CONTIENE:
-Ballbusting Hombre/Hombre
-Ballbusting Mujer/Hombre
HISTORIAS DE PATRICIA.
Este relato consta de dos partes, cada una con tres cortas historias, concatenadas en tiempo, las cuales tienen lugar cuando la protagonista Patricia se encontraba en su primer año de universidad, e incluyen momentos donde jóvenes de su misma edad, son lastimados en la parte mÔs delicada de sus cuerpos.
PARTE 1 de 2.
PRIMERA HISTORIA: A CONCILIAR!
Patricia era la chica mĆ”s deseada de la Universidad, se encontraba cursando primer semestre de administración de empresas; era un sĆ”bado y ese dĆa asistĆa al estadio de la Universidad con su primo Manuel, quien tambiĆ©n estudiaba allĆ y tenĆa un partido de fĆŗtbol contra otro equipo de la misma universidad.
Ella a pesar de no practicar ningĆŗn deporte siempre estaba cerca del equipo, a tal punto que viajaba con este a partidos de campeonato a otras ciudadesā¦Manuel siempre le preguntaba sin respuesta Āæpor quĆ© el entrenador la llevaba siempre? teniendo la universidad que costear tambiĆ©n sus gastos.
El partido ya estaba avanzado, cuando de pronto un caƱonazo disparado por la diestra de Manuel, se dirige al Ć”rea contrariaā¦.e inesperadamente todo el estadio queda atónito. ..El balón termina en la entrepierna de un defensor, quien de inmediato suelta a todo pulmón un alarido:
āAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!ā.

Patricia: āAauuuu!!ā¦esos debe dolerle mucho!ā
Ella curiosa ve como trasladan al adolorido joven a la zona tĆ©cnica y de allĆ a la enfermerĆa donde el entrenador del equipo de nombre Marcos capacitado en primeros auxilios y demĆ”s se encargarĆ” por el momento del lastimado.
Patricia se intriga por lo que pasarƔ en el Ɣrea mƩdica y se escabulle hacia ese lugar.
Mirando por la puerta entreabierta logra observar con detenimiento como el entrenador
El entrenador palpa los testĆculos de Simón.
Patricia se muestra algo jocosa ante lo que observa, es como si el entrenador le estuviese sobando los testĆculos al chico.
Tras el examen el entrenador dictamina que no hay daƱo testicular, solo es el trauma...serĆ” doloroso pero ya pasarĆ”, le traerĆa algunos analgĆ©sicos.
Simón pregunta al entrenador Marcos tras la āsobadaā:
āEntrenador⦠porque duelen tanto las bolas?ā.
Este, un viejo de 60 aƱos siempre con conciencia de maestro, saca un grĆ”fico de anatomĆa en una gaveta de la enfermerĆa y tras mostrĆ”rsela le explica:
āes por la gran cantidad de terminaciones nerviosas, en el Ć”rea de la ingleā¦ā¦. como puedes ver en el grĆ”ficoā¦ā.
Era una explicación demasiado compleja y no era el momento para aprender cosas asĆ, Simón solo asentĆa, mientras se arrepentĆa por haber preguntado.
Finalmente dio signos de mejoras y por fin se pudo incorporar en la camilla.
Patricia seguĆa espiando atenta, cuando alguien por detrĆ”s la tocó⦠haciĆ©ndola casi dar un grito.
Era su primo Manuel, quien ante la molestia de Patricia por asustarla, le explica que vino hasta aquĆ por un motivoā¦Viene a disculparse con Simón, Ć©l sabe que no fue intencional, pero Simón es compaƱero de su salón y sabe que tiene fama de no ser alguien muy razonable en asuntos de conflictos, sin duda le guardarĆ” rencor y querrĆ” vengarse de Ć©l⦠tarde o temprano.
Patricia: āpero primo tĆŗ eres fuerte, no le tendrĆ”s miedo a ese chicoā.
Manuel: āno es eso, la violencia se debe evitar lo mĆ”s posible, no quiero llegar los puƱos con Simón, no estĆ” bien esoā¦ademĆ”s tĆŗā¦tĆŗ puedes lograr que Ć©l me disculpe⦠sĆ© muy bien que le gustas a Simónā¦y si tĆŗ se lo pides, Ć©l seguro accede a disculparmeā.
Patricia: āasĆ que le gusto eh?, bueno eso es algo normal, no creo que haya chicos en esta universidad que no quiera ser pareja mĆa!ā.
