Ballbusting entre maduros (8/15) Regalo de Navidad - Las Bolas de Pablo

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20 dic 2016

Ballbusting entre maduros (8/15) Regalo de Navidad



CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Marcos ChacĆ³n estaba de visita aquella noche de diciembre en casa de su amigo RenĆ©, que parecĆ­a estar bajo de Ć”nimos quizĆ”s por las prĆ³ximas fiestas navideƱas.


   El elegante y todavĆ­a atractivo seƱor ChacĆ³n vestĆ­a una ajustada camisa azul, tenĆ­a puesto un saco para protegerse del exquisito frĆ­o que reinaba por aquella Ć©poca y usaba un pantalĆ³n de jeans que como toda su vida remarcaba el obsceno bulto en su entrepierna, con los testĆ­culos tan grandes que parecĆ­an ser arrancados de un toro. Su pija en aquel momento estaba flĆ”cida pero tan viva como la de un jovencillo de 18 aƱos.



   RenĆ© estaba arregostado a un sillĆ³n, vestĆ­a de blanco y su cara fija en el suelo.



   ā€”No sĆ© ā€”decĆ­aā€”, la navidad deberĆ­a ser feliz para mi, o una fecha especial como el consumo la pretende vender, pero a mi ya no me gusta. Por eso no ves ni un adorno aquĆ­.



   ā€”ĀæPor quĆ© no te gusta mi buen amigo RenĆ©? Es una bonita Ć©poca para pretender tener a tu familia unida en casa.



   ā€”Precisamente por eso, Marcos. Por la familia. Yo estarĆ© solo, tu estarĆ”s con todos tus hijos, tu esposa, tus nietos, me acabas de decir que la prĆ³xima semana viajan al campo y vuelven en enero. Odio la noche buena y el 31 de diciembre. Esos dias me acuesto temprano y asĆ­ harĆ© este aƱo. Absolutamente todos ustedes los maduros del grupo se irĆ”n con los suyos.



   Marcos ChacĆ³n tragĆ³ saliva y uniĆ³ las manos sin saber cĆ³mo proceder. Si serĆ­a justo llevarlo con los suyos para las festividades. RĆ”pidamente lo meditĆ³ y determinĆ³ que no era una buena decisiĆ³n. EstĆŗpidamente preguntĆ³:



   ā€”ĀæY dĆ³nde estĆ” tu familia?



   RenĆ© doblĆ³ la boca pero respondiĆ³:



   ā€”Mis padres ya no viven y mi hija se va con su mamĆ” muy lejos de aquĆ­, regresa en enero. No tengo mĆ”s nada quĆ© hacer. DormirĆ© temprano.



   Marcos ChacĆ³n sintiĆ©ndose incĆ³modo con el tema cambiĆ³ el giro de la conversaciĆ³n:



   ā€”ĀæSabĆ­as que Marcel renunciĆ³ a la empresa? Se mudarĆ” a otra regiĆ³n. TambiĆ©n con eso nos abandona en el grupo de los madurosā€¦ cada vez somos menos. Francisco estĆ” feliz con su nueva vida en matrimonio.



   ā€”SĆ­ā€¦ā€¦ā€¦ sĆ³lo quedas tĆŗ con tus huevos de gallina ā€”Marcos sonriĆ³ nervioso cubriĆ©ndose la zona genital con una manoā€”, y quedarĆ” Lisandro con sus huevitos y su pinguita, es un mino rico pero muy penosoā€¦ā€¦ā€¦ a ti y a Ć©l les tengo unas ganas.



   ā€”Jajajaja, esas ganas por siempre quedarĆ”n en ti. Yo serĆ” mejor que me vaya, me deben estar esperando en casa.



   ā€”Aguarda, Marcos. Si te pido un favor, Āælo harĆ­as?



   ā€”ĀæQuĆ©? ā€”preguntĆ³ Marcos doblando el ceƱo y acomodĆ”ndose en el asiento.



