Rivales (4/6) Jelqing - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

4 ene 2017

Rivales (4/6) Jelqing

Feliz inicio de aƱo 2017 para todos. Hoy el blog cumple 6 aƱos para ustedes.

Saludos a todos los lectores que semana a semana leen las historias, la mayoria son de EspaƱa (Madrid, Malaga, Valencia, Torrelavega y Aspe) el segundo pais que mas nos lee es Mexico (Ciudad de Mexico, Nuevo Leon y Michoacan) y el tercer pais es Colombia (Bogota, Atlantico y Bolivar). Le siguen Argentina, EEUU, Venezuela y Chile. En general saludos a todos y gracias por leer.

6 aƱos.

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   En aquella primera semana de enero Israel tuvo que abandonar su casa materna y regresar con su padre. Aunque el seƱor Marcos y el resto de su familia todavĆ­a estaban en el campo disfrutando de los Ćŗltimos dĆ­as de vacaciones. Aquel 4 de enero era el dĆ­a del cumpleaƱos de Pablo. Israel habĆ­a usado el celular para comunicarse con Ć©l.




   —¡Feliz cumpleaƱos, hermano! ¿CĆ³mo estĆ”s? —saludaba el dentista—. Una pena que no pude viajar con ustedes, me gustarĆ­a estar allĆ” y respirar aire fresco.



   —Yo te guardarĆ© un poco en una bolsa —bromeĆ³ Pablo a travĆ©s del celular—. Ya la prĆ³xima semana regresamos.

   —¿Cuantos aƱos son?

   —Pocos —riĆ³ Pablo—. 26 no mĆ”s.

   —Uf, ya estĆ”s viejito.

   —SĆ­. ¿Y tĆŗ ya estĆ”s en la casa?

   —SĆ­. Llegue casi hace dos horas, en un rato irĆ© de salida sĆ³lo hace falta que me termine de vestir.

   —¿A dĆ³nde vas?

   —El entrenador Vladimir me contactĆ³ para hablar conmigo.

   —¿Sobre quĆ©? Si en el entrenamiento estĆ”s de vacaciones.

   —SĆ­, pero sĆ³lo me escribiĆ³ diciendo que necesitaba que yo junto a Ć©l evaluara la rapidez de un atleta.

   —Se oye aburrido.

   —Lo sĆ©. Por eso te dejo y seguimos en contacto por whatsapp, quiero pastel, me guardas, jajaja. Saludos a todos, a papĆ”, SimĆ³n, Claudia a todos.

   —EstĆ” bien.

   —AdiĆ³s, ¡Feliz cumpleaƱos!

   Israel culminĆ³ la llamada y dejĆ³ el celular sobre el mueble. CogiĆ³ una franela y un pantalon, posteriormente cogiĆ³ las llaves del auto. BajĆ³ a la planta baja y saliĆ³ de la casa. EmprendiĆ³ la marcha a la oficina del entrenador Vladimir. Verdaderamente desconocĆ­a el por quĆ© lo habĆ­a solicitado para una evaluaciĆ³n pero iba a asistir para saber de quien y para quĆ© se trataba.

   Al llegar al sitio, Israel abandonĆ³ el estacionamiento y se fue directamente a la comoda y espaciosa oficina con aire acondicionado. AllĆ­ tocĆ³ la puerta donde fue recibido con un cĆ”lido abazo del seƱor que le deseĆ³ un feliz aƱo.

   —QuerĆ­a que me ayudaras con una evaluaciĆ³n de rutina, Israel —explicaba haciĆ©ndolo pasar y cerrando con seguro la puerta—. La prĆ³xima semana inicia la nueva jornada de entrenamiento y quiero que mis dos mejores atletas estĆ©n a punto.

   —¿A quĆ© te refieres? —preguntĆ³ Israel ocupando un asiento—. ¿Al pesado de Adam y a mi?

   Vladimir riĆ³ entre dientes.

   —¿Quieres un cafĆ©, amigo? EstĆ” muy bueno.

   —No acostumbro a tomar cafĆ© a media maƱana.

   —Oh, vamos. No lo desprecies. Lo servirĆ©.

   Vladimir saliĆ³ de su puesto en la mesa y buscĆ³ un recipiente en la mesita donde se escuchĆ³ el tintineo de las tazas. Israel se dedicĆ³ a juguetear con unos trofeos sobre la mesa mientras volvĆ­a a preguntar si aquella evaluaciĆ³n se referĆ­a a Adam y a Ć©l.