A Manuel le pareció bastante engreĆda como siempre la actitud de su prima, pero ella era asĆ y ahora necesitaba de su ayuda.
Patricia acepta:āOk pero me debes una grande primito⦠¿sabes que se me ocurre hacer?ā.
Manuel: āno, no quiero saber cómo lo harĆ”s, yo te conozco y nada bueno saldrĆ” si te escuchoā.
Ambos se retiraron al ver que el entrenador salĆa, ahora con Simón sólo en la habitación era el turno de actuar; Patricia ingresa alegremente a la enfermerĆa y se sienta de un brinco junto a Simón.
Patricia: āOoohh pobrecito, te debió doler mucho, que bĆ”rbaro te dio semejante golpeā¦.!ā.
Simón quedó atónito ante el inesperado irrumpir de Patricia. Y apenas pudo se cubrió los desnudos genitales.
Patricia que nota el movimiento de Simón le informa: āpara que te cubresā¦te vi todo!ā.
Simón: ātodo?ā
Patricia: āJijijijij, estaba desde el principio allĆ” afueraā¦. vi lo que te hizo el entrenador Marcosā.
Simón apenado: āde que hablasā.
Patricia: ājijiijij,el entrenador Marcos te sobó los huevos jijijij, no se ve a diario a un hombre sobando los huevos a otroā.
Simón se ruboriza, estĆ” apenado por ser visto por la bella Patricia en semejante circunstanciaā¦ademĆ”s no puede ocultar que tiene un gusto por Patricia; desde que ella ingreso a la Universidad, ha sido deseada por Ć©l.
Patricia viendo el grado de turbación del joven le tranquiliza: āEs broma, sólo estoy molestĆ”ndoteā.
AĆŗn sentada junto a Ć©l, de repente guĆa su mano y accede a la entrepierna a medio cubrir de Simónā¦entonces le pellizca de manera picaresca la punta del pene al estudiante.
Simón: āAaaaauuuuuhhhhhhhh!!!ā.
Patricia: āque pasa?....no te gusto?ā.
Simón: āUuuaaauuuu, noā¦todo lo contrarioā¦.peroā¦pero Āæpor quĆ© lo hiciste?ā.
Patricia: āpor conciliarā¦sabesā¦mi primo Manuel fue quien te dio ese balonazo⦠no quiero que te enfades con Ć©l⦠AsĆ que si tĆŗ perdonas a mi primoā¦. Yoā¦.(comenzó a acariciarle el glande, y todo el pene comenzó a reaccionar )ā¦Yo te harĆ© pasar un buen rato.

Pero Patricia aclaró: āpero eso si⦠obviamente cuando ya estĆ©s mejor de saludā.
Ella tenĆa muy mala fama, una fama de chica fĆ”cil⦠y ahora parecĆa mĆ”s que justificada, pero que importaba eso si lograba los cariƱos y atenciones dela chica mĆ”s linda de la universidad.
Patricia: āentonces ĀæquĆ© dices?... Āæconcilias con mi primo?ā.
Simón no duda un instante y asintiendo con la cabeza, da luz verde al ingreso de Manuel; ella le hace entrar y exclama: ā A conciliar!ā.
Simón ve entrar a Manuel; Apenas este va a disculparse, Simón exclama sin dejarle hablar: āte perdono Manuel, fue un accidente, no hay problemas entre nosotros⦠de hecho fue mi culpa por no quitarme de en medioā¦..nada que perdonar!ā.
Ante el regreso del entrenador Marcos ambos primos abandonan el lugar.
Ya afuera Manuel se intriga en quƩ fue lo que su prima hizo para lograr estos exitosos resultados conciliatorios.
Manuel: āĀæQuĆ© hiciste?ā
Patricia: āĀæno que no querĆas saber?ā.
Manuel: āsolo es mórbida curiosidadā.
Patricia: ārecuerdas aquella vez cuando en las vacaciones en el lago llevabas esa pantaloneta roja, y lo que yo te hice para molestar a tu novia, recuerdas?ā.
Manuel: āle pellizcaste laā¦!ā.
Patricia:āasĆ esā.
Manuel: āeso no le harĆ” doler mĆ”s el Ć”rea?ā
Patricia: āpues seguro la tiene parada ahora...jajajaā¦pero espero que ello no le haga doler mĆ”s las pelotas jajajaā.
Al final Patricia divisa al entrenador Marcos que una vez mĆ”s salió de la enfermerĆa y va tras Ć©l, despidiĆ©ndose rĆ”pidamente de su primo, el cual nota que algo sucede.