   ā€”DĆ©jame hacerte sexo oralā€¦



   ā€”Ā”ĀæQuĆ©?! EstĆ”s loco.



   ā€”Marcos ChacĆ³n no te hagas del rogar, el otro dĆ­a me insinuaste algo de cuando estuvimos bebiendo aquĆ­, lo que pasĆ³ fue que Lisandro te cortĆ³ la inspiraciĆ³n con esa poderosa patada en las bolas.



   Marcos sonriĆ³ y recordĆ³ aquella vez, tambiĆ©n a su mente llegĆ³ la imagen de cuando Ć©l borracho RenĆ© intentĆ³ infructuosamente chuparle el pene.



   ā€”SĆ³lo esta vez, Marcos. Te lo estoy rogando. Nadie se enterarĆ”, eso quedarĆ” encerrado aquĆ­ en estas paredes. Nunca nadie se enterarĆ” de eso. Consideralo un regalo de navidad.



   ā€”No ā€”negaba Marcosā€”, sabes que no soy gay y estoy en este grupo por diversiĆ³n.



ā€”SĆ³lo serĆ” sexo oral, la pasarĆ”s bien. Te harĆ© el mejor sexo oral de tu vida, como un hombre sĆ³lo se lo sabe hacer a otro hombre. No te hagas del rogar. Sabes que todo el aƱo te he tenido unas grandes ganasā€¦ā€¦ā€¦ tienes los cojones que nunca antes habĆ­a visto en un hombre y una polla enorme, uf, Marcos, sĆ³lo esta noche. SerĆ” un secreto.



   Marcos ChacĆ³n tragĆ³ saliva, recordĆ³ todas las veces que RenĆ© torturĆ³ sus huevos.



   ā€”De todos los maduros, eres tĆŗ mi favorito. Jajaja, son tus bolas las ganadoras.



   Marcos sonriĆ³ y se levantĆ³ de la silla, se quedĆ³ inerte de pie y lo invitĆ³:



   ā€”EstĆ” bien, que se quede aquĆ­ y sea un regalo de navidad. Nuestro secreto.



   RenĆ© cambiĆ³ su cara de tristeza con una grata sonrisa. Se acercĆ³ a Marcos y empezĆ³ a besarlo en el cuello, aquel viejo en verdad le gustaba. Sus labios subieron a su cara muy cerca de su boca.



   ā€”No me vayas a besar ā€”negĆ³ Marcosā€”. DedĆ­cate a la verga.



   ā€”Shhhhhh ā€”pidiĆ³ RenĆ© con los ojos cerrados y casi en susurroā€”. Te estoy preparando para que te calientes. Esto lo disfrutarĆ”s como nunca antes.



   RenĆ© le quitĆ³ la chaqueta a Marcos ChacĆ³n y la dejĆ³ caer a un lado del mueble, su respiraciĆ³n se estaba volviendo agitada. Marcos tenĆ­a los ojos cerrados y RenĆ© mirĆ³ su entrepierna, por lo menos su pene debĆ­a estar erecto al juzgar el montĆ­culo en su pantalĆ³n. RenĆ© abriĆ³ la palma de la mano y acariciĆ³ los genitales de Marcos, y sĆ­ que estaba muy erecto. Marcos suspirĆ³.



   RenĆ© dejĆ³ de tocar su pene y despuĆ©s levantĆ³ la camisa de su amigo para sacarsela. A RenĆ© se le hizo agua la boca, allĆ­ estaba el pecho fuerte y lampiƱo de Marcos ChacĆ³n.



   Aquel seƱor de 56 aƱos de edad cuyos huevos eran enormes tenĆ­a tambiĆ©n una anatomĆ­a divina. Dotada de un pecho duro donde provocaba chupar y reposar y de hecho RenĆ© empezĆ³ a lamer todo los pectorales de ChacĆ³n y se metiĆ³ una de sus testillas a la boca arrancĆ”ndole a Marcos un leve gemido. Los bĆ­ceps de Marcos tambiĆ©n eran potentes que le permitĆ­an cargar bloques soportando su peso; y su abdomen dibujaba algunos mĆŗsculos.



