Juramento entre ex amantes - Las Bolas de Pablo

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11 ago 2016

Juramento entre ex amantes

Contiene:
-Sexo homosexual
-Ballbusting  M/M.

Leer antes  el relato  LA INFIDELIDAD DE PAREJA Parte 3.


   Antonio se reĆŗne con Pablo su Ex amante, para arreglar las cosas tras el cobarde ataque de este hacia su pareja Marcelo. 

   Pablo le engaƱa y le propina un fuerte rodillazo en los testĆ­culos a Antonio; Quien al ser dueƱo de un par de glĆ”ndulas sexuales, grandes y extremadamente sensibles, no tarda en perder el conocimiento.

   Pablo depositĆ³ a su ahora rehĆ©n en la cama, con fuertes  ataduras.

   Mientras Pablo observa al desmayado, especĆ­ficamente los enormes  testĆ­culos del desnudo hombre, piensa:

   - PerdĆ³n por violar el juramento que te hice ese dĆ­a Antonio, pero no tenĆ­a alternativa…era la Ćŗnica forma de evitar que me abandonaras!, SabrĆ”s que aĆŗn  recuerdo cuando hice ese juramento… me parece que fue ayer.

   El dĆ­a del mencionado Juramento, Antonio penetraba con fuerza a Pablo, quien bajo su fuerte amante, degusta a placer ese enorme pene entrando y saliendo de su retaguardia.

   Antonio no puede soportar mĆ”s y apretĆ”ndo los dientes libera una potente descarga de semen, que imitando un enema, llena el intestino.

   De inmediato el extenuado amante se retira de encima de Pablo, quedando en la cama boca arriba, y con una gran sonrisa.

   Pablo se acuesta entre sus piernas abiertas y contempla a centĆ­metros los dotados genitales de Antonio, la respiraciĆ³n del sujeto hace cosquillas en los pelos del escroto del amante.

   Y es en este momento de placer y satisfacciĆ³n, cuando Pablo da una palmada en las huevas de Antonio.

   “Toma esto!, Jajajaja”. 


   Pablo se asusta un poco ante el alarido dado por Antonio, quien se agarra los testĆ­culos y se retuerce en la cama.

   El imprudente amante sabe que lo lastimo de verdad, no siendo asĆ­ su intenciĆ³n…Ć©l solo querĆ­a darle algo de placer con una palmada…si fue algo fuerte, pero no tanto para tal reacciĆ³n.

   Antonio adopta la posiciĆ³n fetal y su rostro se vuelve rojo de la congestiĆ³n.

   “PerdĆ³name, dĆ©jame sobarte”.

   “De…dĆ©jame!, sĆ³lo alĆ©jate de mĆ­!”.

   Pablo debiĆ³ esperar sentado en la cama a que el aturdido y musculado hombre recuperara poco a poco las fuerzas...SĆ³lo tras unos diez minutos Antonio se recupera.
Pablo se disculpa por el golpe y le explica su intenciĆ³n para golpearlo, ante lo cual Antonio agrega:

   “Pablo, jĆŗrame, jĆŗrame que nunca me volverĆ”s a pegar en las huevas…jĆŗramelo!”.

   “Ok, te lo juro”.

   “Dilo en serio, mira que eso es horrible!”.

   “Te lo juro Antonio!, jamĆ”s te golpearĆ© los testĆ­culos”.

   Tras normalizarse las cosas, Pablo le sirve un vaso de whisky a su amante, quien lentamente degusta de la bebida, como una forma de aliviar el dolor que aun siente en sus dotadas huevas.

   Pablo interroga:

   “Antonio, aun no creo lo que sucediĆ³, todos tenemos el mismo punto dĆ©bil, pero el tuyo es demasiado sensible!, dime desde cuando eres tan sensible?”.

   “Siempre he sido asĆ­, es la desventaja de tenerlas grandes”.

   “Y desde cuando se te volvieron asĆ­ de grandes?”.

   “Desde que me desarrollĆ©, de niƱo mis bolas eran como las de los demĆ”s, pero como a los doce comenzaron a crecer hasta quedar asĆ­”.

   Terminado el recuerdo, Pablo observa como el atado Antonio recupera el conocimiento.

   “Buenos dĆ­as Antonio”.

