Tres villanas perversas - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

4 nov 2014

Tres villanas perversas

CONTIENE:

-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
-SEXO HETEROSEXUAL
SEXO LESBICO

 3 mujeres reunidas, 3 mujeres malvadas juntas, 3 mujeres malvadas y peligrosas juntas, 3 mujeres que son villanas, malvadas y peligrosas juntas, 3 mujeres cuchicheando planeando un atentado.

 Por un lado una tenia un cuerpo espectacular, adornado de estremecedoras curvas, pechos no exuberantes, pero que volverĆ­a loco a cualquier hombre. Pero lo mejor de todo es que enloquecĆ­a a todos los hombres fanĆ”ticos del lĆ”tex. Su traje se ajustaba a cada centĆ­metro de su precioso cuerpo, sus atributos felinos atemorizaba a sus victimas. Con cada ronroneo excitaba a los hombres, y con un zarpazo los aniquilaba, asĆ­ era GatĆŗbela.
 La otra mujer que su extraƱa mutaciĆ³n daĆ±Ć³ su delicada belleza que otrora fue de rojos cabellos y piel blanca con ella pudo haber ganado certĆ”menes de belleza, pero su mutaciĆ³n le daƱo la vida y se dedicĆ³ al mal. A pesar de sus increĆ­bles poderes, solo sirviĆ³ para vengarse de quienes la humillaron, ademĆ”s de conseguir sus objetivos. A pesar de siempre estar desnuda, su pellejo azul le cubrĆ­a cada exaltante porciĆ³n de su cuerpo. Mystique sabĆ­a como sodomizar a los hombres.

 Y la tercera sin dejar de ser importante, una bruja experta en magia negra, una diosa inmortal, de pechos grandes, casi desnudos, cabellos rojos, quizĆ”s la mas experimentada del triĆ³ y sus ojos negros develaban lo despidida de su alma clavando la mirada en la oscuridad Circe escuchaba el plan.

 Robar un banco, en su circunstancia era pan comido, Ćŗnicamente habĆ­a una piedra en el zapato, y para 3 mujeres, un hombre es una piedra en el zapato, especialmente si este comanda la fuerza militar de un fuerte paĆ­s. Ɖl y solamente Ć©l les impedĆ­a que llevaran a cabo tan ambicioso plan.

-Cuando entremos activaran las alarmas y llegara Ć©l -decĆ­a GatĆŗbela.

 Mystique la mirĆ³ con asco, que estĆŗpida se veĆ­a cuando aquella cretina se lamia la mano como una gata, le hubiera gustado dar mĆŗltiples bofetadas en su estĆŗpida cara.

-tenemos que pensar como llevar a cabo el plan sin fallar -dijo a seca voz

-la ultima vez que entraste al ejercito en la imagen del coronel, fallaste -indicĆ³ GatĆŗbela clavando la felina mirada en la mujer azul.

 Mystique apretĆ³ los labios y mirĆ³ a otra direcciĆ³n.

 Circe cambiĆ³ el semblante y observĆ³ a lo lejos en la pared, la oscuridad.

“la muy perra” pensĆ³.

 Ese plan que entre la bruja de la mitologĆ­a y la mutante habĆ­an planeado fallĆ³ estrepitosamente. HabĆ­an asegurado ante la gata que no fallarĆ­an y fue lo peor que hicieron, teniendo meses queriendo robar el banco mas grande de Estados Unidos, Circe preparĆ³ una gran pociĆ³n y coloco en un vino sellado. Mystique asesinĆ³ a un coronel y se fue directo al ejĆ©rcito transformada en Ć©l. Se citĆ³ con el militar y superhĆ©roe de la ciudad y el muy idiota rechazĆ³ la bebida. El plan no durĆ³ lo planeado y la mujer se fue derrotada dejando como sobre aviso que habĆ­an matado al coronel y posteriormente adquirido su figura.

 DebĆ­an ir con seguridad pero lentas.

-Mystique ¿podrĆ­as tomar su apariencia? -susurrĆ³ GatĆŗbela.

 La mujer azul dio un suspiro, empezaba a pensar que a GatĆŗbela le gustaba aquel caballero, la semana anterior le habĆ­a pedido aquel favor en una noche de lluvia. Ella se transformĆ³ en aquel hombre y la muy puta lamiĆ³ su pene transformado. Era verdaderamente una gata. Pero allĆ­ estaba Circe, no se atreverĆ­a a hacer lo mismo. Entonces se transformĆ³ en el gallardo hombre.

 Su color azul tomĆ³ un color carne, de tez blanca, traje azul, adornado con lĆ­neas rojas y blancas, y la capucha en el rostro revelĆ³ a Steve Rogers el CapitĆ”n AmĆ©rica.