Ya dejado atrƔs su primo, Patricia se acerca al veterano entrenador Marcos, este al verla venir le da el frente, de pronto se sorprende; la chica lo empuja contra una cercana pared, quedando ambos frente a frente.
Patricia: āhola entrenador, vi como atendió al pobre Simón⦠dĆ©jeme darle las gracias por lo que hizo para curar a ese chicoā.
En ese instante la pervertida Patricia, introduce una mano en los pantalones deportivos del entrenador e irrumpiendo en sus calzoncillos del siglo pasado, le agarra las viejas pelotas y juega con ellas entre sus dedos.
Patricia:āĀæve usted?, yo tambiĆ©n se dar masajes a las pelotas, jijijijiā.
Marcos: āmuchacha cĆ”lmate un poco, este no es el momento ni el lugarā.
Patricia: āOh Marcos, tu siempre tan prevenido!ā.
Marcos casi da un brinco cuando Patricia cierra un poco su mano conteniendo las dos pelotas del anciano, a la vez que las mueve de un lado a otro dentro del pantalón; mover esas pelotas dentro del largo y flÔcido escroto del viejo, es una extraña sensación que Patricia siempre disfrutaba.
A distancia, los dos no se percatan que son observados por Manuel, quien al ver lo que su prima hace, piensa: -ahora entiendo porque siempre te invitan a viajar con el equipo, y sin pagar un centavo por los gastos de transporte ni hospedaje-.
Al final Patricia se interesó en el chico Simón y se hicieron novios, ella acababa de terminar con otro chico y le pareció conveniente un reemplazo rÔpido... cosa aparte es su relación atrevida con el Viejo entrenador.
SEGUNDA HISTORIA:LA LEY DE LA SELVA.
Esta historia tiene lugar cuando Patricia se encontraba en primer semestre de administración de empresas, era la chica mĆ”s deseada de la universidad. Simón, su novio por aquel entonces, era un chico bastante celoso, y debĆa serlo pues la competencia entre los chicos de su edad era abrumadora, y mĆ”s con una novia a la que todo varón de la universidad querĆa llevar a la cama.
Un dĆa de esos, Patricia presenció la pelea verbal entre un chico llamado Pablo, que la habĆa estado coqueteado por varias horas (al que ella le habĆa dado esperanzas) y el celoso Simón le encaró, enseguida le tomó de la camisetaā¦y los golpes no tardaron.
Su novio le daba de golpes al rival, quien tambiĆ©n sabĆa defenderse, puƱetazo en el rostro por parte de Simón, gancho al hĆgado por parte de Pablo, un puƱo en el estómago para uno y un codazo en los intestinos para el otro⦠hasta terminaron en el suelo forcejeando con bravura.
Patricia disfrutaba a su modo esta pelea, le parecĆa excitante que dos hombres se la disputaran, le gustaba ser el premio de una disputa fĆsica, casi era como La Ley de la Selva, donde los machos mĆ”s fuertes se ganan a las hembras.
Claro que esperaba que su novio ganase, o tal vez si el otro chico (que no estaba nada mal) lograba imponerse, no tendrĆa ningĆŗn problema en estrenar novio nuevo.
De pronto los dos combatientes se levantaron del suelo y apenas el rival (Pablo) se incorporó, lanzo un fuerte puntapiĆ© contra la entrepierna de su contrincante, impactando con precisión los testĆculos del novio de Patricia.
Patadón de la victoria.
El impacto hizo gritar a Simón: āAAAaaaaaaaHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!ā.
Todos los testigos hicieron muecas de dolor, especialmente los de gĆ©nero masculino que sabĆa lo doloroso que era aquel golpe.
El trauma en su hombrĆa, hizo que el joven cayera al suelo totalmente vencido, mas Pablo se subió sobre Ć©l y le remato con un puƱo en el rostro.
Patricia se sorprendió al ver como el chico Pablo, propinaba ese patadón contra las partes vulnerables de su novio⦠para ella era la primera vez que presenciaba como un chico era golpeado en los testĆculos por otra persona con intención de lastimarlo en serio, eso la impactó.... era algo extremadamente terrible.
Para nada se asemejaba a aquellas ocasiones en la que durante el fĆŗtbol o beisbol, algĆŗn chico era lastimado por accidente en esa zona, o cuando los inmaduros chicos de escuela, se daban de palmoteos en los cojones durante el recreoā¦solo por molestar, Esto era muy diferente.
AsĆ entonces, el ver a su novio llorando de dolor en el suelo y hecho prĆ”cticamente una bola, con las manos agarrando sus cojonesā¦incrementó su impacto.
