el ballbusting con Otto - Las Bolas de Pablo

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4 ene 2014

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el ballbusting con Otto

Contiene:

Ballbusting hombre/hombre

Sexo homosexual

Aquel día Pablo estaba acostado en la cama de su habitación, la época navideña había pasado y ya habían vuelto a la ciudad después de haber pasado aquel mes con sus tios y primos en el campo. Aquellos eran los últimos días de sus vacaciones y pronto volvería al trabajo, pero aquel día, sÔbado 4 de enero era especial por ser el día de su cumpleaños y lo celebraría en grande, 23 años. Aquel sÔbado iría a la discoteca con sus amigos. Ya habia recibido los buenos deseos de su familia y de pronto una llamada entró a su celular. Con el dibujo de un robot verde se leia las palabras "Otto" y Pablo contestó.

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ā€œCUMPLEAƑOS A Tƍ, CUMPLEAƑOS PABLO, CUMPLEAƑOS FELIZ JAJAJAJA ĀæCómo has estado?ā€ le saludo Otto.

ā€œmuy bienā€ afirmó Pablo sentĆ”ndose en la cama y sintiendo una emoción incontenible.

ā€œperfecto, porque hoy tengo una idea en mente, es mas, no puedo esperar para mĆ”sā€ decĆ­a Otto "quisiera verte hoy... ĀæpodrĆ­as?"

"wow, no sƩ..."

"por favor Pablo"

"...... estĆ” bien"

Cuando Pablo llegó por la tarde al departamento de Otto, este lo recibió con un un fuerte y largo beso en los labios de bienvenida.


Pues la pareja tenĆ­an semanas de haber formalizado esa unión, todavĆ­a en secreto, pues el seƱor Marcos Chacón se oponĆ­a a una posible relación de ellos  y que solo fuera una relación de trabajo, porque tampoco queria una amistad entre ambos. Y Pablo tambiĆ©n deseaba ocupar su mente en algo, y olvidarse de Alfredo en definitiva, que obstinado no lo querĆ­a ver ni tan siquiera oĆ­r. Entonces viendo a Otto como un buen hombre, serio, responsable y por sobre todo muy sabio quiso iniciar una fase con Ć©l, aunque quisiera todavĆ­a a Alfredo.

ā€œā€¦ eso… Āæes lo que deseabas?ā€ susurro Pablo sonriente

ā€œeso… y un poco mas, debo darte tu regalo de cumpleaƱosā€ hablaba Otto con voz susurrante "felicidades"

ā€œĀ”gracias!" sonreĆ­a Pablo

La mirada de Otto estaba puesta en un punto de la anatomía de Pablo, su entrepierna, unos grandes huevos que se marcaban dentro del pantalón.

ā€œah, ya quieres... Āæsexo?ā€ pregunto Pablo ā€œsolo me ves como un objeto sexualā€

ā€œoh... eres un rico objeto sexual, un gato muy lindo. Con bellos huevos, cuerpo, rostro, un dios griego. Si vamos a mi habitación te darĆ© tu regalo de cumpleaƱosā€

ā€œĀæy si no voy?ā€

"no te darƩ nada"

"desconfió de ti"

"puedes ir delante si quiere"

"Āædonde esta la alcoba?"

"al final del pasillo"

Pablo sonrió y fue a la habitación

"Āædonde?"

"dentro de la gaveta"

Pablo camino a la mesa cerca de la cama, y allĆ­ estaba una caja de regalo.

"wow, gracias" dijo Pablo, cogió la caja y dio la media vuelta y...

Se vio sorprendido por un rÔpido movimiento de la mano de Otto que se posó sobre sus grandes y jugosos huevos. La palma de la mano de Otto se hundió en el bulto prominente de Pablo que se sobresalto dejando escapar la caja de sus manos emitiendo un grito de sorpresa y horror, el muchacho puso la mano sobre la muñeca de Otto ejerciendo gran presión sobre ella.

Otto sonrió sintiéndose lleno de excitación.

"esto me hace sentir tan caliente… es un rico juego Pablo, si gritas pierdes" comentaba

Pablo gimió y trató de enderezarse, mas el dolor le oprimía hasta la columna vertebral.