   El hombre apenas abre los ojos, siente la intensa dolencia de sus partes bajas.

   “Oh, que, quĆ© paso?”.

   “No te dejarĆ© ir de aquĆ­ Antonio!, asĆ­ que tuve que golpearte los huevos…”.

   Antonio al oĆ­r las cosas recordaba lo sucedido.

   “…como ya sabes… Es la mejor forma de dominarte, siempre has  sido muy sensible  querido Antonio”.

   La expresiĆ³n de dolor en el rostro de Antonio es reemplazada por una cara de odio.

   “Maldito!, estĆ”s loco!, QuĆ©, que es lo que pretendes?”.

   Pablo le hace ver que no lo puede dejar ir jamĆ”s, lo ama demasiado.

   En una corta discusiĆ³n Antonio trata de hacerle entrar en razĆ³n, su desapariciĆ³n traerĆ” a la policĆ­a, y dada la pelea que Pablo tuvo con Marcelo pueden ponerlo como sospechoso, asĆ­ que el secuestrador  no podrĆ” huir sin dar respuestas.

   Pablo no atiende a los razonamientos de Antonio, sĆ³lo piensa en el ahora y no en el maƱana.

   Pablo se acuesta sobre las piernas musculadas de Antonio, quedando su rostro a tiro de  piedra de ese pene en reposo.

   Abre la boca, y ante lo obvio que harĆ” Pablo, El rehĆ©n trata de girar su pelvis, no quiere que Pablo le toque el pene…Pero todo es inĆŗtil, se encuentra atado de manos y pies, y de tal forma que sus piernas estĆ”n abiertas…no hay nada que pueda hacer para evitar  una mamada por parte de Pablo.

   El captor  lame el glande de Antonio, quien voltea el rostro tratando de ocultar sus sensaciones, Pablo le observa atentamente:

   “No puedes hacer nada Antonio, es inĆŗtil!, tu verga es muy hambrienta…vez!”.

   Enseguida el pene de Antonio se yergue imponente ante el hĆŗmedo y suave estĆ­mulo.

   Antonio no dice nada… no quiere gozar ante la secciĆ³n oral, pero su pene lo traiciona como siempre ha sucedido….el miembro vomita abundante liquido lubricante.

   Pablo degusta la verga a comodidad.

   Luego de una tortura, intentando no demostrar goce, Antonio aprieta los ojos, justo antes de soltar un potente chorro de esperma, que golpea contra la Ćŗvula del complacido Pablo.

   Tras saborear hasta la Ćŗltima gota de semen, Pablo no para de alabar los portentos viriles de su ex amante.

   “Como siempre espesa!, aunque note algo de espuma en ella…de seguro fue por haberte golpeado las pelotas…creo que batĆ­ un poco la leche Jajajaja”.

   Es ahĆ­ cuando suena el celular de Antonio, Pablo busca en el suelo los pantalones de su rehĆ©n, al hallar el telĆ©fono observa quien llama… es Marcelo.

   “Es tu marido Marcelo, siempre interrumpiĆ©ndonos!, que fastidio”.

   Pablo se quiso burlar:

   “Tu parejita que tiene limones por huevos, busca al que tiene naranjas entre las piernas Jajajajaja...el imbĆ©cil ese ha de querer jugo de naranja a esta hora….pero todo el jugo que tienes en mĆ­o y sĆ³lo mĆ­o”.


   Antonio sentencia:

   “Di lo que quieras de Marcelo, pero Ć©l me ama y por eso no dejarĆ” de buscarme!, aĆŗn no sabe que estoy secuestrado, pero cuando se entere, no se rendirĆ” hasta hallarme!”.

   “Pues entonces te ama tanto como yo”.
Antonio vio la oportunidad para intentar convencerle de nuevo.

   “Vamos Pablo, tĆŗ no eres un criminal, te conocĆ­ todo este tiempo…por favor dĆ©jame ir. Debes hacerlo!”.

   El sujeto se muestra inseguro y comienza a dudar; La expresiĆ³n en Pablo le da esperanzas a Antonio.

    “Acepta dejarme ir!”.

   “Pero… pero si te dejo ir me denunciarĆ”s, ya es tarde!”.

   “No!, no es tarde, olvidarĆ© lo que paso!, no te denunciarĆ©, te lo juro!, es un juramento que te hago!”.

