Todo sobre mi padre (6/?) - Las Bolas de Pablo

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7 jun 2017

Todo sobre mi padre (6/?)

TODO SOBRE MI PADRE, Historias Anexas 4.
Original: ZATN
Contiene Ballbusting F/M.

   A continuaciĆ³n se expone otra  historia derivada de la saga TODO SOBRE MI PADRE, en donde surge una nueva aventura de Alicia, la hija del terminado matrimonio.

   Leer antes la saga que comprende: “TODO SOBRE MI PADRE” Y “HISTORIAS ANEXAS 3, Historia 5”.

HISTORIA 6.

   Alguien abre los ojos y observa la imagen de la bella Alicia acercĆ”ndose a quien la estĆ” viendo.

   El observante inicialmente veĆ­a borroso, pero pronto el rostro de Alicia le es claro, puede observar como la adolescente mueve los labios mencionando palabras que la persona no alcanza a escuchar, sĆ³lo un instante despuĆ©s alcanza a oĆ­r con normalidad cuando Alicia dice:

   “EstĆ”s bien?...me oyes?”.

   La persona asiente con la cabeza, generando en la chica una sonrisa de alivio.

   Alicia ayuda a levantar a un joven del suelo, ¿QuiĆ©n es aquel que acaba de abrir los ojos?

   …TobĆ­as es su nombre, y Ć©ste apenas logra sentarse, pregunta que le ha pasado.

   Alicia decide contarle:

   “Te desmayaste”.

   “CĆ³mo?... que me sucediĆ³?”. De pronto TobĆ­as se lleva la mano a la entrepierna, disimuladamente se masajea un prominente bulto en esta, pero un intenso dolor se demuestra cada vez mĆ”s intenso.

   “Oh Dios mis…hue…” el joven intenta mantener la compostura frente a la chica, pero el severo dolor no le permite otra acciĆ³n mĆ”s que expresar con fuerza:

   “Oh mis bolas!”.

   Alicia sabĆ­a porque se quejaba, Pero se mostrĆ³ extraƱada de que no recordara

   “Calma… no te acuerdas?...… te pegaron en los huevos, y… te desmayaste TobĆ­as!”.

   Alicia le pide se deje bajar los pantalones, el joven se apena y no quiere dejarse, pero la insistencia de la chica gana.

   Cuando los interiores tipo bĆ³xers descienden Alicia puede ver los testĆ­culos de TobĆ­as inflamados. 


   La chica queda asombrada por el tamaƱo de la hinchazĆ³n.

   “Oh pobre, no pensĆ© que estarĆ­a tan mal la cosa… perdĆ³name…”.

   “Y porque te tengo que perdonar?”.

   “En verdad no recuerdas nada?”.

   Ante la confirmaciĆ³n de TobĆ­as, Alicia se decide a contarle lo sucedido, no sin antes sentirse extraƱada ante esta Ćŗnica situaciĆ³n: TobĆ­as ha tenido un cuadro de amnesia luego de ser golpeado en los testĆ­culos y desmayarse. Lo Ćŗnico similar fue lo ocurrido a su padre cuando le asaltaron, pero su progenitor le contĆ³ (luego de insistencias de la joven) que le inyectaron algĆŗn narcĆ³tico y eso originĆ³ la perdida de recuerdos, pero en TobĆ­as el perder el conocimiento literalmente le causĆ³ la pĆ©rdida de memoria.

   “Yo fui quien te golpeĆ© las bolas”.

   “Me pegaste?, porque?, que hice?”.

   La chica se sincera:

   “La verdad me tocaste la cola, y te metĆ­ un rodillazo en las huevas”. 

   TobĆ­as se disculpa por su acto de falta de respeto, sin estar seguro aun si hizo lo que la chica le dice…pero le pide le informe que sucediĆ³, debe saber todo lo que su memoria ignora.

   AquĆ­ los sucesos que la joven le narra.

   Hace unos dĆ­as, (En los acontecimientos de la Historia 5) Alicia entrenaba en el gimnasio, y un chico de 18 aƱos, que era de su misma escuela, no dejaba de verla…centraba su atenciĆ³n en la pequeƱa pero firme cola de la adolescente; Enojada por un altercado con su novio Eduardo la noche anterior, Alicia le reclama al sujeto por mirarla…le dice atrevido y demĆ”s cosas; El mirĆ³n decide alejarse, pero a distancia mantiene los ojos en la joven.

