Aquella maƱana seria la mejor para Pablo, por fin se graduaba de economista. Tantos aƱos de estudio, sonreĆa y recordaba cuando se opuso ante su padre y se decidió por aquella carrera, en definitiva ninguno de los dos hijos varones de Marcos Chacón se decidieron a ser arquitectos como su padre, en cambio Yenny, la hija menor fue quien heredó aquel gusto por los planos y maquetas de edificios. Aun asĆ, ese era su dĆa y Pablo Chacón ahora seria economista, respiraba y exhalaba aire con orgullo y triunfalismo, habĆa tenido muchas ofertas de empleo, pero aun asĆ acepto la de su querido padre. En el teatro estaba apoyĆ”ndolo su familia, junto a Alfredo y Claudia que al fin y al cabo eran su misma familia y claro, por su puesto el pequeƱo Vicente en el vientre de Claudia que pronto nacerĆa.
Tantas metas, tantos logros, tantos obstƔculos superados
āahora empieza el verdadero reto hijoā le dijo su padre horas antes cuando le amarraba la corbata al cuello
āsiempre ha habido un retoā aseguró Pablo
āsiempre ha habidoā repitió su padre āesta bien, pero ahora todo aumentara⦠y la presión serĆ” mas fuerte⦠bienvenido al nuevo nivel de la competitividadā
āgracias por esos Ć”nimos papĆ”ā sonrió Pablo irónico
Marcos Chacón también sonrió, revolvió el cabello de su hijo y fue a buscar la cÔmara fotogrÔfica para tomarse una foto con él.
āPablo Alejandro Chacón Boshā lo llamaron desde lo alto del escenario
Escucho los aplausos de los presentes, caminó enĆ©rgico al escenario a buscar su diploma, que triunfal se sentĆa. En realidad que la adrenalina de una graduación solo se vive en su momento. Saludo a su ahora ex profesores, un apretón de mano por aquĆ, un beso en la mejilla por acĆ”, una fotografĆa, pose, miro a lo lejos, sus familiares reĆan y aplaudĆan. Sus compaƱeros y amigos estaban tan contentos como Ć©l. Miro hacia su familia, allĆ” estaban presentes, riendo y aplaudiendo.
Horas mĆ”s tarde la ceremonia habĆa culminado, las fotografĆas grupales de amigos y familiares tambiĆ©n habĆa concluido, era el momento en donde la familia se iba a celebrar o para prepararse para la fiesta nocturna. Decidieron por ir a cenar a un restaurante, hubo un momento en el que Pablo y Alfredo se separaron del grupo.
āes de lo mas sencillo, pero te servirĆ” de muchoā decĆa Alfredo
Pablo reĆa sosteniendo un bolĆgrafo azul que le habĆa regalado Alfredo
āgracias, me gustaā sonreĆa Pablo
āpara que marques con tu firma ahora que trabajaras en la constructoraā
Pablo sonrió
āmi padre me puso a escoger, entre un viaje o un nuevo automóvil, decidĆ por el viaje, contigo, y seleccione a donde iremosā
ātengo mucho trabajo Pabloā
āpues te darĆ” permiso de una semana, bueno, nos darĆ” permiso de una semana. Quise que fuĆ©ramos a la finca de mi tĆo, es grato estar allĆā
ābueno... Ā”gracias!ā dijo Alfredo sonriĆ©ndole a su pareja
Como Pablo disfrutaba con sus familiares, lejos de allĆ, su primo Rodrigo tambiĆ©n disfrutaba con 2 amigos que habĆa conocido por la web semanas atrĆ”s, ellos eran fotógrafos de una empresa que se encargaba de grabar videos ballbusting entre modelos que se golpeaban. CompartĆan el mismo gusto con Rodrigo, e incluso el muchacho estaba empezando a simpatizar demasiado con uno de los dos hombres. Guillermo, ese era el hombre, apuesto, de tez morena y musculado, era en la empresa quien entrevistaba a los guerreros de la arena y Johan, te piel blanca, muy maleable y fotógrafo de la empresa.