   RenĆ© retrocediĆ³ para admirar la belleza masculina de Marcos, querĆ­a disfrutar ese gran regalo adelantado de navidad.



   Marcos se llenĆ³ de miedo, creyĆ³ que le patearĆ­an las bolas.



   ā€”Voy a quitarme el pantalĆ³n ā€”se apresurĆ³ a decir abriĆ©ndose el jeans.



   ā€”Ā”No! ā€”exclamĆ³ RenĆ© acercandose a Ć©lā€”. Deja que yo lo haga. Lo quiero disfrutar.



   Fue RenĆ© quien le desamarrĆ³ el cinturon y le bajo el pantalĆ³n a las piernas, con la boca hecha agua le quitĆ³ la ropa interior. Saltando al aire su miembro erecto, largo y venosos acompaƱado de las huevas mĆ”s grandes del mundo en un hombre productoras de espesa leche nutritiva y sana. RenĆ© se colocĆ³ de cuclillas, frente a ese miembro de macho, lo tomĆ³ entre sus manos, palpando su calor y la erecciĆ³n plena. ProcediĆ³ a engullirlo, con suavidad y firmeza.



   ā€”Ā”Oh! Ā”oh! Ā”oooooooh! ā€”eran los profundos quejidos que exhalaba Marcos ChacĆ³n. RenĆ© levantĆ³ la mirada y vio su rostro lleno de placer, el deportista de tv siguiĆ³ succionando aquella rica verga en su boca.



   RenĆ© liberĆ³ la sonrosada cabeza de hongo retirando el prepucio, lo lamiĆ³ por los lados y por el glande comiendo aquellas pelotitas cremosas con un sabor parecido al queso.



   ā€”Ā”Ohhhhh, ohhhhhh, ohhhhhh!



   RenĆ© se empezaba a sentir entusiasmado de crear esos gemidos en Marcos. Sacaba el miembro de su boca y lo engullĆ­a con mas fuerza. Aquella pija resultaba tibia y suave. RenĆ© la sacĆ³ de su boca y le dio un suave beso, despuĆ©s le hizo una verdadera paja, moviendo la mano izquierda a su alrededor desde la punta hasta la base, alternando con tragadas profundas a su garganta, variando cada vez mĆ”s la velocidad. Los bufidos de Marcos ChacĆ³n indicaban que lo estaba gozando. RenĆ© posĆ³ las manos en sus caderas desnudas y volviĆ³ a concentrarse en su glorioso mete y saca en su cavidad bucal.



   RenĆ© acelerĆ³ el ritmo de la mamada, Marcos lo habĆ­a tomado de la cabeza. Por unos segundos RenĆ© sufriĆ³ de arcadas, pero pudo retomar el ritmo de la follada bucal.



   ā€”Ā”Uff! Ā”ugh! Ā”ugh! ā€”los bufidos y quejidos de Marcos indicaban que ya no podĆ­a aguantar mas, yā€¦ā€”. Ā”Aaaaahhhh! ā€”una fuerte descarga de semen impactĆ³ en la garganta de RenĆ©, seguido tres descargas fuertes mas que llenaron su lengua de aquella rica salsa masculina. RenĆ© continuĆ³ chupando hasta dejar libre de semen aquel miembro. Marcos tenĆ­a el torso sudado, estaba agotado. Su pene pronto se puso flĆ”cido.



   RenĆ© terminĆ³ de tragar la viscoza y caliente sustancia pegajosa cuando se levantĆ³ y acariciĆ³ suavemente el pecho de Marcos, con su otra mano lo tomĆ³ de la barbilla y acercĆ³ su cara a la de Ć©l.



