CONTIENE:
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
¿Nunca se han preguntado por qué Ken
luce castrado en todas sus presentaciones? Pues, es una historia muy triste,
llena de mentira, odio, celos y traición. Y comenzó así:
Cierta tarde de lluvia en sus múltiples labores profesionales la inteligente Barbie se desempeñaba
como dentista, estaba ocupada quitando las caries a un chiquillo gordo, tonto y
mimado. Cuando de pronto su celular rosado de última generación empezó a repicar
con una llamada. La profesional se sobresaltó, pero ello no dejó que perdiera
la llamada. Así que se apartó del infante y sacó su rosa celular de la bata.
.
-¿Barbará?
es Christie ¿estás ocupada?
-Te he
dicho un millón de veces que no me llames Bárbara, dime Barbie, es más chic y
tiene más clase. Estaba atendiendo a un......... un niño de estos, ya tú sabes.
-Entiendo, amiga. Pero debes salir de ahí y en seguida venir para acá. No creerás lo que
mis lindos ojitos están viendo. Pero debes venir ya. O sea, vuela, darling.
-Querida,
dime. No seas estúpida.
-No dear,
o sea debes venir. Es súper, súper vital para ti.
-Estaré
fascinada, querida. Te espero con ansias.
Barbie la
odontóloga miró con las cejas levantadas al infante.
-Espera
un instante, Darwin -le dijo antes de salir del consultorio. Caminó a su
oficina donde estaba su secretaria-. Rebeca, debo salir. Encárgate del
mocoso aquel, sólo quiero que estés 5 minutos encima de él tocándole los
dientes, para que crea que lo atiendes. Luego le programas la cita dentro de 2 días.
Dices que tiene más caries y que pague una nueva cuota.
Salió de su
oficina sin despedirse. Bajó al estacionamiento y salió a toda prisa en su vehículo
deportivo color rosa.
Localizó a su
morena y desempleada amiga montada en el automóvil viejo y pasado de moda de su padre. La
millonaria rubia subió con asco al destartalado carro esperando una explicación.
-¿cual es
la urgencia? -Preguntó
-Mira el
vehículo que está allí.
En la cara de
Barbie se dibujó un semblante serio, casi de odio.
-Es el
barato vehículo de una de las putas Bratz.
-Si, es
el carro de Cloe.
-Esa
perra. ¿Y? ¿Para eso me hiciste venir? Ya sabes que odio a esa puta,
pero...
-Es que
no sabes con quien iba. Yo iba pasando por aquí. Y los vi bajando del auto,
agarrados de las manos y regalándose calientes besos.
-¿con
quien se revuelca esa prostituta barata? ¡Cuando lo sepan sus fans!
-Con...
ay, amiga. Con Ken. Los vi a los dos.
-¿¡QUÉ!? ¿Con
mí esposo, no te creo. Pero por qué? ¿por qué me hace eso? Entiendo que
Cloe, sea unos añitos menor que yo. Pero yo estoy mejor que esa flacuchenta. En
definitiva no te creo ¡tú me estás fastidiando!"
-No, amiga. Si lo hago es por tu bien.
-No...
creo que me va a dar un ataque -dijo la rubia siendo melodramática
llevándose la mano al pecho- . Debo mantener la calma. ¡ESA PUTA
BRATZ!
Las 2 mujeres
esperaron en el destartalado carro, sin tomar en
cuenta el frío clima del mediodía ni el ruido del tráfico. Temblando y con la
ropa pegada por la transpiración divisaron saliendo del restaurant al musculoso
y rubio Ken acompañado de una mujer blanca y vestida a la moda de las más
importantes pasarelas.
Y Ken abrió
caballeroso la puerta de la conductora, la mujer subió al coche luego de
alzar el cuello del hombre en brazos y estamparle un beso en los labios largos y de amantes. Ken cruzó el coche pada subir por la otra puerta.
-Síguelo, estúpida -ordenó la rubia multifacética.
Y el viejo
vehículo apenas podía seguir al potente deportivo.
-Mil
veces puta -soltaba por la boca la rubia doncella-. Perra maldita,
yegua roba maridos. Es una re-puta.
-Pero Ken
también tiene culpa.
-Cállate
la sucia boca, hija de perra. Porque aquella zorra se le está metiendo por los
ojos a mi Ken. Es una maldita.
Christine
siguió manejando aterrada. Su amiga Bárbara parecía una verdulera.
-¿viste
como se le lanzó al cuello? Es una puta. Y de las más baratas.
Christine
asintió del puro miedo, temerosa de que su amiga le pegara como siempre hacia
cuando alguien la contrariaba.
-¿a dónde
lo llevara? ¡Mi pobre chiquillo debe estar asustado!
Siguieron
conduciendo por importantes calles. Hasta donde el deportivo vehículo entró a
un garaje exclusivo de un gran hotel en la ciudad. Aquello destrozó a la rubia
y allí se dio perfecta cuenta de la traición de su amado.
-¿estás
bien amiga? -Le preguntó Christine
-Llévame
a mi casa -ordenó la rubia con un preocupante tic nervioso
-¿y tu
auto, amiga?
-Mi carro
que se vaya a la cresta. TE HE ORDENADO QUE ME LLEVES A MI CASA. ¿ERES
CRETINA? -dijo dándole un golpe en la frente.
Christine
condujo hasta la mansión tenebrosa de Barbie, que se apeó del vehículo sin
despedirse y dando un portazo que casi tiraba la puerta al suelo.
-Juro que
te arrepentirás Ken -murmuraba apretando los dientes mientras iba por el largo
pasillo con apestosas rosas rojas.
...
