Sementales (1/5): La prueba - Las Bolas de Pablo

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21 ene 2017

Sementales (1/5): La prueba



CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   «SeƱor Marcial Magallanes por favor presentarse en la sala de descarga 1» era la voz de una mujer llamando desde el altoparlante. «SeƱor Marcial Magallanes por favor presentarse en la sala de descarga 1».

   La empresa Warner C.A. se dedicaba a la produccion de videos y otros servicios de indole sexual. En ella laboraban diferentes hombres a los que se les explotaba su cuerpo para la filmacion de las peliculas y a los que durante un tiempo establecido se les extraĆ­a el semen para evaluar su estado de salud y elaborar diferentes cremas par la salud y virilidad masculina.

   Marcial Magallanes llegĆ³ a la habitaciĆ³n donde se le practicarĆ­a la descarga. Era un lugar de paredes blancas, luces led, una camilla ginecolĆ³gica y una hermosa mesita donde reposaban varios recipientes que recibirĆ­an la pegajosa leche del porno actor que estaba almacenada en sus huevos durante un mes. El semental se veĆ­a impresionante vistiendo solo pantalones al estilo militar. Los hermosos y varoniles rasgos de su cara no mostraba ningĆŗn signo de incomodidad pues se trataba del mejor actor de la industria.

   El delgado tejido de su pantalon se abrazaba a su culo redondo y a sus muslos poderosos revelando cada contorno de su larga virilidad. Su impresionante miembro se dibujaba a a la derecha entre sus muslos sus poderosas bolas productora de leche de la mĆ”s alta calidad estaban allĆ­, colgando como siempre.

   Marcial saludĆ³ al hombre que lo atenderĆ­a con una voz potente mientras flexionaba los abdominales y el pecho. Inevitablemente, estirĆ³ la mano en seƱal de saludo mostrando los bĆ­ceps dotados de mĆŗsculos.

   El hombre que lo atendĆ­a era David, otro de los musculosos trabajadores de Warner que gracias al semen del donante habĆ­a logrado adquirir el cuerpo que tenĆ­a, pues en ocasiones robaba las cremas y pastillas que se elaboraban con su base y las usaba. Se acercĆ³ a Marcial y lo tocĆ³, pasando lentamente la mano sobre el bulto cĆ”lido y esculpido. Marcial cerrĆ³ los ojos y apretĆ³ los dientes. David observĆ³ que la polla flĆ”cida de Marcial comenzaba a pulsar bajo el pantalĆ³n.

   Poco a poco la mano de David llegĆ³ a su angosto pene.

   Marcial jadeĆ³.

   —Parece que este pene ya estĆ” listo para entrar en acciĆ³n —se riĆ³ David. DespuĆ©s trasladĆ³ la mano a sus carnosos testĆ­culos donde los sostuvo con un firme agarre.

   David con la emociĆ³n de su trabajo echĆ³ un vistazo a la entrepierna de Marcial y vio que su verga se tensaba contra el tejido de tela.

   —Y estas pelotas parecen estar a punto de reventar en semen —evaluĆ³ David dejando de tocar con la mano—. Pero antes hay que aflojar, como siempre.

   —Entendido —aceptĆ³ Marcial sin mostrar emociĆ³n alguna de sus carnosos labios.

   David colocĆ³ a Marcial contra la pared con las piernas ligeramente separadas y le dijo que mantuviera las manos detrĆ”s de su cabeza en todo momento.

   David mirĆ³ el fuerte torso de Marcial, en verdad que su cuerpo estaba muy bien marcado de mĆŗsculos. DespuĆ©s colocĆ³ sus manos sobre su bronceado hombro y con un choque resonante estrellĆ³ la rodilla contra su abultada bolsa de bolas, atrapando los dos testĆ­culos carnosos de Marcial en su pelvis.

   Los ojos de Marcial se cruzaron cuando sus bolas fueron aplastadas por el ataque despiadado de David. Con un lamentable gemido su pesado cuerpo se doblĆ³ hacia adelante hasta que su cabeza estaba nivelada con la entrepierna. Estaba jadeando para respirar luchando desesperadamente contra el dolor que soltaba su ingle.

   —¡LevĆ”ntate, Marcial! —ordenĆ³ David  apretando sus poderosos hombros—. Eso fue solo un golpe. Tenemos que obtener tu semen para transformarlo y enviarlo por un pedido para MoscĆŗ.

   La boca de Marcial estaba apretada, treinta segundos despuĆ©s con un rugido decidido se puso de pie con una mano en su muslo mientras la otra sostenĆ­a sus bolas maltratadas. SacudiĆ³ la cabeza con rabia y lentamente quitĆ³ la mano de su entrepierna dejando caer sus bolas de entre las piernas.

   —ConfĆ­o en ti. Se elaborara un crema con tus lotes de leche para los tipos debiles y frios de allĆ” —lo animĆ³ David.

   Marcial respirĆ³ profundamente y levantĆ³ la vista. Entonces de repente gritĆ³ cuando una oleada de dolor surgiĆ³ de sus doloridas bolas. Lentamente se doblĆ³ de nuevo agarrĆ”ndose la ingle. Una vez mĆ”s David lo colocĆ³ firmemente contra la pared y mirĆ³ su rostro rudo pero hermoso. Otra vez la rodilla de David se disparĆ³ contra su entrepierna. Empujando el par de pelotas con fuerza a su pelvis. David sintiĆ³ sobre la rodilla el aplastamiento de aquel par de caramelos fabricantes de leche pura.

