¡Déjame dormir! - Las Bolas de Pablo

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10 feb 2015

¡Déjame dormir!

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
 
 Pablo Chacón parpadeó y consultó la hora en el computador, desde muy temprano en la mañana había estado encerrado en su oficina sacando cuentas, contabilizando libros, investigando datos, creando mapas estadísticos, en fin un trabajo extenuante pero que en realidad le gustaba hacer. No heredó el gusto por los edificios como su padre o por las letras como el de su madre, no sabia como se generó su dedicación por la economía pero aquello le fascinaba y su sueldo no era nada despreciable, en fin de tanto trabajar ya eran las 7:38 pm, ya había realizado las diapositivas que debía exponer al día siguiente, había hecho los informes para su padre y había realizado los trípticos de los últimos movimientos de la empresa. Estaba exhausto. Se paró del asiento y se preparó para irse a su casa, ya a esa hora no había nadie en la oficina más que la gente de seguridad. Alfredo se había ofrecido para acompañarlo hasta terminar pero él insistió porque se fuera, todavía el hombre insistía en que volvieran a estar en una relación, pero Pablo no deseaba estar con él, bueno, só, pero ya estaba en relación con Otto.
   La noche era tranquila, soportó hora y media de angustioso trafico, finalmente llego a casa, saludó a su familia y no tuvo ánimos de cargar a su sobrino, lo amaba tanto pero estaba exhausto y deseaba echarse a descansar. Se duchó y se encerró en la habitación, no tardo en dormirse profundamente sin contestar los whastapps de Otto y de Alfredo que había en el celular.
   De pronto un almohadazo en la cara hizo que Pablo se despertara de un salto en la cama, todo estaba oscuro y el aire acondicionado ambientaba la habitación como el polo norte.
   -¡JAJAJAJAJA! -se oyó una estridente carcajada. Y se encendió la luz, era Israel, de pronto caminó hasta la cama de Pablo, tambaleándose.
   -¡hey Israel! ¿Qué coño...? -se quejó Pablo, estresado. Consultó el reloj, eran las 3:52 A.M-. ¿Qué pasa hombre? ¿Estás borracho? No me jodas, vete a dormir.
   -hermano, vengo de tirar con Diana. Lo hicimos como los dioses -habló el rubio con aliento a vodka
   -Israel, te felicito, pero ahora déjame dormir, hoy, o mejor dicho ayer tuve un día estresante y  hoy o mañana lo será también, así que por favor, vete.
  -no, escúchame hermano -seguía Israel entrecerrando los ojos y manoteando contra el aire-. Esa mujer está riquísima, somos amantes y de los buenos.
   -Israel lárgate. Tengo sueño, son casi las 4…
   -Pero cállate y déjame hablar, la tire contra el colchón y le pase la lengüita por la…
   -Israel, no me interesa saber como la trataste, solo quiero dormir.
   -pero… pero… ¡pero con alguien lo tengo que hablar! Quise contarle a Simón y me trancó el celular.
   -Israel, no te pongas impertinente.
   -hermanito óyeme, porque es tan excitante que te vendrás de sólo oírlo.
   -si no dejas de hablar te sacaré de una patada de mi cuarto.
   -pero escucha.
   -¡Israel, estás borracho!”
   -Entonces le lamí la entrepierna y aquella diva lanzó un gemido que…
  -maldita sea -murmuró Pablo saliendo de la cama en bóxer y agarrando a Israel del brazo para levantarlo de la cama

   -Hermano, déjame contarte, hermano.


   -lárgate carajo, tengo sueño y estoy cansado.
   Y Pablo tiraba del brazo de Israel, mientras este reía intentando vagamente quedarse sentado en la cama, Pablo tiraba de él y logro que cayera al piso, Israel seguía riendo, Pablo lo arrastraba por el suelo, Israel se resistía todavía riendo más y Pablo ya casi se acercaba a la puerta, pero la escena se detuvo cuando Pablo recibió un puñetazo duro en su entrepierna abultada, fue suave, pero doloroso para él.
   -¡auch! -se quejó soltando a Israel y llevándose la mano al bóxer rojo.


   Israel se rió desde el suelo.



