Contiene:
-ballbusting hombre/hombre
-sexo oral gay
"¿estĆ”s cĆ³modo?” Le preguntĆ³ Ernesto a Gabriel, que estaba completamente desnudo, sentado en un sillĆ³n de piernas abiertas, con una selva de pelos en los genitales, parecĆa que le gustaba aquello, porque tambiĆ©n tenĆa cabellos largos. Horas antes Ernesto, calvĆ³ y decidido llamĆ³ a una agencia de hombre en prostituciĆ³n solicitando a un hombre joven y con preferencias fetichistas y masoquistas. Cuando llegĆ³ y vio aquel joven le gustĆ³. Cuando le propuso ballbusting Gabriel, no se sintiĆ³ ofendido. Dijo que le gustaba y estaba preparado.
"Estoy listo" dijo Gabriel, era puto desde los 20 aƱos cuando sus padres murieron y no tuvo mĆ”s que hacer. ConsiguiĆ³ empleo en una cadena de hamburguesas que parecen grandes pero son muy pequeƱas. Pero era explotado como un burro ademas del poco el sueldo y grande las deudas que tenĆa. Un dĆa mientras limpiaba el baƱo un viejo zorro le propuso una invitaciĆ³n para un mejor trabajo, Ć©l asistiĆ³ y asĆ sin darse cuenta entrĆ³ al mundo del taxi-boy.
Con el poco tiempo trabajando ya sabia cumplir a cabalidad las fantasĆas de los clientes, para eso le pagaban, y muy bien. ColocĆ³ sus manos en el reposadero del sillĆ³n, su pene engrandeciĆ³ por estĆmulo y las bolas a merced de Ernesto.
Ernesto se acercĆ³ a Gabriel paso delicadamente el dedo Ćndice desde el cuello del hombre, paso por sus pechos, el abdomen duro. DetallĆ³ con la uƱa el glande, lo cosquilleĆ³, tocĆ³ los dos testĆculos, Ernesto sonriĆ³ sintiendo cosquillas.
"¿esos cojones estĆ”n llenos de jugo para mĆ?" PreguntĆ³ Ernesto posando la mano en los testĆculos sin hacer algĆŗn daƱo.
Gabriel hizo una mueca seductora "completamente, llenos de suficiente leche condensada para llenar a un hombre hambriento como tĆŗ"
Ernesto sonriĆ³ y pasĆ³ la lengua por los labios y ahĆ empezĆ³ a apretar suavemente. Gabriel gruƱo conteniendo el aire en sus pulmones.
RegalĆ”ndole misericordia Ernesto realizĆ³ un duro apretĆ³n y le soltĆ³ los cojones.
Haciendo una mueca, Gabriel masajeĆ³ sus testĆculos.
"¿como es tu nombre?" PreguntĆ³ el hombre calvo
"Gabriel"
"¿te puedo besar?"
"Si"
Ernesto tocĆ³ la cara del joven y luego lo beso en los labios. Gabriel hizo lo propio de su trabajo y comenzĆ³ a frotar el cuerpo de Ernesto, la espalda larga y blanca, querĆa desnudarle, pero era mejor que el cliente lo hiciera o lo pidiera.
Ernesto tambiĆ©n tocaba a Gabriel se inclinĆ³ sobre Ć©l. Y a adrede se subiĆ³ al sofĆ” pero colocando la rodilla en los huevos del prostituto. Dejando que el hombre de alquiler soltara un grito terrible.
Ernesto se apartĆ³ de Ć©l y se alejo unos pasos, el bulto en su pantalĆ³n era prominente.
Gabriel estaba acurrucado de dolor en el mueble agarrƔndose las bolas.
Su pene estaba duro como un hierro, apuntando hacia la cara, brillante de lĆquido preseminal.
"¿quieres seguir?"
"..."
"¿no? ¿tan rĆ”pido te cansas? creo que tendrĆ© que solicitar a otro"
"SĆ" contestĆ³ lastimero Gabriel "puedo continuar"
Ernesto volviĆ³ a acercarse a Gabriel que se arregostĆ³ al sillĆ³n respirando con dificultad. Ernesto tomĆ³ la polla mojada del puto y la masturbĆ³ con la mano.
"EstĆ” bien dura" comentĆ³ Ernesto
Gabriel sonriĆ³ y dijo
"Dura para tĆ"
Ernesto masturbo fielmente por pocos minutos, Gabriel jadeĆ³ y en poco tiempo un chorro de semen fresco saliĆ³ de su pene e hizo un sonido gracioso al salir de la polla y surcĆ³ el aire.