   Marcial gritĆ³ fuertemente y agarrĆ³ la gruesa rodilla de David que todavĆ­a estaba aplastando sus Ć³rganos sexuales. DespuĆ©s de unos segundos David bajĆ³ la rodillas y los pesados huevos cayeron entre los muslos de Marcial.

   El hombre se doblĆ³ y rugiĆ³ en agonĆ­a. David lo sujetĆ³ con fuerza y con voz suave le indicĆ³ que lo llevarĆ­a a sentarse. Marcial obedeciĆ³ de manera dĆ³cil y fue trasladado a la camilla, no paraba de gemir y caminaba torcido.

   Marcial se quedĆ³ tranquilo en la cama mientras luchaba contra el dolor punzante de sus huevos de gran tamaƱo. Gritaba cada vez que una oleada de agonĆ­a viajaba a travĆ©s de su cuerpo.

   —PrepararĆ© los utensilios necesarios para la descarga —asegurĆ³ David y se separĆ³ de Marcial que continuaba gimiendo con las manos enterradas en su ingle. El corpulento hombre caminĆ³ a un escritorio blanco donde empezĆ³ a manipular varias piezas de vidrio.

   David se acercĆ³ hasta Marcial, sostenĆ­a un masturbador plateado y un tubo de ensayo. ColocĆ³ sus manos en las caderas de Marcial y suavemente le ayudĆ³ a quitar el pantalon. 


   —Sera mejor que te quites todo.

   Marcial obedecio y los ojos de David vieron su polla medio flacida, morena y con bastantes venas. Abajo, sus testĆ­culos estaban allĆ­ enrojecidos y del tamaƱo de huevos de gallina.

   David cogiĆ³ el pene entre sus manos y lo empezĆ³ a manipular haciendo que creciera con orgullo entre sus dedos. DespuĆ©s colocĆ³ la punta del masturbador en la cabeza rosa de la verga para luego deslizarla en todo el tronco.

   —¡Oooof! —el aire saliĆ³ de los pulmones de Marcial sintiendo que un cosquilleo provenĆ­a de su pene.

   David lanzĆ³ una sonrisa de satisfacciĆ³n.

   Marcial tenĆ­a los ojos cerrados procesando una gran mezcla de dolor y placer. TenĆ­a la mandĆ­bula abierta con un jadeo silencioso.

   Con sĆ³lo mirarlo David sabĆ­a que Marcial se debatĆ­a entre el dolor y el placer. El masturbador se moviĆ³ bombeando en el pene de Marcial pero David lo cogiĆ³ de las bolas y empezĆ³ a masajearlas suavemente. Marcial gimiĆ³ por el ritmo de las manos.

   David sonriĆ³ y agarrĆ³ firmemente el cuello del saco escrotal de Marcial, empujando las grandes huevas al fondo del saco. Marcial por instinto abriĆ³ los ojos como platos y la boca emitiendo una larga queja. Con un suave tirĆ³n y un aullido agĆ³nico de Marcial, David jalĆ³ sus colgantes huevos.

   El gran semental sollozĆ³ y se quedĆ³ con los ojos llenos  de lĆ”grimas.

   El masturbador elĆ©ctrico seguĆ­a bombeando sobre su pene, tragandoselo con lujuria y placer.

   David levantĆ³ el brazo lo mĆ”s alto posible y formĆ³ un puƱo en su mano, que despuĆ©s estrellĆ³ con toda su fuerza sobre las grandes pelotas de Marcial.

   Marcial emitiĆ³ un estruendoso grito con los ojos perdiendo el foco. Seguido se agarrĆ³ las bolas con las manos.

   David volviĆ³ a reĆ­r.

   Acercandose al derrotado hombre extrajo el masturbador de su pene que estaba mojado por el lubricante. Su mano se apoderĆ³ de su fuerte polla, Marcial no tenĆ­a fuerza para moverse entonces los dedos se envolvieron alrededor del miembro y lo acariciĆ³ con la mano.

   AcariciĆ³ con la otra mano los huevos hinchados del porno actor, tan duros y vulnerables. El semental gimiĆ³ dĆ©bilmente. CerrĆ³ los ojos mientras su cuerpo se relajaba dominado por la excitaciĆ³n. De su boca sĆ³lo salĆ­an jadeos con mezcla de dolor, aturdimiento y placer.

   Dando un largo gemido y arqueando la espalda David ya sabĆ­a lo que estaba a punto de venir. SujetĆ³ el tubo de ensayo y esperĆ³ que la polla iniciara a vomitar cada pegote largo, pesado y cremoso de semen.

   Fueron uno, dos, tres hasta nueve tajos de leche que mojaron por completo el tubo empegostandolo completamente. Seguidamente David se apartĆ³ de Marcial y traspasĆ³ el abundante contenido a los envases plĆ”sticos.

   David mirĆ³ a Marcial que seguĆ­a acostado en la camilla con la cara arrugada de dolor acariciando sus gĆ³nadas.

   La habitaciĆ³n olĆ­a en demasia a semen, David se quedĆ³ mirando, aquel zumo blanco serĆ­a transformado a vitaminas para hombres que desearan mejorar su delgado torso a uno marcado con mĆŗsculos en el pecho y abdomen. "Fuerza A" era su nombre en el mercado.

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