Patricia veĆa las manos de su novio, cubriendo su entrepierna; ella conocĆa muy bien lo que sostenĆan las manos de Simón: ese par de bolas que constantemente le acariciaba en la intimidad, y las que 3 veces por semana depositaban en el interior de ella hasta sus Ćŗltimas reservas de semenā¦.ese par! ⦠acababa de ser brutalmente golpeado.
Con respecto a las gónadas de Simón, Patricia pensó: -pobrecitas-.
Ella se mostró realmente preocupada por el bienestar de su pareja, pero por algún motivo no fue con él, solo se limitó a quedarse inmóvil a la distancia.
Un instante despuĆ©s se despertó en ella un sentido de injusticia; lo que habĆa hecho el tal Pablo era algo malo, atacar a su rival en esa Ć”rea, no le pareció correcto, ella concluyó que simplemente eso no se debĆa hacer.
Vio venir al victorioso Pablo, se dirigĆa directo hacia ella, muchos de los testigos al verlo no sabĆan cómo Patricia reaccionaria⦠pero ella actuó de una forma que los sorprendió a todos⦠la novia del perdedor del combate corrió hacia Pablo y le plantó un profundo beso... Ā”el beso al ganador!.
Era La Ley de la Selva, el mĆ”s fuerte se queda con la hembraā¦. y ella como hembra premiarĆa al victoriosoā¦el chico Pablo la habĆa ganado.
Tras ese inesperado beso, Pablo solo pudo expresar: āUuaaaauuuuuu!ā.
El esperaba alguna seƱa por parte de la chica para seguir adelante en su intento de conquista; despuĆ©s de todo, Patricia no habĆa hecho oĆdos sordos a las insinuaciones del joven, pero jamĆ”s esperó ser recibido asĆ.
Patricia tomó de la mano a Pablo y lo retiró del lugar, todos los testigos quedaron atónitos ante lo que veĆan, la novia dejaba tirado a su suerte al dolorido Simón y se fugaba con Pabloā¦de seguro su nueva pareja.
MÔs de uno o una pensaron: -”Pero que perra!-.
Ya en privado Patricia felicitó a Pablo por ganar, y le informó que le darĆa una oportunidad de ser su novio.
Pablo no podrĆa estar mĆ”s dichoso, pues saldrĆa con la chica mĆ”s deseada de la universidad.
Patricia se puso seria por un instante, habĆa algo pendiente por decir desde el momento del pleito: āme alegro de que hayas ganado, pero le pegaste en losā¦, esoā¦eso es sucioā.
Pablo no entendió que querĆa decir y ante su expresión de desconocimiento, Patricia aclaró:
āme refiero a que no me gustó para nada que le patearas las bolas a Simónā.
Pablo: ānena todo se vale en una pelea, incluso dar en los huevos, eso tambiĆ©n se vale!ā.
Ella le recrimina: āpara mĆ eso no estĆ” bien, un hombre no le debe pegar a otro en los huevos, eso no se ve limpio⦠Sólo no lo vuelvas a hacer!ā.
Pablo decidió no discutir mĆ”s el asunto y se limitó a aceptar: āOk, ok nena, lo que tĆŗ digasā
En su mente Patricia entendió porque veĆa, el que un chico golpease a otro en sus partes dĆ©biles como algo injusto en una pelea, y se debĆa a que para ella un hombre debĆa ganarle al otro por su fuerza fĆsica o fuerza bruta (como le gustaba ver), no aprovechĆ”ndose de sus debilidades; eso no se veĆa bien para ella.
Aun asĆ Pablo era el ganador, y baluarte de la fuerza bruta y siempre habĆa sentido atracción por chicos con fĆsico fuerte.
Ahora debĆa premiar al victorioso y nuevo novio, en la cama le darĆa el premio⦠el que todo hombre quiere!.
Patricia sonrió: āeres el ganadorā¦.y esta noche te daré⦠un premio!ā.
Pablo: āĀæquĆ© premio?, Ā”Ooohhh!ā, el muchacho se sorprendió al sentir la mano de Patricia tocarle el pene por encima del pantalón.
Mientras le acariciaba el miembro, Patricia expresó: ā”¿tĆŗ quĆ© crees?!ā.
En ese instante le dio la espalda y se despidió diciendo: āllĆ”mame mĆ”s tarde, para cuadrar todo, ĀæOk?ā.