-pero asĆ­ no estĆŗpida, desnudo -ordenĆ³ la muy gata.

-¿QuĆ©? -soltĆ³ Mystique

-vamos cambia, no sucederĆ” nada que tu no quieras.

-¿que te traes gata loca? -preguntĆ³ Circe sonriendo

-vamos, cambia Mystique, se me ocurriĆ³ una idea.

 Mystique soltĆ³ un gruƱido y el traje que adornaba su cuerpo desapareciĆ³ para dejar un pecho cuadrado, abdominales fuertes y un pene flĆ”cido y largo, con unos testĆ­culos ovalados y colgando entre sus piernas, adornados con una ligera sucesiĆ³n de vellos claros.

-ufff ¡menudo hombre! -exclamĆ³ emocionada Circe-. Me hace falta uno asĆ­.

-mira sus huevos -dijo GatĆŗbela parĆ”ndose frente a Mystique que retrocediĆ³ nerviosa

-cuanta leche acumularĆ” -reĆ­a Circe

Entonces rĆ”pidamente GatĆŗbela estrellĆ³ la rodilla en el caballero que tenia a su frente, que gritĆ³ de dolor y sorpresa cayendo al piso no ya como hombre sino como una mutante de piel azul agarrĆ”ndose la vulva.

-¿QuĆ© hiciste? -gritĆ³ Circe parĆ”ndose para ayudar a su amiga

-solo estaba comprobando algo -asegurĆ³ GatĆŗbela empezando a ronronear.

-no tengo testĆ­culos maldita hija de puta -vociferĆ³ Mystique sobando su vagina.

-jajajaja -riĆ³ GatĆŗbela-, soy sencillamente genial, cuando escuches mi plan, sinceramente ustedes me amaran. Seremos millonarias, miau.


 Apenas eran las 8 de la maƱana cuando Wolverine estaba en la azotea de un edificio, contemplando la ciudad, el trĆ”fico se habĆ­a adueƱado de las calles a pesar de la hora. EscuchĆ³ unos pasos tras Ć©l y dio media vuelta prevenido, era quien esperaba. El CapitĆ”n AmĆ©rica.

-¡amigo! -exclamĆ³ el militar.

-he venido como mensajero -asegurĆ³ frĆ­o el hombre X-, me avisaron que Mystique entrĆ³ en el ejercito bajo la forma de un coronel al que asesino.

-la muy maldita -susurrĆ³ Steve todavĆ­a incomodo por lo sucedido.

-Debes de tener cuidado. En el cuartel estamos enterado de que no opera sola. EstĆ” siendo ayudada por otras dos mujeres mas. GatĆŗbela, de Ciudad GĆ³tica, y por Circe, una diosa inmortal. Batman y la mujer maravilla me lo han confirmado.

-¿algĆŗn mĆ©todo para vencerlas -preguntĆ³ CĆ”pitan America con emociĆ³n en la voz.

-Son guerreras muy feroces -aclarĆ³ Wolverine-. No hay duda de que si se enfrentaran en un duelo cuerpo a cuerpo contigo. Te la pondrĆ­an muy difĆ­cil.

-¿pero por que?

-Hombre son fĆ©minas, te dominarĆ”n como macho, saben que tienes puntos dĆ©biles.

-Puedo ser fuerte Lobezno.

-Te dominaran. Tu propio cuerpo te traicionarĆ”.

-Me hice fuerte. Soy el Guerrero mƔs letal, juntos podemos unir fuerzas. Y pararlas.

-Ya una vez Mystique, me dominĆ³. Temo que haga lo mismo con vos.

-SerĆ© fuerte, pero... ¿como te dominĆ³?

-Me reventĆ³ los testĆ­culos, pero pude regenerarlos por mi poder.

-EstarĆ© alerta, no me engaƱarĆ”n tan fĆ”cilmente.

 Wolverine mirĆ³ al cielo, para evitar poner la mirada en la larga mano que se posaba entre las piernas del CapitĆ”n AmĆ©rica. AquĆ©llas eran manos delicadas, de largas uƱas cubiertas por un guante de lĆ”tex, un completo traje de lĆ”tex. Mientras Wolverine daba detalles  acerca de sus enemigas contemplando al cielo y Steve lo escuchaba, aquella mano subiĆ³ rĆ”pidamente por las robustas piernas, adueƱƔndose de dos hermosos objetos ovalados recogidos dentro del pantalĆ³n destrozĆ”ndolos con una fuerza letal que hizo abrir la boca de Steve con una fea mueca de dolor y flexionar las piernas, llevĆ”ndose por instinto las manos sobre la mano de GĆ”tĆŗbela, Wolverine saltĆ³ en el aire transformando la piel en azul oscuro y estampĆ³ una atroz patada en la cara del CapitĆ”n AmĆ©rica.

