Todo sobre mi padre (2/3) - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

15 oct 2016

Todo sobre mi padre (2/3)

CONTIENE  Ballbusting Verbal F/M.
Original de: ZATN


   Hola de nuevo soy yo, Alicia; Ya se enteraron de las aventuras con mi padre hace 3 dĆ­as, ahora les contarĆ© los sucesos ocurridos ayer. O sea hace un dĆ­a.

   Como les dije antes, esta narraciĆ³n no irĆ­a en orden y eso tiene un motivo, solo les adelanto que luego de enterarme de mĆ”s detalles sobre el divorcio de mis padres (y el tema relacionado, de que mamĆ” le dio a mi padre un fuerte golpe en sus partes nobles), decido anteayer (hace 2 dĆ­as) interrogar a mamĆ” sobre lo referente al “accidentado”, divorcio con papĆ”.  

   De ese peculiar interrogatorio, mejor dicho, charla madre-hija, salieron muchos datos, los que originaron lo sucedido el dĆ­a de ayer, y que les contarĆ© a continuaciĆ³n:
HACE  UN DƍA.

   Ayer visitĆ© a Mariana, una vecina de toda la vida, a quien conozco desde niƱa, Mariana tambiĆ©n es la madre de mi buena amiga Stella, madre e hija viven solas, pues Mariana es madre soltera desde que tengo memoria.  

   MamĆ” y Mariana eran muy amigas, pero de pronto se enemistaron. Y sabrĆ”n que Mariana fue una de las mujeres con la que mi padre engaĆ±Ć³ a mi madre!, de eso me enterĆ© al charlar con mamĆ”; A pesar del distanciamiento  entre madres,  la amistad que tenia de niƱa con Stella se ha mantenido  y visito su casa con frecuencia, Igualmente Stella siempre es bienvenida en mi casa… En conclusiĆ³n, los problemas  de las madres no se proyectaron a las hijas.

   Stella no estaba ayer en casa, y precisamente por ello es que pude hablarle a su mamĆ”… despuĆ©s de todo lo que tratarĆ­a con ella era algo muy privado y jamĆ”s se lo contarĆ­a a mi amiga… .TambiĆ©n estoy segura que Mariana jamĆ”s se lo contarĆ­a a su hija.

   Cuando fui a verla, aun no sabĆ­a si odiaba o no a Mariana, por tanto tiempo ha sido tan cercana a mĆ­, casi es como una tĆ­a!; Pero saber que traicionĆ³ la amistad de mi madre al acostarse con papĆ”, me generaba molestia hacia ella…. querĆ­a odiarla, pero aun no lograba hacerlo!... ademĆ”s querĆ­a saber su versiĆ³n de todo esto.

TOC-TOC-TOC.

   “Hola, seƱora Mariana”.

   “Hola Alicia, pasa, siĆ©ntate… pero Stella no estĆ”, ella se fue de vacaciones con sus primos, Eh… no te lo dijo?”.

   “Si ya sabĆ­a, vengo a verla a usted…tengo algo que preguntarle”.

   “Ah, sĆ­?, bueno en que te ayudo, dime”

   “Quiero que me cuentes porque te acostaste con mi papĆ”?!”.

   Al escuchar mi pregunta, los ojos de Mariana se abrieron de par en par, seguidamente dio un traspiĆ©s.


   La mujer jamĆ”s en la vida se hubiera esperado semejante pregunta. Enseguida le  invitĆ© a sentarse y charlar mejor.

   “Pero… que dices?, eso… eso no es verdad!, de donde sacaste eso?”.

   Enseguida le informe que MamĆ” y yo habĆ­amos hablado de temas de adultos y estaba enterada de todos los detalles sobre el divorcio, incluyendo las infidelidades de PapĆ”.

   A medida que hablaba, Mariana se dio cuenta que no tenĆ­a caso mentir... ya todo estaba dicho por parte de mi mamĆ” y debĆ­a ser franca.

   “TĆŗ mamĆ”… no debiĆ³ contarte eso”.

   “No, seƱora Mariana, usted no se debiĆ³ acostar con mi papĆ”, era un hombre casado”.

   La mujer ante mĆ­ se vio cuestionada, desviĆ³ la mirada y dio un suspiro, entonces respondiĆ³:

   “Tienes razĆ³n!, no debĆ­ hacerlo…per…perdĆ³name Alicia, yo arruinĆ© el matrimonio de tus padres”.

   “PodrĆ­a ser”.

   “Me odias?, tienes derecho a odiarme”.

   “AĆŗn no se eso, pero no confunda las cosas SeƱora Mariana, esto no es sobre si la odio, es sobre conocer todo lo que pasĆ³ hace 8 aƱos; AdemĆ”s mi padre fue infiel con muchas mujeres, usted fue otra mĆ”s con la que traiciono a mi madre, lo sabias cierto?, sabias que tuvo varias amantes verdad?”.

   “QuĆ©?, Oh si claro, pero esas mujeres iban y venĆ­an, yo fui alguien mĆ”s …constante!…Oh perdĆ³name Alicia!”.

   “No hay problema conmigo, no se disculpe mĆ”s, Pero para mi madre no fue lo mismo que usted siendo su amiga fuera una de esas amantes, es ella la que se molestĆ³ contigo y aĆŗn sigue molesta”.

   “Helena nunca me lo perdonarĆ””.

   “Eso parece cierto, pero volvamos al punto, quiero que me cuentes como fue tu relaciĆ³n con mi padre, cĆ³mo empezĆ³? cuĆ©ntamelo todo!”.

   “En verdad quieres saber todo?”.

   “Si cuĆ©ntemelo todo, quiero saber toda la verdad”.