Esa noche y despuĆ©s de conocerse, pasear por el pueblo y bromear, por fin decidieron hacer la sesión de ballbusting que tanto deseaban, entre Rodrigo y el sexy de Guillermo, el lugar seria en las viejas caballerizas lejos de la casa de Rodrigo, pero que igual pertenecĆan a la misma zona, el muchacho Johan cuidarĆa de que nadie llegara al lugar, estaban seguros que nadie llegarĆa, pero mas valĆa vigilar que ser descubiertos por alguien.
Rodrigo respiraba con dificultad, tenĆa el pecho desnudo y su sudor bajaba en lĆnea por sus fuertes tetillas, Guillermo tambiĆ©n estaba provisto de voluminosas y apetecibles tetillas, cualquier persona quisiera lamer sus pezones, su pantalón marrón ocultaba la sexy erección que tenia entre las piernas.
Guillermo camino hasta Rodrigo y puso su nariz cerca de su cuello, respirando de Ć©l, poniĆ©ndolo nervioso, el mismo Guillermo sabia que le gustaba a Rodrigo, el joven Chacón respiraba con dificultad, le gustaba mucho aquel hombre moreno, su pene se dibujaba perfectamente en aquel jeans ajustado de montar a caballo. La mano de Guillermo pasó por la entrepierna de Rodrigo y agarró los huevos, se sentĆan grandes, frĆ”giles y dĆ©biles, Rodrigo resistió conteniendo el aire.
Ambos hombre se miraron a los ojos, Rodrigo lleno de miedo y excitación esperando que sus bolas fueran aplastadas por el poder de la mano y Guillermo mirĆ”ndolo fijamente, embrujĆ”ndolo con los ojos negros que tenĆa.
Finalmente Rodrigo recibió lo que tanto querĆa, pues la mano de Guillermo soltó sus bolas, pero lo tomo de los hombros y choco su rodilla entre las piernas del muchacho. Rodrigo gritó de dolor y sorpresa, y Guillermo sintió la rotula aplastó la carne dĆ©bil de las gónadas contra la pelvis, si que eras grandes los huevos de aquel muchacho.
Rodrigo se dobló, con una mano sobre sus bolas y la otra agarrÔndose a Guillermo para evitar caerse al suelo.
Guillermo sentĆa que su pene romperĆa la protección de la tela de su interior, decidió ser mas cruel, aparto el brazo de su hombo y desprotegió las bolas de Rodrigo, y volvió a pegarle en los testĆculos con un segundo rodillazo.
Rodrigo se elevó en el aire, con la boca abierta y se desplomó en el suelo, llorando y agarrĆ”ndose las bolas, moviĆ©ndose de un lado a otro. TenĆa la cara contraĆda por el dolor, las lĆ”grimas corrĆan por su varonil rostro de macho de campo, mientras que sus pectorales sudorosos excitaban mostrĆ”ndose baƱados en sudor.
AhĆ estaba imponente y orgulloso Guillermo, con la mirada severa y en una pose de macho fuerte y dominante, asĆ lo veĆa desde el piso Rodrigo Chacón, su musculoso cuerpo se retorció en el suelo tratando de calmar su dolor de bolas. Guillermo se arrodilló al lado del debilitado Rodrigo, su mano empezó a curiosear sobre el pecho de Chacón, le abrió el pantalón y comenzó a acariciar su desnuda polla, por eso era que se le veĆa un prominente el bulto, no tenia nada mas bajo el jeans. Le acariciaba el pene erecto con ternura, Rodrigo se sentĆa en el cielo a pesar del dolor; pero sin previo aviso, Guillermo enterró su mano bajo las bolas de Rodrigo y las apretó en su mano, un chorrito de lĆquido preseminal le salió de la cabeza del pene de Rodrigo.