   -¿ahora si me vas a oír? -y se burló descaradamente.
   Pablo siempre había respetado los testículos de su hermano Simón, podría jugar con él a las luchas y jamás le pegaría en los testículos, pero Israel era distinto, apenas hacia un dos años que lo conocía, por algunas circunstancias del pasado no había crecido junto a él. Ahora vivía con él en casa y era un colirio verlo, tenia excelentemente marcado el cuerpo y se vistiera como quisiera siempre marcaba un bulto muy grande entre las piernas, Pablo nunca le habría golpeado los huevos, pero aquella madrugada seria un evento especial, primero, porque le había molestado el sueño, segundo porque se sentía cansado, tercero estaba estresado y cuarto, Israel se lo merecía por guapo y cojonudo y quinto, sin olvidar el suave golpe que le empujó.
   Israel seguía en un monótono dialogo hablando de sus escenas triple X con Diana la actriz aquella noche-madrugada. Pablo se llevó la mano a la cadera y respiró.
   -¿Te diste cuenta que me pegaste en la entrepierna? -lo interrumpió.
   -No importa, luego, me monté encima y le clave la…
   La conversación de Israel se vio silenciada con un puntapié de Pablo hacia sus piernas abiertas, impulsando los dedos desnudos hacia las bolas de su hermano mayor hundiéndose en el relieve de los huevos del hombre marcados en el ajustado jeans provocando que el odontólogo se callara de inmediato y abriera los carnosos labios en circulo.


   -¿ahora te vas a largar?

   Israel nada contestó pero dio un suspiro y se agarró los cojones, se puso de pie. Entonces Pablo tomó con las manos los grandes testículos, exprimiéndolos con los dedos, aunque ya no tenía semen almacenado por aquella lujuriosa noche.


   Israel abrió la boca sin emitir ruido.

   -¡Qué sea la ultima vez que entras a mi habitación borracho y me despiertas a plena madrugada!


   Los dedos de Pablo se hundieron en el jeans sobre los delicados orbes de Israel, apretando fuertemente. Haciendo que su pobre hermano comenzara a jadear.

   -¡no me gusta que me jodan cuando estoy durmiendo y menos cuando he tenido un día agotador!


   Pero mas allá de todo castigo, Pablo se estaba excitando por causar dolor a los cocos de su gran hermano. Se sentía encantado con la reacción lenta y dolorosa de Israel. Estaba firme apretando los dos huevotes como si no hubiera mañana, se sentía grandes y duros a pesar de lo frágiles que eran.



   Israel borracho se retorcía pidiendo entre chillidos que Pablo se detuviera, pero eso era lo que este no quería hacer, tenia su propio pene duro entre su bóxer.


   Finalmente, después de lo que pareció una eternidad para Israel, Pablo lo soltó de los cojones, dejando que se echara en el suelo, llorando, agarrando sus testículos adoloridos.
   -¿volverás a molestarme mientras duermo, Israel? -Preguntó Pablo con voz desafiante
   -Uhmm....uhmmm... mmmm... n... no.

   Los ojos de Israel se ensancharon cuando Pablo corriendo hacia él formó un arco con la pierna, aplastando las bolas contra la pelvis y su pie desnudo, haciendo que el muchacho lanzara un rápido grito de dolor, por suerte el aire acondicionado hacia mucho ruido y jamás se escucharía afuera. Pero ahora Pablo se estaba extralimitando, arrastrado por la excitación.

Mientras tanto Israel se retorcía, pataleando, con las manos pegadas a sus bolas agredidas.
   -Lárgate Israel, y no me vuelvas a joder.
   Israel lanzó un doloroso gemido, con lentitud y casi como un ser inútil pudo incorporarse aunque doblado. Caminó jorobado y salió de la habitación cojeando.
   -Dios, es tan jodidamente sexy -susurró Pablo acostándose en la cama-. Apestaba a alcohol, espero que no recuerde nada cuando despierte......... ufff me dejó tan prendido.
   Pero el hecho de haberle jodido las bolas a su caliente hermano mayor lo había dejado muy cachondo, sintiendo la necesidad, deslizó el bóxer a sus muslos, agarró su polla y la apretó con la mano izquierda, la acarició, sacudió y empezó a sentir la respiración fallar a ritmo de la masturbación.


   Pablo estaba gimiendo de placer, sus manos febrilmente acariciaban su enorme erección.


  -¡jaaaaafff! -sonaba mientras su polla estalló en esperma cremosa salpicando al colchón.

   Chorro tras chorro de semen voló en el aire y cayó tambien sobre su abdomen.
   Finalmente Pablo se relajó y respiró sintiéndose celestial, ahora si podría dormir tranquilo.
   Cuando el sol iluminó en la mañana y transcurrieron las horas del día, Israel despertó con la resaca, dolor de cabeza y...
   -Ay, me duelen las bolas -se dijo tocándose los testículos al despertar-. Seguro es por tener tanto tiempo sin una relación sexual, bueno, anoche me acosté con Diana, uf, es una diabla esa mujer.
   No recordaría nada del altercado que soportó con Pablo.

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