   “Ok… Yo conocĆ­a a tu MamĆ” desde hacĆ­a aƱos, pero no tenĆ­amos mucha cercanĆ­a, entonces, cuando  una amiga muy cercana de este vecindario se mudĆ³ a otra ciudad, decidĆ­ explorar nuevas amistades… siempre he tenido amigas cercanas, y tu mamĆ” se convirtiĆ³ en esa amiga que entonces buscaba…
…Helena y yo nos hicimos amigas Ć­ntimas y  como tenĆ­amos hijas de la misma edad era comĆŗn que llevara a Stella a su casa para que jugara contigo…
…Con respecto a Francisco, me cayĆ³ bien desde que lo conocĆ­, si bien solo era amistad, tengo que admitir que siempre sentĆ­ una atracciĆ³n hacia Ć©l…
…Y es que tu padre es un hombre  de buen fĆ­sico, cuando estaba en ropa de oficina no se notaba tanto, usaba saco, corbata, pantalĆ³n… holgado y demĆ”s cosas; Pero en casa siempre andaba con suĆ©teres muy ceƱidos… y como se marcaban sus pectorales!, tambiĆ©n recuerdo como se le veĆ­an los mĆŗsculos del brazo… los bĆ­ceps!, todo se veĆ­a apretado con esas mangas cortas…

…Disculpa Alicia, pero siempre me han gustado los hombres con mĆŗsculos”.

   “Entiendo lo que dice, pero yo prefiero a los chicos mĆ”s delgados,  pero en buena forma claro estĆ””.

   “Si, todas tenemos gustos diferentes, pero tu papĆ” me despertaba cierto interĆ©s, claro que yo respetaba a mi amiga y ni siquiera pensaba en tener algo con Ć©l; En ese momento sĆ³lo era admiraciĆ³n por su buen fĆ­sico”.

   “Pero las cosas cambiaron…”.

   "Asi es!…llegĆ³ el dĆ­a en que lo mire de forma diferente; En esa ocasion, Helena estaba en el baƱo y Francisco debiĆ³ salir de la habitacion para usar el baƱo de visitas, yo estaba en la cocina de tu casa como muchos dĆ­as, y casi sin querer lo vi de espalda cuando salia, Ć©l… el estaba en calzoncillos!, unos calzoncillos blancos, muy apretados, se le marcaba bastante el trasero… Oh perdon pero me da verguenza contar esto”.

   “Sigue contando, porfavor”. 

   “Como quieras, en fin quedĆ© impresionada al ver a tu padre semidesnudo… asi fuera de espaldas…
…curiosa me acerquĆ© al baƱo, y me quede junto  a la puerta, no se para que, ahi pude oir lo que hacia dentro,… Ć©l solo orinaba!, El sonido me hizo imaginar la parte de adelante de su ropa interior, la parte que no habia podido ver…”.

   Escuchar la narraciĆ³n era algo extraƱo, Mariana contaba con entusiamo lo vivido en esa lejana ocasion, pero lo expresaba sintiendo las cosas, como si aĆŗn recordara todos los detalles… por cierto detalles que me avergonzaban, pues hablaba de la intimidad de mi seƱor padre, pero a la vez me intrigaban, queria que contara todos los detalles.

   “…Ahi segui hasta que me sorprendiĆ³ cuando se abrio la puerta; Entonces yo solo me aleje un poco, viendolo de frente, mire su torso expuesto… ¡musculoso!, que pectorales!, y tambiĆ©n sus anchos hombros… y continuaban con esos grandes bĆ­ceps…”.

   Las sensaciones lujuriosas de Mariana en aquel entonces eran supremamente incomodas para mĆ­… se pondrĆ­an aun mas incomodas.

   “… Seguidamente bajĆ© mi mirada a su entrepierna, pude ver el bulto en sus calzoncillos, ese bulto que hasta hace un instante me imaginaba…resulto ser mĆ”s grande de lo esperado!...



   ...Francisco ni se inmuto ante mĆ­ mirada, es mĆ”s, bromeĆ³ diciendo:  

   -Te gusta lo que ves?-.  ReaccionĆ© al fin!… desviĆ© la mirada, y le pedĆ­ disculpas”.

   “Un momento mĆ”gico sin duda!, viĆ©ndolo salir del baƱo despuĆ©s de orinar!”. Le dije con sarcasmo a Mariana tras su comprometedor y avergonzante relato.

   “SĆ© que es algo tonto, pero asĆ­ fue…Desde ese dĆ­a no pude sacarme a tu padre de la cabeza, te lo juro…pensaba en su cuerpo… como ya te dije, me fascinan los mĆŗsculos grandes en un hombre”.

   “Lo dijiste, pero no creĆ­ que te gustaran las grandes masas de mĆŗsculos en los varones, a tal extremo!”.

   “Me decĆ­a que estaba mal el fijarme en el marido de mi amiga, pero no pude evitarlo Alicia!. Deseaba a tu padre…como he deseado a pocos hombres en mi vida”.

   “Y lo buscaste luego?, o fue el quien te buscĆ³?, digo…luego de que le viste con esos ojos su abultado paquetito, tal vez quedĆ³ interesado en tus indecentes miradas, y perdona el sarcasmo”.

   “No te preocupes, y si!, lo volvĆ­ a  buscar, y le confesĆ© que me atraĆ­a”.

   “CuĆ©ntame!”.

   “El dĆ­a en cuestiĆ³n, Helena habĆ­a salido de compras y yo me quedĆ© en tu casa cocinando, como era comĆŗn; Ese dĆ­a Francisco llegĆ³ temprano a casa del trabajo, sabĆ­a que estarĆ­amos solos un buen  tiempo….y aprovechĆ© la ocasion”.