Ahora Ernesto con una mano sostenĆa la verga, y con la otra agarrĆ³ el par de pelotas, retorciĆ³ las manos, aplastando los cojones y a su vez el duro pene. Haciendo que Gabriel contuviera la respiraciĆ³n. Sus ojos se cruzaron y dejĆ³ escapar un gemido profundo. La polla se le moviĆ³ involuntaria.
Ernesto mirĆ³ a Gabriel, que estaba envuelto en un mar de agonĆa, se veĆa debilucho pero a la vez sensual con su dolor de testĆculos.
Ernesto soltĆ³ los genitales de Gabriel y este se agarrĆ³ las bolas y se quedo inmĆ³vil agarrĆ”ndose sus joyas masculinas.
"Ahora " hablĆ³ secamente quien lo alquilĆ³ "levĆ”ntate y separa las piernas"
Gabriel gimiĆ³ y se puso delante de Ernesto con las piernas separadas y sus testĆculos peludos a su merced, estaban hinchados y posiblemente no trabajarĆa por algunos dĆas, en contraste su pene estaba erguido y duro...
Ernesto retrocediĆ³ 4 pasos.
Gabriel tragĆ³ saliva.
Y el calvo hombre lanzĆ³ una fuerte patada en las bolas de Gabriel. Aplastando los cojones con el pie y el hueso pĆ©lvico, con un horripilante sonido de huesos crujiendo. Gabriel elevĆ³ los pies del suelo para caer despuĆ©s como un saco de huesos chillando de dolor con las manos en la entrepierna.
Ernesto respirĆ³ profundamente, tenia el pene duro, lo que mĆ”s querĆa era sacarlo, masturbarse y desplegar toda la leche en su cara y cuerpo... gran puto sexy aquel. Se acercĆ³ al hombre y sin dejarlo recuperar, le ordenĆ³ que apartara las manos de sus bolas.
"¡no!"
"¡apĆ”rtalas!"
Gabriel cerrĆ³ los ojos y respirĆ³ profundamente.
Su larga mano apretĆ³ los magullados testĆculos llenos de semen. Gabriel emitiĆ³ un grito sostenido y Ernesto le soltĆ³ las bolas, el prostituto volviĆ³ a acurrucarse en el suelo y Ernesto se frotĆ³ la verga por dentro del pantalĆ³n.
El cuerpo de Gabriel estaba cubierto de sudor y eso lo hacia ver excitante y brilloso. Ernesto sintiĆ©ndose excitado y con el pene marcando un paquete obsceno recorriĆ³ las fibras musculosas del puto.
Ernesto agarrĆ³ fuertemente el escroto de Gabriel, con las 2 manos, hundiendo la punta de sus 10 dedos en los mĆŗsculos ovoides. La espalda de Gabriel se arqueĆ³ y recogiĆ³ las piernas.
El pene de Gabriel se mostraba hinchado y con dĆ©biles venas, pero reaccionĆ³ escupiendo una pequeƱa fuga de semen blanco que resbalĆ³ lentamente por el falo.
Los dedos de Ernesto se hundĆan en los testĆculos del joven, luego los soltaba, para despuĆ©s volver a hundir los 10 dedos en las bolas. Gabriel gritaba, tenia la cara deformada de dolor, su estomago se contraĆa y su cadera le dolĆa.
Ernesto siguiĆ³ presionando ahora sus pulgares en los cojones, provocando que Gabriel escapara el aire de su cuerpo con un grito ahogado
De repente, la verga del prostituto entro en una erupciĆ³n de lava blanca, caliente y reciĆ©n preparada.
Ernesto apretĆ³ los cojones como pasta dental, y de la polla saliĆ³ una nutritiva capa gruesa de semen, Gabriel emitiĆ³ un grito prolongado sintiendo un rico orgasmo. Finalmente le soltĆ³ las pelotas y quiso acurrucarse, pero Ernesto, no lo dejo, pues se inclinĆ³ sobre Ć©l y se metiĆ³ el pene engrasado de semen en la boca, limpiĆ”ndolo con la lengua. Probando un nĆ©ctar con sabor a hierro.
"Eres bien mino" dijo Ernesto al tiempo limpiandose la boca con las manos y llenĆ”ndolas de poco semen que limpio en su ropa "tan tierno te ves ahĆ. Doblado de dolor" con la mano de Gabriel la trasladĆ³ a su propio pene "estoy tan excitado que me masturbare, creo que llenare todo tu cuerpo de mĆ semen estoy cachondisimo. Te darĆ© a probar tambiĆ©n, sera un ocĆ©ano en semen de lo caliente que me siento"
Del bĆ³xer de Ernesto se asomĆ³ un pene blanco y flaco que comenzĆ³ a ser trabajado por las manos de su dueƱo, que tenĆa los ojos cerrados, mientras respiraba suavemente y todo en silencio. Gabriel lo contemplaba, con la boca hecha agua.
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