Pablo solo pudo afirmar con la cabeza; mientras la veĆa alejarse, pensaba: -eres una perra⦠pero estas bien buena-.
En ese momento un amigo de confianza de Pablo llegaba, y alcanzó a ver la cara de este, todo embobado contemplando a la bella Patricia; entonces le interrogo: āĀæquĆ© pasó?ā.
Pablo fue sincero: āme sobó la verga!ā.
Amigo: āVaya que es zorraā.
Pablo continuó: āyā¦. me prometió un premio para esta nocheā.
El Amigo entusiasmado dio unas palmadas contra la espalda de Pablo: āUuuyyyyy!, la verga de este condenado va a comer mujer esta noche, jajajajaā¦. Uuuyyy, que envidia, jajajaā.
TERCERA HISTORIA:ERES UNA TRAIDORA!.
Minutos después Patricia es alcanzada por una amiga, quien le dice que Simón la ha estado buscando y le pidió que de verla le dijera dónde estÔ el.
Patricia: āĀæy dónde esta?ā.
Amiga: āen el patio de cafeterĆa, por las bancasā¦todavĆa se estĆ”ā¦sobando losā¦ya tu sabes, los āesosā⦠por favor ve, estĆ” muy desesperado por verteā.
Patricia nada mÔs llegar observó decepcionada a un Simón adolorido y mÔs que todo deprimido, le pareció algo patético y no tuvo ningún reparo en mostrarse orgullosa y ofendida.
Simón aĆŗn se sobaba las bolas, cuando vio venir a su ānoviaā, enseguida notó una actitud diferente en ella.
Simón: āque pasa mi amor, venā¦ā.
Patricia: ālo siento mucho Simón pero ya no serĆ© tu novia, no me gusta la gente dĆ©bil como tĆŗ, eres un perdedor!ā.
Simón: āpero Patyā¦me dio en las huevas, ĀæquĆ© querĆas que hiciera?ā.
Patricia: āaguantar como un varón!, no tirarte a llorar al piso!ā.
Simón: ācomprende Paty, nadie aguanta una patada ahĆ, eso duele demasiadoā.
Patricia: āno me importaā.
Ella misma consideraba que lo del golpe bajo no habĆa sido algo justo, pero asĆ eran las cosas y no se mostrarĆa compasiva.
Patricia sentenció:ā tĆŗ y yo, Ā”ya no somos nada!ā.
Simón se molestó, sabĆa que lo dejaba por el tipo que lo venció:
ācomo puedes ser asĆ, eres una Traidora!ā.
Patricia: ādi loque quieras, pero no te quiero volver a verā.
Simón se sentĆa traicionado por esa chica⦠cambiarlo por otro asĆ de repente, tan poco importaba para ella; pero al mismo tiempo, se sintió desesperado, no querĆa perder a Patricia, era la chica mĆ”s deseada de la universidad, en la cama lo hacĆa ver el cielo y⦠sentĆa algo por ella; pero era obvio que el sentimiento no era mutuo.
Patricia se volteó para marcharse, entonces Simón que no querĆa perderla, trató de incorporarse para que no lo abandonara, mientras desesperado decĆa: āespera Patyā¦Oougggg!ā.
Un dolor punzante desde sus hinchados huevos lo detuvo en seco y lo regreso a su asiento.
Patricia vio el patĆ©tico intento de levantarse de su Ex novio y solo atinó a decir: āni te esfuerces, que dĆ©bil eres!ā.
Sentado Simón se agarró las bolas y las sobó con intensidad, buscando inútilmente aliviar su sufrir.
Patricia agregó: ābĆŗscate al entrenador Marcos para que te las sobe de nuevo, jajajaā.
Simón profundizó su decepción y tristeza por las palabras de su Ex chica.
Continuó Patricia: āque alguien mĆ”s te sobe los huevos, porque yo se los sobarĆ© Ćŗnicamente a Pabloā¦mi nuevo novio!ā.

Las lƔgrimas del joven solo incrementaron el desprecio de Patricia:
āDeja de llorar!, se supone que eres hombre!, busca bien en esos pantalones a ver si te quedaron algo de huevos, te cuelgan aĆŗn?, bĆŗscalos a ver!... Āæo sabes quĆ©?...mejor consigue otro par, pero que sea un par bien grande y bien peludoā¦ja!,ā¦ā¦..mediocre!ā.
Y asà se marchó Patricia, dejando a Simón llorando como un niño.
ContinuarĆ”ā¦.
Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
Excitante
ResponderBorrarInteresante historia.esa mujer si es perversa!
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