   Por Dios!, esta traidora me iba contar mas intimidades de mi padre…ya no habĆ­a marcha atras, la curiosidad me corroĆ­a, y no daba para detener a esta infiel narradora.

   “Cuando Francisco ingresĆ³ a su habitaciĆ³n, me coloque frente a la puerta  y cuando escuche su cinturĆ³n caer, entrĆ© y lo sorprendi como esperaba…
…Solo me mirĆ³ y no hizo nada!. se quedĆ³ viendome con una tranqiilidad, mientras estaba ante mi en ropa interior y con los pantalones en los tobillos…
…seguro al ver mi mirada sabĆ­a a lo que venĆ­a….Me le acerquĆ©, y empinĆ© para besarlo.

   “Te aceptĆ³ el beso asi nada mĆ”s?”.

   “Si, el sabĆ­a que lo deseaba, y me complaciĆ³…
…seguidamente le dejĆ© claro que queria ir mas allĆ””.

   “Se lo dijiste asi de frente?…-Quiero acostarme contigo Francisco!-, asi?”.

   “La verdad fui mas directa que eso”.

   “De que hablas?”.

   “Le toque la entrepierna, ya sabes, su bulto!, te confieso que en el mismo momento en que se lo vi tras orinar, tuve la tentaciĆ³n de tocarselo”.

   “Vaya!, mas directa imposible; pero dime algo…PapĆ” estaba erecto?, digo, cuando lo tocaste ahĆ­”.

   “Eh?…porque lo preguntas?”.

   “Lo estaba?”.

   “No, no lo estaba, pero enseguida lo estuvo”.

   “Eso significa que no te deseaba”.

   “Bueno eso es lo mas seguro, pero es normal, Francisco no me esperaba; Aun asi tu padre es un hombre muy abierto, y todo un varĆ³n!... Si una mujer se le insinua… no dice no!”.

   “Hombres!…piensan con el miembro”.

   “Mas bien con las pelotas!, a los hombres…y mĆ”s aĆŗn a Francisco, la calentura les viene de ahĆ­”.

   Cuando la oĆ­ decir eso, quise gritarle: -HipĆ³crita!, Si mi padre piensa con las pelotas, tĆŗ piensas con los ovarios!, todo lo que querĆ­as era apagar tu calentura, que te la metiera y ya!…maldita ramera!-...
…pero no podĆ­a salirme de mis casillas, asĆ­ que retomĆ© el tema:

   “Hicieron el amor en el cuarto de mi madre?”.

   “Si lo dices de esa forma, me hace parecer una especie de malvada mujer, pero en ese momento no pensaba con claridad, y en verdad querĆ­a hacerlo ahĆ­ mismo!; Pero el insistiĆ³ en respetar su casa. AsĆ­ que me pidio me marchara y el irĆ­a tras de mi…
…Al rato llegĆ³ aqui, yo estaba preparada para su visita y me vestĆ­ para encenderlo apenas me viera”. 

   “Asi que te pusiste lo mas chiquito que encontraste y funcionĆ³ verdad?”.

   “Pues si, tu padre respondio apenas me viĆ³ poco vestida, cuando se quitĆ³ el pantalĆ³n, su calzoncillo estaba  a punto de explotar, Francisco venĆ­a dispuesto sĆ³lo a una sĆ³la cosa, a hacerme el amor!”.

   “Ahi te gustĆ³ mucho mĆ”s papĆ”, verdad?

   “Pero que dices?”.

   “Hablo de que te gustĆ³ mĆ”s al conocerlo con detalle!,especialmente al conocer sus atributos!”.  

   Mariana quedo estupefacta ante lo que le decia.

   “Entonces Mariana, parece que  no solo te gustan los hombres con musculos, tambien los de pene grande”.

   “CĆ³mo sabes que Ć©l…?”.

   “SĆ© como es papĆ”, sĆ© que tiene el pene grande, mamĆ” me lo contĆ³”.

   “Que no te contĆ³ tu madre entonces?, esas cosas no se dicen, y menos a tu hija!”.

   “Imagino que ella tambien te lo contĆ³, antes de meterte  con Ć©l”.

   “Eso es cierto, pero ademas era obvio..se notaba con ese bulto que siempre lleva”.

   “Te gustan los hombres asi, verdad?”.

   “Mejor no respondo”.

   “Respondeme por favor!, te gustan los hombres de penes grandes!, por esa razĆ³n  tambien lo buscaste, admitelo!”.

   “Si, es cierto!, Ć©l es bien dotado, y siempre me ha gustado mas un hombre al que le sobre, que uno al que le falte”.

   “Entonces papĆ” es un animal”.

   “No le digas asi!, es tu padre, ten respeto”.

   “Pero si asi son los que tienen esas proporciones, ademas dicen que son torpes”.

   “No, para nada niƱa, el que tenga herramienta grande no quiere decir que no sepa usarla bien…”.

   “PapĆ” en bueno en la cama entonces?”.

   “Ya deja de preguntar esas cosas, no pensarĆ”s que te dire como me acostĆ© con tu padre”.

   “Claro que no ya de por si me lo imagino… necesitarĆ© una larga terapia con el psicologo”.

   “Pues dale las gracias a Helena, Aun no entiendo como pudo decirte estas cosas”.

   “Pero solo dime, se llevaron bien en la cama?”.

   “Oh que caso tiene ocultartelo…Si!, nos llevamos bien, de hecho tu padre es marvilloso en la cama, es el mejor hombre con quien he tenido intimidad”.

