HISTORIAS DE LA MITOLOGIA
Diversos relatos basados en la mitologĆa griega, agregĆ”ndoles el necesario y siempre esperado contenido Ballbusting, tanto F/M como M/M.
LA MALDICION DEL REY MINOS, La cura de Procris.
Contiene Ballbusting MUJER/HOMBRE.
Leer antes HISTORIAS DE LA MITOLOGIA 4, LA MALDICION DEL REY MINOS, La venganza de PasĆfae.
Minos fue un semi legendario rey de la isla de Creta, que aparece en una multitud de historias mitológicas. Pero uno de los sucesos mÔs relevantes en su vida, narra la terrible maldición que padeció, la cual trajo una horrible muerte a personas cercanas al rey. Aquà se explica cómo el Rey logró liberarse de este mal.
Minos se hallaba maldito!, el hechizo lanzado a sus testĆculos por la reina y esposa PasĆfae, le habĆa dejado sin poder tener compaƱĆa femenina; Varias mujeres habĆan muerto en el lecho del rey, bajo los terribles venenos de cientos de criaturas rastreras que emergĆan de su miembro al eyacular.
Los intentos por librarse del embrujo fracasan, pues hechiceros, curanderos y brujas, son incapaces de romper la maldición hecha por la terrible diosa/maga Circe, a la vez hermana de PasĆfae.
Meses pasan desde el último y fracasado intento por copular con fémina alguna, cuando llega a la isla de Creta una hermosa y decidida mujer llamada Procris.
Procris era hija de Erecteo, rey de Atenas y su esposa Praxitea. Se casó con CĆ©falo, quien era un famoso cazador y enseñó mucho a su mujer, con quien compartĆa las jornadas de cacerĆa.
Un dĆa su marido desapareció sin dejar rastro, y la triste Procris tras esperarle por un largo tiempo, se dedicó a viajar por el mundo griego, ejerciendo la cacerĆa como sustento y a la vez como Ćŗnica pasión luego de quedarse sola; Sus mĆŗltiples viajes la llevaron ahora a Creta.
En Creta atrajo de inmediato la atención de Minos quien tambiĆ©n era un hĆ”bil cazador, Procris decidida a aumentar su fama, retó al rey cretense a una cacerĆa; Quien perdiese reconocerĆa al oponente como el mejor cazador, ademĆ”s de un premio.
Minos no quiso aceptar pues creĆa que la mujer estarĆa en desventaja contra un varón, pero Procris ofreció yacer en la cama del rey si era vencida; La cazadora no era ingenua y conocĆa los pormenores de la maldición que el rey sufrĆa⦠sin duda acostarse con Ć©l era igual a la muerte⦠Pero estaba tan segura de sus talentos en la caza que no esperaba perder.
Minos no deseaba la muerte de la joven Procris, pero si ella sabiendo a que se arriesgaba apostaba su vida, quien era el para negĆ”rselo; AdemĆ”s estaba desesperado por sexo y la bella Procris era una tentación que no pudo resistirā¦.se acostarĆa con ella, asĆ muriese la mujer.
La cacerĆa se efectuó, y a pesar de los talentos de la mujer, Minos venció; De lo que no estaba enterada Procris era de las herramientas usadas por el rey:
LĆ©lape un perro que jamĆ”s dejaba escapar a la presa, y una magnĆfica lanza que nunca erraba su blanco; Tales dones le fueron dados por su padre el Dios Zeus a Europa (la madre de Minos) como regalos, y el rey de Creta siendo el mayor de los hijos, los heredó.
Con tales ventajas Procris no tuvo oportunidad, pero ella habĆa comprometido su palabra y debĆa cumplir con la apuesta, aunque le esperara la muerte.
Para su fortuna Procris es muy astuta, e idea una estratagema para cumplir su palabra y a la vez salir con vida del lecho del rey.
Ya en el Ćntimo lugar, los participantes se desnudan y yacen en la cama, feliz Minos se acuesta sobre ella y la penetra con gran pasión!, Su duro y desesperado pene ingresa al coƱo de la mujer, teniendo una extraƱa e inesperada resistencia.
Minos siente algo extraƱo en su glande, la vagina de Procris es diferente a la de cualquier mujer con la que ha estado, es muy cĆ”lida y de paredes mĆ”s que gruesas⦠AdemĆ”s a pesar de estar lubricada, percibe rugosidades que jamĆ”s habĆa sentido; Pero al rey no le importa, sigue penetrĆ”ndola, y comienza a embestir a la fĆ©mina con gran potencia y ansias de goce.
Procris goza su potencialmente Ćŗltimo encuentro sexual, pero no se ve atemorizada con la inminente muerte, su faz es de tranquilidad, casi de complacencia.
Es cierto que si bien estƔ cumpliendo con una promesa, le es muy grato tener relaciones sexuales con el hijo de Zeus, es un gran honor y planea disfrutarlo al mƔximo.
Minos desearĆa no eyacular en ella, no desea su muerte, pero sus instintos carnales masculinos no le permiten detenerseā¦eyacularĆ” y asĆ terminara su pasión! lamentablemente tambiĆ©n terminarĆ” la vida de la cazadora.
Cuando eyacula, el chorro potente de esperma logra el Ʃxtasis en la mujer que si bien no llega al orgasmo, si se siente satisfecha.
Minos percibe como junto a su semen van serpientes diminutas, junto a animales de múltiples y pequeñas patas.
Procris en ese instante se muestra muy móvil y presta a realizar algo con suma premura, El rey la observa meterse los dedos en su vagina y extraerse algo del interiorā¦.Minos sabe que fue lo que le introdujo, y que las perversas criaturas le ocasionaran su fin, aunque ella intente sacĆ”rselas.
El rey queda estupefacto al ver lo que la cazadora se extrae⦠¿Acaso se arrancó la vagina?, pues es algo largo y entero, y parece contener a las criaturas que acaba de eyacularle. Lo que fuese esa cosa, Procris lo intenta alejar de sĆ.
Con sorpresa para el monarca cretense, la astuta Procris se extrae algo que no es suyo⦠y lo arroja muy lejos por la ventana, segundos antes de que aquello sea roto por las criaturas ponzoƱosas, que se esparcen por los alrededores, pero no alcanzan a la mujer que debĆa ser su vĆctima. La cazadora explica cómo se ha salvado!.
La mujer ha usado la vejiga de una oveja, y se la introdujo en su propio coño, Procris ha inventado el preservativo femenino!, De esa manera, depositando el contenido peligroso de la eyaculación de Minos en la vejiga, pudo tener el tiempo y distancia suficientes para salvar su vida.
La mujer ha sobrevivido gracias a su astucia!, Y su truco si bien traĆa un gran riesgo, (pues se debe usar en el momento justo y contar con una dosis de suerte), puede ser usado por Minos para reactivar su vida sexual.
El rey impresionado felicita a la mujer, quien le confiesa que hay una desventaja para ellaā¦Con la vejiga dentro no puede sentir igual el pene del varón, y eso no es lo que una mujer anhela, sobre todo si se acuesta con un semental como el hijo de Zeus. Por ese motivo no llegó al orgasmo el dĆa de hoy⦠Porque de estar en normalidad de condiciones de seguro Minos la hubiera llevado al mayor Ć©xtasis del sexo.
Por supuesto el disfrute de la dama no es prioridad para el desesperado y necesitado de contacto monarca, quien algo satisfecho le propone regalos a cambio de quedarse como su amante.
El asunto no deja de ser bastante peligroso, pues tal vez la próxima no corra con igual suerte al deshacerse de la mortal carga ponzoñosa.
Procris sorteó bien esta obligación, pero no es tonta para arriesgarse tan irresponsablemente; ParecĆa que se negarĆa a la oferta del reyā¦Pero la cazadora tiene otros planesā¦unos mĆ”s ambiciosos y beneficiosos para Minos.
La dama fue vencida en la cacerĆa, pero su amor por la caza la han vuelto ambiciosa y quiere ser la mejor, asĆ que le hace una propuesta al rey Cretense:
āNo aceptarĆ© dormir con vos si sois portador de tal y terrible maldición, no soy tan temeraria, pero os propongo un trato gran monarcaā.
Minos la escuchaba interesado.
āMe habĆ©is vencido en el duelo, y eso ha menguado mi orgullo como sirviente de la caza, poseĆ©is algo que os harĆ” siempre ganador, y me propongo ser la dueƱa de tales regalosā¦
⦠os pido me deis al increĆble perro LĆ©lape y a la igual de maravillosa lanza que os dio la victoriaā¦ā.
Minos la escuchaba y ya estaba listo para negarse a su petición, ni siquiera si fuera a cambio de sexo ācon preservativoāā¦El perro y la lanza era demasiado valiosos para Ć©l, ademĆ”s de ser un regalo de su difunta madreā¦.Pero la siguiente frase de Procris le dejó impactado.
āā¦Si me los concedĆ©is, os librare para siempre de la maldición que os tormenta!ā.
El liberarse de la maldición le convence y el rey accede, pero le interroga sobre como lograrÔ tal hazaña, pues ni magos ni brujas han podido salvarle.
Procris no expone su plan, y se marcha de Creta con la promesa que en unos dĆas volverĆ” con un mĆ©todo para ayudarle.
Una semana despuĆ©s, la cazadora regresa y charla en privado con el rey, afirmĆ”ndole que tiene consigo una milagrosa curaā¦LA CURA DE PROCRIS.
Minos quiere saber de quƩ se trata su cura, y la mujer le presenta un frasco, cuyo contenido es una milagrosa pomada curativa.
La cazadora le explica que dicha pomada debe ser aplicada en sus maldecidos huevos, justo a la media noche y durante 9 noches exactamente.
āPorque han de ser 9 noches?ā. Le interroga Minos.
āEs una condición que se debe de cumplir, vuestra maldición fue hecha en nombre del bravĆo rio Estix 1, cuyas aguas circundan el terrible reino de Hades en 9 oportunidades, es por ello gran rey que vuestro tratamiento debe ser por 9 dĆasā.
Esa misma noche, la cazadora aplica con delicadas caricias el ungüento en los testĆculos del desnudo Minos, quien goza sentir el tratamientoā¦como quisiera tomar a Procris en su lecho, pero esperarĆ” al fin de los 9 dĆas para hacerla suya ā¦y a muchas otras mujeres mĆ”s.
Durante la cuarta sección, Minos por fin decide indagar mĆ”s sobre la cura de Procris, Ć©l desconocĆa que ella tuviera conocimientos en hechicerĆa, entonces cómo es que esta hĆ”bil cazadora le puede sanar?...o serĆ” que intenta engaƱarle para que le dĆ© los valiosos objetos de su propiedad?.
Ante las preguntas sin fin de Minos, Procris termina contƔndole como obtuvo la cura, pues en realidad habrƔ de funcionar.
La cazadora le narra que hace un tiempo, en una jornada de caza, salvó la vida de un joven que se hallaba viviendo en pleno bosque, éste fue atacado por un enorme jabalà y oportunamente la mujer con sus flechas abatió a la bestia antes de que hundiera sus grandes colmillos en el chico.
Lo que no sabĆa Procris, es que este joven era hijo de la famosa hechicera Circe, quien en agradecimiento por salvar a su hijo, le prometió su ayuda cuando ella lo requiriera.
Minos al escuchar la explicación le confirma que Circe es hermana de su reina PasĆfae, y que la maldición fue hecha por la bruja, pues sólo ella, aparte de los dioses podrĆa crear una maldición tan poderosa.
Procris le confirma que ella sabĆa esto, y le cobró el favor a la hechicera, buscando obtener los regalos prometidos por Minos, pero sin tener seguridad si accederĆa a revertir la maldición, pues despuĆ©s de todo, la hizo para ayudar a su hermana y podrĆa fĆ”cilmente negarse, solicitando pagar el favor con otra cosa.
āNo puedo creer que esa maldita Circe accedieraā. Expresó Minos.
Procris explica que la poderosa maga accedió, pues al parecer PasĆfae alteró el hechizo que su hermana inicialmente creo, hecho este que molestó a la bruja y accedió a revertir su poder.
Minos ahora entendĆa por completo lo hecho por su celosa esposa, y se entusiasmaba al confirmar que quedarĆa libre de la maldición; Pero la expresión de Procris no era de alegrĆa, lo que intrigó al rey.
āCirce accedió a darme el ungüento mĆ”gico que os llevas en las huevas, pero hay un precio que pagar para libraros de la maldición rey Minosā¦y no te lo dirĆ© esta noche, sólo te enterarĆ”s hasta la novena noche, pues es posible que os retractĆ©is de tomar el tratamientoā.
El rey pidió le explicara bien a que se referĆa, pero no logró sacarle mĆ”s datos a la cazadora, que mantuvo el silencio.
Y llegó la novena noche!, tras aplicar la pomada mÔgica en las bolas del rey, Procris accedió a contestar la incesante pregunta de Minos.
āLa bruja Circe accedió a curaros de este mal, pero aĆŗn os guarda rencor por irrespetar a su hermana y vuestra reina, AsĆ que me enseñó la forma difĆcil de curaros gran rey⦠la forma fĆ”cil se la guardó como secretoā¦Circe quiere que vuestra persona sufrĆ”is un poco mĆ”s por tus actos para con PasĆfaeā.
La mirada de Minos comenzó a denotar reservas y temor, cuando Procris le pidió que no se vistiera, debĆa quedar desnudo para lo que habrĆa de venir, aquello que segĆŗn la cazadora pudo haber causado que el rey se retractara del tratamientoā¦.por eso sólo hasta el noveno dĆa se lo informaba.
La cazadora le explica lo dicho por Circe: āEl dolor os es necesario, para que los nueve dĆas de ungüento mĆ”gico surtan efecto y podĆ©is libraos de la terrible maldición!ā.
El rey no entiende, y queda estupefacto cuando Procris le hace entender.
āLa maldición se hizo en nombre del rio Estixā¦y los hechizos en nombre de ese rio infernal, van asociados al dolor!; Por ello es necesario dolor, el original hechizo tenĆa que causar dolor en vuestra garganta, pero siendo poco dolor, serĆa fĆ”cil revertirlo; Pero PasĆfae cambio el conjuro a vuestras pelota, y reforzó la magia apretando vuestra hombrĆa!ā¦asĆ que se hace imprescindible causar en vuestra majestad un dolor igual o mayor en sus mismas partes virilesā¦..Rey Minos, sólo el dolor allĆ os romperĆ” la maldición!ā.
āY me puede romper otras cosas!, ES UNA LOCURA!!ā. Dijo el rey mientras se imaginaba el blanco de su anatomĆa que tenĆan que lastimarle.
āEntendĆ©is ahora porque no os dije nada hasta el Ćŗltimo dĆa?, Su majestad, no hay otra manera!, debĆ©is resistir el sufrimiento si querĆ©is curaros!, lo siento pero asĆ debe de serā.
Minos se tomaba la cabeza y tiraba de sus cabellosā¦creĆa firmemente en lo dicho por Procris, pero eso significaba superar el mayor sufrir de su vidaā¦el apretón dado por su esposa!; DifĆcilmente podrĆa soportar algo asĆ de nuevo.
Insultó a PasĆfae y a la propia Circe que lo condenaba a tal tortura. Luego de pensarlo decidió acceder.
āEntonces me vais a apretar las bolas?ā¦y cuĆ”nto tiempo debe ser?ā.
āNo mi seƱor, la bruja me dijo que a pesar de ser yo cazadora, la reina es dueƱa un apretón de mano mĆ”s fuerte que el mĆo, cosa que me sorprendió de vuestra esposaā.
āDe eso estoy enterado de primera mano mujer!, recordad que fueron mis bolas las que sufrieron!ā.
āMe disculpo soberano, pero la verdad es que jamĆ”is conseguirĆ© causar mĆ”s dolor con propia mano que vuestra reinaā.
āEntonces como lo lograrĆ©is?ā.
āOs darĆ© una patada en las bolas!, debo daros con fuerzas para superar el castigo de vuestra mujerā¦.cuando lo logre, un brillo azul emergerĆ” de vuestras pelotas!, AsĆ sabrĆ©is de que la maldición os ha dejado rey Minos ā.
Nuevamente el soberano insultó al aire a Circe y PasĆfae; Finalmente se resignó y preparó como pudo para Ć©l castigo.
Para no sentir estorbos al momento de patear, Procris se desnudó por completo ante el igual desnudo rey, quien en el rostro demostraba temor real; Para anda querĆa sufrir, y menos a niveles superiores al castigo recibido por mano de PasĆfae.
Los nervios del rey aumentaron al observar como la cazadora detallaba sus testĆculosā¦.el claro objetivo que tenĆa que patear con toda decisión.
La mujer sabĆa que el rey jamĆ”s estarĆa listo para ser golpeado en su partes viriles, asĆ que no espero una seƱal para atacarā¦Con rudeza lanzo su pierna y sorprendió al rey desprevenido.
Su empeine impacto las pelotas de Minos estrellƔndolas contra la pelvis del hombre.
De inmediato el rey arrugo el rostro y apretó los dientes en señas de absoluto dolor.
El cretense deja escapar un āAAAaaarrggggg!ā, Y cae de rodillas en suelo.
Procris ve hecho realidad lo que pensóā¦Su patada no fue lo suficientemente fuerte para generar el liberador brillo azul.
Los quejidos del rey no distrajeron a la cazadora de su misión, y decidida a ayudarle, le extendió la mano para asistirle en levantarse.
āĆnimo gran rey, levantaos, debemos continuarā.
Minos ensimismado en su agonĆa solo se dejó llevar, pero dio un tropezón y volvió a su posición arrodillada; Sin esperarle mĆ”s, la mujer tomĆ”ndole del brazo izquierdo, le forzó a levantarseā¦El rey en su confusión intentó agradecer la ayuda, pero Procris no le tuvo misericordiaā¦
ā¦Sólo un segundo despuĆ©s era pateado en las bolas desde un costado!.
El pie de la mujer impactó lateralmente, lastimando con mĆ”s ahĆnco la hueva izquierda del monarca, que lanzo un grito: āAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!ā.
La mujer le soltó, pero gracias a sus piernas separadas el rey se mantuvo erguido, mĆ”s no dejó un instante de verse inestable en su posturaā¦
ā¦Minos no podĆa mĆ”s, su aspecto daba lastima, y de su boca abierta escurrĆa la saliva.
Procris ignoró las condiciones del rey, y sin perder tiempo volvió a colocarse justo en frente de su entrepierna; Ahora con el mayor impulso de su vida, pateaba por tercera vez las huevas de Minos.
Esta vez casi por completo su pie se perdió en la entrepierna del Cretense.
Con la tercera patada Minos no aguanto mÔs y quedó desmayado en vertical, el rey cerró los ojos y cayó finalmente de espaldas.
Procris enfadada por el fallar en su meta, se colocó entre las abiertas piernas del varón y apuntó a sus testĆculos una vez mĆ”s. Justo antes de propinar otra patada deshuevadora, vio el deseado brillo azulado que emitĆan las hinchadas bolas del rey.
Una gran sonrisa apareció en la mujer, que ahora disfrutaba su éxito.
Se habĆa acabado la maldición para el rey de Cretaā¦pero...en realidad habĆa sucedió eso?.....como lo comprobarĆa?
Pasó un buen rato, Y cuando Minos abrió los ojos, de inmediato sintió el dolor en los testĆculos.
Oh gran Zeus, padre mĆo, que dolor!!!.
Por instinto llevó sus manos al Ć”rea, pero algo se las detuvo; AĆŗn confuso, el rey intentó cubrirse por segunda vez, con igual resultadoā¦Cuando ya pensó mejor lo que sucedĆa, pudo darse cuenta de un rico cosquilleo en la punta de su verga.
Era una rica sensación que entraba en conflicto con el dolor de bolas; Minos con esfuerzo levantó la cara y divisó a la bella Procris chupÔndole el miembro viril
Engolosinada con el grueso palo, la mujer noto que el rey habĆa despertado cuando detuvo los intentos de este por cubrir aquella zona que le dolĆa, y que ella le estaba atendiendo tan bien; Ahora intercambiando miradas con Minos, la cazadora trató de hablarle pero sólo incoherencias salieron de ella al tener su boca llena, viendo la mala educación, saco su apetitoso bocado y expresó:
āOs desmayasteis su majestadā.
Mientras charla, la mujer no deja en paz en pene del rey, su hÔbil mano inicia una delicada masturbación.
āOs pido perdón seƱor!. No sabĆa que tendrĆa que patearos tres veces para lograr liberarle de la maldiciónā.
āEntonces estoy libre de ese despiadado mal?ā.
āConfirmado su majestadā.
Procris intercalaba la acción de su mano sobre el pene, con lengüetazos y besos al glande de Minos
āEstĆ”is segura?, no saldrĆ”n ponzoƱas si seguĆs acariciĆ”ndome?ā.
Lo que Minos no sabĆa era que ya habĆa eyaculado una vez, la actual mamada de Procris era la segunda de la noche.
āYa le habĆa hecho correrse mi rey!, ha sido muy abundante y totalmente libre de criaturas!, os temo que el dolor le dejó sin sentido mĆ”s tiempo del que creĆ©is;
āDecĆs la verdad mujer?ā
āCreedme, allĆ” en el suelo podĆ©is ver su corrida, Espesa y blanca!ā¦Y lo importante, muy sanaā¦ā
El rey con esfuerzo intentó ver a donde la cazadora le seƱalaba, y solo se percató de un charco que brillaba con la escasa luz de la habitaciónā¦dio crĆ©dito a lo dicho por Procris y sonrió como nunca.
āSi no le importa a vos, ahora disfruto de vuestro pene para mi gusto propioā.
La sonrisa de Minos aumentó, ya no cabĆa en el rostro. Con esfuerzo se levantó e interrumpió el acto oral de la cazadora, Quien al parecer sabĆa las intenciones del monarca.
El dolor de testĆculos dejó sentado al rey que por un momento buscó tomar aire ,mientras se tocaba por fin las bolasā¦.unas enormes bolas!.
āRey Minos, perdón pero de las patadas os las tenĆ©is inflamadas, pero no asustĆ”isā¦
⦠Sois un fuerte varón!, cómo de fuerte son vuestras pelotas, pues han resistido los necesarios puntapiĆ©sā.
Aliviado ante las palabras de la cazadora, el rey hace un esfuerzo y logra arrodillarse, para saltarle encima a la mujer, quien feliz recibe los sexuales avances de Minos.
Ya sobre ella, los movimientos del hombre son mÔs fluidos, y la pasión le hace olvidar un poco el dolor en sus huevos.
No tarda el rey en penetrar a la mujer, quien desde hace rato esperaba tener el pene del Cretense dentro, no era igual con una vejiga de oveja en su interior, querĆa sentir la caliente carne masculina rozĆ”ndola a mas no poder.
La jornada sexual se prolongó por el resto de la noche, donde Minos dio todo lo que tenĆa, desahogĆ”ndose de tanto tiempo sin probar adecuadamente a una amante.
Procris obtuvo varios orgasmos esa noche.
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Luego del sexo, el rey le cumple y entrega la magnĆfica lanza, asĆ como al legendario canino.
Procris disfrutó de la pasión del rey sólo por unos dĆas, pues era una mujer prudente, y hecho pĆŗblico el final del hechizo, temió alguna venganza de la celosa PasĆfae; Cómo la cacerĆa era su vida, continuó viajando por el mundo, aumentando su fama de gran cazadoraā¦Y ahora mĆ”s, gracias a los regalos obtenidos por sus servicios a Minos.
Pasifae enterada de la curación de Minos, tuvo que resignarse a las infidelidades de su marido, conservo su tĆtulo de reina, pero pasado un tiempo se fue a vivir con su hermana Circe, la cual jamĆ”s le contó de su participación en el fin de la maldición.
Minos siguió reinando en Creta, manteniendo su fama de mujeriego, y digno hijo de Zeus.
Gracias
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
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El rĆo Estix1 o Estigia2 (en griego, Ī£ĻĻξ, Stýx) en la mitologĆa griega constituĆa el lĆmite entre la tierra y el mundo de los muertos, el Hades, al que circundaba nueve veces. Los rĆos infernales: el Estigia (rĆo del odio), el Flegetonte (rĆo del fuego), el Lete (rĆo del olvido), el Aqueronte (rĆo de la aflicción) y el Cocito (rĆo de las lamentaciones) convergĆan en su centro formando una gran ciĆ©naga.
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