Un trending toppic y Pablo vuelve con Alfredo - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

14 feb 2015

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Un trending toppic y Pablo vuelve con Alfredo

CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
I
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   Simón Chacón caminaba por la calle transitada con muy poca gente, personas que lo saludaban como si fuera su Ć­ntimo amigo, amigo de toda la vida, hermano, primo en fin desde muy joven al terminar su carrera universitaria, gracias a su empeƱo y para que negarlo, gracias a los contactos de papĆ” consiguió un trabajo en televisión nacional como presentador de un programa juvenil junto con una chica que hasta la fecha era su mejor amiga. Desde ahĆ­ inicio su carrera al Ć©xito.
   Luego de varios aƱos el programa cerró su ciclo y comenzó a conducir un programa de radio que se escuchaba en varios estados del paĆ­s junto a 2 locos mĆ”s y se habĆ­a casado. Luego condujo un programa para televisión por cable en un paĆ­s al sur de AmĆ©rica que duró 2 temporadas, regreso a su paĆ­s. Se divorcio, volvió a casa de sus padres.
   Realizó giras por el territorio nacional de su monólogo, fue a concierto de artistas, animó eventos, conoció a Claudia... se casaron, tuvieron su primer hijo, Vicente su papito, como le decĆ­a y era el Ćŗnico hombre al que amaba con todas sus fuerzas en el mundo, darĆ­a todo por ese niƱo. Volvió a conducir un programa nocturno para televisión "Chacónā€ donde los nĆŗmeros de audiencia le favorecĆ­an.
   Ahora caminaba en pleno centro de la ciudad capital, con una camisa negra y un simpĆ”tico jeans ajustado, que marcaba sus fuertes piernas, un bonito y atractivo paquete y un trasero voluminoso, y todo por una tonta pero divertida apuesta que hizo con su esposa.
   Entonces pues, saludaba a la gente, sonreĆ­a, se tomaba fotos, hablaba de su hijo porque la gente lo querĆ­a oĆ­r. ReĆ­a, charlaba, contaba chistes, firmaba autógrafos y asĆ­ fue hasta llegar a casa.
   -Te lo dije -fue su primera palabra cuando vio a su esposa frente a la tablet
   -eres un ridĆ­culo -sonrió ella al ver que la palabra Simón Chacón figuraba en el trending toppic de la nación.
   -Te dije que yo era mas famoso que tĆŗ, cariƱo.
   -Porque eres del espectĆ”culo, yo soy de la información.
   -A nadie le interesa tus noticias sangrientas -decĆ­a Simón abrazando a su esposa desde atrĆ”s
   -Cretino, eres tema del momento, mira lo que dice esta descarada: "me tome una foto con Simón Chacón en la calle, es muy lindo y humilde persona, lindo culo en ese jeans, papito" que descaro el tweet de esa mujer. Y mira la foto... Ā”casi se te marca la pija Simón!
   -Jajaja, no inventes.
   Claudia sintió la verga dura de Simón y le dio un culazo, realmente su marido se veĆ­a muy rico con ese jeans.
   Ellos habĆ­an hecho una apuesta para ver quien era mĆ”s famoso, y consistĆ­a en salir del trabajo e ir caminando a casa, segĆŗn los resultados, Simón logró ser treding toppic, mientras ella como ancla del noticiero meridiano fue nombrada en twitter por algunas personas.
   -Āædonde estĆ” Vicente? -Preguntó Simón
   -Mi mamĆ” lo vino a buscar. SaldrĆ­a con papĆ” y le comprarĆ­an ropa, llamó hace poco y dijo que todo estaba bien.
   Simón dio un largo suspiro y sonrió como Claudia lo miraba
   -ĀæquĆ© sucede, amor?
   Claudia rió y respondió
  -Es que te ves jodidamente sexy con ese jeans, bueno todo tĆŗ.
   -Bueno... entonces deberĆ­amos aprovechar nuestro ratito solos y amarnos, amarnos mĆ”s.
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   Entraron a su habitación de casados abrazados y besĆ”ndose, Claudia lamió la oreja de Simón, su cuello, el fuerte pecho, Ć©l se sacó los zapatos, Claudia le desabrocho y quito el jeans ajustado, tenĆ­a calzoncillos blancos, besĆ”ndose se fueron a la cama, ella sonrió pĆ­caramente, y su mano se deslizó por dentro del bóxer blanco de Simón rodeando su grueso pene con sus delicados dedos. HaciĆ©ndole soltar un suspiro de placer. Pero ella aceleró el ritmo de su mano propinando una rica masturbación. Simón la beso mientras sus manos recorrĆ­an su cuerpo con deseo. Claudia volvió a acelerar la masturbación, los ricos labios de Simón jugaba con los pezones que minutos antes habĆ­a desnudado quitando la bata con los dientes, su esposa suspiró lentamente.