"Oh, no⦠oh..." gimió Rodrigo.
Guillermo dobló su mano retorciĆ©ndole los testĆculos a Rodrigo, el hombre arqueó la espalda pensando que asĆ liberarĆa el dolor de su cuerpo, Rodrigo volteo los ojos, y su pene vomito una amplia capa de semen, mojando la mano de Guillermo. El hombre moreno sonrió satisfecho, y soltó las bolas, para despuĆ©s pegarle con el puƱo cerrado Rodrigo lloró de dolor y sobó sus bolas que comenzaba a hincharse. Guillermo se alejó de Rodrigo, y lo dejó recuperarse del dolor.
A Rodrigo le costo veinte minutos, para que sus huevos dejaran de doler.
āĀæquieres continuar con esto? Mi vidaā dijo dulcemente Guillermo
Rodrigo lo miró, lentamente confirmó con la cabeza, sus huevos aun le dolĆan, pero no en el estado de minutos atrĆ”s, Guillermo ejercĆa sobre Ć©l una fuerza atractiva, salvaje y embrujadora, debĆa disfrutar cada momento con Ć©l, con sesiones ballbusting que se hacĆan desear, y no impuesta como en el caso de FabiĆ”n.
Guillermo se arrodilló al frente de Rodrigo, hundió su cabeza entre las piernas de Chacón, y se metió la semi dura polla en la boca. Con una habilidad magistral, chupaba y ordeñar la polla de Rodrigo con los labios, con la lengua, pegÔndole su calor corporal.
El pene se mostraba bajo la mejilla derecha de Guillermo. Las bolas de Rodrigo se movĆan tambiĆ©n, chocando contra la barbilla del periodista moreno. El cuerpo de Rodrigo estaba confundido por el terrible dolor de bolas, y la mejor mamada que recibĆa aquella noche.
El pene del muchacho salió ensalivado de la boca de Guillermo. Y el hombre moreno, se separo de su lado.
Rodrigo se mordió los labios, sabĆa lo que estaba por seguir y abrió de nuevo las piernas mientras cerraba los ojos, gruesas gotas de sudor resbalaban por su frente, tenĆa los dedos de las manos apretados mientras esperaba el golpe.
”PAFF!
Rodrigo abrió la boca como un gran plato, sintiendo sus bolas siendo machacadas por la planta del pie de Guillermo contra el suelo de paja. Su espalda se tenso, sus ojos se llenaron de lagrimas mientras sujetaba la vigorosa pierna trituradora. Pero su verga se empalmó con orgullo pese al gran dolor que sentĆa el mallugado cuerpo de Rodrigo, estaba erecta y dura como una piedra.
”PASS! PASS! PASS!
Era el monótono ruido que provocaba el suelo con el contacto del triturador pie de Guillermo aplastando las bolas de Rodrigo que ya no las podĆa sentir, las tenias muy hinchadas y a punto de soltar toda su eyaculación contenida a causa de su dolorosa excitación.
”FISS! ”FISS!
”FISS!
Guillermo creĆa que apagaba un cigarrillo⦠un cigarrillo que no apagaba nunca.
"Ā”me!... Ā”me duele!" balbuceó Rodrigo apenas podĆa hablar, las lagrimas bajaban por su rostro
Guillermo se apartó de encima de los huevos de Rodrigo el cual se acurrucó en el piso meciéndose las bolas con las manos. Guillermo miro al techo y se metió la mano dentro de su pantalón, en el paquete. Trago saliva y se arrodillo al lado de Rodrigo agarrÔndole la verga, y comenzando a masturbarlo.
"por favor⦠me estas devastando" susurro Rodrigo protegiendo sus pelotas, mientras su pene era mimado por el otro atractivo hombre.
