A las bolas de Manuel

Nota Esta historia guarda relación con: la-triste-historia-de-simon

“donde estas primo” le pregunto por llamada telefónica  Rodrigo a Pablo

“en un bar" respondió Pablo

“esta bien, entonces nos vemos el fin de semana… ¿me ayudaras?

“si Rodrigo, no hay problema, adiós”

Pablo cerro la llamada, estaba en un bar, el mismo donde estaba Manuel, el mismo tipo que era el mejor amigo de Simón, el hermano mayor de Pablo y que lo engaño con su esposa, Pablo estaba allí, siguiéndolo, iba a vengar a su hermano, todavía le daba aborrecimiento la manera en que humilló a Simón, pero Simón decía que ya no le dolía la traición, pero Pablo sabia que eso era mentira. Pablo estaba alejado unas mesas de Manuel que hacia lo que mas le gustaba hacer, emborracharse, bebía cervezas con algunos amigos, ya tenían horas en el lugar y Pablo esperaba con mucha paciencia el momento en que Manuel se fuera y quedara en algún lugar solo.

Fue a las diez de la noche cuando Manuel se despidió de sus amigos, diciendo que se iría temprano porque a la mañana siguiente viajaría con “su mujer”. Pablo pago su cuenta y salió del local tras Manuel, Pablo monto en su auto y manejo con cuidado y alejado de Manuel que caminaba varias cuadras. Hasta que Manuel fue a detenerse en una parada solitaria esperando algún taxi y se monto en uno. Pablo lo siguió hasta su departamento.

Luego que Manuel entrara a su departamento, Pablo toco la puerta y el tipo la abrió y lo saludo con nerviosismo

“Ho… hola Pablo” saludo tartamudeando Manuel “¿Cómo estas?

“muy mal Manuel” dijo Pablo “creí que eras amigo de mi hermano, eres un perro eh… lo que hiciste… amerita mucho mas que esto…” y le aplico una patada directa a las bolas, Manuel lanzo un grito mientras se elevaba en el aire y caía al piso

Pablo lo arrastro al interior del departamento y cerro la puerta

“te considerábamos un gran amigo de Simón y mira con lo que saliste” dijo furioso Pablo

Pablo miro con odio a Manuel, con el pie pego entre las piernas del hombre; Su empeine chocó con dos bolas de Manuel, aplastando las bolas contra la pelvis y Manuel suspiro de dolor botando todo el aire de sus pulmones.

Pablo le grito muchas groserías mientras pisoteaba las bolas del muchacho que gritaba de dolor, estaba borracho y adolorido.

"No te protejas las bolas o te hare mas daño" dijo Pablo con autoridad,  viendo la cara retorcida de dolor de Manuel.

Manuel gimió.

Pablo sonrió. "pobre hermano mío, sufrió mucho, ahora tu sufres mas que el. "

Manuel asintió con la cabeza y Pablo estrello el pie en su entrepierna, con un golpe perfecto.

Manuel quedó sin aliento. Parpadeo un par de veces. Y su boca se abrió y cerró, y abrió de nuevo. Le temblaban los labios y torció la nariz, lanzando un gemido profundo, su polla comenzó a disparar semen dentro de sus pantalones.

Sus caderas se resistieron cuando su pene bombeaba acelerados chorros de semen pegajoso sobre su pantalón.

"idiota" gritó Pablo

Manuel gimió.

"mierda" susurró Manuel atormentado. La mancha de semen en su pantalón fue creciendo y creciendo hasta que su muslo izquierdo estaba empapado de leche.

"Wow, eso si es una explosión de leche… ¿Qué? ¿tu zorra no sabe exprimirte bien?" sonrió Pablo.

Manuel estaba fuera si, paralizado de dolor, y sus labios estaban temblorosos dispuestos a vomitar, gimió miserablemente y dijo "Mi bolas..."

Pablo asintió con la cabeza. "Nos vemos, Manuel. Aprende a respetar a los amigos"

Manuel gimió y se acurruco en el suelo.

Pablo salió satisfecho del edificio había recuperado el respeto para su hermano mayor