   DĆ­as despuĆ©s y ya arreglada la discordia de Alicia con su pareja Eduardo, La joven una vez mĆ”s estĆ” ejercitando su bello cuerpo, y el individĆŗo que la miraba de nombre TobĆ­as, una vez mĆ”s la observa.

   Tobias en un joven de 18 aƱos, y estudia en la misma escuela que Alicia, estando en ultimo grado, la chica le conoce sĆ³lo de vista, y desde que la vio entrenando en el gimnasio, el joven ha quedado mĆ”s que interesado en la adolescente…su cuerpo delgado y firme, asĆ­ como su cola, pequeƱa pero bien formada le han generado un deseo por la chica,  y el dĆ­a de hoy se decide a conquistarla como pareja.

   TobĆ­as es bastaste atlĆ©tico y usa su musculatura para atraer chicas, actualmente esta sin novia, pero Alicia serĆ” su nueva pareja…Desde antes conocĆ­a que la chica tiene novio, pero eso no es impedimento para Ć©l…Es un muchacho seguro de sĆ­ mismo y cree que para cuando cierre el gimnasio, la adolescente saldrĆ” con Ć©l.

   El joven se decide a hacer pesas al alcance de la vista de Alicia, la chica no puede dejar de notar como los abultados bĆ­ceps del muchacho se flexionan con el sobreesfuerzo.

   AquĆ­ se da una malinterpretaciĆ³n por parte del varĆ³n quien sabe que ha llamado la atenciĆ³n de Alicia, pero en realidad esta compara el fĆ­sico musculado de hombre frente a ella, con el de su padre Francisco; La joven analiza los cuerpos y decide:

   Es musculoso, pero mi padre lo es mucho mĆ”s.

   A continuaciĆ³n la rutina de Alicia se centra en entrenar su cola, lo que enloquece a TobĆ­as, quien no tarda en plantarle conversaciĆ³n, no sin dejar de presumir su fĆ­sico ante la joven.

   Luego de presentaciones y charla corta, Alicia se entera que Ć©l intenta llegar a algo con ella, TobĆ­as es bastante directo, y errĆ³neamente cree que ya tiene ganando terreno con ella.
La chica decide dejar que piense lo que Ć©l quiera y trata de cortar la situaciĆ³n.

   Es musculoso, y eso lo hace atractivo…y en realidad lo es, pero parece que las cosas se estĆ”n yendo mĆ”s allĆ”, pero mal para Ć©l,  yo tengo a Eduardo y no hay posibilidades de nada con nadie.

   Cansada de la insistencia de TobĆ­as, Alicia decide alejarse e ir a un sitio privado, el Ć”rea de entrenamiento de defensa personal, es perfecto para aislarse.

   El lugar le fue enseƱado por un entrenador cuando ella le pidiĆ³ asistencia en la prĆ”ctica de patada frontal a la ingle…es una habitaciĆ³n alejada, y restringida para los que usan el gimnasio regular.

   La joven luego de un rato de instalada en el nuevo sitio, se asusta al ver que TobĆ­as le ha seguido

   “Que haces aquĆ­!, vete!”.

   “Calma, solo quiero conocerte mejor…aquĆ­ es mĆ”s privado y es mĆ”s fĆ”cil charlar”.

   “Charlar…no solo eso es lo que buscas, conozco a los tipos de tu clase”.

   “De mi clase?”.

   “Si, fanfarrones y que solo buscan el fĆ­sico en una chica!”.

   “Oh vamos no niegues que te gustĆ³ verme hacer flexiones”.

   “Mira mejor vete, no quiero conocerte mejor!”.

   Decidido y confiado en que Alicia le corresponde en algo, se lanza en su insinuaciĆ³n de formas mĆ”s grotesca.

   “Vamos, sĆ© que si quieres, porque no nos conocemos mejor en los vestidores…si me entiendes cariƱo?”.

   “Estas loco, pervertido!”.

   “O aquĆ­ mismo, veo que te gustan los lugares mĆ”s solitarios”.

   Alicia no contesta y le da la espalda para volver al Ć”rea pĆŗblica del gimnasio, en ese instante TobĆ­as le ve la retaguardia pasar a centĆ­metros de su mano y saboreĆ”ndose, le toca la cola a Alicia.

   La chica se escandaliza y enfada ante el acto pervertido, se voltea, observando la sonrisa en labios de TobĆ­as y se lanza contra Ć©ste para vengarse.

