CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Jorge ingresó muy temprano al Bar Nautilus, su lugar de trabajo como prostituto o para simplemente satisfacer los ocultos fetiches de sus clientes hombres. Era de estatura alta, guapo y musculoso.
āEl rey del Solid Show hace su entrada triunfal āaseguró.
El Ćŗnico presente en la sala era Carlos, uno de los dueƱos y administradores del sitio que estaba en la esquina del desolado bar usando su celular mientras ocupaba una mesa. Jorge, sonriente dobló los brazos haciendo resaltar los potentes mĆŗsculos de sus bĆceps. Usaba un pantalón marrón que no ocultaba una abultada protuberancia en la zóna genital y una ajustada franela negra.
āLlegaste muy temprano hoy, rey ālo saludó Carlos quitando la mirada de la pantalla del celular tĆ”ctil. En realidad no era el dueƱo del bar pero era el novio de la sobrina de la dueƱa del recinto. Era un hombre corpulento y atractivo que en la temporada anterior fue bailarĆn del show. En aquel momento su robusto cuerpo estaba tapado con ropa.
āSĆ. Ya sabĆa que venĆa con media hora de adelanto. ĀæVerdaderamente no ha llegado nadie mĆ”s a parte de ti, culón?
āSĆ. AllĆ” dentro estĆ” RubĆ©n.
āEs como si hubiera llegado nadie āsonrió burlonamente Jorge.
Carlos le correspondió con una risita.
āIrĆ© a saludarlo y tentarlo con una patada a sus joyas. Ya sĆ”bes lo mucho que las desea. Si quieres acción ya conoces el camino. Aprovecha que estamos RubĆ©n y yo.
āSecreto entre tres no es secreto.
Jorge sonrió y cruzó el local caminando en dirección al pasillo de los camerinos. Abrió la puerta y sus ojos se topacon con el moreno cuerpo de Rubén, un bisexual que era fanÔtico de recibir golpes bajos ya fuera de hombre o mujer, su cuerpo también estaba dotado de músculos y sus piernas eran tan robustas como las de cualquier futbolista profesional pero en aquella hora de la tarde estaba protegidas con un fino pantalon de lino blanco al aire estaba su hermoso y fuerte torso.
āĀæCómo estĆ”s, RubĆ©n? Llegas temprano como siempre.
āEn casa no hago mucho, vengo del gimnasio y me ducho aquĆ.
āĀæYa te baƱaste?
āSĆ.
āQue lĆ”stima. Me hubiera encantado enjabonarte y hacerte recoger el jabón āJorge rió con descaro.
āEres un puto sin remedio.
āTan puto como tĆŗ. Dime algo, Āæalguien te ha dicho que estĆ”s realmente caliente? āpreguntó Jorge con seriedad.
Rubén rió y lo miró a los ojos.
āSĆ me lo dicen con frecuencia.
āTus rasgos son tan varoniles que me gusta ver como arrugas el rostro cuando procesas el dolor de bolas... en verdad me gustarĆa joder tus testĆculos en una sesión ballbusting.
RubĆ©n entornó los ojos mientras una leve sonrisa se cruzaba en su rostro, a Jorge le pareció ver que dentro de su pantalón la polla se le movĆa. Fue RubĆ©n quien habló:
āPodriamos tener un previo.
āĀæUn previo?
āSĆ... una sesión previa de ballbusting. Ensaya conmigo, no sabemos si te corresponde un cliente que quiera que le aprietes las huevas y a mi un cliente que me las quiera romper. ĀæTe gustarĆa ensaya conmigo?
āSerĆa todo un placer.
Rubén abandonó su asiento y se plantó ante Jorge abriendo las piernas y llevando sus manos por encima de su cabeza.
Jorge estiró el brazo y su mano sujetó las grandes bolas del fortachón Roger, apretando tan fuerte como podĆa, sintiendo los mĆŗsculos carnosos deformĆ”ndose en sus manos.
āĀ”AAAAAAAHHHH! āgritó Roger mientras arqueando la espalda y colocando sus manos sobre las muƱecas de Jorgeā. Ā”Mis huevos!
Jorge lo soltó de las pelotas y el guapo bailarĆn se derrumbó de rodillas sosteniendo su entrepierna.
