperado beso, Pablo solo pudo expresar: ā€œUuaaaauuuuuu!ā€.

El esperaba alguna seña por parte de la chica para seguir adelante en su intento de conquista; después de todo, Patricia no había hecho oídos sordos a las insinuaciones del joven, pero jamÔs esperó ser recibido así.

Patricia tomó de la mano a Pablo y lo retiró del lugar, todos los testigos quedaron atónitos ante lo que veĆ­an, la novia dejaba tirado a su suerte al dolorido Simón y se fugaba con Pablo…de seguro su nueva pareja.

MÔs de uno o una pensaron: -”Pero que perra!-.

Ya en privado Patricia felicitó a Pablo por ganar, y le informó que le daría una oportunidad de ser su novio.

Pablo no podrƭa estar mƔs dichoso, pues saldrƭa con la chica mƔs deseada de la universidad.

Patricia se puso seria por un instante, habĆ­a algo pendiente por decir desde el momento del pleito: ā€œme alegro de que hayas ganado, pero le pegaste en los…, eso…eso es sucioā€.

Pablo no entendió que querĆ­a decir y ante su expresión de desconocimiento, Patricia aclaró:  

ā€œme refiero a  que no me gustó para nada que  le patearas las bolas a Simónā€. 

Pablo: ā€œnena  todo se vale en una pelea, incluso dar en los huevos, eso tambiĆ©n se vale!ā€.

Ella le recrimina: ā€œpara mĆ­ eso no estĆ” bien, un hombre no le debe pegar a otro en los huevos, eso no se ve limpio… Sólo no lo vuelvas a hacer!ā€.

Pablo decidió no discutir mĆ”s el asunto y se limitó a aceptar: ā€Ok, ok nena, lo que tĆŗ digasā€

En su mente Patricia entendió porque veía, el que un chico golpease a otro en sus partes débiles como algo injusto en una pelea, y se debía a que para ella un hombre debía ganarle al otro por su fuerza física o fuerza bruta (como le gustaba ver), no aprovechÔndose de sus debilidades; eso no se veía bien para ella.

Aun asĆ­ Pablo era el ganador, y baluarte de la fuerza bruta  y siempre habĆ­a sentido atracción por chicos con fĆ­sico fuerte.

Ahora debĆ­a premiar al victorioso y nuevo novio,  en la cama le darĆ­a el premio… el que todo hombre quiere!.

Patricia sonrió: ā€œeres el ganador….y esta noche te daré… un premio!ā€.

Pablo: ā€œĀæquĆ© premio?, Ā”Ooohhh!ā€, el muchacho se sorprendió al sentir la mano de Patricia tocarle el  pene por encima del pantalón.

Mientras le acariciaba el miembro, Patricia expresó: ā€œĀ”ĀætĆŗ quĆ© crees?!ā€.

En ese instante  le dio la espalda y se despidió diciendo: ā€œllĆ”mame mĆ”s tarde, para cuadrar todo, ĀæOk?ā€.

Pablo solo pudo afirmar con la cabeza; mientras la veĆ­a alejarse, pensaba: -eres una perra… pero estas bien buena-.

En ese momento un amigo de confianza de Pablo llegaba, y alcanzó a ver  la cara de este, todo embobado  contemplando  a la bella Patricia; entonces  le interrogo: ā€œĀæquĆ© pasó?ā€.

Pablo fue sincero: ā€œme sobó  la verga!ā€.

Amigo: ā€œVaya que es zorraā€.    

Pablo continuó: ā€œy…. me prometió un premio para esta nocheā€.

El Amigo entusiasmado dio unas palmadas contra la espalda de Pablo: ā€œUuuyyyyy!, la verga de este condenado va a comer mujer esta noche, jajajaja…. Uuuyyy, que envidia, jajajaā€.



TERCERA HISTORIA:ERES UNA TRAIDORA!.



Minutos después Patricia es alcanzada por una amiga, quien le dice que Simón la ha estado buscando y le pidió que de verla le dijera dónde estÔ el.

