Trancision (3/3): Una tarde con David - Las Bolas de Pablo

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7 ago 2016

Trancision (3/3): Una tarde con David

CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE


   Pablo ChacĆ³n despuĆ©s de varias tragedias en el lado romĆ”ntico habĆ­a decidido salir con un antiguo conocido, se trataba de David, el dueƱo de un gimnasio al que habĆ­a conocido tras elaborar un presupuesto para una construcciĆ³n, para Ć©l era un total come hierros debido a la fuerza que adornaba su cuerpo, para su amigo NicolĆ”s, era un "cara de villero" pues afirmaba que tenĆ­a facciones de algĆŗn chulo o ladrĆ³n. Para Pablo, David tenĆ­a facciones tan masculinas que lo hacĆ­a atractivo.

   Ya tenĆ­an mĆ”s de dos semanas saliendo y siempre todo resultaba divertido, habĆ­an compartido par de besos, abrazos y apretones a los testĆ­culos donde siempre David quedaba sin habla o Pablo doblado en el piso.

   Se habĆ­an conocido cuando Pablo tuvo su pasar oscuro por Guerreros de la arena y es que resultaba que David era su fan y siempre asistĆ­a a sus combates. TodavĆ­a decĆ­a que le parecĆ­a sorprendente que estuviera saliendo con "El gato" alĆ­as que Pablo usaba en las batallas erĆ³ticas.

   Una tarde quedaron pendientes es salir, Pablo saliĆ³ rĆ”pidamente del trabajo para ducharse y colocarse ropa nueva, usĆ³ su vehĆ­culos y se dirigiĆ³ al hogar de David, tuvo una erecciĆ³n al verlo como cada vez que se encontraba con el dueƱo del gimnasio.

   Lo encontrĆ³ en el estacionamiento en las afueras de la casa, el muchacho vivĆ­a en una urbanizaciĆ³n de clase social acomodada y lo esperaba sentado en su vehĆ­culo alegaba que le gustaban los carros deportivos y a lo menos tenĆ­a tres. Un viejo amigo de Pablo le habĆ­a dicho que David provenĆ­a de una familia de nuevos ricos, pero Pablo creyĆ³ que se trataba de un comentario cargado de envidia. Le dio una sonrisa a David sintiĆ©ndose atraĆ­do por esa deliciosa muestra de masculinidad que tenĆ­a. Sus pectorales definidos lucĆ­an como montaƱas en relieve en su franela negra.

   —¿CĆ³mo estĆ”s? —saludĆ³ David devolviendo la sonrisa.

   Pablo apretĆ³ la mano de David y luego le dio un abrazo.

   «con ganas de dejarte seco» le susurro Pablo al oĆ­do.

   Ambos rieron y David con un brillo en los ojos respondiĆ³:

   —Eso tendrĆ” que esperar. Quiero que me acompaƱes a comprar unas mĆ”quinas.

   —¿Muy lejos?

   —No, aquĆ­ cerca. Ya despues podremos hacer todo lo que tĆŗ quieras...

   Se dirigieron miradas cĆ³mplices y sonrisas pĆ­caras.

   —Puedes dejar tu vehĆ­culo aquĆ­ y vamos en el mio.

   —EstĆ” bien —afirmĆ³ Pablo.

   Cuando subieron a la privacidad del vehĆ­culo David rompiĆ³ la formalidad y le dio un beso en los labios. Lo sujetĆ³ fuertemente de la cara y se acercĆ³ a Ć©l. Pablo le acariciĆ³ la espalda era tan gruesa que provocaba amasar por largo rato.

   —Creo que si seguimos asĆ­ —decĆ­a Pablo—, no podrĆ© aguantarme a la esquina.

   David riĆ³ de simpatĆ­a y al igual que Pablo bajo la mirada a la entrepierna abultada de ChacĆ³n. David le agarrĆ³ el bulto y le empezĆ³ a masajear el pene, lo tenĆ­a largo y tieso y con la punta de los dedos tocĆ³ sus testĆ­culos.

   —Me la pusiste como roca —hablĆ³ David.

   Pablo riĆ³ y le dio un largo beso hasta bajar por el cuello.

   —SerĆ” mejor que nos vayamos, Pablo. Ya no aguanto mĆ”s.

   —¿Y si no vamos? ¿Es muy urgente que vayas? PodrĆ­a ser maƱana...

   David lo mirĆ³ evaluandolo.

   —Tienes razĆ³n. Entremos.

   Abandonaron de forma rĆ”pida el vehĆ­culo y fue asĆ­ como penetraron la interior de la lujosa casa.

   —Ven, a mi habitaciĆ³n.

   Era la primera vez que Pablo entraba al cuarto donde se decoraba un closet de madera, un largo televisor pantalla plana y una cama matrimonial.

   David no tardĆ³ en desnudarse, su lampiƱo pecho se agitaba y su calzĆ³n parecĆ­a un carpa de circo debido a su erecciĆ³n. OcupĆ³ un sillĆ³n donde se abriĆ³ de piernas para Pablo.

   —Haz con estos genitales lo que quieras —le dijo—, y cuando digas lo que quieras es todo.

   Pablo sintiĆ³ que se le hizo agua la boca. Miro la bella manera en que la carnosas huevas de David se marcaban como un saco entre sus piernas abiertas. EstirĆ³ la mano y apretĆ³ aquel par de huevos.

   David jadeĆ³ de dolor. Su pene duro soltĆ³ lĆ­quido preseminal mojando la tela blanca.

   —Parece que estĆ”s repleto —sonriĆ³ Pablo—, y que estĆ”s que te quemas de caliente.

   —Estaba literalmente almacenando para este momento —corroborĆ³ David, se quedĆ³ sin aliento mientras la mano de su pareja le apretaba los testĆ­culos.

   David estaba envuelto en la lujuria y el deseo, con ganas de que Pablo le desnudara el pene y se lo chupara. Su negra polla no era grande, pero si muy gruesa y cabezona.

   —¡Oooh!

   David abandonĆ³ sus pensamientos y se quedĆ³ sin aliento cuando Pablo aplastĆ³ de un puƱetazo las bolas contra su pelvis.

¡POFF!

¡POFF!

   Pablo se habĆ­a enfrascado en una lluvia de golpes a los testĆ­culos de David.

¡PAFF!

¡PAFFF!

   Los ojos negros de David estaban cruzados ante los golpes a sus pelotas por aquel puƱo de Pablo.

   David se sentĆ­a delirante de dolor, pero su verga estaba manteniendo sus erecciĆ³n a pleno levantando su ropa interior.

   Sus testĆ­culos se estaban hinchando  casi el doble de su tamaƱo normal.

   Pablo levantĆ³ el puƱo por encima de la cabeza y lo llevĆ³ hacia abajo con rapidez estrellando con robusta fuerza.

POFFFF.

   David estaba en coma por el dolor.

   —Ahh, ay... ay, continĆŗa, Pablo —pidiĆ³ con un tono casi audible.

   Pablo sonriĆ³ y negĆ³ con la cabeza, se acomodĆ³ entre las piernas de David y le quito con delicadeza la ropa interior extrayendo un moreno pene cabezĆ³n. Ambos se miraron a los ojos y Pablo bajo la cabeza en direcciĆ³n a la cadera de David, el muchacho inclinĆ³ la nuca y cerrĆ³ los ojos al sentir el bienestar de la boca de su pareja sobre su miembro.

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