   “Creo que no queria saber eso…Y la relacion duro?”.

   “Claro que duro…y bastante!, siempre fue un hombre muy viril!, duraba mas que suficiente para complacer a cualquier mujer ”.

   QuedĆ© anonadada, que acababa de decir Mariana?, que papĆ” era todo un macho en la relacion sexual, que duraba el tiempo para que la mujer tuviera su orgasmo…nunca quise enterarme de esas cosas, ahora si la terapia saldrĆ­a muy cara!.

   “Pero que dices Mariana?, yo no hablaba de esa duraciĆ³n, ya hablaste de mĆ”s!”.

   “Oh que verguenza!, perdon!”.

   “Ya es tarde para eso, me referia a si su relacion de amantes durĆ³”.

   “Nos estuvimos viendo como unos dos meses”.

   “Nunca  te importĆ³ que se acostara con otras aparte de ti?”.

   “Si lo sabĆ­a, pero no me importaba, Ć©l nunca intentĆ³ ocultarmelo, de hecho yo le dije que estaba enterada y que no me importaba con cuantas se acostara, mientras siguiera durmiendo conmigo”.

   Su descaro era unico, a Mariana le daba igual si mi padre lo hacia con mil mujeres, ella solo queria su racion de pene diario, o a la frecuencia con que lo hicieran.

   “Como te enteraste de que tenĆ­a otras amantes?”.

   “Por tu madre, desde antes de meterme con Ć©l, ella sospechaba que Francisco le era infiel, de hecho yo le di consejos, de que hacer; Y luego terminĆ© volviendome una de esas mujeres…Justo frente ella estaba con quien la engaƱaba”.

   En ese momento el tenue enfado hacia Mariana, que ocultaba, se hizo grande y  saliĆ³ a flote!, decidĆ­ cambiar el tono de mis preguntas y fui por la confrontaciĆ³n!.

   “Mariana, porque la traicionaste?”.

   “No queria hacerlo, me he arrepentido desde entonces Alicia”.

   “Que vio mi padre en ti?, es cierto que eres un poco mas bonita de cara que mamĆ”, pero ella tiene un buen trasero! ”.

   Mariana al escuchar desvio la mirada y se llevĆ³ una mano a la parte posterior de la cadera, de no estar sentada, se habrĆ­a tocado las nalgas.

   “Eh, yo nunca he sido muy dotada ahi”.

   “PapĆ”, como dejaste ir a un trasero como el de mi mamĆ”‼”.

   “Eh, Alicia no hables asi”.

   En ese momento dirigĆ­ la mirada al pecho de Mariana.

   “Ah ya veo…Bien lo dice el dicho… un par de tetas jalan mas que un par de carretas”.

   Asombrada la mujer se cubriĆ³ un poco los senos.

   “Oh no!, mis pechos no son grandes, son medianos Alicia”.

   “Para ti lo es, pero no se comparan con los de mamĆ”, en nuestra familia las mujeres somos de pechos pequeƱos…Es simple!, los hombres son como bebĆ©s…siempre van a preferir un teteto mas grande”. 

   “No hables asi, no fue por mis pechos”. 

   En ese momento lancĆ© el dardo con mas veneno!.

   “Es cierto, tu misma lo dijiste….le ofreciste tu vagina!, y no pudiendo Ć©l decir no a ninguna mujer, aĆŗn siendo casado…te la aceptĆ³, y te la metiĆ³!”. 

   Mariana fruncio el seƱo.

   “Ya te dije que no hables asi!”.

   “Eso es lo que pasĆ³!, le diste vagina gratis, pocos hombres rechazan lo GRATIS!”. 

   “BASTA YA!!!”.

   Fue el limite para Mariana,que se levantĆ³ del asiento, enfadada expresĆ³:

   “Debes irte ya Alicia!”.

   La confrontĆ© mĆ”s:

   “No te gustĆ³ eso?, imagina lo que sintiĆ³ mamĆ” al saber que la traicionaste!”.

   Mariana bajĆ³ la mirada y respirĆ³ profundo, mi reclamo frenĆ³ en seco su molestia; Decidida a calmarse…solo mencionĆ³ en voz baja:

   “Por favor, marchate ya, no quiero hablar mas del tema, por favor”.

   Con la mano me invitĆ³ a salir y decidi irme.

   Desde que cerrĆ³  la puerta no me movi de allĆ­, estaba molesta, pero a la vez tenia una sensacion de que algo me faltaba, debĆ­ dejarla terminar su historia, ahora no sabria como pasaron todas las cosas…Y ademas, aĆŗn no habia decidido si odiarla o no, era necesario saber todo lo que pasĆ³!.

   Tambien habia otro lado en este tema…culparla de todo no era justo, PapĆ” era igual de culpable, Mariana no le puso un revolver en la cabeza para que la aceptara como mujer!, Ć©l merecia parte de mi enfado.

   Pero asi como el amor por mi padre me impedĆ­a odiarlo, asi mismo tenĆ­a aprecio por Mariana, a la que considerĆ© toda la vida casi de la familia…esos sentimientos tambien pesaban y me empujaban a no tomar aun una desicion.

   De lo que si estaba segura, era de que debia entrar de nuevo a su casa y escuchar toda la narracion  de los sucesos de hace 8 aƱos….sin importar lo avergonzantes que fuesen.

   Toque la puerta con delicadeza, una y otra vez , hasta que Mariana abriĆ³.

   “Hola de nuevo!…Mariana perdoname!, me excedĆ­, no debĆ­ insultarte”.

   “Mejor dejemoslo hasta aqui Alicia, otro dĆ­a hablamos”.