āĀæTan rĆ”pido te rindes, machote? āle preguntó Jorge.
Roger gimió terminando de caer de espalda al suelo, allà gimió como un miserable pero para sorpresa del pervertido Jorge, abrió las piernas y apartó sus manos dejÔndole a merced sus gónadas.
Jorge levantó la pierna dispuesto a pisotearlo... y asà lo hizo, con mucha fuerza.
El grueso y fuerte cuerpo de Roger se contorsionó como serpiente sintiendo que sus testĆculos carnosos eran aplastados bajo la gruesa pierna del fuerte Jorge.
Jorge se echó a reĆr mientras seguĆa aplastando las bolas de Roger, provocando en Ć©l espantosos chillidos atónitos. Cuando apartó el pie, el mĆŗsculoso hombre llevó con dolor sus manos a su entrepierna
āĀ”Oooh! Me duele, Ā”diablos! āse quejaba.
Jorge frotó su paquete que estaba visiblemente hinchado, seguido metió una mano dentro de su ajustada franela y se acarició su guapo pecho dotado de potencia musculosa, frotó sus pezones mientras cerraba los ojos, seguido, se quitó la franela.
Roger seguĆa en el suelo quejĆ”ndose colocandose de costado con ambas manos acariciando sus peludas bolas.
Jorge se quitaba el cinturón para desapojarse del pantalón cuando el abrir de la puerta hizo que su pene se moviera violentamente dentro de su pantalón liberando un chorrito de lĆquido preseminal. Ante la puerta estaba Carlos que se habĆa quitado la ropa y caminaba por el bar usando un apretado calzoncillo azul que se aferraba a su apetitoso miembro y lucĆa sus nalgas perfectamente redondas y carnosas.
āVaya, veo que ya te estĆ”s divirtiendo ādijo cuando su mirada se fijó en RubĆ©n que se revolcaba en el suelo.
āA falta de ti tuve que optar por Ć©l.
āĀæA falta de mi? Je, je. Para eso estoy aquĆ.
-¿Qué dices?
-Vengo para ver si eres lo que profesas. Dame tu mejor golpe en las bolas. Soy un experto y sabrƩ resistirlo.
-Ja, ja, ja. Nadie se resiste a mi āaseguró Jorge.
Carlos penetró a la habitación y se llevó las manos tras la espalda mirando seriamente a Jorge, este rió con sarcasmo y enseguida lo agarró de los anchos hombros y estrelló su rótula contra el pesado par de cojones que colgaban entre sus piernas. Carlos gimió cuando sintió que sus delicados testĆculos fueron golpeados, sintió como si un bate hubiera chocado contra ellos. El dolor subió a su estomago e hizo todo lo posible por no llorar mientras retrocedĆa agarrando su escroto.
āĀ”Mis... pelotas! āsusurró cómicamente.
Su grueso cuerpo colapsó mientras el dolor y la falta de resistencia lo dominaban. SentĆa como si sus bolas hubieran sido pulverizadas por algo muy duro. AsĆ era la rodilla de Jorge (que comenzaba por desnudarse).
āTermina de caer al piso, grandullón āse rió Jorge.
āNo, no me dolió.
āYo creo que sĆ āJorge se quitó la ropa interior caminando en el salón con su pija medio dura y su firme culo al aire.
Cuando Carlos enfocaba la mirada en los testĆculos de Jorge no se percató del poderoso gancho a su huevos que a modo de traición Roger apuntó desde su espalda.
Los ojos de Carlos se cruzaron, su boca se abrió en forma de "O" y cayó al piso meciéndo con ambas manos sus delicadas pelotas.
Jorge se sentó en un mueble riendo con sinceridad. SostenĆa su pija entre las manos que comenzó a frotarla con inspiración iniciando el autoplacer correr por lo mĆ”s bajo de su cuerpo, escuchando y mirando entre tanto a los debilitados machos lloriquear desde el suelo agarrando sus bolas con las manos. Jorge no se detuvo hasta que su semen salió de su pene y mojó el alcolchado sillón. Esa noche prefirió no trabajar en el bar, pues ya se sentĆa satisfecho.
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