   Le grita “PatĆ”n!”, mientras le toma de los hombros y le entierra un fortĆ­simo rodillazo en los testĆ­culos; El golpe dado con toda su rabia y fuerzas, empuja la pelvis de TobĆ­as hacĆ­a atrĆ”s, mientras sus cojones se estrellan contra su hueso pĆŗbico.

   Mientras la rodilla se aleja, las bolas del acuerpado muchacho rebotan violentamente regresando a su colgante posiciĆ³n inicial.

   La chica enfadadĆ­sima se queda a un metro del aporreado chico, presta a observar cada reacciĆ³n de este; En esta ocasiĆ³n para nada sintiĆ³ la excitaciĆ³n de golpear bajo, como con su novio Eduardo…AquĆ­ es fĆ­sica furia la que le invade ante la falta de respeto.

   Alicia se sorprende al ver como TobĆ­as aprieta los ojos, y los dientes, casi queriendo asimilar el dolor, a la vez que se toma la frente con una mano y con la otra se cubre su adolorida regiĆ³n inguinal.

   Seguidamente abre los ojos, completamente cruzados, y emite un “Oooohhhhhhhhhhhhhh!!”, casi silencioso.

   Finalmente las pupilas del hombre se pierden hacia atrĆ”s y el chico cae de espaldas, cuan musculoso es!.

   TobĆ­as se ha desmayado!... Alicia ha dejado desmayado al musculado TobĆ­as!.

   Terminado el recuento TobĆ­as no puede dejar la cara de asombro… Alicia concluye con lo Ćŗltimo sucedido:

   “…Y la verdad me asustĆ© cuando te desmayaste…lo que hice fue recostarte y rezar para que despertaras, creo que debĆ­ buscar ayuda, pero debo decirte que no supe que hacer…tuve miedo por haberte lastimado tan fuerte”.

   “En realidad sucediĆ³ eso?”.

   “Si y la verdad ya no te guardo rencor…me aliviĆ© cuando comenzaste a reaccionar…lo lamento tanto”.

   “Y cuĆ”nto tiempo estuve aquĆ­?…nadie se dio cuenta de lo que me pasĆ³?”.

   “No, nadie aparece por aquĆ­ atrĆ”s…y la verdad no se cuento tiempo pasĆ³, pero creo que fueron unos 20 minutos…algo asĆ­, pero de la preocupaciĆ³n me parecieron horas”.

   “PerdĆ³name por faltarte al respeto, no debĆ­ cogerte la cola”.

   “Soy yo la que se debe disculpar…me excedĆ­ pegĆ”ndote en las bolas…nunca pensĆ© que perderĆ­as el conocimiento…perdĆ³n”.

   TobĆ­as decidiĆ³ que lo mejor eran disculpas simultĆ”neas.

   De pronto el dolor se hizo mĆ”s intenso y el muchacho que se habĆ­a subido los bĆ³xers, se los volviĆ³ a bajar, Alicia al ver nuevamente los inflamados testĆ­culos de su agredido, le pidiĆ³ ir al mĆ©dico, ella le llevarĆ”.

   “No te preocupes, estarĆ© bien”.

   “Como puedes decir eso…mira lo hinchados que estĆ”n…perdĆ³name por favor!”.

   “CĆ”lmate, se me pasarĆ”…a mi hermano mayor una vez se los pusieron asĆ­ y al dĆ­a siguiente ya estaba mucho mejor”.

   “En serio?, le pegaron fuerte?”.

   “Si, pero no fue una chica haciĆ©ndose respetar, Jajaja, fue durante un robo, se resistiĆ³ y peleando contra el ladrĆ³n, recibiĆ³ una patada”.

   “Pobre”.

   “Si pobre de Ć©l, y la verdad se le pusieron tan infladas como me las has puesto tu…pero sabes que, ya se me esta pasando un poco el dolor….si supieras lo que duele…Oh Dios!”.

   “En serio?”.

   “Claro que no…todavĆ­a duelen cĆ³mo el infierno Ouch!”. El joven se agarrĆ³ con mĆ”s ahĆ­nco las infladas bolas.


   “Una vez mĆ”s lo siento, pero sabes algo, la verdad eres muy vulnerable allĆ­ entre las piernas”

   “A todos los hombres nos duele mucho ahĆ­”.

   “Pero eres el primero que veo desmayarse de un golpe ahĆ­…En verdad las tuyas son muy delicadas TobĆ­as”.

   “Sabes…Tal vez es por ser mi primera vez”.

   “Como asĆ­?”.

   “Es la primera vez que me pegan duro en las huevas en mis 18 aƱos de vida”.

