-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
-SEXO HOMOSEXUAL
Ricardo estaba tendido en el suelo paralizado y confundido, Mauro encima de él, sujeto“ sus muñecas contra el suelo, lo miraba a los ojos con sonrisa sÔdica.
āĀæQuĆ© pasa, Ricardo, tienes miedo?... dejame chuparte la polla.
āN... no.
Mauro bajó a la cadera de Ricardo que continuaba petrificado con un dolor que provenĆa de su ingle. Mauro palpó con la mano la entrepierna de Ricardo.
āSĆ ācomprobó con satisfacciónā. AquĆ lo que resta es un testĆculo... y lo que tu no sabes es que me gusta el huevo āMauro apretó entre sus manos el acumulado escroto de Ricardo llevando a la parte inferior del saco el testĆculo sobreviviente.
Mauro colocó entre sus dientes el montĆculo que formaba el pantalón y apretó con los filosos incisivos como si de una nuez se tratara.
CRRR... CRAA... CRACCKKK.
Mauro abrió la boca soltando aquel destrozo de hombrĆa. Se puso de pie como poseĆdo por la venganza dejando en el suelo al desdichado ex militar.
āAhora te toca a ti āaseguró mirando al maniatado Carlosā, te volverĆ© a violar como una perra de calle y te mocharĆ© esas pelotas para que aprendas a conocerme.
Lanzando una risita pesada Mauro se acercó sacando su pene erecto. Carlos por enésima vez intentó en vano soltarse, Mauro le bajó la licra por los gruesos muslos, Carlos era dueño de un trasero carnoso. El hombre lleno de excite comenzó a menear la pija entre las nalgas del abogado.
Mauro posicionó su miembro erguido entre los glúteos de Carlos y de golpe empezó a meterlo por el hueco.
Mauro con su odio, rencor y envidia hacia un profundo vaivĆ©n con una mano se afirmaba de la cadera de Carlos. El hombre penetrado daba gemidos entrecortados, y tambiĆ©n gruƱĆa por rencor o como resistencia.
El ritmo se aceleraba, y Mauro embestĆa mĆ”s fuertemente a Carlos. Intentaba no sacar completamente el pito del ano, para no perder el Ć©xtasis sexual, mientras Carlos sentĆa dolor de esa nueva violación.
Después de varios minutos, el ritmo de penetración era animalesco, Mauro sujetó con fuerza la cadera de Carlos, y en una exclamación de puro placer, eyaculó. Fue disminuyendo el movimiento, hasta detenerse por completo.
Sacó el pene, que iba perdiendo dureza dentro de Carlos.
āVoy a buscar el cuchillo para cortartelas āsusurró Mauro al oĆdo del bailarin.
Cuando se disponĆa a separarse una masa como mole cayó encima de Mauro reventando un objeto de vidrio en su cabeza, Mauro cayó confundido al piso mientras Ricardo desataba un brazo de Carlos.
Rugiendo como una pantera Mauro se abalanzó sobre Ricardo y ambos cayeron al piso, Mauro era quien llevaba la ventaja aun con la cabeza ensangrentada, lo golpeaba en la cara a puño cerrado mientras Carlos rÔpidamente se desataba el otro brazo con un intento de desespero.
Mauro seguĆa golpeando la cara de Ricardo con furia asesina.
De forma rÔpida y tomÔndolo de sorpresa, Carlos lanzó una patada contundente entre las piernas separadas de Mauro, embistiendo sus huevos contra la pelvis.
Los ojos de Mauro se abrieron en estado de shock. La expresión furiosa de su cara cambió a confusion trazando una mueca dolorosa y soltando un grito tenso.
Ricardo cuya boca estaba ensangrentada se sobresaltó logrando tener la fuerza para tirar a un lado el pesado -pero ahora ligero- cuerpo de Mauro.
Mauro se colocó en posición fetal en el piso, agarrÔndose la entrepierna. La respiración se mostraba entrecortada y el pecho se inflaba con desespero.
āAsĆ te querĆa agarrar desgraciado ādijo con seria amargura Carlos, inclinĆ”ndose y agarrando como un monigote a Mauro del cuello que sin fuerza pudo ponerse de pie.