Fue a las 6:00
pm cuando el fornido hombre llegó a casa, y cuando abrió la puerta del
dormitorio que compartía con su mujer, se quedó perplejo. Allí estaba ella,
tirada en la cama, desnuda, con las curvas de su cuerpo. Acariciándose el rubio
pelo, sonriéndole.
-Barbie -dijo, sintiendo como algo largo y dotado de músculos crecía dentro de su pantalón.
-Si, Ken... -afirmó la mujer pasando los delicados dedos por sus firmes senos.
-Dios, no
me esperaba este recibimiento.
-¿por qué, Ken? ¿A caso crees que soy frívola?
Ken no dijo
nada, pero quedó cautivado cuando Barbie se tocó la vagina y gimió. A
continuación la mujer se paró de la cama y fue hacia él. A quitarle la corbata.
-¿y como
te fue hoy? ¿Qué hiciste?
-Trabajar
como un esclavo -aseguró Ken dándole un beso en los labios a la mujer-. Ni te imaginas lo bien que me hará este encuentro.
-¿estás
muy agotado, chiquillo? -preguntó la mujer con voz dulce acariciando la nuca de
su marido
-Harto cansado estoy. Estuve muy ocupado.
-¡idiota!
si estuviste tan ocupado ¿qué demonios hacías con la puta de Cloe en un
hotel?
-¿qué? ¿Qué dices? -Preguntó Ken, nervioso, retrocediendo asustado, la cara lo delató-. ¡Yo no hice nada!
-¡MENTIROSO! -gritó la rubia lanzándose contra el hombre enterrando la rodilla en sus huevos
desprotegidos.
-¡Ahhrrggg! -gritó Ken doblándose de dolor, pero antes de que cayera al suelo la también
karateca envió un golpe a la cara de su marido haciendo que se tambaleara
y chocara de espalda a la mesa.
La mujer
estaba furiosa por la traición, así que agarró a Ken del brazo.
-¡suéltame, loca histérica! -Gritó sintiéndose molesto, a lo que Barbie enterró el
largo pie desnudo sus huevos de plástico.
-Aaaaaaggahhhhrrr
¡mi huevos, maldita perra! -Gritó al sentir sus bolas aplastadas
contra el pie y la pelvis.
El dolor
pasaba de los huevos a todo el cuerpo mientras Barbie afincaba el pie en los
testículos del pobre Ken. El
hombre sintió como si su estómago se destripara, ni siquiera ya podía gritar de
dolor. Barbie pudo agarrar una pierna y forcejeó con el indefenso hombre que luchaba
por proteger sus huevos, aquella mujer estaba molesta y con más fuerzas así que
levantó la pierna destirpando los cojones y las manos que los protegían.
Renació otra vez el dolor desde las bolas hacia el abdomen. Barbie se
sentó a horcajadas en el pecho de Ken
-¡y, dime!
¿Qué hiciste en el hotel con aquella perra maldita? ¡Ah! ¿Enterrarle la verga
hasta hacerla gritar?
Y enseguida comenzó a bajar el pantalón de la cadera de su esposo.
-¡no, Barbie! ¡no!
Cuando el
pantalón se deslizó por el muslo de Ken rebeló su furiosa erección.
-¡Oh,
Dios mío! -Exclamó Barbie-. ¡Estás excitado! ¿Qué? ¿Aquella puta no fue
lo suficiente mujer para bajarte eso? Es una puta estúpida.
Entonces Barbie apretó los testículos con las manos, estrujándolos. A pesar de
lo mucho que le dolía Ken sentía que la polla se le hacia cada vez más grande,
palpitando con cada latido del corazón. Barbie apretando los testículos le
estaba mirando la polla, fascinada. Sentía la vagina húmeda, y el hombre bajo
ella la sintió también, por lo que se excitó más. Con la mano libre, Barbie se
adueñó de la verga mientras con la otra apretaba los huevos.
Ken empezó a sentir el cosquilleo por toda el pene.
-¡noooooooo! -Lloriqueó
Entonces un
brote de lefa atravesó el aire, Barbie soltó sus hinchadas pelotas y se
levantó limpiándose las manos con asco. Estrelló el talón en los testículos de
su esposo antes de que pudiera proteger sus bolas de nuevo. El hombre se acurrucó en el
piso envuelto en una mar de agonía.
-Aquella
puta ingenua no me llega a los talones -rezongó la grosera dama saliendo de la
habitación
Ken quedó
tendido en el suelo agarrándose los huevos, sumido en el dolor. Con la cara
transformada en una mueca de profunda irritación. Pasaron cerca de 35 minutos cuando pudo levantarse. Y anduvo por la habitación desnudo con los testículos
sostenidos por la mano. No había señal de Barbie quizás se había ido, la muy
perra. Fue a darse una ducha y volvió a tirarse en la cama, completamente
desnudo, se untó una crema para sus testículos hinchados. Pensó en Cloe y sintió una dolorosa erección que lo hizo gemir, al fin se durmió con las piernas abiertas a
causa de la hinchazón de
sus huevos.
Barbie estaba
rabiosa, al día siguiente iniciaría el proceso de divorcio, dejaría a Ken sin
un céntimo pero antes lo dejaría sin huevos también, ella tenia suficiente
dinero para evadir la cárcel así que agarró un bate y esperó el momento
preciso. Se contentó de encontrar al macho dormido con el pene flácido y los testículos brillantes. Ella alzó el bate y un golpe fue
suficiente para colapsar sus huevos de niño lindo, soltó una macabra burla, mientras
el hombre despertaba con la vista perdida y aullando de dolor. Tenía que ir al hospital donde
le darían la mala noticia que jamás seria padre y mas nunca tendría huevos y mucho pene por ser tremendamente golpeados.
Ah, ya veo!, entonces esa es la explicacion de su falta de genitales;
ResponderBorrarmensaje para Barbie: ¡estas loca!