   Claudia se acomodó sobre Simón y fue cuando el hombre comenzó a empujar su verga dentro de su esposa, tragĆ”ndose la vagina al miembro.
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   Ella subĆ­a y bajaba con fuerza sobre su marido. Gimiendo sin cesar, cabalgando ahora en su marido de manera rĆ”pida.
Los movimientos eran cada vez mayores y la esposa excitada soltaba gemidos y vanagloriaba en frases a Simón. Y el gran marido había llegado al punto de no retorno en su excitación y orgasmo. Las uñas de Claudia se aferraron a la gruesa espalda de Simón y la mujer soltó un gemido largo expresando así su orgasmo profundo y, al instante Simón eyaculó un mar de semen dentro de su esposa, su néctar y esencia masculina agridulce y nutritiva..

   Claudia se dejó caer sobre su famoso marido, depositando la cabeza en su pecho.

   -me excita tu sudor -dijo ella.

   -Podemos baƱarnos juntos.

II

   Pablo Chacón estaba en la oficina aquel sĆ”bado por la maƱana en su turno hasta mediodĆ­a, era esa semana en la que estaba abarrotado de trabajo, sacando cuentas y proyecciones.

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En cuanto al amor, todavía era pareja de Otto, pero a decir verdad, le empezaba a tener miedo, pues aquél cuarentón no era el mismo que cuando recién lo había conocido. AdemÔs, parecía que sufría de doble personalidad, cuando estaban allí, él era dulce y sutil pero en la intimidad era un ogro violento, forcejeÔndolo y golpeÔndolo cruelmente. Diciendo que era su amo y le pertenecía, mÔs de una vez Pablo se había contenido para no golpearlo, pero es que esencialmente él no era masoquista, por supuesto a él le encantaba el ballbusting pero recién había descubierto que el ballbusting era una parafilía relacionada al masoquismo, pero no relacionada a el estrechamente.

   -No me gusta que me pegues Otto -le dijo una vez
   
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   -CĆ”llate, no te he dado permiso para hablar esclavo -ordenó con voz seca Otto, tenia el pecho desnudo y un pantalón de lĆ”tex, con una abertura para su pene desnudo. ĀæDices que no te gusta sufrir? Ā”TonterĆ­as! Sufrir es la esencia de la vida. Todo es culpa de tus padres, los malcriaron a ustedes. PERO ERES MI ESCLAVO ĀæENTENDIDO? -y conectó un duro puƱetazo en el abdomen a Pablo que le sacó el aire del cuerpo y le dejó acurrucado en el suelo.



   Otto era todo lo distinto a Alfredo, quien desde hacĆ­a meses le habĆ­a vuelto a hablar, pidiĆ©ndole que se dieran una nueva oportunidad, pero Pablo lo rechazaba pues ya estaba con Otto.

   Y asĆ­ sonó el celular de Pablo, un mensaje de Alfredo, Pablo lo leyó y sonrió, le decĆ­a que lo irĆ­a a visitar a la oficina.

   Y en pocos minutos el hombre entró al sitio tan alto y erguido como siempre.

   -Āæya lo pensaste bien? -Le preguntó al sentarse en la silla frente a Ć©l

   -Āæde quĆ©? -Quiso saber Pablo   

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   -De recuperar nuestra relación. Volverlo a intentar, ya se que fui todo un cretino la otra vez al terminarte. Pero estaba molesto... pero ya no soporto mĆ”s, quiero volver a tener aquella relación seria contigo otra vez. Ha pasado mĆ”s de un aƱo.


   -Alfredo, ya estoy con alguien.

   -Āæy te trata como yo? ĀæEs mejor que yo?

   Pablo le miró a los ojos quiso gritarle que no, que Otto jamĆ”s se igualarĆ­a a Ć©l, que Ć©l era Ćŗnico. Pero su silencio hizo que Alfredo se imaginara la respuesta a su favor, Pablo todavĆ­a le querĆ­a especialmente. AsĆ­ que tomó la determinación y se paró de la silla atravesando la mesa y arrodillĆ”ndose frente a Pablo.

   -ĀætodavĆ­a me quieres, eh tontico? -Le dijo poniendo la mano en la barbilla de Pablo, este sonrió y se excitó-. La persona con la que estĆ”s te trata mal, se te ve que no estas bien. Yo sigo solo, volvamos.