   “Es en serio?”.

   “No se bromea con algo tan delicado”.

   "Entonces nunca te han dado ahĆ­?, ni siquiera algĆŗn balonazo en las pelotas, Mira que esos accidentes pasan".

   "Pero no me ha tocado por fortuna".

   "Pues haz tenido suerte, porque te cuento que de mi salĆ³n de clases he visto a un par de chicos quedar tirados en la cancha, y literalmente sin aire, despuĆ©s de un balonazo en los huevos".

   "Es terrible un balonazo, pero siempre me trato de cuidar ahĆ­...mĆ”s aĆŗn despuĆ©s de lo que le sucediĆ³ a mi hermano; Ja!, y quiĆ©n dirĆ­a que me desmayarĆ­a, siempre pensĆ© que podrĆ­a soportar el dolor de un golpe bajo”.

   “Obviamente eres mucho mĆ”s sensible de lo que creĆ­as”.

   “Vaya…y resulto ser una chica!, rayos!”.

   “Y eso es un problema para ti?”

   “Algo asĆ­…Eh, mira sĆ³lo olvida que dije eso Ćŗltimo”.

   “Ah ya entiendo!, hubieras preferido que fuera otro hombre quien te noqueara y no una mujer; Ustedes y su machismo!…bueno no puedo hacer nada con respecto a eso…sĆ³lo que deberĆ”s aceptar que fue una chica quien te dio tu primer golpe bajo…y te dejĆ³ sin sentido”.

   El recordarle eso, apenĆ³ a TobĆ­as, quien se arrepintiĆ³ de incluir el tema de gĆ©nero y machismo.

   Alicia tomĆ³ las cosas con gracia: “Pero por lo menos tienes el consuelo de que tĆŗ te  buscaste todo lo que te pasĆ³, Jajaja”.

   “Jajaja, vaya consuelo!…Y con respecto a eso….sĆ© que te falte al respeto, pero no pudiste pegarme en otra parte?…tengo estĆ³mago y mentĆ³n sabĆ­as?...y que pasĆ³ con la tradicional cachetada…hubiera preferido eso mil veces”.

   “Pues te metiste con la chica equivocada, porque no soy dada a pelear muy limpio, yo sĆ³lo pego en donde mi rival es dĆ©bil…. Y siempre apuntarĆ© a esas debilidades…despuĆ©s de todo es lo mĆ”s inteligente que puede hacer una mujer, no crees?”

   “Si tĆŗ lo dices…Aaauch!”.

   Alicia se sentĆ­a terrible al escuchar cada quejido del joven y se decidiĆ³ a hacer algo; El chico continuĆ³ con la charla, cuando de pronto la adolescente se acercĆ³ mĆ”s al sentado varĆ³n, y extendiendo los dedos, tocĆ³ las protectoras manos de TobĆ­as, quien se sorprendiĆ³ con la intrusiĆ³n

   “Que haces?”.

   “DĆ©jame atenderte…me siento culpable, por favor!”.

   “Pero no tienes que hacer nada”.

   Las palabras no son oĆ­das por Alicia quien con suavidad le hace separar las manos y le toca el pene en reposo.

   TobĆ­as no sabe quĆ© hacer, simplemente es un espectador, mientras la adolescente le acaricia el miembro; Cuando estĆ” por preguntarle que estĆ”  haciendo, queda boquiabierto al Alicia inclinarse ante su entrepierna y empezar a chuparle el pene, que ya estaba erectandose con las caricias femeninas.

   Cuando por fin pudo decir: “Que haces Alicia!”. La joven interrumpiĆ³ un instante el movimiento de labios y lengua para responder. “Es mi forma de compensarte por lastimarte tan grave”.

   “Esto no es necesario…no estas obligada a….UUUhhhhh que ricoooo!!”.

   “Me pides que deje de hacerlo?”. Un nuevo “UUUhhh”, por parte de TobĆ­as y la chica respondiĆ³: “Si…supongo que eso significa que no te opones”.

   Alicia tenĆ­a algo de prĆ”ctica en sexo oral con su novio Eduardo, pero la frecuencia de hacĆ©rselo prĆ”cticamente habĆ­a sido cero desde que la nueva practica del Ballbusting tomĆ³ un lugar especial en su vida Ć­ntima.

   TobĆ­as gozaba con la habilidad lingual de Alicia, alrededor de su glande y frenillo, sin mencionar los refrescantes lengĆ¼etazos que la chica ocasionalmente daba  a sus inflamados testĆ­culos.