   “No te creo… hasta te golpeĆ© los testĆ­culos, y eso no te agrada para nada, me denunciaras!”.

   “Mira Pablo no te odio, a pesar de todo no te deseo mal, dĆ©jame ir y vete de la cuidad, con eso  todo estarĆ” bien… y sobre el pegarme en las bolas, no serĆ”s el primero ni el ultimo!, mi loca hermana ya me las ha lastimado mĆ”s de una vez”.

   Pablo piensa un rato largo…al final  decide dejar ir a Antonio, sin embargo pone una condiciĆ³n:

   “De acuerdo, es un juramento entonces… pero cumple una condiciĆ³n!”.

   “La que tĆŗ quieras!”.

   “Antonio hazme el amor!, hĆ”zmelo como siempre me lo has hecho, quiero recordarlo una vez mĆ”s”.

   Antonio no acepta:

   “No puedo hacer eso, ahora soy fiel a mi esposo”.

   “Olvida a tu maridito un rato, solo piensa en tu libertad…por Dios Antonio, engƔƱame siquiera!, pero mĆ©temela con gusto”.

   Antonio quiere aceptar pero duda:

   “Y como sĆ© que cumplirĆ”s luego de culearte”.

   “Te juro que cumplirĆ©!, acepta mi juramento Antonio”.

   “No tengo garantĆ­as de nada”.

   “DeberĆ”s confiar en mĆ­, ademĆ”s yo tambiĆ©n tengo que confiar en tu juramento de no denunciarme  si te dejo ir”.

   Antonio debe aceptar la condiciĆ³n puesta, es la Ćŗnica oportunidad que ve por ahora.

   “Acepto, pero por favor Pablo, cumple tu juramento”.

   Pactadas las condiciones, Pablo se viene con unas esposas en la mano, enseguida le suelta una mano, su intenciĆ³n es liberar a Antonio de la cama, pero manteniĆ©ndolo con las manos esposadas a la espalda.

   Antes de que Antonio se queje por esposarle, Pablo le expone:

   “No puedo confiar en ti Antonio, podrĆ­as estar engaƱƔndome para que te suelte… cumple con tu parte y podrĆ”s marcharte”.

   “Tampoco confĆ­o en ti Pablo, pero harĆ© mi parte”

   “Si intentas algo Antonio, te voy a castigar!; SĆ³lo te recordarĆ©  lo sensible que eres de las pelotas. AsĆ­ que te advierto… me traicionas, y pasare la noche entera golpeĆ”ndote los huevos!, y no me importa si te desmayas 10 veces, 10 veces te despertarĆ© con  agua helada si es necesario”. 

   Tras esposarle las manos a Antonio a la espalda, Pablo une las llaves de las esposas a una delgada cadena y se la coloca en el cuello a modo de collar.

   Aun con las manos esposadas atrĆ”s, Antonio ahora en pie, cumplirĆ” bien con su parte!; Con potencia inicia la penetraciĆ³n anal de Pablo, que al sentir esa gruesa polla en su recto, no para de gemir del goce.

   El penetrado apoyado en una pared debe hacer grandes esfuerzos para no caer al suelo, dado el temblor de sus piernas ante tanto disfrute.

   Antonio  se deja llevar al poner potencia en sus embestidas, pronto el cosquilleo en su glande se hace insoportable….y no tarda en pegar su pelvis a la de Pablo, mientras explota  en un charco de semen.

   Tras venirse, Pablo muy satisfecho le agradece el sexo, Es entonces cuando Antonio aprovecha la oportunidad que esperaba, tiene a Pablo aun en frente de Ć©l, pero ahora distraĆ­do y expuesto...tiene sus testĆ­culos muy expuestos!.

   Desde atrĆ”s el esposado hombre proyecta su rodilla contra  la expuesta entrepierna del gozoso amante. La potente rodilla aplana por completo los testĆ­culos de Pablo.

   El atacado por la retaguardia, enseguida abre los ojos a mĆ”s no poder y lanza un grito de dolor.

   “AARRGGGGG!”.

   Pablo ahora aprieta los ojos y cae de rodillas, algo de lĆ­quido espermĆ”tico  es expulsado de su ano dado la contracciĆ³n de su pelvis ante tan sorpresivo e intenso dolor.