   Pablo no decĆ­a nada. Alfredo se irguió y lo tomó de la corbata.

   -Ā”hey me daƱaras la corbata! Fue un regalo de la abuela en navidad.

   Alfredo haciendo caso omiso lo atrajo hacia Ć©l, asĆ­ que Pablo se paró de la silla y ahora estaba parado frente al musculoso hombre.

   -Nos amamos todavĆ­a, crĆ©eme fui un cretino aquel dĆ­a. DebĆ­ creerte, te amo aun. Volvamos.
   Pasó la mano por el pecho de Pablo y la fue bajando

   -Āæque es esto? -Susurró seductor

   Era el pene largo y duro de Pablo, Ć©ste jadeó, mientras masajeaba con las manos el excitado falo.

   -SuĆ©ltame o te darĆ© un rodillazo en las bolas.

   -Si eso te excita... -dijo entre divertido Alfredo-. AbrirĆ© las piernas para que tu rodilla encaje perfectamente -separó ambas piernas, quitó la mano de la gruesa salchicha de Pablo, la subió por su abdomen, pecho y la puso tras su nuca-. Si me dices que no me amas, es una mentira -acercó su cara a la de Pablo. Chacón estaba firme, esperando aquĆ©l beso de los labios finos de Alfredo, pero aquel hombre fue cruel, no lo besó en los labios sino que empezó a rozarlos, dejando a Pablo con ganas de hacerlo.

   -BĆ©same tonto -le reclamó Pablo

   -No -dijo firme Alfredo siguiendo con el juego de sus labios

   Pablo dio un suave manotazo al paquete de Alfredo que se sobresaltó y rió, no fue un golpe duro sólo movió una de sus bolas.

   Por fin se besaron, cerraron los ojos enamorados, Pablo le mordió el labio inferior, Alfredo usó su lengua, uno con la mano en la nuca del otro, y el otro con las manos en la cintura de quien lo besaba.

   El pomo de la puerta a la oficina de Pablo giró, pero no se abrió, Alfredo le habĆ­a puesto seguro al entrar. Ambos hombres se separaron.

   -ĀæPablo? -Se oyó la voz del seƱor Marcos desde afuera

   -Padre, vo... voy.

   Alfredo sonrió y susurró

   -Me excitĆ© -y metió la mano en su pantalón para reajustar el pene.

   Pablo al instante abrió la puerta de la oficina, el seƱor Marcos entró y arqueó las cejas al ver ahĆ­ a Alfredo.

   -Bueno, me voy -anunció el joven agarrando unos papeles y poniĆ©ndolos graciosamente delante de la entrepierna. Y salió de allĆ­.

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   El seƱor Marcos lo vio salir y miró con interĆ©s a su hijo que clavó la mirada al suelo.

   -Sólo te dirĆ© algo -comunico el seƱor Marcos-, si volverĆ”s con Alfredo termina tu relación con el idiota de Otto, no quiero doble juegos.

   -Tranquilo, papĆ” -dijo Pablo arrastrando las palabras con fastidio. Le llegó un mensaje al celular de parte de Alfredo y se leĆ­a.

*esto debe continuar, no puede terminar ahƭ. Si te interesa te espero esta noche en mi casa a las 7 de la noche, dejarƩ la puerta abierta y las llaves cerca del matero de la entrada para que cierres. Te espero si te interesa jejeje*

   Pablo sonrió

   -Ahora los celulares son chistosos -comentó su padre-. Por otro lado, querĆ­a decirte que me acabo de comunicar con tu tĆ­o Gaspar, me dijo que tenĆ­a un problema con un chico que le habĆ­an dicho que era su hijo, Ć©l alega que no es suyo. Pero si no lo conociera bien, sĆ© que me estĆ” mintiendo. Al parecer la madre de Ć©ste joven murió y Gaspar no sabe si hacerse cargo o no.

-¿por qué no le hace una prueba de ADN?

-Porque conozco a Gaspar y sƩ que la palabra padre, le da miedo.

   Cuando se hizo de noche Pablo llegó a la casa de Alfredo siendo las 7:14pm, vestĆ­a con un jean casi desteƱido, y una franela verde, estaban 2 vecinas conversando en la puerta en una de las casas cercanas.

   -Bueno viejas chismosas -murmuró para sĆ­-, prepĆ”rense a chismear que un hombre llegó a casa abrió y cerró la puerta con llave.

   Y asĆ­ hizo Pablo cruzó la puerta de entrada, tanteó el macetero cerca de la puerta, tomó las llaves y puso la cerradura. Cruzo el jardĆ­n, entró a la segunda puerta y penetró a la casa de Alfredo.