   —Efectivamente, Israel —afirmĆ³ Vladimir tomando su asiento despuĆ©s de entregar la taza a Israel—. No es la primera vez que lo digo pero Adam y tĆŗ son de mis mejores atletas y la rivalidad de ustedes cada vez se incrementa y eso me gusta.

   Israel riĆ³ mientras bebĆ­a el cafĆ© dulce.

   —¿Y quĆ© quieres, Vladimir. QuĆ© se te antoja ahora?

   —Adam, ya puedes salir.

   —¡¿QuĆ©?! ¿EstĆ” aquĆ­?

   Adam saliĆ³ del interior del baƱo cerrĆ³ la puerta y mirĆ³ al dentista rubio con una sonrisa burlona.

   —Que tengas un feliz aƱo, ChacĆ³n —dijo sin emociĆ³n.

   —Esta vez quiero una competencia tranquila y justa. Quiero que se desnuden y ver quien la tiene mĆ”s grande.

   Israel soltĆ³ una reverenda carcajada. Y preguntĆ³ cuando pudo estar mĆ”s calmado:

   —¿En serio? JAJAJA. ¿Vladimir, lo propones en serio? A caso no sabes que Adam es un pito chico. JAJAJA, JAJAJA, JAJAJA. Ese hombre allĆ­ atrĆ”s tiene un pene de bebĆ©. Mi hijo de 9 aƱos lo tiene mĆ”s grande, jajaja, Adam es dueƱo de un micropene. Ya estĆ” decidido, yo ganĆ©.

   —¿EstĆ”s seguro? —retĆ³ Adam con rencor en su voz.

   —Obviamente que sĆ­ —afirmĆ³ Israel dando la vuelta para encararlo. DespuĆ©s con una sonrisa arrogante se levantĆ³ de su asiento—. ¿Se te olvida que tu ex novia te engaƱo conmigo por tu falta de pene. Yo soy mĆ”s macho que tĆŗ. Recuerda aquella vez que en los baƱos descubrĆ­ tu micropene.

   —Eres un hijo de………

   —Hey, Adam tranquilo —pidiĆ³ Vladimir con voz suave sin moverse de su silla—. Recuerda el nuevo reto. Quiero ver quien la tiene mĆ”s grande.

   —EstĆ” decidido. Soy yo, Israel ChacĆ³n.

   —Yo no estarĆ­a tan seguro —se defendiĆ³ Adam.

   —Yo sĆ­ —afirmĆ³ Israel—. ¿Quieres apostar?

   —¡Jajaja! —se burlĆ³ con satisfacciĆ³n Vladimir—. Esas eran las palabras que yo querĆ­a escuchar. Quiero apostar una patada en las bolas de Israel por el tamaƱo del pene de Adam.

   —¡jajaja! Pan comido —se burlĆ³ Israel.

   Adam apretĆ³ la mandĆ­bula quitĆ”ndose la franela mostrando sus grandes pectorales morenos y carnosos. Se aflojĆ³ los zapatos y seguidamente se abriĆ³ el cinturĆ³n…

   —¿Es un streeptease o va a mostrar su micropene?

   —Shhhh, Israel. Sigue, Adam, que esto se pone bueno.

   Adam se bajĆ³ el jeans quedando en calzoncillo donde se le observaba una gran protuberancia. Israel riĆ³ creyendo que se trataba de un calzĆ³n allĆ­ pero se quedĆ³ estupefacto cuando Adam terminĆ³ de desnudarse, su pene habĆ­a crecido descomunalmente desde la Ćŗltima vez que lo habĆ­a visto. Aquello ya no era un micropene, era el pene grande y moreno del tamaƱo de cualquier hombre.

   —Pero, pero, pero —Israel no conseguĆ­a sacar ninguna palabra—… eso no estaba asĆ­, tu pene era de bebĆ©…

   —Israel cumple con tu apuesta.

   —Pero……… pero………

   Israel lentamente se levantĆ³ del asiento, estaba sorprendido y confundido ante semejante pollĆ³n entre las piernas de Adam que era quien reĆ­a con arrogancia.

   —Esto es una broma —negaba Israel—, no puede ser… —con la cara confusa separĆ³ las piernas.