"Oh, wow, amo estos dos pares de huevos, grandes y jugosos, y con el tamaƱo necesario para preparar un rico jugo de leche… espesa y llena de nutrientes" estimulaba con sus palabras

Los dos hombres cruzaron miradas, uno con los ojos brillantes, el otro, mas joven, con los labios apretados queriendo oprimir sus ansias de chillar. Pablo aplicaba fuerza sobre la muñeca de Otto, intentó decir algo, pero fue callado por la manera en que Otto clavo la punta de los dedos en sus 2 regordetas pelotas vulnerables, haciéndole doblar las rodillas y cerrar los ojos, sintiéndose angustiado.

En lugar de escapar un largo y desesperado grito, Pablo jadeó profundamente, sus ojos se volvĆ­an vidriosos y poco a poco sus fuerzas iban desmejorando. Otto permanecĆ­a a su lado, mayor por su edad, un hombre sabio en edad madura, exitoso de profesión, aplastando los huevos de Pablo con la mano, sintiĆ©ndose con aires de grandeza, que lindo era ese jovencito, parecido a su padre que mas de una vez le dedicó exclusivas noches imaginarias en su cama… imaginación… el poder de la mente.

Pablo tragó saliva, Otto para Ć©l, era una manera de escapar del recuerdo de Alfredo, todavĆ­a lo amaba, odiaba la manera en que terminaron, tragó saliva saliva, finalmente pudo sentir como la mano de Otto liberaba sus bolas. Otto sintió un gran placer, sentĆ­a que la boca se le hacia agua, el pene de Pablo se marcaba por completo sobre la tela Ā”que largo! Mientras tanto el muchacho trataba de sobar sus huevos.

ā€œabre las piernasā€ hablo el hombre en edad madura con voz fuerte

Pablo dudó, y la pierna derecha se movió lejos de la izquierda. Otto sonrió y lanzó una suave patada en la entrepierna de Pablo. Su zapato de cuero impacto entre las piernas del joven que hizo una mueca de dolor y se llevó las manos a las rodillas para no caer al suelo respirando agitado para no gritar y parecer débil.

Repetidamente el zapato del ingeniero surcó el aire y paso entre los muslos de Pablo, atrapando sus testículos contra la pelvis. Pablo se elevó en el aire y tras un grito de dolor cayó de lleno al suelo, moviéndose de lado a lado teniendo las manos agarrando sus bolas. Otto sintió la adrenalina fluir.

"ooooh" murmuraba el joven economista desde el suelo acunando las bolas entre las manos

ā€œno te preocupes Pablito… todo estĆ” bien feliz 23 aƱos y junto a mĆ­ā€

Pablo bufó

Los lindos y azul verdosos ojos de Pablo estaban brotando lƔgrimas su cara se habƭa tornado roja como la de un tomate y sus bolas empezaban a crecer de tamaƱo, hinchadas. Desde el suelo se movƭa de atrƔs a adelante meciƩndose.

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Inesperadamente Otto metió la mano dentro del pantalón de Pablo, tanteando los preciosos objetos ovalados que quería tocar, y el miedo en Pablo renació al instante, fue entonces cuando las bolas de Pablo empezaron a ser retorcidas por poderosas manos.

ā€œĀ”mis bolas Otto!ā€ hablaba con desesperación.

"tus bolas me excitan" le comunicó el maduro hombre girando la mano y haciendo a Pablo gritar sin poder soportarlo con un gemido de dolor.

Pablo logró acurrucarse en el suelo cuando finalmente Otto lo pudo haber soltado. Jadeaba con fuerza, mientras preciosamente tenía los ojos cerrados y las 2 manos en la entrepierna.

Queriendo llegar mas lejos, o simplemente preso de la excitación Otto comenzó a bajarle el pantalón al debilitado Pablo, el hombre maduro se quedo admirando lo muy bien dotado que se veía la desnudez del jovenzuelo, con dos grandes y gordos testículos colgantes repletos del mas exquisito y nutritivo semen, su pene largo en proporciones lucia medio duro sobre los huevos.