   “No!, debe ser hoy, no puedo quedarme con dudas!, mira Mariana, perdon por no ser sincera antes…la verdad aĆŗn no sĆ© si te odio o no!, te metiste con mi padre y traicionaste a mi madre, pero debo saber todo lo que paso para decidir como llevarĆ© de ahora en adelante una realcion contigo, contigo que tan cercana a mi has sido toda mi vida”.

   “Entiendo, pasa y sientate de nuevo”.

   Mariana se motrĆ³ una vez mas calmada y nuestra conversacion retomĆ³ rumbo.

   “Porque no duro la relacion entre ustedes?, y en cuanto tiempo mamĆ” supo el engaƱo?”.

   “Mira Alicia, pase buenos tiempos con tu padre, pero todo se descubriĆ³ pronto...tu madre supo de lo nuestro, curiosamente tomĆ³ el consejo que le habĆ­a dado antes, sobre seguir a Francisco y pillarle con su amante”.

   “Cavaste tu propia tumba Mariana”.

   “Cuando le di el consejo aun no estaba con tu padre”.

   “Y como fue ese momento, que te dijo ella?”.

   “Ella nos pillĆ³ saliendo una vez, y no dijo nada, no quiso un escandalo en la calle…

…luego vino aquĆ­, y en cuanto le abrĆ­ la puerta… me abofeteo!...asi supe que Helena sabĆ­a lo nuestro”.

   “Y que hiciste?, se agarraron de las mechas?”.

   “No, no paso nada mĆ”s, ella me recrimino, y yo solo me resignĆ© a recibir su cachetada y su regaƱo, me merecĆ­a eso y mas...la traicionĆ© y aĆŗn no me lo perdono Alicia”.

   “Y terminaste con PapĆ” por la culpa, supongo”.

   “No, ya la relaciĆ³n entre Francisco y Helena estaba acabada, y yo como toda una sinvergĆ¼enza decidĆ­ continuar con Ć©l…seguimos por un tiempo, hasta que tu padre no me quiso volver a ver”.

   “Y por que fue?, te dio la patada asĆ­ nada mĆ”s?, te cambiĆ³ por otra?, pero si igual ya se veĆ­a con varias, no entiendo”.

   “Yo tampoco lo entiendo todavĆ­a”.

   “Como asĆ­?, explĆ­came!”.

   “Te contare lo que paso. Luego de que tu madre le pidiera el divorcio, debo admitir que me sentĆ­a algo feliz…perdĆ³name, pero si te cuento esto, debo ser sincera en todo”.

   “No importa, tu sinceridad es lo que quiero”.

   “Bien!, yo tampoco me creĆ­a del  todo que Francisco y yo seriamos pareja, Ć©l era muy mujeriego, y debes saber que mientras estuvo conmigo, muy pocas aventuras tuvo, se puede decir que se corrigiĆ³ un poco…
…Claro, eso no era para pensar que lo nuestro serĆ­a algo permanente, pero al terminar separĆ”ndose de tu madre las cosas tenĆ­an algo de futuro para mĆ­ con Ć©l…asĆ­ fuera solo por atracciĆ³n fĆ­sica mutua...
…Pero luego tu padre me hizo saber que no querĆ­a divorciarse de Helena, buscarĆ­a que ella le perdonara… mĆ”s bien lo que hacĆ­a era por ti!, no querĆ­a que crecieras en una familia divorciada”.

   “Y mamĆ” no aceptĆ³ volver con Ć©l”.

   “Cierto!, un dĆ­a me comentĆ³ que intentarĆ­a evitar el divorcio, que esa noche harĆ­a el Ćŗltimo intento con  Helena; Pero al dĆ­a siguiente paso lo que aun no entiendo”.

   “Lo que no entiendes?, dime que es?”.

   “Francisco vino a mi casa a la noche siguiente luego del trabajo, aunque no trabajo ese dĆ­a, en fin, me conto que las cosas con Helena no habĆ­an resultado, le rogĆ³ le perdonase, pero ella no aceptĆ³, tu padre no me quiso dar detalles de lo ocurrido, solo me dijo que las cosas terminaron mal y que tuvieron una discusiĆ³n muy fuerte”.

   “Muy fuerte?”.

   “De hecho -fea-, fue la palabra que uso…-una discusiĆ³n muy fea-, asĆ­ lo dijo”.

   “Y como se relaciona eso a que te terminara?”.

   “Precisamente ese noche fue que todo termino entre nosotros, yo la verdad estaba excitada, hacia dĆ­as que no estĆ”bamos juntos y querĆ­a tener sexo esa noche con Ć©l, pero tu padre estaba distraĆ­do, casi disgustado, no tenĆ­a ganas, creĆ­ que era porque tu madre le rechazĆ³, pero yo querĆ­a estar con Ć©l, asĆ­ que insistĆ­ hasta convencerlo y nos acostamos”.

   “Que le pasaba?, se habĆ­a comportado asĆ­ antes?”.

   “No!, el siempre respondĆ­a a mis insinuaciones, de hecho, pocas veces buscaba yo la intimidad con Ć©l, no tenĆ­a necesidad… porque era Francisco quien con frecuencia me visitaba para acostarnos… y vaya que venĆ­a con ganas!, pero ese dĆ­a estaba extraƱo!”.

   “Tal vez se acostĆ³ antes con otra amante y ya vino contigo… satisfecho”.

   “Es extraƱo oĆ­r a una niƱa como tu hablar asĆ­”.

   “Ya he tenido experiencia en esos temas…tengo novio y tenemos relaciones, ademĆ”s Stella igual, y sĆ© que usted estĆ” enterada”.

   “Si pero no significa que estĆ©n bien estas cosas a sus edades!!, Hump!”.