āDĆ©jalo āpidió Ricardoā, vĆ”monos de aquĆ.
āĀ”No!
āNo te atreverĆ”s āanunció Mauro con una sonrisa burlona.
Carlos apretó el puño y lo estampó en la cara de Mauro, logrando asà tumbar uno de sus dientes.
āĀ”Mal nacido!
Carlos no se detendrĆa apretó el puƱo y subió el brazo, Mauro se aferró a Ć©l y subió la rodilla directo a las gónadas de Carlos con toda la fuerza que pudo reunir. Su rótula restó fuerza a Carlos que soltó un quejido lastimero.
ā911, necesito ayuda ādecĆa Ricardo sosteniendo un celular.
Carlos se separó de Ricardo cayendo de rodillas con las manos sosteniendo sus testĆculos.
Mauro corrió directo hacia Ricardo y le estampó un puñetazo que finalmente lo hizo caer desmayado. Mauro arrojó el celular con todas sus fuerzas al piso logrÔndolo hacer añicos.
āSe acabó, Mauro ādecĆa Carlosā. Ya no hay marcha atrĆ”s. Estas perdido.
āEsto no acaba ānegó Mauroā. Apenas comienza.
Caminó en dirección de Carlos quien con fuerza se lanzó a la cadera del moreno, Mauro intentó zafarselo pero Carlos conecto un gancho con el puƱo a sus testĆculos. Los ojos de Mauro se abrieron cuando el puƱo se estrelló contra sus testĆculos de nuevo, brutalmente aplanaron sus cojones y el hombre no pudo mĆ”s que retroceder y gritar.
Mauro huĆa frotĆ”ndose el dolor bolas.
āYa esto se acabó, Mauro. Llegaste ridĆculamente al final.
āPor tu culpa. Si nunca hubieras llegado al bar no me obligarĆas a hacer esto.
āNo fue mi culpa. No es mi culpa que seas un fracasado.
Mauro cojeo hasta una repisa era sorprendente el nivel de resistencia que podĆa soportar. Mauro recogió un objeto redondo de vidrio y lo lanzó contra el desmayado Ricardo. El circular adorno chocó en su entrepierna haciĆ©ndose aƱicos pero Ricardo no se movió. Mauro gemĆa cansado.
Carlos dejó de sobar sus bolas, ya el dolor menguaba, observó un tubo tras un mueble, debĆa recogerlo y defenderse de Mauro, pero aquello no fue necesario un ruido desde la sala provocó que los dos hombres se sobresaltaran.
La policĆa habĆa llegado al departamento tumbando la puerta y varios hombres armados irrumpieron dentro buscando los rastros de violencia al ubicar la dirección de aquella llamada al 911. Llegaron a la habitación apuntando a Mauro y Carlos, asĆ era como el hombre se tenĆa que rendir.
...
Ricardo fue ingresado de emergencias en el hospital tenĆa fracturas en el pene y habĆa perdido sus testĆculos, Carlos y Mauro fueron llevados a la policĆa donde declararon lo que habĆa ocurrido fueron encerrados en celdas diferentes debido a las declaraciones encontradas que ambos dieron aunque se comprobó mĆ”s tarde que Carlos fue penetrado en varias ocasiones por Mauro.
āExplicame, ĀæquĆ© sucedió? āexigió Isabella Totti cuando llegó a la jefatura.
āMauro me tenĆa secuestrado ārespondió Carlos quien ya estaba libre.
āPero, Āæcómo? ĀæCuentame quĆ© pasó con Ricardo?
āIntentó defenderme y Mauro lo atacó. Lo operaron y tuvieron que hacerle una cirugĆa en el pene tuvo un golpe con un objeto que Mauro le lanzó, los mĆ©dicos opinan que ya no tendrĆ” erecciones, fue Ricardo quien pudo dar la declaración para salir libre.
āQue problema. Yo estoy consternada.
āMiguel lo ayudó.
āĀæQuĆØ?
āEso presumo. Cuando me tenĆa cautivo Mauro estuvo hablando con Ć©l, eso declarĆ©, estĆ”n investigando.