 El hombre cayĆ³ al suelo y tras golpearse la cabeza contra el pavimento quedĆ³ inconsciente. AllĆ­ apareciĆ³ Circe que sostenĆ­a una pĆ³cima en la mano, con ayuda de una inyectadora suministrĆ³ el liquido en el cuerpo del macho.

-Es todo nuestro -dijo con satisfacciĆ³n

 Aquella pĆ³cima estaba hecha para vulnerabilizar al fuerte hombre ademas de relajar todos los duros mĆŗsculos de su  frondoso cuerpo, tal efecto causĆ³ que una sola de las mujeres lo pudo levantar y arrastrar sin tener un elevado peso.

-dĆ­as atrĆ”s-

 El capitĆ”n AmĆ©rica contemplaba un vĆ­deo del profesor Xavier.

-Por ello enviaremos a Wolverine que te ayudarĆ” en todo lo que sea necesario -terminaba de explicar, pero no era mas que Mystique transformada, pero todo quedĆ³ como una autentica grabaciĆ³n de los superheroes aliados.

-ahora-

 El CĆ”pitan  AmĆ©rica estaba atado desnudo contra una tabla de madera, con la piel brillante y el pene flĆ”cido amarrado al ombligo simplemente dejando sus testĆ­culos colgando entre las piernas, eran grandes, duros y hermosos, debiĆ³ ser artista porno antes de ser superhĆ©roe. Circe y GatĆŗbela lo contemplaban hambrientas, el macho era lindo fĆ­sicamente, ademĆ”s de tener un pecho amplio y piernas robustas como futbolista.

 Cuando el hombre empezĆ³ a reaccionar, GatĆŗbela no pudo seguir aguantando la tentaciĆ³n de dominar a aquĆ©l apasionante macho, asĆ­ que se acercĆ³ a Ć©l y lo envolviĆ³ sus brazos, a pesar de que Ć©l estaba todavĆ­a bajo los efectos de la pĆ³cima, se le sentĆ­a fuerte por su pecho, y Ć©l tambiĆ©n, como hombre al sentir aquella mujer, atlĆ©tica, bella y con un traje de lĆ”tex, su pene reaccionĆ³ dejĆ”ndolo avergonzado.

-Oh, rrrrrr... miau.

 Circe tragĆ³ saliva. Sintiendo apetito sexual, sentĆ­a que se mojaba.

 GatĆŗbela se acercĆ³ frente al noble macho, pasĆ³ un delicado dedo desde su pecho y bajo al abdominal, y se ajustĆ³ la mano a la erecciĆ³n. El capitĆ”n AmĆ©rica gimiĆ³ y tomĆ³ una larga y profunda respiraciĆ³n.

 Sin soportar mucho tiempo la mujer tomĆ³ los 2 cocos carnosos del superhĆ©roe, Steve dio un largo suspiro, de pronto Circe se uniĆ³ a la acciĆ³n y comenzĆ³ a masturbarlo con la mano, mientras la gatuna villana le probaba las bolas, pasaba su mojada lengua por sus blandos testĆ­culos.

 Steve estaba disfrutando el momento, mientras las 2 villanas estaban claramente abusando de Ć©l, pero es que claramente era un hombre del que toda mujer quisiera abusar.

 GatĆŗbela mirĆ³ directamente a los ojos azules de Steve, cautivada con lo profundo de su color. Se metiĆ³ las 2 pelotas a la boca y succionĆ³.

-Eres todo un macho -hablĆ³ Circe, arrastrando el glande del pene en un rĆ”pido movimiento-, deberĆ­as de unirte a nosotras... estarĆ­amos a tus pies. Te sacarĆ­amos provecho.

-Oh por favor... dĆ©jenme ir... por favor .apenas podĆ­a decir el CapitĆ”n AmĆ©rica con los ojos cerrados.

 GatĆŗbela sacĆ³ los testĆ­culos de su boca. Estaban brillantes de saliva, e hinchados de retensiĆ³n de esperma. DĆ­a a dĆ­a salvando una ciudad, hay necesidades que un hĆ©roe posterga.

 Steve apretĆ³ los dientes e intentĆ³ no oir los comentarios de aquellas 2 perversas, no, tenĆ­a que pensar en otras cosas, no, el ejercito, oh no, no las escuches. No, no te las imagines restregando tu semen en el cuerpo de ellas, no. No. Piensa otra cosa.

 Pero su pene se estaba haciendo muy grande y mĆ”s hinchado. El CapitĆ”n America era un hombre grande a toda costa.

Los pensamientos fueron obligados a irse de la cabeza de Steve cuando GatĆŗbela estirĆ³ los testĆ­culos clavando en su sensible piel sus uƱas largas afiladas, rompiendo la carne.