ā€œtienes una bella verga Pablo, no solo eso, tus bolas… son grandes… no las imaginaba asĆ­" admiraba Otto con la boca echa agua, paseo su dedo Ć­ndice por cada camino de la carretera del sexo de Pablo.

Pablo abrió los ojos, al sentir aquellas sensitivas caricias y su polla empezó a hincharse, Otto cautivado lo miraba y estaba sonriéndole lleno de confianza, mientras movía sus dedos por el pene y las bolas de Pablo. Dentro de su apretado pantalón, su pene estaba erecto como una fiera, casi reventando el cierre, una gustosa erección era lo que sentía, se pasó la lengua por los labios, palpando las divinas proporciones de aquel lote de carne, la mano comenzaba a subir y bajar a través del trozo de piel que Pablo tenia por pene.

ā€œjaaaaā€¦ā€ gemĆ­a Pablo pese a su dolor

El glande grueso y gordo, la cabeza grande en forma de hongo sonrosada entraba y salía de la piel, despojando sus primeros líquidos seminales. Pablo hizo una mueca, cerró los ojos y arqueó la espalda, pausadamente respiraba por la boca a grandes bocanadas, finalmente se mordió el labio inferior conteniendo la respiración. Los dedos de Otto cercanos a la cabeza de la polla de Pablo comenzaban a llenarse del viscoso líquido preseminal del muchacho, que tragó saliva de nuevo.

Otto levantó el brazo derecho, mientras seguía pajeando al joven y los ojos de Pablo se iluminaron de terror.

En instante el puño se estrelló entre los muslos de Pablo, le aprisionó los dos huevos vulnerables del joven embistiéndolos contra la pelvis.

Pablo dejó escapar un grito agonizante y dobló la espalda.

Riéndose, Otto lanzó otro puñetazo en los delicados testículos de Pablo Chacón, aplastÔndolos como vidrios y provocÔndole al golpeado gemir de dolor. Se dobló en el piso, acurrucÔndose con las manos sobre las pelotas jadeando pesadamente.

"resiste" dijo Otto alegremente y plantó otro fuerte puñetazo aplastando irreprochablemente las pelotas regordetas del joven que le gustaba. El sonido del pesado puñetazo de Otto golpeando los delicados pero resistente testículos de Pablo resonó en toda la habitación.

Otto miró al rubio y esperó pacientemente hasta que las contorsiones del joven menguaran sobre el suelo, Pablo diviso una terrible erección en el pantalón de Otto. El hombre le agarró la polla dura empezando a acariciar suavemente con la mano izquierda.

Pablo gimió.

Otto le dirigió una bella sonrisa. Entonces, de la nada, golpeó el escroto lleno de caliente semen del hijo de Marcos Chacón. Pablo desenfoco los ojos dejando escapar un fuerte gruñido. Otto siguió con un devastador puñetazo que hizo convulsionar el cuerpo de Pablo humedeciéndole los ojos y haciéndole abrir la boca en un silencioso grito.

Otto continuó acariciando la polla de Pablo.  Lanzó otro puƱetazo en el escroto del joven que lo rodeó de dolor, mientras su polla, erecta y hermosa se hacia grande por la sangre contenida...

"estoy que exploto" comento Otto lleno de satisfacción y a continuación agarró las bolas de Pablo con un férreo control y las apretó con fuerza, sin dejar de masturbarlo. Pablo abrió los ojos de par en par mientras su pene soltó el primer chorro de leche blanca y espesa.

Otto también soltó un suspiro profundo entre tanto el semen del muchacho se estrellaba contra su mejilla derecha, el hombre aumentó la presión, ordeñando una enorme explosión de semen de los grandes testículos hinchados de Pablo.

Chorro tras chorro de caliente y cremoso semen salió disparado de la polla del muchacho que parecía hermoso tirado en el suelo, con solo una chaqueta puesta, debilitado, sudoroso y emanando cantidades de esperma agridulce.

"dios mĆ­o" susurro Otto cuando un lote de ese semen le cayo cerca del ojo.

Finalmente el hombre soltó el par de testículos mientras Pablo se acurrucaba en el piso sobre su propio charco de leche caliente.