EspontĆ”neamente, su dolor de bolas, y la excitación que estaba sintiendo hizo que su pene estallara en una deliciosa escupitajo de semen caliente que resbalo por la mano de MoisĆ©s, otro lote atravesó el aire cayendo en el cuerpo de Rodrigo, su pecho, el suelo, la cara de su amigo. Color blanco, caliente, como crema. Rodrigo miró con asombro como habĆa expulsado su lava blanca, era mucho a comparación con el dolor que sentĆa su cuerpo. MĆ”s esperma brotó de su pene moreno, el muchacho exhalo todo el dolor y placer que su cuerpo experimentaba. Guillermo se aparto del lado de Rodrigo deleitĆ”ndose mirando al hombre tirado en el piso sobĆ”ndose las bolas hinchadas, su pene semiduro y su abdomen cubierto de abundante semen blanco.
El amigo de MoisĆ©s, Johan estaba en las afueras de las caballerizas, vigilaba, pero ni siquiera se dio cuenta de cómo FabiĆ”n se aproximaba al lugar en medio de la noche, con un sobre salto reacciono cuando lo vio a su frente. Aunque no se veĆa como un sudado vaquero, esta vez vestĆa decentemente y olĆa a perfume caro.
āĀæQuĆ© haces aquĆ?ā le pregunto, habĆa visto al peón hace tiempo y le pareció la mar de seductor, sexual, caliente, macho. Usaba unos ceƱidos jeans que hacia que sus ojos se posasen siempre sobre su paquete y trasero.
āĀæQuĆ© hace la luz de ahĆ dentro encendida?ā preguntó FabiĆ”n, sus fosas nasales se abrĆan de manera rĆ”pida.
ācreo que yo pregunte primero que ĀæQuĆ© haces aquĆ?ā continuo Johan desde su posición, acomodĆ”ndose en su butaca, pero manteniendo su nerviosismo.
āĀæahĆ dentro estĆ” Rodrigo?ā
ānoā
āclaro que sĆ⦠estÔ⦠estÔ⦠¿con tu amigo?ā
āĀæQuĆ© quieres de aquĆ? LĆ”rgate, si sabes lo que te convieneā
āvoy a entrar, no me importaā aseguró FabiĆ”n caminando para adentrarse al lugar.
Johan debĆa detener a FabiĆ”n, porque quizĆ”s tanto Rodrigo, como Guillermo y Ć©l mismo estarĆan perdidos, sin pensar mucho, y sintiĆ©ndose tentado por el paquetazo del peón en su pantalón, lo detuvo poniĆ©ndole rĆ”pidamente ambas manos en el hombro y subiendo la rodilla izquierda con fuerza por las piernas del tipo. La rótula de Johan chocó contra el marcado paquete del interesante trabajador FabiĆ”n con una fuerza formidable de tal manera que FabiĆ”n se elevó en el aire. FabiĆ”n aturdido y adolorido cayo de bruces a la tierra sin emitir alguna clase de chillido vocal.
āĀ”Johan! Ā”Johan!ā se oĆa la voz de Guillermo llamando desde dentro.
Johan ingreso al lugar dejando a FabiƔn sin fuerzas tirado en el suelo
āĀæocurre algo?ā pregunto Guillermo, estaba semidesnudo con un calzón azul, a su lado Rodrigo parecĆa limpiarse la boca āse oyó como si algo hubiera caĆdo con fuerzaā
āSi⦠eh⦠fue el peón, el peón lindo que me atrae que se acerco aquĆā informo Johan
āĀæFabiĆ”n?ā interrumpió Rodrigo
āsi⦠él, lo tuve que frenar con un rodillazo en los huevosā
ātengo que ver como estaā
ānoā negó categóricamente Guillermo ānos vamos de aquĆā
Obedeciendo a Guillemro, Rodrigo paso por un lado de FabiĆ”n que seguĆa quejĆ”ndose en el suelo, ni siquiera lo miró, pero en su interior se sintió preocupado por Ć©l. TambiĆ©n se preguntaba ĀæQuĆ© fue a hacer allĆ tan de noche?
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