   Alicia en su rutina analiza el miembro viril de TobĆ­as.

   Lo tiene de buen tamaƱo, es casi igual al de Eduardo, y eso lo hace bien dotado….pero con las bolas hinchadas no sĆ© de quĆ© tamaƱo las tendrĆ”… supongo que serĆ”n medianas como todos.

   “Alicia, por favor quĆ­tate la ropa”.

   La peticiĆ³n de TobĆ­as dejĆ³ frĆ­a a la chica que detuvo su rutina y debiĆ³ decir lo que desde el inicio tuvo que aclararle.

   “Mira TobĆ­as no malinterpretes las cosas!, sĆ³lo te la chuparĆ©, no irĆ© mĆ”s allĆ”…entre tĆŗ y yo no habrĆ” nada… tengo novio y estoy firme con Ć©l!”.

   El chico esperaba esa respuesta, mas su peticiĆ³n inicial iba en un sentido menos amplio.

   “Se bien eso, y no me refiero a sexo…sĆ³lo te pido que me dejes verte mejor, por favor tĆŗ me has visto todo, dĆ©jame darte una mirada”

   Ante la cara seria de Alicia, el chico buscĆ³ negociar:

   “Entonces que sĆ³lo sea en ropa interior, dĆ©jame verte asĆ­…oh vamos Alicia complĆ”ceme un poquito mĆ”s…acepta por favor”.

   La adolescente lo pensĆ³ rĆ”pidamente y se comenzĆ³  a desvestir…TobĆ­as quedĆ³ boquiabierto y se empezĆ³ a pajear, viendo a la muchacha quedar en la diminuta ropa interior negra que llevaba debajo.

   “Eres muy linda…y vaya ropita sexy que usas”.

   Tras el halago Alicia volviĆ³ a inclinarse y reemplazĆ³ la mano masturbadora de TobĆ­as con su pequeƱa boca.

   Y asĆ­ se reiniciĆ³ la terapia oral que fascinĆ³ al hombre.

   Pasaron unos largos minutos y el pene de TobĆ­as anunciĆ³ la inmediatez de la eyaculaciĆ³n, Alicia retirĆ³ la boca justo a tiempo para dejar pasar una gran descarga de semen espeso y caliente que era expelido de la uretra masculina. El joven hacĆ­a mucho no sentĆ­a una corrida tan placentera…despuĆ©s de todo la mamada se la habĆ­a dado una chica que deseaba demasiado; Ni siquiera le pidiĆ³ que recibiera su leche en la boca…eso era mucho pedir para ser la primera vez y tras la dificultad para que se desvistiera, pedirme algo mĆ”s podrĆ­a haber enojado a la joven. 

   En medio de los jadeos por la excitaciĆ³n y placer, el chico le agradece:

   “Gracias, nunca me la habĆ­an chupado tan delicioso…y sabes que….hasta siento mejorĆ­a en las bolas”.

   “Venirte te aliviĆ³…en serio?, eso no lo esperaba”.

   Luego de terminar de jadear, TobĆ­as se queda viendo al techo; Alicia que denotaba el regreso de la flacidez al pene del muchacho le sube los bĆ³xers. El ver al joven pensativo, genera en la adolescente la duda de si se encuentra bien, a lo que el varĆ³n le responde afirmativamente:

   “Estoy bien, pero ahora recuerdo todo lo que pasĆ³…la memoria me acaba de regresar”.

   Alicia se alegra y dadas la mejor condiciĆ³n mental y fĆ­sica del chico le propone levantarse, a lo que este accede con una sonrisa.

   Ahora incorporado quedan frente a frente, Ć©l con sus abultadĆ­simos bĆ³xer y la adolescente con su diminuta ropa interior…Por instinto TobĆ­as la sostiene de su delicada cadera y trasero, y se queda viĆ©ndole el rostro...es un momento eterno e incĆ³modo para Alicia quien con las manos le toca el cuello, sabiendo en que piensa TobĆ­as. 

   “TobĆ­as…no!”.

   “No quĆ©, Alicia?”.

   “Basta, no me dejarĆ© seducir…no insistas”.

   TobĆ­as agarrĆ³ con firmeza la cola de Alicia no queriendo dejarla ir jamĆ”s. TenĆ­a sus argumentos y los expresĆ³:

   “Me la acabas de chupar Alicia”.

   “Ya te dije porque lo hice, no malinterpretes”.