 El Capitan AmĆ©rica abriĆ³ la boca tan grande como un plato mientras emitĆ­a un ruido que partĆ­a de su estado de shock porque el dolor explotaba en la ingle y chocaba en su duro abdomen, era muy fuerte pero no resistĆ­a aquello, jadeĆ³ en busca de aire para aliviar el ardor en sus pulmones. GatĆŗbela ronroneĆ³ y Circe le brillaron los ojos, masturbando mas fuerte al dĆ©bil macho. Acto seguido la mujer volviĆ³ a hundir las uƱas en el escroto y templĆ³ las bolas como si estirĆ”ran a las rodillas. 

Steve gritĆ³ cuando sus maltratados testĆ­culos se extendĆ­an mas abajo de su propio lĆ­mite.

-Pobrecito, ¿tus grandes mĆŗsculos no soportan este dolor tan grande? -Dijo en tono de burla GatĆŗbela.

 Steve se sentĆ­a humillado y usado pero tenĆ­a demasiado dolor para hablar.

 GatĆŗbela aferrĆ³ mĆ”s sus garfios de uƱas en la sensible piel del superhĆ©roe. Aplastando los huevotes del grueso macho que se agitaba desesperado. Luego la malvada mujer comenzĆ³ a soltar y volver a aplastar las bolas como si se tratasen de inmensas pelotas de goma, lo hacia sin piedad con una sonrisa sĆ”dica, mientras Circe manipulaba al pene que cosquilleaba amenazando entrar en erupciĆ³n de lava blanca.

 A GatĆŗbela le brillaron los ojos cuando soltĆ³ las bolas del CapitĆ”n America, pero levanto el brazo con la mano apretando en forma de puƱo.

-Esto irĆ” hacĆ­a tus huevos -dijo

-¡NO! -movĆ­a la cabeza desesperado Steve.

Pero nada pudo impedir.

Las jugosas pelotas de Steve fueron duramente aplastadas contra el hueso de la pelvis, el dolor estallĆ³ en olas por todo el cuerpo del superhĆ©roe que grito estridentemente.

 Enseguida del pene brotĆ³ un escupitajo se semen que volĆ³ como un arco y aterrizĆ³ pegajoso en el pantalĆ³n de Circe.

 La bruja mirĆ³ fascinada continuando moviendo con sus manos al pene, mientras este terminaba de gotear sus Ćŗltimos residuos de lefa blanca y pegajosa.

 Cuando fue liberado de pene y bolas, el hombre clavĆ³ su mirada al suelo, estaba temblando y soltando pequeƱas lĆ”grimas, GatĆŗbela se inclinĆ³ sobre Circe y con la lengua limpiĆ³ pequeƱas manchas en la ropa de esta.

-¿a quĆ© sabe? -PreguntĆ³ Circe

GatĆŗbela sonriĆ³ y una pequeƱa mancha de baba y semen salieron de su la comisura de sus labios. Entonces besĆ³ a la bruja en la boca y le hizo probar el semen salĆ”do.

 Cuando Circe se separĆ³ de GatĆŗbela quedĆ³ sorprendida moviendo la lengua en su boca. GatĆŗbela se sintiĆ³ excitada y estampĆ³ una patada en las bolas de Steve que gritĆ³ del dolor inmenso.

 Mientras tanto en un banco al centro de la ciudad, una mujer bajo la forma del CapitĆ”n AmĆ©rica amenazaba a un gentĆ­o, en cuestiĆ³n de minutos obtendrĆ­a una alta suma de billetes verdes y oro, huirĆ­a y se encontrarĆ­a con sus cĆ³mplices, se fugarĆ­an y dejarĆ­an un montĆ³n de chismes sobre el robo que habĆ­a cometido el capitĆ”n amĆ©rica.

 Dos dĆ­as despuĆ©s en un edificio abandonado de la ciudad encontraron a un hombre desnudo y con los testĆ­culos rasguƱados, era el autentico hĆ©roe que tras estudios y analisis se descubriĆ³ su secuestro fue declarado inocente ante la ciudad, algunos creyeron, otros dudaron de que Mystique fuera la responsable de aquĆ©l millonario robo.

Mientras tanto las millonarias villanas...

-... tengo ganas -dijo con voz seductora Circe

GatĆŗbela se pasĆ³ la lengua por el labio inferior, Mystique dio un largo suspiro y su cuerpo tomĆ³ la forma de un hombre fuerte, una replica exacta de Steve, el CapitĆ”n AmĆ©rica desnudo. Dos mujeres rieron con gracia y se lanzaron sobre Ć©l para llenarse de sexo, lujuria y placer.

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