   “Mejor dejemos el tema ahĆ­ y sĆ­game contando”.

   “La verdad no quisiera contar esto, pero te lo dirĆ©….
… Esa noche las cosas fueron algo… traumĆ”ticas!, veras, a pesar de su falta de entusiasmo en la cama, yo seguĆ­ adelante y Francisco intentĆ³ cumplirme…pero no lo lograba, su miembro si estaba erecto, pero le faltaba fogosidad, Ć­mpetu…
…Y llegĆ³ el momento en que Francisco decidiĆ³ no seguir, y se saliĆ³ de dentro de mĆ­, pero yo querĆ­a mas y no le iba a dejar ir, asĆ­ que yo…”.

   “TĆŗ que?”.

   “Yo…yo agarrĆ© a Francisco de las huevas para que no se levantara!”.

   “Hiciste que?!”.

   “AsĆ­ fue…con la mano lo cogĆ­ del…del escroto!...entre la verga y las huevas!, lo hice para hacerlo bajar!….para que no se me alejara”.

   “Wow…cuidado con eso!”.

   “Cuidado fue lo que no tuve!, Ć©l se sintiĆ³ agarrado de ahĆ­ y me dijo que lo soltara…y siguiĆ³ levantĆ”ndose…entonces yo…yo no querĆ­a dejarlo ir!, asĆ­ que lo agarre mĆ”s abajo…y duro!….yo le…le apretĆ© las huevas!”.

   “Le apretaste los huevos a mi papĆ”?!, te volviste loca?!”.

   “…Y no sĆ³lo eso… hasta tirĆ© un poco de ellas!, lo hice sin pensar… yo no querĆ­a hacerle daƱo!”.

   “Pero se lo hiciste!”.

   “Te juro que yo nunca habĆ­a hecho eso, y se que es una parte muy delicada, pero mi intenciĆ³n sĆ³lo era que no se fuera!, que no dejara de hacĆ©rmelo!, yo jamĆ”s le harĆ­a daƱo a Francisco!,. Y menos ahĆ­”.

   “AhĆ­ es muy delicado para ellos…Y que paso?”

   “Francisco gritĆ³ muy duro, me asuste y enseguida le soltĆ© las huevas. Te juro que no querĆ­a lastimarlo!, crĆ©eme Alicia”.

   “Te creo”.

   “AdemĆ”s, no le apretĆ© tan duro, es la verdad!, no apretĆ© tanto!, pero Francisco se doliĆ³ mucho, del dolor gritaba y gritaba, y se retorcĆ­a en la cama”.

   “Oh Santa madre!...bueno y que hiciste para ayudarlo?”.

   “Al principio nada, estaba impactada, por lo que sucediĆ³, es que su grito hasta me asustĆ³, por un instante creĆ­ que lo habĆ­a matado, no exagero!... te juro que nunca habĆ­a oĆ­do a alguien gritar tan fuerte”.

   “Por Dios mujer!, que le hiciste a mi papĆ”?, pero cuĆ©ntame cĆ³mo estaba el?”.

   “El se quejaba en cama de medio lado, solo se agarraba sus partes, intentĆ© ayudarle, querĆ­a sobarle, lo que fuera necesario!, pero no querĆ­a saber nada de mĆ­, con la mano me alejĆ³…

…Aun hoy me recrimino, porque tuve que apretarle las huevas?, todo pasĆ³ por mi insistencia en hacerlo…lo lastimĆ© mucho…y  cĆ³mo Ć©l las tiene tan…”.

   “Tan quĆ©?”.

   “Mira, tu papĆ”…es un hombre no solo bien dotado del miembro…Ć©l tambiĆ©n tiene las huevas grandes”.

   “Mi papĆ” es HuevĆ³n?”. SabĆ­a eso desde que escuchĆ© a las enfermeras que atendieron a mi padre luego del incidente en el partido de futbol, pero me hice la tonta ante Mariana.

   “Si…es dotado de las huevas, y le cuelgan bastante!; Tu papĆ” las tiene de gran tamaƱo, y por eso le debiĆ³ de doler tanto!…no sabĆ­a que los hombres que las tienen grandes, tambiĆ©n las tienen mĆ”s delicadas!, los hombres con huevas mĆ”s pequeƱas no son tan sensibles….pero yo no sabĆ­a eso, no sabĆ­a que le podĆ­a hacer tanto daƱo”.

   Mariana quedĆ³ en silencio un rato, pareciera que aĆŗn no terminaba de entender lo sucedido aquella noche, aunque sin duda debiĆ³ repasar esa escena una y otra vez, los dĆ­as siguientes; Ahora mis preguntas inquisitivas trajeron a su memoria aquel traumĆ”tico recuerdo…y volvĆ­a a preguntarse lo sucedido. 

   Por mi lado aproveche la pausa y analicĆ© las cosas, su excesivo dolor podrĆ­a ser por lo que dijo papĆ”?…Ć©l mencionĆ³ que mamĆ” le golpeĆ³ las bolas la Ćŗltima vez que intentĆ³ que lo perdonarĆ”…eso debiĆ³ suceder la noche anterior a lo contado por Mariana…por eso le doliĆ³ tanto a papĆ” que ella le apretara las bolas!…mamĆ” una noche atrĆ”s tambiĆ©n le habĆ­a lastimado la hombrĆ­a.

   Pero mamĆ” en la conversaciĆ³n de ayer (que ustedes aun no conocen) no me lo contĆ³ sobre ese “golpe”, se negĆ³ a hablar de ello!, y como ella es terca como una mula, (igual que yo), sabĆ­a que no le sacarĆ­a la verdad…ya intentarĆ© luego saber de sus labios como lastimĆ³ los testĆ­culos de mi padre.