   -Alfredo, ya lleguĆ©.

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   Caminó por la sala, no estaba, en la cocina tampoco se encontraba, en el patio menos. Cuando fue a la habitación, estaba solitaria. Cuando Pablo dio media vuelta se llevó una sorpresa, Alfredo habĆ­a aparecido descalzo y semi-desnudo con un ajustado bóxer azul. El cuerpo se le veĆ­a exquisito y se marcaba la vena que iba de su abdomen y adornaba su pene, Pablo la adoraba.

   -Viniste... pensĆ© que tu orgullo no te dejarĆ­a.

   -VĆ­stete, Alfredo. Vamos a charlar.

   -Ā”no! No lo harĆ© -sonrió el hombre acercĆ”ndose a Ć©l y poniĆ©ndose a su frente-. Viniste a terminar lo de esta maƱana, pero de ese fin habrĆ” un nuevo comienzo.

   -Alfredo me provocaras... cretino.

   Alfredo lo besó en los labios puso su mano en el pecho y la bajo, Pablo gimió divertido y siguió en su rica faena probando los labios y tanteando la espalda de Alfredo. Por su parte el grueso hombre esta vez introdujo su mano dentro del jeans de Pablo. Hurgando dentro de su calzoncillo.

   -EstĆ” grande -comentó posando los dedos en el pene de Pablo.

   Pablo volvió a gemir.

   Pero esta vez Alfredo bajó las manos a las pelotas de Pablo. El muchacho dejo de besar a Alfredo y se quedó perplejo mirĆ”ndolo, mientras su pene se encarpaba mĆ”s grande.

   Alfredo tragó saliva, mirando a Pablo con sus brillantes ojos.

   La mano de Alfredo apretó con fuerza las 2 bolas de Pablo que hizo una mueca de dolor, abriendo mucho la mandĆ­bula dejando escapar un fuerte gemido. Alfredo le soltó de las pelotas y Pablo cayó de rodillas ahuecĆ”ndolas.

   Nunca habĆ­a olvidado aquella fuerza hercĆŗlea de Alfredo, ese era su problema dueƱo de una fuerza sobrenatural odiaba ballbustear y ser ballbusteado, pero ahĆ­ estaba, le habĆ­a apretado las bolas.

   -QuĆ­tate el pantalón, deseo verte desnudo -dijo con voz suave

   HĆ©rcules hecho humano, pero especial amigo y pareja.

   Sin ser esperado Pablo lanzó un puƱetazo a las bolas gordas de Alfredo, envueltas en un escroto pequeƱo. El hombre soltó un chillido duro y cayó inmediatamente al piso.

   Pablo sonrió tenia el pene como un palo duro y grande... Alfredo seguĆ­a gustĆ”ndole, excitĆ”ndole. Mientras Alfredo seguĆ­a quejĆ”ndose y con el ceƱo doblado casi soltaba una lĆ”grima, Pablo sintió lastima.

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   Pablo hizo un gran esfuerzo en dejar de agarrar sus bolas y dejarlas vulnerables y se quitó la franela, dejando al descubierto su pecho musculoso. Seguido se desabrochó el cinturón y deslizo el jeans por los muslos, tenĆ­a un pequeƱo calzoncillo azul.

   Alfredo dio un largo suspiro y se arrastró hacia Pablo todavĆ­a cubriĆ©ndose los huevos. RĆ”pidamente, le bajó el calzón a Pablo que se cubrió los genitales con las manos. Su cuerpo lucia fuerte y musculoso.

   Luego de un largo suspiro de Alfredo, Pablo llevó las manos a los lados, dejando al descubierto sus genitales desnudos.

   El puƱo de Alfredo se incrustó en las gónadas de Pablo golpeĆ”ndoles con fuerza, aplicando la gran fuerza de sus nudillos sacando a relucir una pequeƱa gota de lĆ­quido preseminal de la polla.


   Los ojos de Pablo se abrieron como platos, tornĆ”ndose vacuos sintiendo como si sus huevos hubieran sido fulminados con la poderosa fuerza sobrehumana de Alfredo. Espasmos de dolor recorrieron su columna vertebral.