   ā€”No ā€”rompiĆ³ el contacto Marcos al retrocederā€”, no te confundas, te dije que no habrĆ­a beso entre tĆŗ y yo, sĆ³lo esa placentera mamada.



   RenĆ© se sintiĆ³ furioso, unicamente echĆ³ una mirada al cuerpo fuerte y todavĆ­a gracĆ­l de Marcos ChacĆ³n, por aquella respuesta dada por el rechazando un sĆ³lo beso RenĆ© quiso castigarle y enterrĆ³ una palmda en la entrepierna de Marcos. Hundiendose en los testĆ­culos desprotegidos del patriarca ChacĆ³n.



   ā€”Uuuuughhh! ā€”gritĆ³ Marcos con voz ronca cuando el aire se disparĆ³ de sus pulmones. TropezĆ³ hacia atrĆ”s con una mirada de horror, su cara atractiva ahora estaba enmascarada con sorpresa y dolor.



   ā€”Ā”Mis bolas! ā€”jadeĆ³ doblĆ”ndose.



   ā€”ĀæTe doliĆ³, Marcos? Jajaja, sĆ³lo te pedĆ­a un estĆŗpido beso. Nadie mĆ”s lo iba a saber.



   ā€”Ughā€¦ Ā”CARAJO! Te dije que nada de mariconadas.



   ā€”Mariconadas despuĆ©s de yo tragarme tus mecos ā€”se burlĆ³ RenĆ©.



   Como una expresiĆ³n de sĆŗplica Marcos levantĆ³ sus manos para seƱalar una pausa cuando de repente el puƱo de su amigo chocĆ³ en sus colgantes bolas una vez mĆ”s.



   Marcos aullĆ³ y se derrumbĆ³ contra el sofĆ” agarrando su ingle luchando heroicamente contra el dolor.



   RenĆ© guardĆ³ la rabieta, fue a la cocina y entregĆ³ al volver un vaso de agua frĆ­a a Marcos que tragĆ³ suavemente. AcariciĆ³ sus huevos por cinco minutos y despuĆ©s se subiĆ³ el pantalĆ³n.



   ā€”IrĆ© a casa ā€”dijo tranquilamenteā€”. MaƱana te traerĆŖ una torta de navidad.



   Cuando se levantĆ³ del mueble RenĆ© se  lanzĆ³ sobre Ć©l y colocĆ³ ambas manos sobre sus hombrosā€¦



   ā€”Ā”Aaagh! ā€”gritĆ³ Marcos. RenĆ© con toda su fuerza estrellĆ³ la rodilla entre los muslos de su amigo, aplastando los delicados testĆ­culos con su rĆ³tula huesuda. La mandĆ­bula de Marcos se abriĆ³ y se quedĆ³ mirando horrorizado mientras el dolor explotaba desde sus inmensos cojones. Con un aullido agonizante, Marcos echĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s, y llevĆ³ las manos hacia abajo para aliviar sus torturadas pelotas.



   Una vez mĆ”s RenĆ© hundiĆ³ la rodilla en la ingle de Marcos, aplastando sus huevos.



   El duro cuerpo y virĆ­l del hombre se agitĆ³ violentamente hasta que RenĆ© terminĆ³ su tortura.



   Marcos tosiĆ³ profundamente cuando se dejĆ³ caer, con la cabeza inclinada sobre el hombro de RenĆ©. Estaba jadeando y gimiendo con las manos enterradas entre sus piernas protegiendo sus preciosos huevos. RenĆ© se riĆ³ y colocĆ³ las manos en los hombros del arquitecto y lo empujĆ³ con fuerza hasta el sofĆ” donde se desplomĆ³ dĆ©bilmente.



   ā€”DespuĆ©s de todo la navidad no es tan mala ā€”concluĆ­a RenĆ©ā€”, no cuando se es un cascanueces como yo y se tiene a una maquina ponche de crema con buena leche como tĆŗ.

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