   “Eso dices tĆŗ, pero sĆ© que te gusto…admĆ­telo!...me la chupaste con gusto…lo disfrutaste tanto cĆ³mo yo”.

   “Eso no es cierto”

   El agarre del varĆ³n se hizo mĆ”s fuerte, impidiendo a la adolescente retirase de en  frente suyo.

   “SuĆ©ltame…dĆ©jame ir”.

   “Y si no quiero?…y si he decidido que no te dejarĆ© salir de esta sala hasta que te acuestes conmigo”.

   “Eso no puede pasar”.

   “TendrĆ” que pasar, porque no saldrĆ”s de aquĆ­”.

   “Por favor, no me obligues a…”.

   “A quĆ©?... a lastimarme?, me pegarĆ”s de nuevo en las bolas?”.

   “No quisiera”.

   “Lo harĆ­as?, te atreverĆ­a a golpeĆ”rmelas de nuevo?…porque me volverĆ­as a dejar desmayado….me las golpearĆ­as otra vez?”.

   “Lo hare si me obligas”.

   Alicia estaba desesperada por el rumbo que tomaban las cosas…

   “Vamos!, golpĆ©amelas!, Hazlo porque es la Ćŗnica forma de que te deje ir!…vamos….golpĆ©ame las bolas!, dĆ©jame inconsciente y escapa antes de que despierte…hazlo!!...HAZLO!!”.

   La adolescente no podĆ­a dejar de mirar la hinchada entrepierna del muchacho….intentando decidir si darle allĆ­ un golpe de rodilla o no…no habĆ­a obstĆ”culos!, TobĆ­as la invitaba a hacerlo… le serĆ­a sumamente fĆ”cil!.

   Pero como pocas veces, la adolescente se comportĆ³ de forma adulta. 

   Alicia le dio una fuerte bofetada, haciendo que TobĆ­as la soltase y diese un paso atrĆ”s de la sorpresa.

   “BASTA!!!, deja de decir estupideces!…los tienes inflamados, y por eso nunca te los golpearĆ­a…no te causarĆ© un daƱo permanente!; Y no me engaƱas, se bien que jamĆ”s me obligarĆ­as a algo, asĆ­ que no tienes mĆ”s alternativa que dejarme ir….AcĆ©ptalo TobĆ­as!, quiero a otro hombre!, y quiero serle fiel!….no puede haber nada entre nosotros…y no hay nada mĆ”s que decir!”.

   TobĆ­as bajĆ³ la cabeza resignado, mientras Alicia se comenzĆ³ a vestir.

   Cuando ya estaba vestida, se acercĆ³ al cabizbajo chico, quien ante la inminente despedida, la vio a los ojos y le dijo:

   “CĆ³mo harĆ© para olvidarte Alicia?”.

   La chica sonriĆ³ y expresĆ³:

   “Eso no lo sĆ©, pero si quieres, te puedo presentar algunas amigas…mĆ”s de una si me lo pides”. 

   TobĆ­as se animĆ³ y le sonriĆ³.

   Por Ćŗltimo Alicia le palpĆ³ con suavidad el pronunciado bulto genital:

   “Que te mejores pronto, adiĆ³s…”.

   La chica abandonĆ³ la habitaciĆ³n y el gimnasio.

   Alicia habĆ­a experimentado ese dĆ­a otro aspecto de los testĆ­culos, ya conocĆ­a la resistencia testicular masculina, en nombre de su novio Eduardo, Ahora por primera vez atestiguaba la extrema debilidad de las pelotas…Un chico que se desmayaba con un golpe bajo.

   Sin ninguna duda Alicia quedo gustosa con la experiencia, AdemĆ”s de intrigada por la peculiar Amnesia de TobĆ­as…Que reacciĆ³n mĆ”s extraƱa la de ese chico!.

   Pero por otro lado, la adolescente debiĆ³ admitir que por un instante se vio tentada a entregĆ”rsele, sobre todo viendo su fornido y masculino cuerpo, pero la fidelidad con Eduardo se impuso!, pudo ser como su padre….Un hombre de varias mujeres, Y ella siendo entonces una mujer de varios hombres, pero parece que el lado fiel ganĆ³…es el lado heredado de su madre… y seguirĆ” defendiendo ese lado.

   Por la noche de ese dĆ­a se citĆ³ con Eduardo e hizo el amor con Ć©l, de esa forma  desahogĆ³ la pasiĆ³n reprimida que sintiĆ³ en los momentos Ć­ntimos con TobĆ­as.
  
Fin.

Gracias
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

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