   El cuerpo de Pablo estaba tembloroso, tenia las manos en las bolas y estas le habĆ­an empezado a palpitar con el golpe del poderoso Alfredo. InstantĆ”neamente Alfredo lo cogió de los testĆ­culos apretĆ”ndolos con las manos como 2 pares de limones jugosos, Pablo gritó de dolor desparramando otra muestra de lĆ­quido preseminal que expulsó su pene. El dolor era una locura que se adueƱo de su cuerpo, su estomago, sus sentidos. Se repente lo soltó y Pablo jadeaba dĆ©bilmente mientras Alfredo lo miraba, a pesar de todo Pablo lo estaba disfrutando querĆ­a mĆ”s, Alfredo no lo disfrutaba pero lo complacĆ­a.


   Alfredo retrocedió, Pablo tragó saliva sabĆ­a lo que estaba por venir, el fuerte hombre levantó  la pierna de una patada aplastando las gónadas contra la pelvis. Inigualable era la tremenda sensación de dolor con la fuerza de Alfredo. Pablo soltó un ahogado grito y se desplomó en el suelo.

   -ĀæestĆ”s bien? -Le preguntó Alfredo preocupado, arrodillĆ”ndose a su lado-. No querĆ­a pegarte tan duro, no...

   Pablo estaba en el suelo con los ojos cerrados soportando el dolor, mientras su pene erecto mostraba lo excitado que estaba.

   -Estoy bien -concluyó luego de un rato tras sufrir un ataque de tos.

   Alfredo dio un suspiro con mezcla de temor, fastidio y molestia, preguntó:

   -Āæquieres continuar?

   -... si, no pierdas el tiempo y apriĆ©tame los cojones 

   Temblando Pablo abrió las piernas.

   Alfredo quiso mirarlo haciĆ©ndolo sentir como un descarado, pero Āæque mĆ”s? AsĆ­ habĆ­a conocido a Pablo con su doloroso fetiche y aquel muchacho le gustaba siempre cada vez mĆ”s. Alfredo acercó la fuerte mano a las bolas de Pablo hasta apretarlas y como si fuera pasta de dientes al hacerlo un rastro de lĆ­quido pre-seminal salió de la punta de la polla.

   Los ojos de Pablo estaban desorbitados y su boca abierta mientras sus huevos eran aplastados por el calor de la mano de Alfredo.

   Las bolas de Pablo estaban enormes e hinchadas para cuando Alfredo las soltó. Sus testĆ­culos marcaban un color rojizo y palpitaba involuntario, su cuerpo lampiƱo estaba lleno de sudor y su pecho jadeaba sin cesar. Mientras su polla seguĆ­a dura y brillante.

   De improviso y casi cruel Alfredo apretó el puƱo estrellĆ”ndolo en la entrepierna de Pablo chocando en las grandes bolas provocando al joven serpentear en el suelo mientras se quejaba de dolor. Y por primera vez en la noche Alfredo sintió excitación, no por provocar dolor a quien amaba sino por el disparo de semen que salió del pene de Pablo y aterrizo contra su propio pecho. Estaba blanco y espeso, caliente, muestra de placer que sólo Pablo sabĆ­a demostrar.

   Pablo seguĆ­a agonizante en el suelo.

   Alfredo limpio su pecho tomando la muestra con el dedo y lo metió en su boca, sintió una horrible sensación y un sabor a hierro, miró a Pablo convaleciente, sintió piedad por Ć©l, le acarició el cabello y le dio un tierno beso en la mejilla, salió de la habitación y tardó pocos minutos en volver que para Pablo fueron una eternidad.

   Al volver a la habitación traĆ­a un vaso de agua frĆ­a, se arrodilló cerca de Pablo que reposaba recostado a la cama y le sonrió tendiĆ©ndole el agua. Pablo aceptó y tomó un trago, sus manos abrazaban a sus testĆ­culos mientras su pene descansaba flĆ”cido.

   -wow -fue su comentario.

   -ĀæEstĆ”s bien? -Preguntó Alfredo en un susurro

   -Si.

   Alfredo lo beso en los labios, Pablo dejó el vaso casi vacĆ­o a un lado y abrazĆ”ndose a Alfredo, juntos se acostaron en el suelo, Pablo sentĆ­a la gorda polla del hombre fuerte, su gorda polla con testĆ­culos grandes metidos en un escroto pequeƱo. Pablo le sonrió, querĆ­a ver aquella verga, tanto tiempo, sonrió al hombre y lento por el dolor latente en sus bolas, se sentó en el piso.

   Pablo lo desnudo, y ahĆ­ estaba la verga semi-erecta, gruesa, prepotente... Pablo la metió en su boca.

   Y esa noche Pablo durmió en casa de Alfredo, hablaron por horas... volverĆ­an a ser pareja. Y Pablo... terminarĆ­a lo mĆ”s pronto con el temible Otto. Ā”Que buen dĆ­a de San ValentĆ­n!
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