   Reinicie la conversaciĆ³n:

   “No Mariana!, no es porque papĆ” las tenga grandes, fue por otra cosa”.

   “CĆ³mo sabes eso?, que otra cosa?”.

   Aun no estaba segura de mi teorĆ­a, asĆ­ que lo mejor era no decir nada a Mariana, mejor no enredar las cosas.

   “OlvĆ­dalo Mariana, mejor continua…como llegaron a terminar la relaciĆ³n?…PapĆ” te odiĆ³ por joderle las pelotas?”.

   “Yo no le aprete tan duro, te lo vuelvo a decir, pero en fin, PasĆ³ algo cĆ³mo tu dices…
…Yo no entendĆ­ su reaccion, pero desde esa noche, Francisco me vio con odio…y me sentĆ­ rechazada por Ć©l”.

   “Claro como no, le dolio demasiado…no debiste meterte con sus hijitos jajajaja”.

   “Oh no te burles, pero como te dije, no crei lastimarle tanto; PasĆ© un buen tiempo sentada a su lado, y cuando al fin se pudo incorporar, me disculpĆ© con Ć©l, una y mil veces, pero seguia molesto…
…me gritĆ³ muy feo, aun recuerdo lo que dijo”.

   “Y que dijo, dime!”.

   “Dijo: -no me vuelvas a tocar los huevos!, nunca mas!-.lo dijo de una forma que me impactĆ³, senti odio en sus palabras, fue horible oirlo decir eso!”.

   “Por lo menos no se los daƱaste permanentemente, luego tuvo mas hijos”.

   “Si pero creĆ©me que en ese momento pensĆ© lo peor…creĆ­ que se los habĆ­a daƱado”.

   “Y que pasĆ³ luego?”.

   “Finalmente se incorporĆ³, le di unas pastillas para el dolor,y me las dejĆ³ en la cama, le pedĆ­ me dejara sobarselas con una pomada, y no quiso saber nada, Solo se vistiĆ³ y se marchĆ³, de ahi no volvio a visitarme”. 

   “Y dejaste las cosas asi?, no creo”.

   “No!, dejĆ© pasar unos dĆ­as y fui  a su nueva casa… Pero Francisco seguĆ­a molesto”.

   “Que le dijiste?”.

   “Me disculpĆ© de todas las formas posibles!, hasta me molestaba su falta de entendimiento…no era para tanto su enfado..
…Ć©l mismo llegĆ³ a aceptar que habia sido sin intencion de lastimarlo, pero por alguna razon mantenia un enfado hacia mi….y  supe que eso no desaparecerĆ­a en poco tiempo”.

   “Y te terminĆ³”.

   “Si, dias despues me pidiĆ³ nos vieramos en un parque, y me dijo que no iba a seguir conmigo, yo le decia que me perdonara, y el solo dijo que no podĆ­a…que me habia metido con sus huevos, que aun le dolian y que no me perdonaba… Y ya!, no hubo nada que hacer”.

   “Vaya, te dejĆ³ por lo que le hiciste a sus huevos!, nunca hubiera esperado que fuera por eso; La verdad me parece una tonteria…no fue algo permanente y  no fue a proposito”.

   “Eso me decia yo todo el tiempo, pero claro, es Francisco quien tiene las huevas… y es a Ć©l al que le dolieron cuando se las apretĆ©”.

   “Aun asi debiĆ³ perdonarte despues”.

   De repente me sentĆ­ del lado de Mariana, papĆ” no debiĆ³ terminarla asĆ­, de seguro habĆ­a otro motivo oculto, pues si mi deduciĆ³n era correcta, MamĆ” la noche anterior igual le habĆ­a lastimado las pelotas…y hacĆ­a ella no expresĆ³ un enfado para toda la vida.

   “Si Alicia, creo que debiĆ³ hacerlo…pero las cosas en esa epoca asi sucedieron y nada se puede cambiar”.

   “Sabes Mariana, todo lo sucedido empezĆ³ por la infidelidad de mi padre…si no fuera tan instintivo o carnal, no te habria hecho caso, ni a ninguna otra mujer!, seguiria casado con MamĆ””.

   “Pero la verdad no es su culpa!…es de sus huevas!”.

   “CĆ³mo, cĆ³mo?, a que te refieres?”.

   “Una vez vi en la televisiĆ³n, que los hombres con testĆ­culos grandes son mĆ”s infieles!, y teniĆ©ndolos Francisco  de ese tamaƱo… lo dominan!, y Ć©l se deja llevar!”.

   Pero que decĆ­a esta mujer?, Ahora resulta que por papĆ” tener kiwis en lugar de aceitunas, era  inocente de ser infiel?...Pues claro que no!.
   
   “Mariana, sinceramente no creo que se deba al tamaƱo de los huevos de un hombre, y fuese eso asi o no…Ć©l es quien decidiĆ³ dejarse llevar por sus instintos, e iniciar esa vida de mujeriego…Ć©l es culpable!”.

   Al parecer a Mariana no le gusto que hablara mal de papĆ” y enseguiada interrumpiĆ³:

   “Mejor dejemos el tema ahi, te parece Alicia?”.

   Ya estaba satisfecha con lo contado por Mariana, pero restaba algo mas.

   “Espera, quiero saber como te fue con mamĆ”?”.

   “Con ella igual intentĆ© reconciliarme, claro no soy una hipĆ³crita para una vez perdida la relaciĆ³n con tu padre, retomar la amistad con tu madre…no!, pasĆ³ como un aƱo cuando ya intentĆ© recomponer las cosas, aun asĆ­ no funcionĆ³…
…por fortuna nunca metimos la amistad de nuestras hijas en nuestro problema y Stella pudo seguir siendo tu amiga”.