Otto volvió a suspirar encantado, levantÔndose y mirando como su pantalón lucia una mancha notable. Sonrió

Alejados de la oficina de Pablo, situÔndonos en la finca donde vivía Rodrigo, primo de Pablo Chacón. Este admiraba la fuerza de FabiÔn.

Memorando un poco lo que había sido la historia de estos dos hombres FabiÔn apenas empezó a trabajar como peón en la finca, Rodrigo empezó a sentir una fuerte atracción física por él, quizÔs por su fuerza, su virilidad, hasta el punto de ofrecerle dinero a cambio de sexo y de sesiones de ballbusting, sabiendo la urgencia económica que necesitaba FabiÔn. El macho peón había aceptado toda propuesta, pero poco a poco Rodrigo empezó a sentir que solo era utilizado por FabiÔn por el dinero, y sintió la necesidad de conseguir pareja. Pasado un tiempo conoció a un hombre llamado Guillermo, del que solo consiguió ser usado por él. Ahora en la soledad de la finca veía como FabiÔn le ignoraba.

(ā€œsi tan solo no fuera heterosexualā€) pensaba Rodrigo al verlo pasar cargando diferentes cajas con manzanas.

Todos esos pensamientos y recuerdos eran repetidos día a día, hasta que cierta mañana cansado del tedio y viendo como el empleado estaba solo limpiando un establo, Rodrigo decidió abordarlo.

ā€œĀæCómo has estado todo este tiempo?ā€ le preguntó

FabiÔn sin mirarlo a la cara solo respondió

ā€œperfecto, dedicĆ”ndome a mi trabajo que es lo Ćŗnico que debo hacer aquĆ­ā€

ā€œā€¦ que debo hacer aquí… Āæy que mas quieres hacer?ā€

ā€œsoy un simple peón, a nada mas puedo aspirarā€

Rodrigo sonrió, FabiÔn no era un peón cualquiera, incluso su familia había tenido dinero, pero tras la muerte de su padre, el derroche de billetes lo llevo a trabajar así.

ā€œAsĆ­ que eso opinasā€¦ā€ solo dijo FabiĆ”n empezando a aburrirse

ā€œsi… y Āæusted que puede decir?... Āæte vas a la ciudad con el periodista aquel?ā€

Se referĆ­a a Guillermo.

ā€œla Ćŗnica manera en la que me escaparĆ­a a la ciudad seria contigoā€ habló Rodrigo corriendo todo riesgos.

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FabiÔn dejo de lavar la madera y por primera vez en todo ese tiempo miró directo a los ojos de Rodrigo.

ā€œno juegues conmigoā€ le dijo mientras se acercaba a Ć©l

Los huecos de la nariz de Rodrigo se abrieron, era ese olor del peón que le gustaba, ese cuerpo, esa decisión, el bulto que le formaba el pantalón.

ā€œno estoy jugandoā€ respondió Rodrigo Chacón.

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ā€œbien puedes irte con… ĀæGuillemro era su nombre?ā€ decĆ­a FabiĆ”n parado a su frente.

ā€œsi Guillermo, aunque Guillermo es nada para mĆ­ā€

ā€œy por eso Āærecurres ahora a mi?ā€

ā€œ..Siā€

ā€œpero ahora ya no vuelvo a caer en tus trampas, ni en tus propuestas, ni a nada de esoā€

Rodrigo dio un suspiro

ā€œPese a todo el dinero, tĆŗ me gustabas verdaderamente, por alguna razón te pague muchas vecesā€

FabiÔn hizo un movimiento rÔpido y con sus fuertes brazos rodeó la espalda de Rodrigo y lo acercó a él. ”Que fuerza de hombre!

ā€œacepto que si le dije sĆ­ a todas sus raras propuestas era porque necesitaba el dinero… pero luego… con el pasar del tiempo empecĆ© a sentir algo raro por usted, pero despuĆ©s vino y tiró todo por la borda con aquel periodistaā€

ā€œno me jodas FabiĆ”n, ahora suĆ©ltame que puede llegar alguienā€

ā€œconmigo no se juega… ya no vuelvo a caer en tus chantajesā€

Haciendo uso de sus fuerzas Rodrigo se soltó de FabiÔn y mirÔndole mal, se alejo del sitio. Ahora caminando apresurado hacia su casa pensaba en esas últimas palabras del empleado ¿Qué se había enamorado de él? JamÔs lo creería, todavía recordaba sus amoríos con Lolita. No, decidió desechar todo tonto pensamiento de su cabeza. Por otra parte empezaba a sentirse fastidiado de todo ese ambiente, donde debía aparentar algo que no era, quería marcharse lejos, lejos, lejos. Volvió a dar un suspiro y entró a la gran casa.