MÔs tarde se descubrió que todo fue una farsa de Mauro para confundir a Carlos, en ningún momento de su celular salió alguna llamada aquella noche del secuestro.
Y desde ahà comenzó el descenso en el triunfo del bar Nautilus, el talento del solid Show se desplomaba.
Mauro fue hallado culpable y se le conformaron varios años de prisión.
Axel estaba a pocos meses de graduarse.
āQuizĆ”s en algĆŗn momento alguien me seƱale y diga, aquel administrado de empresas fue gogodance ādecĆa una tarde a Isabella en su oficinaā. En un mes me graduó y tengo planeado irme con mi novia a otra zona. Ya di todo lo que debĆa dar, espero que puedas entender mi renuncia, Isabella.
Y en pocos dĆas renunció al Solid Show.
Miguel llegado un momento tambiĆ©n se reunió con Isabella argumentando que debĆa ausentarse provisionalmente porque habĆa decidido entrar a un centro de rehabilitación antidrogas, su solicitud fue aceptada y una tarde el equipo lo acompañó hasta la puerta del centro donde Ć©l, vestido muy elegante estaba dispuesto a dejar su mundo de drogas.
Ricardo fue el primero en renunciar, su pene jamĆ”s volverĆa a tener una erección y dos testĆculos de mentira, como Ć©l les decĆa estaban dentro de su escroto.
āSupongo que me lo tengo merecido āexplicaba a Carlos despuĆ©s de firmar su carta de renunciaā. Cuando estaba en el escuadrón militar yo tenĆa un amigo que le gustaba fastidiar los testĆculos de otro muchacho, casi se los partĆamos. Por eso me fui del cuerpo de militares, supongo que esto es un karma para mi.
āĀæY ahora quĆ© vas a hacer?
āSupongo que abrirĆ© un local comercial.
Carlos una noche se reunió con Isabella.
āYa he cumplido con mi contrato āle dijoā. Va siendo tiempo de que regreses el vĆdeo con todas las copias.
Isabella Totti lanzó un suspiro estaba la mar de triste.
āEntiendo āaceptó ella, usó la computadora para copiar en un USB todos los datos del vĆdeo de Carlosā. Toma, mi lindo, ya no hay ni un rastro de el, te doy mi palabra, puedes estar tranquilo.
Carlos suspiró.
āMĆ”s vale, hay que cuidar la privacidad. DespuĆ©s de todo fue bonito trabajar para ti.
āEso es un halago, mi lindo. ĀæAhora quĆ© harĆ”s? ĀæTe vas de la ciudad?
āNo, planeo quedarme aquĆ. Me mudarĆ©. DespuĆ©s de todo tĆŗ y yo ya somos casi familia.
āĀæNo entiendo, quĆ© dices?
āTu sobrina y yo ya somos novios desde hace un mes.
A Isabella Totti se le iluminaron los ojos ante lo vivaracha que era su sobrina.
āTe felicito, mi lindo. Mi sobrina es un buen partido le llegas a hacer daƱo y te mocho esos cojones.
Carlos se rió.
āĀæY tĆŗ que harĆ”s? ĀæVas a cerrar el local?
āNo, cerrarĆ© por un tiempo harĆ© remodelaciones y contratarĆ© a nuevos gogodance, allĆ afuera el mundo estĆ” lleno de lindos niƱos dispuestos a satisfacer nuestros gustos.
āEspero que tengas Ć©xito en tu cometido, Isabella. Pero no contrates un loco como Mauro.
āLa fama lo volvió loco, mi lindo.
Carlos sonrió.
āSerĆ” hora de que me vaya yendo. Tengo una cena pendiente con tu sobrina en un restaurante. Adiós, cariƱo.
āBye, mi lindo. Se cuidan.
Carlos le dirigió una última sonrisa, abandonó el asiento y se marchó caminando, la vieja Totti fijó la mirada al pomposo y apretado trasero del galÔn.
Ya sola en el despacho se reclinó en el asiento y fue a las carpetas mĆ”s profundas de los archivos en la computadora y con profunda admiración se instaló a observar el vĆdeo de un hombre masturbĆ”ndose en la habitación de un hotel con un vaso de yogurt cerca de el.
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