   “Eso si me convino, no me hubiera gustado alejarme de Stella, es mi mejor amiga”.

   “Sabes algo Alicia, es cierto que me interesĆ© en Francisco por su fĆ­sico muy bien formado…”.

   “No solo te gustaban de Ć©l los mĆŗsculos…tambiĆ©n que era un hombre… ENORME, en todo sentido!”.

   “Es cierto, y la intimidad con Francisco era deliciosa…Ah!, como me gustaba tocarle los huevos!…que grandes eran!, y como le colgaban!...
…en fin, pero lo que intento decirte es que dejando de lado los atributos de tu padre, con el tiempo empecĆ© a sentir algo por Ć©l…algo mĆ”s allĆ” del placer fĆ­sico… sinceramente empezaba a amarlo; Alicia, si Francisco no me hubiera alejado, tal vez pudimos haber terminado juntos” .

   “Vaya impresiĆ³n, osea que pudiste ser mi madrastra?”.

   “Ya que lo dices, pudo pasar. Pero las cosas no fueron asĆ­ y me resignĆ©…aceptĆ© Ć©l perder a tu padre”.

   Ya estaba por marcharme pero quise un tiempo para pensar a solas, asĆ­ que le pedĆ­ a Mariana un poco de agua. Al verla alejarse con direcciĆ³n a la cocina, respirĆ© profundo, acomodĆ© mi ideas y analicĆ© las cosas con rapidez…de hecho no fue necesario pensar demasiado; Para cuando regresĆ³, una decisiĆ³n sobre Mariana, ya estaba tomada.

   “Mariana, lo pensĆ©…y no te puedo odiar!, he llegado a esa decisiĆ³n!, te he conocido tanto tiempo, asĆ­ que el saber tu traiciĆ³n con mi padre me genera enfado, pero no lo suficiente para odiarte…ademĆ”s el conocer que llegaste a sentir algo por Ć©l, mĆ”s allĆ” del placer fĆ­sico, me dice que eres una persona que merece seguir gozando de mi amistad”.

   “Oh gracias querida, me alegra mucho saber eso”.

   “Y sabes quĆ©?, ahora no es posible ya que mamĆ” recordĆ³ ayer todo el enfado que sufriĆ³ en aquella Ć©poca, pero cuando pase un tiempo y los odios se hayan aplacado, harĆ© lo posible para que ambas puedan volver a ser amigas”.

   “Oh eso serĆ­a maravilloso Alicia, te lo agradecerĆ­a toda la vida”.

   “No prometo nada, solo digo que lo intentare mĆ”s adelante”.

   “Si, no importa el tiempo…te agradecerĆ© cualquier mediaciĆ³n con Helena, una vez mĆ”s gracias”.

   DecidĆ­ terminar la charla y marcharme, pero cuando me acercaba a la puerta, me dio por informar de algo a Mariana:

   “Mariana, ya que hablamos de ese tema, debes saber que mi papĆ” recibiĆ³ anteayer un golpe en sus partes nobles”.

   “Oh Dios!, estĆ” bien Francisco?, que le pasĆ³?”.

   “Ɖl estĆ” bien, estaba en un partido de fĆŗtbol, y le dieron una patadita en… sus futuros hijos”.

   “Oh pobre Francisco!, debiĆ³ sufrir mucho!”.

   “SufriĆ³, pero no fue tan malo”.

   “Alicia, para Francisco siempre serĆ” malo!, ya te dije, Ć©l tiene las huevas grandes!, para tu padre un golpe ahĆ­ es terrible!, segura que estĆ” bien?”.

   “Segura, hasta lo revisĆ³ el doctor, no te preocupes”.

   “Uff!, gracias al cielo”.

   “Veo que te preocupas aĆŗn mucho por Ć©l, ya no son amantes ni nada, y Ć©l tiene una nueva familia”.

   “Siempre me preocupare por Ć©l, Alicia”.

   Luego de dejar a Mariana, no pude ir a mi casa, tenĆ­a mucho que pensar, asĆ­ que sĆ³lo llegue a un parque y ahĆ­ sentada me sumergĆ­ en pensamientos sin fin.

   La conversaciĆ³n con Mariana fue ayer, me instruyĆ³ muy bien sobre la vida Ć­ntima de mi padre, ademĆ”s quedĆ³ claro que Mariana amĆ³ a mi papĆ”…y en mi opiniĆ³n aun lo ama.

   Pero mi mayor  curiosidad aĆŗn persiste!, cĆ³mo fue que mamĆ” golpeo los testĆ­culos de mi padre?…debiĆ³ ser una escena violenta para que papĆ” estuviese tan dolido la noche siguiente, y casi muriese al ser lastimado en las bolas por Mariana.

   Lo que sigue es conversar nuevamente con mamĆ”, y presionarla hasta que suelte la lengua y me cuente lo que omitiĆ³ en nuestra previa conversaciĆ³n…
…Precisamente ese es el motivo por el que no les contĆ© que me dijo ella sobre hace 8 aƱos, aĆŗn la informaciĆ³n estĆ” incompleta!.

   Cuando sepa todo, ustedes tambiĆ©n lo sabrĆ”n.


ContinuarĆ”…

Gracias 
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

NOTA: EL RELATO “UNA LARGA NOCHE”, CONTINUARƁ POR SEPARADO, ESPEREN EL DESENLACE DE ESA HISTORIA, TAMBIƉN  DE 3 PARTES.


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