…

FabiÔn se lavó la cara antes de terminar aquel largo día laboral, era el momento de salir de la finca y bajar hasta el pueblo, no tenia dinero para alquilar un taxi, y ya los demÔs empleados habían bajado en el jeep que le ofrecían. No tenía mÔs opción, se pondría a trabajar mas las fuertes piernas bajando por 20 minutos al pueblo. Eran las 6:26 minutos de la tarde cuando empezaba a bajar, y una camioneta de color azul que ya conocía de vista se detuvo a su alcance, él se paró de inmediato, y esperó a que el vidrio o la puerta se abrieran, fue lo primero nombrado lo que cedió.

ā€œestoy decididoā€ dijo el rostro de Rodrigo al bajar el vidrio ā€œme irĆ© de la finca de mi padre acĆ” cargo mis maletas y me irĆ© lejos… ĀætĆŗ que decides? ĀæQuieres quedarte aquĆ­? ĀæO irte directo en la aventura conmigo?ā€

FabiÔn dobló el ceño haciendo un esfuerzo por no reírse, pero comentó

ā€œĀæy que serĆ” de mi? ĀæMi familia? No puede mantenerse solaā€

ā€œtengo lo suficiente para mantenerme, ayudarte a ti, tu familia, y a todos quien tu quierasā€

FabiÔn volvió a doblar el ceño

ā€œsi deseas, podemos volver a empezar, olvidar las viejas propuestas, Guillermo, Lolita. Yo estoy decidido, me voy, solo faltas tĆŗ, pero solo decideā€

ā€œestĆ”s locoā€

ā€œah, vaya, ya me tuteasā€

ā€œā€¦ā€

ā€œbueno FabiĆ”n, me irĆ©. Ha sido bueno conocerte despuĆ©s de todo… Ā”gracias!ā€

ā€œespera, esperaā€ le detuvo FabiĆ”n ā€œĀæQuĆ© harĆ”s? ĀæPara donde iras?... y si me voy contigo ĀæQuĆ© serĆ” de mi? ĀæCómo podrĆ­a mantener a mi familia?ā€

ā€œya te lo dije FabiĆ”n, tengo lo suficiente para mantenerme, mantenerte, ayudar a tu familia. Por ahora quiero llegar a la ciudad, alquilar un sitio donde vivir y comenzar con mi proyectoā€

ā€œĀæQuĆ© proyecto?ā€

ā€œproyecto de vida… de tu parte queda montarte e irte conmigoā€

FabiÔn deseaba irse con él, tener un nuevo modo de vida. Dio un largo suspiro y abrió la puerta de la camioneta y subió a ella.

ā€œĀænos vamos?ā€ preguntó

ā€œĀ”nos iremos!ā€ aseguró con entusiasmo Rodrigo

Durante el trayecto de camino al pueblo FabiĆ”n no dijo nada, incluso llegaron al pueblo y no hubo comunicación alguna por parte de los hombres. Rodrigo se preguntaba si su invitación fue errónea o no, si todo saldrĆ­a bien, miraba de reojo a FabiĆ”n y este parecĆ­a fatigado. En cambio FabiĆ”n en su mutismo pensaba cual seria su futuro lejos de su familia y tambiĆ©n si todo saldrĆ­a bien. Se habĆ­a enamorado extraƱamente de Rodrigo, recordaba como se inició todo, con una extraƱa propuesta del hijo de su jefe de apretarle los testĆ­culos a cambio de dinero, una cosa habĆ­a llevado a la otra hasta que el peón tuvo sexo con Ć©l, y no es que fuera homosexual, nunca habĆ­a tenido sexo con otro hombre, pero desde aquella vez habĆ­a experimentado un extraƱo gusto, un placer que ninguna mujer habĆ­a podido darle… se equivocaba ĀæquizĆ”s? Hasta ahora no lo sabĆ­a.