Patricia: ā€œĀæy dónde esta?ā€.

Amiga: ā€œen el patio de cafeterĆ­a, por las bancas…todavĆ­a se estÔ…sobando los…ya tu sabes, los ā€œesosā€ā€¦ por favor ve, estĆ” muy desesperado por verteā€.

Patricia nada mÔs llegar observó decepcionada a un Simón adolorido y mÔs que todo deprimido, le pareció algo patético y no tuvo ningún reparo en mostrarse orgullosa y ofendida.

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Simón aĆŗn se sobaba las bolas, cuando vio venir a su ā€œnoviaā€, enseguida notó una actitud diferente en ella.

Simón: ā€œque pasa mi amor, venā€¦ā€.

Patricia: ā€œlo siento mucho Simón pero ya no serĆ© tu novia, no me gusta la gente dĆ©bil como tĆŗ, eres un perdedor!ā€.

Simón: ā€œpero Paty…me dio en las huevas, ĀæquĆ© querĆ­as que hiciera?ā€.

Patricia: ā€œaguantar como un varón!, no tirarte a llorar al piso!ā€.

Simón: ā€œcomprende Paty, nadie aguanta una patada ahĆ­, eso duele demasiadoā€.

Patricia: ā€œno me importaā€.

Ella misma consideraba que lo del golpe bajo no habĆ­a sido algo justo, pero asĆ­ eran las cosas y no se mostrarĆ­a compasiva.

Patricia sentenció:ā€ tĆŗ y yo, Ā”ya no somos nada!ā€.

Simón se molestó, sabĆ­a que lo dejaba por el tipo que lo venció: 

ā€œcomo puedes ser asĆ­, eres una Traidora!ā€.

Patricia: ā€œdi loque quieras, pero no te quiero volver a verā€.

Simón se sentĆ­a traicionado por esa chica… cambiarlo por otro asĆ­ de repente, tan poco importaba para ella; pero al mismo tiempo, se sintió desesperado, no querĆ­a perder a Patricia, era la chica mĆ”s deseada de la universidad, en la cama lo hacĆ­a ver el cielo y… sentĆ­a algo por ella; pero era obvio que el sentimiento no era mutuo.

Patricia se volteó  para marcharse, entonces Simón que no querĆ­a perderla, trató de incorporarse para que no lo abandonara, mientras desesperado decĆ­a: ā€espera Paty…Oougggg!ā€.

Un dolor punzante desde sus hinchados huevos lo detuvo en seco y lo regreso a su asiento.

Patricia vio el patĆ©tico intento de levantarse de su Ex novio y solo atinó a decir: ā€œni te  esfuerces, que dĆ©bil eres!ā€.

Sentado Simón se agarró las bolas y las sobó con intensidad, buscando inútilmente aliviar su sufrir.

Patricia agregó: ā€œbĆŗscate al entrenador Marcos para que te las sobe de nuevo, jajajaā€.

Simón profundizó su decepción  y tristeza por las palabras de su Ex chica.

Continuó Patricia: ā€œque alguien mĆ”s te sobe los huevos, porque yo se los sobarĆ© Ćŗnicamente a Pablo…mi nuevo novio!ā€.

image019Simón no pudo soportar los sentimientos de humillación y depresión (por la pĆ©rdida de su amada), paradójicamente causados por la misma mujer…y rompió en llanto.

Las lĆ”grimas del joven solo incrementaron el desprecio de Patricia: 

ā€œDeja de llorar!, se supone que eres hombre!, busca bien en esos pantalones a ver si  te quedaron algo de huevos, te cuelgan aĆŗn?, bĆŗscalos a ver!... Āæo sabes quĆ©?...mejor consigue otro par, pero que sea un par bien grande y bien peludo…ja!,……..mediocre!ā€.

Y así se marchó Patricia, dejando a Simón llorando como un niño.


ContinuarÔ….



Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com

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