   Antonio mira a su derribado rival y le dice:

   “Lo siento por eso, sĆ© que es terrible, pero no podĆ­a confiar en ti”.

   Pablo adopta la posiciĆ³n fetal y pronto queda boca arriba, Antonio avanza sobre Ć©l…ubica las llaves en su cuello y se apresta a recuperarlas para escapar del sitio.

   Sorpresivamente Pablo reacciona y teniendo a Antonio de pie y abierto de piernas sobre su tĆ³rax, le mete un rĆ”pido, y fuerte puƱetazo en las colgantes pelotas de su  Ex amante.

   Fue un certero gancho de derecha justo en las gĆ³nadas de Antonio, las cuales se zarandearon ante el repentino impacto.

   El varĆ³n herido en su dotada virilidad abre los ojos y en  su boca estalla un:

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!”.

   Antonio cae de rodillas, quedando sobre el pecho de Pablo, quien al ver la mirada perdida y abundante sudor en el rostro del golpeado, sabe que le dejo muy mal con ese puƱetazo.

   Adolorido de los huevos, pero mucho mejor que Antonio, Pablo decide  terminar con el asunto!, Sabe que su rival esta ya mĆ”s inconsciente que consciente, pero quiere desquite por causarle tal dolor.

   Enfadado Pablo lanza un segundo y veloz puƱo a los lastimados huevos de Antonio;  El hombre ni siquiera grita, se desploma sin sentido sobre Pablo.

   Pablo se lo quita de encima y se arrastra hacia un lado, quedando sentado  en el suelo, sobĆ”ndose los huevos; Enseguida detalla a su musculoso e inmĆ³vil oponente.

   “Como pudiste descuidarte tanto Antonio?, venir hacia mĆ­ con las piernas abiertas?, que fĆ”cil fue golpearte las huevas!, si las tienes tan delicadas, entonces protĆ©getelas mĆ”s tonto! Y te atreviste a traicionar tu juramento!, desleal!”.

   Con esfuerzo Pablo se incorpora, y viendo al inerte hombre, quiere pegarle por todos lados, prepara su pierna… le patearĆ” las costillas, la espalda, la cabeza, las huevas una vez mĆ”s, el pecho, el rostro…ese bello rostro!.

   Es aquĆ­ cuando detiene sus intenciones, y a pesar del dolor, se inclina y voltea boca arriba a Antonio; Observando el rostro del durmiente, Pablo no se atreve a lastimarlo.

   Acerca sus labios y le planta un largo beso a su Ex amante. 

   Luego del cual se retira cojeando en busca de sus ropas.

   Pasan unas dos horas y por fin despierta Antonio, se ve adolorido pero libre de manos, pues puede cubrirse las huevas; De inmediato halla una nota a su lado que dice:

AdiĆ³s Antonio, no fui capaz de hacerte daƱo…eres libre, como cumplĆ­ mi juramento, espero cumplas el tuyo y me dejes vivir libre tambiĆ©n, espero algĆŗn dĆ­a volverme  a enamorar y hallar a  alguien que si me acepte.
AdiĆ³s.

   Antonio queda feliz al saber que Pablo por fin entro en razĆ³n, y fue lo mejor!, no volverĆ”n a verse. A quien ama es a Marcelo… y hablando de Ć©l, se comunica de inmediato por el telĆ©fono mĆ³vil.

   Tras informarle que estĆ” bien, le dice en dĆ³nde estĆ” y que venga a recogerle, cuando llegue le darĆ” una explicaciĆ³n de lo que le sucediĆ³.

   Decide que le contarĆ” todo a su pareja, sabe que Marcelo nunca perdonarĆ” a Pablo por todo lo que ha hecho, pero respetarĆ” la decisiĆ³n de Antonio de dejarle ir sin decirle a las autoridades.

   Tras colgar, Antonio se dedica a sobarse los testĆ­culos por mĆ”s de media hora, sĆ³lo cuando va llegando Marcelo en auto, es que Antonio logra ponerse en pie….y es que del dolor testicular, todo su cuerpo quedo dĆ©bil!, incluyendo sus temblorosas piernas, que por fin logran sostener su musculoso cuerpo.


Fin.

Gracias
Comentarios a   zatniktiel@hotmail.com

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