ā€œno tengo ropa para irme contigoā€ rompió el silencio FabiĆ”n cuando empezaban a cruzar la carretera

ā€œal fin hablas, no te preocupes, podrĆ­a prestarte la mĆ­a mientras te compro otraā€ aseguro Rodrigo.

Comenzaron una larga plƔtica, rompiendo el hielo y calmando el nerviosismo.

Era pasada las 8 de la noche cuando llegaron a la ciudad capital, de grandes edificios, ajetreo en las calles y mucho trafico. FabiÔn tragó saliva cuando Rodrigo le dijo que pasarían la noche en un hotel, y fue Chacón quien pago por una habitación para ambos, el peón sintió vergüenza cuando la impresionada recepcionista se les quedó mirando como si hubieran cometido algún sacrilegio.

ā€œpeores cosas se ven en un hotelā€ dijo con molestia Rodrigo cuando se alejaba de la recepción

Al llegar a la larga habitación Rodrigo besó a FabiÔn, un beso largo y esperado por ambos, el peón asegurando que todavía olía mal fue a ducharse. Rodrigo solo en la habitación suspiraba a todo momento, después de todo estaba allí, lejos de su casa con FabiÔn, juntos los dos, increíble pero cierto.

Al salir FabiÔn de ducharse Rodrigo volvió a besarlo, le quito la toalla de la cintura y pego su cuerpo contra él. Continuaban besÔndose, tocÔndose, FabiÔn tenia las piernas abiertas, con sus gordas bolas colgÔndole, fÔcilmente Rodrigo podía levantar la rodilla y estamparle un certero golpe, mas prefirió no hacerlo y disfrutar de ese lindo momento sexual entre ambos. FabiÔn en cambio no deseaba ser golpeado por Rodrigo, pero si ese seria su pago por estar con él, decidía tener las piernas abiertas ante cualquier golpe.

Rodrigo se arrodillo a la altura del blanco y desnudo pene de FabiĆ”n, se lo agarro con las manos, Rodrigo miro a sus bolas, gordas, colgantes, frĆ”giles. Enseguida la caliente boca de Rodrigo probó la gruesa verga del empleado, lo chupaba, degustaba aquella verga que tenĆ­a en la boca, le comĆ­a el frenillo y al mismo tiempo le veĆ­a la cara de excitación de FabiĆ”n, su reacción era de placer el hombre respiraba jadeantemente, Rodrigo bajó a sus bolas,  metiĆ©ndose una a la boca y despuĆ©s la otra, con suavidad ante aquellas orbes que tantas veces habĆ­a aplastado mental y directamente

Rodrigo usaba la lengua por la rosada cabeza, estimulĆ”ndolo, pasando la punta por el orificio del hueco del pene de FabiĆ”n, su sabor salado, su virilidad, su hombrĆ­a, se tragaba el pene entero. FabiĆ”n tomo la nuca de Rodrigo y comenzaba a balancearle la cabeza sobre el pene, hacia delante y atrĆ”s. La saliva del primo de Pablo se apoderaba de la larga porción de carne, FabiĆ”n se tensó y agarró con todas sus fuerzas  a su amante y le hundió lo mĆ”s que pudo el pene en su garganta, ahogĆ”ndolo hasta que descargo dentro de su boca toda su leche. DejĆ”ndole la boca taponada con una buena cantidad de semen, caliente y espesa, con un sabor dulce y Ć”cido, Rodrigo con los ojos cerrados bebĆ­a de aquel nĆ©ctar, limpiĆ”ndole la verga a FabiĆ”n.

Horas después 2 hombres dormían uno al lado del otro en aquella habitación de hotel.

...

Cuando Pablo llegó a casa, guardo en un sitio el regalo de Otto, habian sido 2, una porta chequera y el otro regalo lo dejo en casa de Otto.

"¿que es esto?" le pregunto mientras sacaba un par de esposas y unos objetos de lÔtex

Otto sonrió y le contestó

"quiero que seas mi esclavo"

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