   Adam trasladĆ³ su desnudo pie hacia atrĆ”s y despuĆ©s lo estrellĆ³ entre las piernas de Israel. Aplastando sus cojones con fuerza en su pelvis. El golpe fue duro e Israel gritĆ³ de dolor y cayĆ³ arrodillado en el piso con ambas manos en los huevos palitantes.

   —Te explicarĆ© que fue lo que le sucediĆ³ a Adam —dijo Vladimir con voz suave—, no pude tolerar que semejante atleta la naturaleza le haya negado buenas proporciones en su cuerpo. Pero claro no todo es perfecto, es buen hombre, excelente atleta pero tenĆ­a un micropene. Me puse a investigar y conocĆ­ a un buen tratamiento al que sometĆ­ a nuestro buen amigo Adam. ¿Cierto?

   Adam afirmĆ³ con la cabeza. Israel no soportaba el dolor y se quedĆ³ de costado en el piso sosteniendo sus testĆ­culos.

   —Me incluĆ­ en un tratamiento efectivo del jelqing que me ayudĆ³ a crecer el pene.

   —¿Adam por quĆ© no le enseƱas a Israel como funciona tu nueva herramienta?

   —SerĆ” todo un placer —afirmĆ³ Adam y asĆ­ empezĆ³ a tocarse el miembro que empezĆ³ a crecer aumentando mĆ”s su excelente tamaƱo.

   Adam empezĆ³ a mover su pene, en medio de su dolor Israel levantĆ³ la cabeza y dirigiĆ³ la mirada hacia Adam que graciosamente estaba parado estĆ”tico mientras hacia que su pene se moviera de arriba hacia abajo solo, despuĆ©s de una risotada el nadador moreno volviĆ³ a jalarse el miembro con una de sus manos.

   Israel continuaba en el piso acariciando sus testĆ­culos que continuaba palpitando del dolor, cerca de Ć©l Vladimir estaba atento para bloquear cualquier ataque sorpresa del dentista.

   Adam habĆ­a cerrado los ojos mientras se dejaba llevar por el excite que recorrĆ­a su cuerpo desde la sonrosada cabeza de su pene.

   Sus bolas se bamboleaban como campanas en el aire mientras movĆ­a su verga entre su mano de arriba a abajo.

   Israel estaba mirando con repulsiĆ³n el glande de Adam que se veĆ­a mĆ”s grande, rosado y grueso. De la boca de Adam salĆ­an pequeƱos gemidos.

   En pocos minutos de la cabeza de la verga de Adam brotĆ³ un chorro espeso y muy blanco de semen que saliĆ³ disparado con fuerza y cayĆ³ sobre Israel. Otro chorrete largo se empegostĆ³ en el abdomen de Adam que empezaba a jadear con sus ojos cerrados.

   Un nuevo hilo grueso de su crema viril saliĆ³ disparada de su verga aterrizando sobre Israel.


 Cuando finalizĆ³ su orgasmo Vladimir le dijo a Adam que se fuera a sentar, el hombre obedeciĆ³ y buscĆ³ una silla donde descansĆ³ y jugueteĆ³ con su pene que todavĆ­a desprendĆ­a pequeƱas babas de semen.

   Vladimir se plantĆ³ ante Israel que continuaba en el suelo con la leche blanca de Adam en la cara y la ropa.

   Se inclinĆ³ ante el rubio y con fuerza le obligĆ³ a retirar las manos protectora de sus huevas, luego con sus manos como pinzas se apoderĆ³ de sus testĆ­culos, apretĆ”ndolos entre sus dedos, retorciendo con fiereza.

   —¡Asssh! —jadeĆ³ Israel ante el dolor que se extendĆ­a desde sus cojones.

   El viejo siguiĆ³ torciendo sus frĆ”giles bolas.

   Israel cerrĆ³ los ojos como para alejar el dolor que se sumergĆ­a desde sus huevos, su respiraciĆ³n se volvia pesada y laboriosa.

   El entrenador continuĆ³ girando los testĆ­culos hinchados del hombre.

   —¡AAAAAAHH! —gritaba Israel con la espalda arqueada.

   Vladimir soltĆ³ de los testĆ­culos a Israel y este se colocĆ³ en posiciĆ³n fetal en el suelo gimiendo dolorosamente mientras se frotaba los huevos con las manos. Vladimir se enderezĆ³ victorioso y dijo con orgullo:

   —Nuestro aƱo comienza con un hombre drogado del orgasmo y con el otro derrotado por sus huevos.                     ¿Tienes ideas para un prĆ³ximo capitulo? Aportala.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages