REHEN (1/7): Misión fallida. - Las Bolas de Pablo

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12 ene 2015

REHEN (1/7): Misión fallida.

CONTIENE:
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

I
   La operación había sido estudiada meses antes para resultar exitosa por la fuerza militar. Comandados por Diego Blyde los soldados obedecían para fulminar al grupo de narcotraficantes: Los blindados, un grupo familiar conformado por un grupo de individuos cuyos cargos criminales se basaban en robo, contrabando de drogas, trata de blancas y homicidio.


   —¡EL GRUPO KB CONMIGO A LA DERECHA! —ordenó con voz fuerte Diego—. LOS DZ QUEDAN BAJO LAS ORDENES DE ANTONIO.

   El pelotón se dividió, se ubicaban en una inmensa hacienda y hubo que movilizar a 100 hombres para la captura.

   Diego era un corpulento hombre que había heredado la fuerza y carácter de su padre, hijo de un linaje de hombres que pertenecientes a la fuerza armada desde tiempos inmemoriales, de héroes de batallas y guerras.
   Antonio su mejor amigo, camarada de aventuras y fiestas, victorias y derrotas, eran el dúo perfecto.

   Finalmente el grupo comandado por Diego se trasladó a una parte de la inmensa hacienda, parecía solitaria, aunque ya la fuerza armada tuvo que abrir fuego contra los maleantes que custodiaban la entrada.

   Con una fuerte patada penetraron a una solitaria habitación, rodeada por una cama y un televisor de última tecnología.

   —¡Esto parece estar solo! —habló un soldado.

   —Cabo Palacios —ordenaba Diego—. Inspeccione toda la habitación.

   Dada la orden, el grupo continuó en la barrida del lugar, en algún sitio debían estar ocultos.

   Por su parte Antonio logró encontrar una tablet seguramente debía contener información relevante. Tras una ráfaga de tiros pudieron capturar a otro maleante.

   —La búsqueda continúa —era la voz de Antonio.

   Diego parecía haber limpiado toda la zona, su suerte en aquella operación resultaba pobre de a poco su equipo se fue disolviendo pues los fue repartiendo en cada ala de la hacienda. Ahora acompañado por 15 hombres barría la biblioteca, conformada por madera fina y gruesos tomos de libros de tema sociales.

   —¡Quiero que revisen todo —ordenó el Comandante Blyde.

   Diego comenzó hurgando un grueso estante, se apartó de su grupo -grave error- pero su instinto de aventura le apasionaba. Revisó un número de novelas de crimen, por sus manos desfiló un libro sobre el tráfico en Rusia, por último un tomo sobre literatura universal, con tan sólo mover aquel libro de su lugar, la biblioteca en total comenzó a vibrar, parecía que el sismo era tan sólo allí. Muebles, mesas, lámparas se movían sin control.

   —¡COMANDANTE, CUIDADO!

   Desde lo alto del techo cayó al suelo un muro, haciendo la vez de portón de hierro apartándolo de la mitad de la sala, causó un sonoro estruendo, el piso tembló y se inclinó haciendo que Diego perdiera el equilibrio y rodara oscuridad abajo siendo tragado por la rampa.

   —¡COMANDANTE BLYDE ¡COMANDANTE BLYDE! —eran los llamados de los militares por radio.

   Hubo un largo tiempo mientras los llamados se multiplicaban.

   —Estoy en perfectas condiciones —fue la respuesta de Diego.

   —¿Dónde está?

   —No lo sé. El piso se abrió y al parecer llegué a una zona subterránea. Hay poca claridad y humedad acumulada.

   Inesperadamente hubo una pérdida en la señal de radio.

  Diego decepcionado guardó el equipo y encendió una linterna, caminó con cuidado sosteniendo el arma en la mano. Debía investigar, ya no había vuelta atrás, después de rodar por una rampa terminó cayendo desde una altura considerable al suelo. El gran militar se internaba en el subterráneo.

II

   Por su lado Antonio se distanció del equipo, ahora estaba en el estacionamiento, descubrió rastros de aceite recién caliente en el suelo. El militar seguía los rastros de los cauchos marcados en el asfalto. Era un día caluroso, sus cejas se levantaron al descubrir en el piso un cigarro acabado y una moneda de baja denominación.

   —Acá hay gato encerrado —susurró al inclinarse para guardarlo en una bolsa.

   Enseguida una persona oculta en un muro disparó contra él. El dardo se incrustó en su cuello obligándolo a caer.

   —Lo que queríamos —comentó el agresor, un hombre rubio y alto, asesino entre asesinos—. Cuida mi espalda mientras voy a por él.


  —Entendido —afirmó un hombre de tez blanca con la característica de ser adulador. Nunca olvidaba quitarse los lentes, eran su marca personal.

   El hombre rubio apodado El lacra salió de su escondite, sujetó al hombre tendido en el suelo por las piernas y lo arrastró por el piso hasta el muro.

   —bajemos con éste —agregó.

   El lacra y Sergio movieron una roca que ocultaba la entrada a otro secreto lugar, allí se perdieron con Antonio.

III

   Mientras tanto Diego continuaba caminando errante por el subterráneo, ya no usaba la linterna porque empezaba a aclarar. Se detuvo en seco al sentir una presencia extraña cerca a él.

   Y fue así como una potente patada hizo que su arma volara por el aire aterrizando a lo lejos en el piso.

   El Capitán Blyde enseguida se enfrascó en una casi pelea a ciegas, se enfrentaba a una figura rápida, frágil y rápida, la silueta pudo pegarle un rodillazo en la costilla, otro golpe a la cara y a la espinilla parecía ser una mujer y en efecto lo era. Diego la nockeó con una bofetada que la hizo retroceder al instante, él se lanzó sobre sus piernas y ambos rodaron por el suelo. Cuando su rostro dio a la luz Diego la contempló.

   Era una hermosa dama con temple de guerrera, de tez aceitunada, cabellos castaños, cuerpo atlético y fuerte, sus pechos eran grandes y turgentes. Los labios revestidos de carne.

  Paula miró al hombre que estaba encima de ella, aprisionándola contra el suelo, no había que dudarlo, era un sujeto apuesto con un cuerpo robusto, sus brazos eran potentes dotados de músculos. Podía sentir un duro y pesado abdomen.

   Diego encima de ella la contemplaba, era un contacto recíproco, tenía la espalda arqueada mientras aprisionaba los brazos de la mujer contra el piso, las piernas abiertas sobre las cerradas de ella. La miraba respirar, agitada y frágil, como si no pudiera soportar su pesado cuerpo, finalmente dominada. No pudo evitarlo, él se excitó en esos cortos segundos. Debía reponerse.

   Paula sintió algo que se ponía duro cerca de su zona sexual, provenía de aquel macho bruto. Cerró la boca y respiró silenciosa. Era pesado y grueso lo que sentía y, sin embargo le gustaba. El hombre la sacó de sus pensamientos:

   —Diego Blyde, Comandante de la Fuerza Terrestre Militar, está detenida y a la orden de la justicia.

   Se apartó de ella colocándose de pie, sacó las esposas del cinto y la ayudó a levantar:

   —¡No puedes hacer eso! —rompió el silencio Paula, con voz aguda pero de fuerza—. Te ayudaré a salir, sin mi ayuda no podrás hacerlo —colocó las manos cerca del pecho del militar era duro y sensual.

   —Tiene derecho a permanecer en silencio.
   
   —Repito que te ayudaré a salir.

   Diego no prestó atención a la sensualidad de la criminal, dobló los brazos de la mujer y la esposó. Ella no se dio por vencida.

   —Si me dejas libre te ayudaré a salir......... —lo miró a los ojos—. Eres lindo pero bruto.

   —Caminando, de prisa.

   
Paula se acercó a su cara y lo besó en los labios, Diego cerró los ojos, ella también. Otra vez la excitación lo embargaba y su pija reaccionaba.

   La rodilla de Paula se levantó golpeando con rudeza los testículos de Diego contra la pelvis. El macho brincó en el aire, tosió y exclamando alaridos de dolor. Retrocedió cayendo al piso de espaldas, luego se acurrucó con ambas manos en la entrepierna.

   —jeje... hombres —comentó Paula dio media vuelta emprendiendo la huida túnel adentro, internándose en la oscuridad.

   Enseguida hubo un movimiento en el piso parecía otro sismo inducido, en instante una cortina de humo arropó al ambiente, aquello venía en la dirección donde la mujer huyó. Diego tosió sin control continuaba en el piso con sus dedos tocando la masa de piel que envolvía sus huevos peludos. En cuestión de cinco minutos sería rescatado por su equipo militar que pudo llegar allí desde el muro de la biblioteca, era cuestión de curiosear los libros para abrirse pasos hasta allí. 

IV

   Antonio abrió los ojos, estaba en una habitación iluminada por un pobre farol, sus brazos colgaban atados en dirección al techo, le dolió al enderezar las piernas, fue despojado de su camisa y demás equipo militar. Allí estaba una mujer alta y rubia acompañada por La lacra y Sergio.

   —¿Cómo la fuerza militar dio con este paradero? —quiso saber La lacra.

   —Eso es información confidencial, somos un grupo de inteligencia de primer nivel.

   —De aquí no saldrás vivo —avisó la rubia—. Necesitamos información. Sabemos a que nos enfrentamos, pero queremos saber más.

   Antonio tragó saliva ocasión que aprovechó Sergio para hablar:

   —Pero podemos negociar... Nos encargaremos de comunicarnos con tu equipo para que abandonen la hacienda en cambio de tu liberación y vida —sus compañeros lo miraron por el atrevimiento.

   —Eso jamás, merecen ir a la cárcel criminales de mierda.

   —¿Alguien nos denunció? Alguien tuvo que dar información sobre este paradero. ¿Quien fue el traidor?

   —Es información confidencial, tarde o temprano todos caerán.

   La lacra como hombre obstinado clavó un puñetazo en el abdomen al hombre, dejándolo enseguida fatigado y sin aire.

   —Eso no duele —negó la rubia—. Haz que se arrepienta por su atrevimiento. Jódele los cojones.

   La lacra la miró preocupado, jamás se hubiera atrevido a ello.

   —lo haces tú o lo hago yo.

   —Me gusta obedecer tus órdenes, hermana.

   Antonio tragó saliva, intentando en vano de cerrar las piernas, La lacra cerró el puño y estrelló un golpe en la entrepierna de Antonio, el militar soltó un grito grave sintiendo que sus pelotas viriles empezaban a palpitar.

   —¿Ese golpe te hizo recordar quien les hizo dar con nuestra guarida? —preguntó la mujer.

   Antonio no dio respuesta gemía como un animal herido, sus pelotas soltaban descargas eléctricas por todo el cuerpo.

   —Tal vez otro golpe lo haga recordar.

   Otra vez la masa blanda en la entrepierna del hombre fue aplastada brutalmente, esta vez con un duro rodillazo.

   —ofrecemos tu liberación y vida a cambio del abandono de la hacienda y una tregua entre grupos.

   —...

   El puño de El Lacra se estrelló contra el conjunto de bolas, subiendo ambas contra la pelvis, cambiándolas a una tonalidad rojiza. Antonio se desmayó, su cabeza cayó inerte sobre el pecho.

   —Éste parece fuerte y es más débil que una gallina —opinó la rubia cuyo nombre era Montserrat.

   Sergio habló:

   —Va siendo hora de hacer la grabación para enviarla. 

   Los dos sujetos cogieron sendas máscaras, usando una filmadora grabaron un mensaje proponiendo una negociación con la fuerza militar por la vida de su teniente. La respuesta no debía pasar de aquel día. Los hombres salieron de la cripta dejando ahí a la mujer. Antonio empezaba a reaccionar. Montserrat sacó un cuchillo de su bota, abrió la cremallera del pantalón del macho y le sacó el pene, pequeño y flácido.

   —El destino de tu vida está a cargo de tus superiores. De la fuerza de la nación, sí no hay tregua, morirás.

Delineó la hoja de la daga por el falo del militar, arañando, rompiendo. Por primera vez en su carrera Antonio tuvo miedo.

Montserrat se alejó escasos centímetros de él y disparó contra él una fuerte patada en las gónadas. Antonio gritó tan fuerte, que Montserrat retrocedió asombrada.

V

   
Luego de ser rescatado Diego tuvo que ser atendido por la unidad médica donde fue evaluado, resultando con pocas contusiones y tierra en la nariz, estaba de reposo por aquella noche. Sí, a esa hora y tan tarde el operativo había aumentado, ya se sabía que los maleantes estaban allí bajo tierra y por ello seguía la búsqueda. La hacienda era un sitio inmenso y lo que era peor o sorprendente resultaba ser que bajo tierra había un sin fin de laberintos y pasadizos secretos. 

   Diego veía televisión mientras pensaba:

   «Mañana volveré temprano, juro que los encontraré. Esa desgraciada......... es tan bella, ¿por qué debe ser así? Una criminal, asesina...... y me besó la muy puta —y ahora tocándose los testículos, que aún dolían—, y pega duro la condenada.»

   Su celular empezó a sonar y acudió a contestarlo lo más pronto que pudo.

   —Necesitamos que se presente en la Fuerza Militar, Comandante Blyde.

   —¿Alguna relevancia, Capitán? ¿Encontraron a Antonio?

   —Efectivamente y, no son buenas noticias. Necesitamos que se presente.

   —Entendido.

   El Capitán Recabarren miraba con horror el cuerpo muerto del militar Antonio, presentaba algunos golpes y le habían cortado los genitales.

VI

   Montserrat en aquel momento disfrutaba la cena, un delicioso hot dog con mucha cebolla y salsas, sus dientes se afincaban con fuerza por culpa en la dureza de la salchicha. A la cocina entró su media hermana Paula sosteniendo una tablet.

   —No entiendo como puedes tener ánimos para comer así —dijo.

   —Al diablo, ¿qué quieres aquí?

   —ustedes abusaron al asesinar a aquel militar, no debían hacer eso, ¡brutos!

   —¿Por qué? Era un pacto —Montserrat mordisqueaba el pan.

   —¡No! Teniendo a un militar poderoso en nuestro poder es como tenerlos cruzados de brazos. Eso pudo haber pasado hoy y ustedes abortaron el plan.

—Ah sí, ¿y qué propones? No seas estúpida, Paula.

—Lo que teneos que hacer es tomar por rehén a un militar, sólo uno y el más poderoso, militar activo e hijo de otro militar, éste debe pertenecer a la más alta esfera social y política. Los volveríamos locos.

—Suena tan interesante como peligroso. Pero sigo sin entender.

—Tengo un plan —ahora mostrando la tablet—. Lee este información y entérate quien estuvo a cargo de la misión de hoy, que a estas horas todavía se realiza allá arriba. 

   Montserrat miró a los ojos a la otra mujer, tan guapas como peligrosas. La rubia miró la pantalla leyendo una nota de prensa. Volvió a morder su cena, deglutiendo la salchicha que alguna vez perteneció a un hombre.

2 comentarios:

  1. hola, emm la próxima historia relacionada con pablo cuando seria???

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    1. Relacionada directamente el 05 de Febrero, y el 13 del mismo mes. Igualmente en las próximas semanas de Enero seguirán publicándose nuevas historias (Israel, Gaspar Chacón, e historia especial) Gracias por tu lectura en el blog!

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